Antonio Navarro: “Santos, por su pelea con Uribe, le cierra las puertas a una tercería” [Archivo]

PEDROELGRANDE

15-04-2013, 23:03:21

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Antonio Navarro, en su entrevista con la Redacción Política de EL HERALDO.
De “incoherente” calificó Antonio Navarro Wolff, vocero nacional del Progresismo, la posición del gobierno de querer incorporar a las Farc a la vida política, a través de los diálogos en Cuba, pero, al mismo tiempo, le niega la posibilidad a movimientos y partidos a que desde la legalidad formen una tercería con miras a las elecciones para Congreso y las presidenciales de 2014.

Navarro, en compañía del senador Camilo Romero y de la parlamentaria andina Gloria Flórez, estuvo en Barranquilla trazando los lineamientos del Progresismo, movimiento que junto con el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, lidera a nivel nacional. A partes de la entrevista con la Redacción Política de EL HERALDO:

¿Hacia dónde va el movimiento Progresista del que usted es vocero nacional?
Estamos buscando un espacio político distinto a los existentes en el país y sobre todo diferente a la polarización Santos – Uribe que es lo que está copando el escenario nacional. Creemos que hay espacio suficiente para una tercería. Hay voluntad de armar una tercería en Colombia, y hablo de voluntades de sectores del Partido Verde, de la Alianza Social Independiente, de los Progresistas, de los indígenas, de gente que ha estado en el Polo y no está satisfecha en ese Partido, de liberales como José Antonio Ocampo y Cecilia López.

¿Y por qué no han arrancado?
El problema es que esa voluntad de trabajar juntos tiene un obstáculo muy complicado que son las leyes, que las diseñaron para que nadie se pueda mover del partido político en el que está o de lo contrario lo consideran doble militancia. Voy a decirlo con toda crudeza: por estar peleando con Uribe, Santos está cerrando el espacio para una tercería en Colombia, desde lo jurídico. Nosotros estamos buscado unas vías políticas, pero por perjudicar las aspiraciones de Uribe, Santos está cerrándole los espacios a otras alternativas en este país.

¿Qué va a pasar?
Vamos a terminar, entonces, en una elección presidencial absolutamente increíble: ¡Francisco Santos Calderón contra Juan Manuel Santos Calderón! De cuando acá este país (debe quedar) en manos de dos primos hermano, por papá y mamá, y oligarcas bogotanos. ¡No. Aquí tiene que haber espacio para una alternativa distinta! Aquí lo que necesitamos es una simple reforma legal para permitir coaliciones de grupos y movimientos políticos. Así como las hay para la elección de Presidente, de gobernadores y de alcaldes, esto mismo debe existir para cuerpos colegiados. Nos están cerrando esa posibilidad. Nos están tomando el pelo. Llevo semanas enteras conversando con el ministro del Interior (Fernando Carrillo) y no pasa nada. Entonces, Santos le está cerrando el paso a las alternativas en este país por su enfrentamiento con Uribe.

¿Ante esto, qué harán quienes desean una tercería?
Estamos buscándole la comba al palo. Estamos, primero, reafirmando nuestra voluntad de trabajar juntos, de que este país no puede quedar en manos de la familia Santos Calderón. Y, segundo, miramos la posibilidad de tomar decisiones que tengan riesgos jurídicos porque queden sujetas a interpretaciones. Lo que sí hay que decir es que es incoherente que un Presidente que está negociando la paz, que le dice a las Farc que se vengan a la legalidad, no le dé espacios a las fuerzas alternativas que estamos en esa legalidad desde hace muchísimos años.

¿A qué aspiran ustedes en el próximo debate electoral, que es donde comenzarán a medirse?
Los Progresistas aspiramos a ser parte sustancial de una tercería que tenga senadores, representantes a la Cámara y una candidatura presidencial, y vuelvo a lo que dije: ¿la familia de los primos Santos Calderón, dueña de Colombia? Ahí sí utilizo la palabra de (Horacio) Serpa: ¡mamola! Es necesario que haya una opción de una tercería, que salga de una consulta popular en marzo cuando se elija Senado y Cámara, pero, repito, existe el lío de las restricciones jurídicas para abrir espacios políticos, como la Ley 1475 y sus interpretaciones y la falta de voluntad tanto del Gobierno Nacional como de la llamada mayoría del Congreso. Es decir, estamos en una democracia en la que no se quiere abrir la participación política en medio de un proceso de paz.

¿Los Progresistas cuántas cámaras y senadores aspiran a sacar?
Usted sabe que en esto de las cuentas electorales uno no puede hacer las cuentas de la lechera. Vea: si nosotros pudiéramos resolver bien las posibilidades de juntarnos todos los (partidos o movimientos) que queremos, iríamos, por lo menos, por 12 senadores. La mitad de los que están en el Polo se quieren salir…

Que no lo oiga el senador (Jorge) Robledo…
Él sabe quiénes son, con nombres y apellidos. De 13 que hay, seis del Polo se quieren salir o se sienten afuera; de los Verdes, dos terceras partes quieren estar con nosotros en la tercería; de la ASI todos quieren estar también; lo mismo que los movimientos indígenas importantes; gente valiosa del Liberalismo quiere entrar a esta opción política, pero ¿cómo nos juntamos si está el enredo jurídico de la interpretación de la Ley 1475? En el Ministerio del Interior nos dijeron: redacten una propuesta de reforma que sea sensata y así lo hicimos, la entregamos, nos dijeron que muy buena pero, hasta al sol de hoy, no ha pasado nada. La entregamos el primero de marzo y hoy, a mediados de abril, no han respondido nada. Por eso digo que no hay voluntad política para abrir los espacios democráticos.

La paz debe ser pronto

¿Cómo ve el proceso de paz?¿Sí cree que se alcanzará algo?
Por lo que dice el Gobierno, va aparentemente bien. Quiero decirlo con todas las letras: esa marcha en Bogotá, del 9 de abril, fue de un millón de personas. Y no fue de la Marcha Patriótica, que metió 50 mil personas que es apenas el 5% de un millón, ni fue de la Alcaldía, aunque los funcionarios asistieron a la marcha: fue del pueblo bogotano, de gente de los estratos 2, 3 y 4. Gente que se pagó su pasaje en el TransMilenio. Yo la recorrí y fue inmensa, de gente de clase media y de sectores populares, lo que demuestra la voluntad de los ciudadanos de que haya un proceso de paz exitoso. Yo hablé con la gente en la calle, en las esquinas, y creo que los colombianos en general quieren resultados pronto de paz. Hay que mandarle un mensaje a las Farc: el tiempo de los diálogos no es el tiempo electoral de Santos, es el de los colombianos que queremos la paz pronto.

Por José Granados Fernández