Santa Fe tuvo su pronta revancha y venció a Millos [Archivo]

PEDROELGRANDE

13-04-2013, 21:58:07

Por: PABLO ROMERO REDACTOR DE EL TIEMPO |

http://thumbnails106.imagebam.com/24877/75f1d4248767214.jpg (http://www.imagebam.com/image/75f1d4248767214)

Carlos Valdés (izq.) y Wason Rentería, uno de los duelos del clásico. Carlos Ortega / EL TIEMPOFoto: Carlos Ortega / EL TIEMPO

Un autogol tempranero de Román Torres le dio el triunfo 0-1 al conjunto 'Cardenal', que se repuso de la pérdida del clásico pasado y sigue arriba.

Pasaron solo ocho días y tres minutos de juego para que Santa Fe sentenciara su revancha frente a Millonarios. El fatídico tercer minuto de juego derrumbó al equipo azul, que no solo lo padeció en un autogol de Román Torres, sino que con ese solitario tanto perdió el clásico 271.
Algunos hinchas aún se acomodaban en las tribunas de El Campín. El cronómetro marcaba un prematuro minuto 3. La tarde aún era muy joven cuando el clásico tuvo su primera y gran emoción. Afortunada para los rojos, triste para los azules. Muy triste para Román Torres. El malestar lo desató Járold Martínez, quien le hizo un pase a Omar Pérez, a su rival, el peor verdugo, y este envió un pase letal, al área, a la espalda de la zaga. Martínez Borja partió a encontrarse con la pelota, pero lo anticipó Román, para su infortunio, fue al piso y desvió el balón que tomó la ruta incontenible del gol. Solo tres minutos y Santa Fe ganaba 1-0.
Fue un gol contundente, tanto, que pareció desmoralizar a Millos, que pese a la juventud del clásico, no tuvo reacción en el primer tiempo, quedó preso de unos nervios incomprensibles en su zaga, que esta vez no tuvo a Pedro Franco (suspendido), sí a Ignacio Ithurralde, incapaz de coordinar un movimiento con Román. Luego, perdieron a uno de sus mejores guerreros: Lewis Ochoa se retiró en camilla, lesionado, frustrado, para darle paso a Esteban Ortiz, al buen volante de marca que fue un aceptable lateral derecho.
En medio del drama de los embajadores, los cardenales crecían. Bedoya, quien volvía a la titular, inquietó con un misil que desvió Zapata. Jefferson Cuero fue una culebra, Borja un luchador. El final del primer tiempo debió despertar un respiro entre esos 30 mil hinchas azules que llenaron El Campín. Era el momento de replantear.
Y lo hicieron. Un cambio suicida. José Tancredi, el creativo, por Elkin Blanco, el de marca. Millos reaccionó. El clásico se puso tenso, impredecible, sobre todo cuando Santa Fe perdió por expulsión a Roa, a los 22.
Pero Millos no encontró la fórmula, ni en un tiro libre Ramírez, ni en un pelotazo inquietante de Tancredi, ni con la entrada de Jorge Perlaza quien tuvo al final un cabezazo de gol, que de manera improbable atajó Vargas. Fue la última.
Santa Fe tuvo su prematura revancha, solo necesitó tres minutos para el gol, pero requirió 90 para cuidarlo, llevarse el clásico y seguir en la pelea por el liderato.
Pablo Romero
Redactor de EL TIEMPO