El crepúsculo de la generación NEXT [Archivo]

PEDROELGRANDE

05-03-2013, 19:38:41

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Foto: EPA
En Europa hablan cada vez más a menudo de la “generación perdida”, los jóvenes entre quince y veinticinco años que ya perdieron la esperanza de encontrar trabajo y se han aislado socialmente.
Para los sistemas de seguro social esta situación se convierte en una especie de horca presupuestaria: la cantidad de jóvenes desempleados y jubilados crece al unísono, las fuentes de recursos para los pagos de manutenciones y pensiones se agotan.
Los jóvenes no pueden conseguir trabajo al concluir la educación superior, ya que las compañías no desean contratar especialistas sin experiencia. Mientras más tiempo están sin trabajo, más se dilata el proceso de acumulación de experiencia laboral, y más se alejan las oportunidades de hallar trabajo. En la eurozona, cerca de una cuarta parte de la población en edad laboral ya se ha incorporado al ejército de desempleados. Por ejemplo, más de la mitad de los jóvenes españoles y griegos so desempleados.
El grave problema del desempleo juvenil se acrecienta con el hecho de que los empleadores no contratan a los jóvenes para trabajos fijos, según señala Olga Butórina, candidata a doctora en Economía, y jefa de la Sección de Integración Económica del Instituto de Europa, de la Academia de Ciencias de la Federación Rusa. Los jóvenes suelen ser contratados por un período de tres meses, tras lo cual el empleador puede despedirles sin pagar primas o compensaciones.
Esto conduce a que en Europa se ha establecido en los últimos años un sistema de mercado laboral de dos niveles. O sea, en la mayoría de los casos los jóvenes trabajan en condiciones muy desventajosas desde el punto de vista social, sin garantías, sin el debido apoyo social. Al mismo tiempo, los trabajadores de edades mayores, cuarenta, cincuenta y sesenta años, se les otorgan todas las garantías y preferencias establecidas por la ley, señala Olga Butórina en entrevista a La Voz de Rusia:
—Este desbalance altera la paz social, ya que gran parte del sistema de pensiones depende de la relación solidaria entre la generación joven y la mayor. Y consecuentemente, los jubilados que se retiran ahora, pasan a recibir una compensación total, y un paquete social bastante bueno. Lo cual implica que el entusiasmo a la hora de pagar los impuestos de los cuales se conforman las pensiones de sus padres, relativamente hablando, se verá reducido.
Ahora los gobiernos europeos tratan de llevar a cabo una serie de programas de empleo, entre ellos de empleo juvenil, basándose en los mecanismos migratorios de la UE. Familias enteras se mudan de Europa del Sur, en particular de España y Portugal, al norte, a menudo a Alemania. Pero allí el mercado del trabajo desde hace tiempo y muy activamente está siendo dominado por las fuerzas laborales procedentes del este de Europa.
Por ahora, la situación con el empleo no es crítica en Alemania, según diversos datos oscila entre el 5 y el 8 % de la fuerza laboral. Al ser uno de los países más fuertes desde el punto de vista económico, Alemania podría aguantar la oleada de migrantes en busca de trabajo, procedentes de otros países de la eurozona, señala Alexánder Kokeev, especialista en Alemania del Instituto de la Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de la Federación Rusa. Pero esa es apenas una de las aristas del problema, subrayó este especialista a La Voz de Rusia:
—Por otro lado, Alemania no flota en el vacío, es miembro de la UE. Y sus problemas internos, entre ellos el desempleo, dependen de la UE en gran medida. En primera instancia, porque Alemania depende de las exportaciones. Y estas se han visto reducidas en la zona euro debido a la crisis, lo cual, consecuentemente, influye en la ocupación dentro del país. Y en segunda instancia, Alemania está sometida a la carga del apoyo financiero a la UE.
En otras palabras: el frágil equilibrio en el mercado laboral alemán fuede quebrarse fácilmente a consecuencia de la agudización de la crisis en la zona euro, contra la cual, lamentablemente, no está vacunada. Según datos de la Comisión Europea, el desempleo juvenil cuesta en estos momentos a la UE cerca de ciento cincuenta mil millones de euros anuales. Sin embargo, para resolver este problema global, los Gobiernos europeos deben antes que nada estimular el crecimiento económico, y solo tras un nuevo crecimiento de la producción podrán generarse nuevos puestos de trabajo, afirma Olga Butórina. De lo contrario, la carga de los gastos estatales en manutenciones para desempleados continuará creciendo continuamente. Y esto solo apretará el lazo presupuestario en el cuello de los sistemas financieros de los países miembros de la UE.
fs/mo