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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
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PEDROELGRANDE
02-03-2013, 21:50:08
Por Jorge Yarce

Frente a los hechos, tristemente hay que decir que la universidad parece como si viviera de espaldas a la sociedad colombiana. Por ejemplo, su papel en el proceso de paz es insignificante, y su voz no se oye ni se hace sentir sobre el tema de la inequidad social, la corrupción, el estado lamentable de la justicia, la situación de los cafeteros y los impactos ambientales de la explotación minera, por sólo indicar algunos de los grandes males de nuestra sociedad. Eso sí, la principal preocupación de las universidades públicas es que no reciben suficiente dinero.

Hace poco debatieron en Cartagena sobre el "desfinanciamiento de la educación superior" para decir que están más pobres que hace 20 años, a pesar de las cifras dadas por el Gobierno sobre lo que les ha girado en los últimos dos años y lo que tiene previsto girarles en los próximos tres. Claro que necesitan más recursos y ojalá les den más dinero, pero la pregunta es por qué se niegan a rendir cuentas aludiendo que es una exigencia neoliberal del Banco Mundial, cuando es de sentido común saber cómo se gastan los fondos públicos. Bien insinuó el reciente informe sobre la educación superior, del OCDE que no se entiende cómo en Colombia el Estado les gira recursos, de manera inercial, sin exigir resultados a cambio.

Pero la falta de liderazgo también toca a la universidad privada. Todo el sistema de educación superior se quedó a la zaga de la sociedad, pues no hay en ella liderazgo. Los medios de comunicación, los gremios, los empresarios y los grupos políticos tienen una influencia más decisiva en el país que la universidad, que vive aletargada e indiferente ante los problemas sociales. Tiene más fuerza un trino en Twitter del Pibe Valderrama o un personaje de la farándula que una comisión de académicos. Mientras tanto, rectores y tecnócratas prefieren seguir con el cuento de siempre: más alumnos y más edificios y equipos. ¡Qué obsesión con la cobertura, como si fuera la panacea! No es políticamente correcto decirlo, pero ¿qué haremos con más y más y más colombianos con títulos universitarios sin trabajo y con baja preparación? ¿Dónde están la calidad, la investigación, los indicadores de gestión?

Lord Acton, un viejo inglés, decía que mientras más los hombres nos empeñamos en hacer de la tierra un paraíso, éste más se parece a un infierno. Si las universidades miran a fondo a su alrededor, no muy lejos encuentran el dolor, la muerte, la enfermedad, el hambre, la pobreza, la desesperación de los sin trabajo. "El liderazgo requiere inevitablemente el uso del poder para influir en los pensamientos y en las acciones de otras personas" (A. Zaleznik). Poder no significa poder político; es capacidad de hacer que el futuro sea diferente, cosa que las universidades deberían preguntarse más a fondo cómo están contribuyendo a ello. Hável dice: "Actuar sobre las causas tiene mucho más sentido que reaccionar simplemente ante las consecuencias". Deberíamos repensar la universidad colombiana: entre todos para lograr que la sociedad cambie, para que cambien la política y el Estado para que ella responda mejor a los intereses y necesidades del país.

Tienen las universidades por delante un reto magnífico, el de ser actores principales, no extras de una función que no tiene que ver con ellos. "El futuro no está en ninguna parte y nos toca construirlo con nuestras propias manos". Esta Idea de Jacques Attali tal vez nos sirva para reafirmar la necesidad de no esperar a que el Estado resuelva mágicamente los problemas de la universidad. Hay que hacer que las cosas sucedan desde dentro de la universidad.