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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
armando2007
10-02-2013, 12:32:03
Un héroe americano vulnerable

El francotirador más letal de EE UU murió a tiros, pero en Tejas no en Irak
El Pentágono le atribuye 150 muertes, aunque él las elevaba a casi 250
Chris Kyle fue abatido por un marine que sufría estrés postraumático
Yolanda Monge Washington 9 FEB 2013 - 22:36 CET

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Chris Kyle. / PAUL MOSELEY (AP)

Las palabras de Chris Kyle pesan ahora premonitorias como una losa: “Siempre era más vulnerable en casa. Siempre me sucedía algo después de cada despliegue en Irak. O me rompía un dedo del pie o de la mano… Me sucedían todo tipo de lesiones”. “En la guerra parecía ser invencible”, escribe Kyle en American Sniper (Francotirador americano), su libro autobiográfico. Su hoy viuda tenía razón. “Lo que sucede es que te quitas la capa de superhéroe cuando llegas a casa tras el combate”, le da la réplica Taya Kyle a su esposo en ese mismo libro.

“Tras un tiempo, descubrí que era cierto”, concede entonces sobre su vulnerabilidad en territorio en paz el francotirador más letal de la historia de Estados Unidos. No era invencible. Tan cierto como que hace una semana, alejado de cualquier zona de guerra, Kyle caía abatido en Tejas junto a un íntimo amigo por las balas del marine Eddie Ray Routh, de 25 años, al que intentaba ayudar a superar el estrés postraumático que sufren muchos veteranos de las guerras de Irak y Afganistán. Cierto es que, como se apunta ahora en la investigación, quizá llevar a un hombre acosado por los fantasmas de la guerra a disparar a un campo de tiro no era la mejor terapia. Pero ese es otro relato.

Cada historia tiene un principio. La de Chris Kyle comenzó hace 38 años en un pequeño pueblo de Tejas, donde aprendió la importancia de la familia y de los valores tradicionales, como el patriotismo, y donde estableció este orden de prioridades: Dios, Patria y Familia. “Siempre he amado las armas”, escribe Kyle en su libro al recordar su infancia. En su corazón, asegura, seguía siendo un navy seal. A pesar de ello, había optado por el retiro para evitar la ruptura de su matrimonio —las prioridades de su mujer tenían un orden diferente: Dios, Familia y Patria—. Tras cuatro misiones en Irak, le dio un ultimátum a su marido para que cambiara las suyas.

Antes de ser un seal —las secretistas fuerzas de élite del Ejército de Estados Unidos—, Kyle explica que fue un cowboy, su otra pasión, de la que se apartó tras sufrir una lesión que le incapacitaba para participar en rodeos. Volvió entonces a su plan original de unirse al Ejército y convertirse en un soldado. Kyle reconoce a través de las páginas del libro que incluso cuando este estaba ya camino de la imprenta se sentía incómodo con la idea de publicar la historia de su vida. “Siempre pensé que si alguien quiere saber lo que es ser un seal, que obtenga su propio Trident [una insignia]: que gane nuestra medalla, el símbolo de lo que somos”, explica. La segunda razón aportada por Kyle choca de plano con los méritos que el Pentágono le atribuye: “¿A quién le interesa mi vida? No soy diferente a cualquier otra persona”.

Chris Kyle era conocido entre sus compañeros de filas como La leyenda. Para los insurgentes de Irak era El demonio de Ramadi (Al Shaitan Ramadi) y por su cabeza se llegaron a ofrecer 80.000 dólares. Curiosamente, durante una de las misiones que Kyle realizó en Irak, otro francotirador de los seal compitió con él en número de muertes. La insurgencia también ofreció una recompensa —mayor— por su caza y captura y a la hora de hacer unos pósteres de ambos se equivocaron y en todos pusieron la foto del competidor de Kyle. “Desde luego no me iba a quejar”, relata jocoso en su libro para añadir a continuación que, de haberlo sabido a tiempo, su esposa le hubiera delatado para cobrar la jugosa cantidad.

La primera, y única, vez que Kyle mató a una mujer fue a las dos semanas de llegar a Irak en su primer viaje, a finales de marzo de 2003. Kyle se encontraba sobre un tejado de una casa en Nasiriya mirando por la mira telescópica cuando vio a una mujer con un niño agarrado de una mano. En la otra, la mujer sujetaba una granada de fabricación china a punto de hacerla explotar al paso de una patrulla de marines que se aproximaba a la zona. “Dispara”, ordenó el jefe del comando. “¡Dispara ya!”, le insistió. Kyle dudó primero y lo hizo después. “Disparar era mi deber”, explica. “No lo lamento, esa mujer ya estaba muerta y yo tenía que asegurarme que ella no se llevaba a ningún marine por delante”.

Kyle asegura en su autobiografía que no miente o exagera al decir que lo que hacía en Irak era “divertido”. “Los mejores años de mi vida fueron en los seal”, explica, y confiesa que consideraba al enemigo “despreciable”. “En Irak llamábamos salvajes al enemigo porque no hay otra manera de describir lo que allí encontramos”. Por esa razón, no rehuía hablar del número de personas a las que había matado. “El número no es importante. Solo hubiera deseado haber matado a más. No para jactarme sino porque creo que el mundo está mejor sin salvajes que acaban con la vida de americanos”.

Los psiquiatras describen la muerte de Kyle el sábado 2 de febrero en un campo de tiro de Glen Rose (Tejas) como la consecuencia no intencionada de la guerra. Al Diablo de Ramadi no le abatieron las balas de la insurgencia iraquí. El hombre que había regresado del frente a casa sano y salvo para ejercer de marido y padre de dos hijos no murió en ninguna misión especial secreta de los seal. El hombre que tras vivir su propia depresión postraumática —accidente de coche incluido que le hizo despertar y darse cuenta de que tenía que dejar de beber y aceptar que su participación en la guerra había acabado— resultó ser intocable en Irak y mortal en la tierra que le vio nacer. Había fundado su propia compañía de seguridad con el lema: “A pesar de lo que te dijera tu madre, la violencia resuelve los problemas”.

Toda historia tiene también un final. El Pentágono atribuye a Chris Kyle 150 muertes, aunque él las elevaba a casi 250 —una de ellas a casi dos kilómetros de distancia—, lo que le convierte en el francotirador más letal de la historia de EE UU, tras superar a Adelbert Waldron, con 109 muertes en Vietnam. El final del hombre con dos estrellas de plata y cinco de bronce al valor no estuvo en un edificio polvoriento y abandonado de Bagdad.

Laura Blevins, hermana del marine que supuestamente acabó con la vida de Kyle y su íntimo amigo Chad Littlefield, de 35 años, efectuó una llamada desesperada a emergencias hace dos sábados. “Dice que ha matado a dos hombres, que habían salido a disparar, está enloquecido y como psicótico”. Blevins no pudo acabar de hablar y pasó el teléfono a su marido. “Balbuceaba palabras de forma incomprensible… Solía beber en el pasado, pero hace poco fue diagnosticado con PTSD [estrés postraumático tras volver de la guerra, siglas en inglés]”.

—“¿Con qué?”, preguntó la operadora.

—“Con PSTD”, respondió el marido de Blevins.

El marine Routh confesó a su hermana que había matado a Kyle y su amigo. Poco después era arrestado y puesto bajo vigilancia para evitar que se suicidara. El funeral por el francotirador más letal de la historia del Ejército de EE UU será mañana en el Estadio de los Cowboys en Arlington, Tejas. Su cadáver no ha llegado a casa desde el otro lado del océano cubierto por una bandera en la bodega de un avión de carga. La historia de La leyenda comienza con su nacimiento en Tejas y acaba con su muerte en Tejas por las balas de un compañero de armas.



Fuente El País de España

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
EricCartman
10-02-2013, 13:33:55
Paz en su tumba

nemcatacoa
10-02-2013, 13:38:06
ptos gringos locos

Hannibal Lecter
10-02-2013, 15:58:19
que miedo ese monton de zombies con la cabeza llena de mierda, muertos, drogas y protocolos militares

OPHIUCHUS
11-02-2013, 01:39:28
Jajajaja. La vida es muy irónica. Bien por todos los enfermos de estrés post guerra en USA.

LVXzmG0XT6s

Isidorito
11-02-2013, 07:52:13
Con gorra de El Castigador y todo.

paisafe
11-02-2013, 10:40:54
muerte es muerte............y no lo diferencio

Heráclito
11-02-2013, 13:59:42
Hay dos clases de homicidios en las guerras, los que se producen en medio del combate y los que se causan a sangre fría. A esta categoría pertenecen los francotiradores que por muchas disculpas que esgriman para justificar su oficio, no son otra cosa que asesinos profesionales, como cualquier sicario. Eligen su víctima y la matan, sin darle al menos oportunidad de defenderse, lo que además, le agrega al hecho la cobardía.

Esta repugnante escoria humana clasifica como "malditos bastardos", la estupenda película de Tarantino.

Raylan Givens
11-02-2013, 18:55:01
Hay dos clases de homicidios en las guerras, los que se producen en medio del combate y los que se causan a sangre fría. A esta categoría pertenecen los francotiradores que por muchas disculpas que esgriman para justificar su oficio, no son otra cosa que asesinos profesionales, como cualquier sicario. Eligen su víctima y la matan, sin darle al menos oportunidad de defenderse, lo que además, le agrega al hecho la cobardía.

Esta repugnante escoria humana clasifica como "malditos bastardos", la estupenda película de Tarantino.

Viejo Heráclito, matar es matar, sea como francotirador, mano a mano con cuchillo o desde un tanque o un avión caza... hay que tener sangre fría para hacerlo desde cualquier forma y cualquier puesto en la milicia, igual se unta de sangre el general que da la orden de disparar. Lástima la forma de morir del soldado... por otro lado ese puesto como francotirador necesita muchas capacidades tácticas y físicas.

OPHIUCHUS
11-02-2013, 23:10:00
Viejo Heráclito, matar es matar, sea como francotirador, mano a mano con cuchillo o desde un tanque o un avión caza... hay que tener sangre fría para hacerlo desde cualquier forma y cualquier puesto en la milicia, igual se unta de sangre el general que da la orden de disparar. Lástima la forma de morir del soldado... por otro lado ese puesto como francotirador necesita muchas capacidades tácticas y físicas.

Jajajaja. Habló von Clausewitz.

Heráclito
11-02-2013, 23:26:02
Viejo Heráclito, matar es matar, sea como francotirador, mano a mano con cuchillo o desde un tanque o un avión caza... hay que tener sangre fría para hacerlo desde cualquier forma y cualquier puesto en la milicia, igual se unta de sangre el general que da la orden de disparar. Lástima la forma de morir del soldado... por otro lado ese puesto como francotirador necesita muchas capacidades tácticas y físicas.

De acuerdo, matar a otro ser humano rompe en cualquiera de sus formas un principio medular de la civilización: "la vida es sagrada", pero no es lo mismo matar de frente, en igualdad de condiciones, que matar por la espalda, como tampoco matar por piedad (eutanasia) o matar por mandato de la ley (pena de muerte).

Hay muchas maneras de quitarle la vida a un ser humano, pero la peor es el que mata a mansalva y sobre seguro. A pesar de que las películas los glorifican, los francotiradores son los sicarios de la guerra, escoria humana con muchas capacidades tácticas y físicas, como dices, pero el que un asesino se vista de frac o sea Mr. Músculo, no deja de ser un asesino.

AndrewMack
11-02-2013, 23:27:13
La guerra hace un dano impresionante en la mente del ser humano Que descanze en paz.

OPHIUCHUS
11-02-2013, 23:39:20
No me deja de parecer graciosa esta noticia :).