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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
chido666
29-10-2012, 18:37:54
Abusan de Nosotros… Unas semanas antes de la boda.

Una tarde, estábamos en el lugar más apartado del parque, allí era muy pobre, por no decir nulo, el alumbrado. Alicia llevaba una faldita color rosa de vuelo, que le llegaba a la mitad de sus hermosos muslos, y un top ( Una tira ancha que cubre la parte de abajo del busto y deja el ombligo descubierto) amarillo, no llevaba sostén porque se le trasparentaban mucho los pezones, hasta se llegaban a ver las aureolas que rodean a estos. Mis amigos llevaban horas buscando la forma de como manosear a mi novia sin que fuera tan obvio.

-Dentro de unas semanas se van a casar, ¿Ya tuviste relaciones con Ramón? –Le preguntó Pablo a mi novia-.

-No, como crees –respondió Alicia-. Vamos a hacer las cosas como Dios manda, porque nos queremos mucho y nos respetamos.

-¿A poco eres virgen? –Le dijo Javier, en tono sarcástico-.

-Eso a ustedes no les importa –Le contestó, avergonzada -.

-Se me hace que ya lo probaste y te gustó –Insistió Javier-.

-Ya probé ¿qué? –dijo Alicia. Poniéndose roja como un tomate-.

-la verga, se me hace que ya te metieron la verga.

-¡Eres un grosero! –contestó molesta-. Yo no he probado, ni me han metido, nada.

-Y tú, Ramón. ¿Eres virgen? A poco ¿no se te antoja coger con Alicia? –Dijo Pablo-.

-Si, -contesté avergonzado-.

-¡Ah! ¿Te quieres coger a Alicia?

-No.

-¿No? Huuy! Te va salir joto, Alicia.

-Digo que si, voy a hacer el amor con ella, pero hasta que nos casemos.

-¿Y eres virgen? –Insistió Pablo-.

-Nunca he tenido relaciones sexuales, si ha eso te refieres –Contesté molesto y avergonzado-.

-¿A poco nada de nada? –Pregunto Javier-. Jaja.

Sabía que buscaban cualquier pretexto, para agarrarse de ahí y aprovecharse de la situación. Me quedé atónito con lo que dije a continuación.

-Si nos hemos acariciado, pero nunca hemos llegado a realizar el acto sexual, y no nos hace falta, porque nos amamos, y disfrutamos al máximo las caricias que nos damos. Alicia puede estar con los ojos cerrados y saber que soy yo el que la acaricia.

-¿??? –Los demás pusieron cara de “¿Qué?”.

-y –Continué haciéndome el ofendido, para que no hubiera dudas de lo que les proponía-. Pueden acariciarla cincuenta, cien o mil personas diferentes y entre las mil, saber cuales son mis caricias. Porque mis caricias son con amor.

A Javier casi se le cae la baba al ver la tremenda oportunidad que les ofrecía en charola de plata.

-No te creo, discúlpame pero no creo, ¿que pueden tener de especiales tus caricias?, no creo que diferencie las caricias tuyas de las nuestras, y más si tiene los ojos vendados… ¿Tu también crees eso Alicia?

Alicia me miro sorprendida, pero respondió con aplomo “Si, yo creo que sí”.

-Pues vamos a comprobarlo –Contestó Javier, con una sonrisa maliciosa-. Te voy a vendar los ojos –Le dijo a mi novia-. Somos diez con Ramón, cada uno de los que estamos aquí, va a estar a solas contigo, los demás no podrán ver lo que haga el que este contigo para que no haya trampa, creo que con cinco minutos es tiempo más que suficiente para que te des cuenta si es o no Ramón. Te vamos a dar diferentes tipos de caricias y debes de cooperar y responder a las caricias que te hagan, imaginando que la persona que te acaricia es tu novio. Vamos a ver si su amor es tan grande como para identificar las caricias de Ramón.

Alicia, pasó sus lindos ojos por cada uno de mis amigos que ahí se encontraba, se acaloró un poco, se mordió el labio inferior, sus ojos destellaban lujuria y contestó con un tímido: “Esta bien”.

Javier la llevó al lugar más oscuro, debajo de un árbol, y le vendó los ojos con un pañuelo. Y a nosotros nos condujo detrás de un arbusto, nos estábamos muy retirados de donde se encontraba Alicia, así que aunque se dificultaba un poco la vista por las ramas, se veía perfectamente el cuerpo de Alicia y lo que le llegaran a hacer mis amigos.

Yo levantaba la cabeza y les decía: ¿dónde dejaron a mi novia que no la alcanzó a ver?

-Estás bien cegatón. –Dijo Gerardo-. ¿A poco no alcanzas a ver?.

-No. –Mentí-.

-Es mejor que no veas, jeje –me dijo Javier-. Yo sé lo que te digo, jaja. A ver, ¿quién va a ser el primero? – Preguntó Javier-. Un volado.

-A mi no me importa el turno –contesté-. Estoy seguro que en cuanto la bese, adivinara enseguida.

-Pues en ese caso serás el último. –Contestó Javier-. Jaja. A ver juguemos entre nosotros, a ver quien pasa primero.

-¡Yo gané!, -exclamó Esteban -. Ahí pónganse de acuerdo a ver quien sigue. Y Se fue a donde estaba mi novia.

Y así fueron pasando de uno en uno, tenían cinco minutos para acariciarla, ni mi novia ni yo llevábamos el tiempo, eran los otros que impacientes, apresuraban al que estaba en turno:

-¡Ya se acabó el tiempo!

-¡Ya te pasaste un minuto!, muévete que sigo yo.

Los últimos en pasar fueron Javier, Raúl, Gerardo y yo. En ese orden. Gerardo fue el que duró más tiempo, como ya no había nadie que lo apresurará.

Cuando vi a mi novia en brazos de mis amigos, besándose apasionadamente, sus lenguas en una lucha sin cuartel, el ver como era sobado y mamado salvajemente su busto, como estrujaban violentamente sus nalgas; mi excitación creció una barbaridad. Hasta que no puede más, y sin siquiera tocar mi pene, eyaculé profundamente. Amparado en la oscuridad, la mancha de semen en mis pantalones, se ocultaba.

Gerardo llegó con una sonrisa de satisfacción y me dijo: “Tu turno”.

No sé porqué, Alicia tenía tanta predilección por Gerardo y Raúl, si estos eran los que más abusaban de ella. Tal vez por ser los de menor edad… Pero de chicos no tenían nada, ya había observado el chisme que les colgaba entre las piernas y era muy grande.

Al llegar con Alicia, lo primero que hice fue observarla detenidamente, tenia un ligero temblor en sus piernas y su respiración era agitada, síntoma que había tenido varios orgasmos, tenía la falda toda arrugada, y tenía manchas de semen, tanto adelante como atrás; con cuidado, para que no sintiera, le levanté la falda, observé que los calzones los tenia hacia un lado, mostrando todo su conejito. Al observar su rostro…Mi pene volvió a enderezarse majestuosamente. Sentí un poco de temor, creo que nuestra calentura había llegado demasiado lejos, La tomé de ambas manos, se las apreté suavemente y la besé con dulzura, bajé un poco su Top, y vi su poderoso busto, le bese tiernamente cada una de sus bubis y observé como los tenía llenos de moretones de tanto chupetones que le habían dado. La tomé de la cintura y la besé nuevamente, al terminar me dijo: “Tu eres mi papito, la persona que más amo en el mundo”.

Cuando Javier le quitó el pañuelo de los ojos, gritó divertida “¡El último era mi papito!, estoy completamente segura”. Todos mis amigos le aplaudieron y le dijeron: “Pues parece que su amor es verdadero, porque adivinó… Pero se me hace que Alicia hizo trampa, que estaba viendo; habrá que probar en otra ocasión”.




En la noche, en la soledad de mi cuarto, mi masturbación estaba a punto de terminar… Estaba recordando la plática de mis amigos...

Esa noche, nos habíamos reunido en la casa de José Luís. Habían comprado unas botellas de vino. Ya estaban algo mareados cuando empezaron a narrar lo sucedido.

-Al llegar le di besos en el cuello, -Narraba Esteban-. Le mordía la orejita, y la ponía cachonda, jeje. Le di unos besos de lengua bien ricos, al ver su carita bonita sus ojos grandes, su mirada de niña inocente, y esa boquita mamadora, me la comí a besos, la abracé de la cintura y tomándola de las nalgotas sobre el vestido le restregaba mi verga en su panochita. Me puse atrás de ella y le puse la verga en medio de sus nalgotas, se sentía rico-rico, le apretaba sus toronjotas, le toqué su panochita sobre la falda, quise meter la mano, pero no me dejó… Esta re-buena la condenada, jeje.

Todos comentaron algo por el estilo, se la comieron a besos, besos de lengua, la sobaban, por todos lados, pero siempre sobre la falda o el Top, se sacaban la verga y la punteaban tanto por delante como por atrás, pero siempre sobre la ropa. Hasta que llegó el turno de los últimos tres.

Javier siempre ha deseado cogerse a Alicia, y lo demostró cuando estaba con ella. Parecía un toro desbocado. Un pulpo que le faltaban manos, la manoseaba bruscamente, forcejearon varias veces, la primera cuando le subió el Top y saltaron sus bubis al aire y la segunda cuando se introdujo bajo su falda. Le decía de cosas porque se escuchaban los murmullos, discutían, hasta que empezaron a fajarse cadenciosamente. Raúl tuvo que esperar un tiempo más, para poder tomar su lugar; porque Javier no deseaba desprenderse de mi novia. Así que estaba deseoso de escuchar su versión.

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
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chido666
29-10-2012, 18:41:08
Empezó a narrar Javier:

Yo primero me la comí a besos. Besa sabroso la Alicia; por supuesto andaba con la verga al aire, jeje. Al observar lo paradas que tiene las nalgas la cabrona, se me puso la verga dura como un fierro, se la puse entre las nalgas, y se la pase por toda la raya de su cola y veía como se le metía la falda entre sus cachetes del culo, La abracé y le sujeté los melonzotes por debajo de su blusa, le apretaba los pezones y se los retorcía. Le dije al odio: Alicia, siempre te quise tener así como te tengo, con toda mi verga entre tus nalgotas, estas riquísima mamacita, y la punteaba duro, y la cabrona solo resollaba de lo caliente que estaba y movía las nalgas en círculos. Le di vuelta, la besaba en el cuello, en eso le levanto la blusa y que saltan las chichotas al aire, porque la muy puta no traía sostén, se las chupe como desesperado, jeje. En eso se trata de resistir la Alicia:

-¡Tú no eres mi novio! bájame la blusa, por favor.

-¿Estás viendo?

-No, no estoy viendo, anda, bájame ya la blusa, por favor.

-Entonces, no estas segura de si soy o no tu novio.

-Mi novio no me levantaría la blusa y menos delante de sus amigos.

-Los demás no alcanzan a ver hasta acá, mamacita, además tu novio esta bien cegatón, el menos se va a dar cuenta, ya déjate, vas a ver que te va a gustar. Además acordamos que ibas a cooperar. Supongamos que no soy tu novio, solo como una suposición, aun así, sin ser tu novio, tu no deberías decir nada y dejarte y disfrutar de mis caricias imaginando que soy Ramón.

-Mmm, Esta bien.

Y le empecé a mamar las chichotas hasta saciarme, Tenia los pezones grandotes y gordos, bien sabrosos, les daba pequeños mordiscos, ella hasta me sujetó de los cabellos de la nuca y me apretaba contra sus chichotas.

-Hay, así, sigue así, que rico siento. -decía la putona de Alicia-.

-Sabía que te iba a gustar, -Le dije al oído-. Porque eres una putita que le encanta la verga.

Después me metí bajo su falta y le aparté su calzón hacia un lado y empecé a darle unas mamadas de burro con madre. Tiene sabrosa la panocha. Al principio se negaba.

-No eso no, por favor, no me hagas eso, los demás…se van a dar cuenta –Me decía con voz entrecortada-.

Cuando sintió los primeros lengüetazos, ya no quería que me separara, jaja. Se vino en mi boca la cachonda. Cuando empezaron a chingar que se me acababa el tiempo, le tomé su manita, y se la lleve hasta mi garrote.

-Si eres una puta, -Le dije-, como yo creo, vas a saber lo que es esto, si eres virgencita como dices no lo adivinaras”.

Y ahí esta la puta de Alicia, sujetándome el rifle, palpándolo, tratando de adivinar, jaja. Me pasaban sus manitas por la cabeza de la verga, por el tronco, seguía con sus dedos el camino de las venas y yo a punto de venirme.

-¿No sabes que es? –Le pregunté?-.

- No. –Me contestó-.

-Te voy a ayudar, –le dije-. rodéala con tu manita y sube la piel y luego baja tu manita y pélamela.

Le dije “piel” y “pélamela” y no adivinaba… Se hacia la pendeja que no sabia, me la estuvo jalando un buen rato, hasta los guevos me acariciaba la putona y solo decia:

-¿Qué será?..Ay, ayúdame, dame pistas, ¿es una parte de tu cuerpo?

Cuando estaba a punto de venirme, la abracé y le puse la verga en la entrada de su panocha y le aventé todos los mocos a la hija de la chingada, jaja.

Luego de la detallada explicación que dio Javier, Raúl tomo la palabra:

-Yo empecé como todos, besándola de lengua, y poniéndole la verga sobre el vestido en sus nalgas y panocha, apretándole los melonzotes que tiene, cuando le levanté el vestido, la muy puta no quería.

-No, eso no.

Y que le digo al oído:

-¡Cállate putita!, quiero ver las nalgotas que tienes.

-Eres Raúl, ya te reconocí.

-¡Que te calles puta!, no te voy a decir quien soy, solo quiero que sepas que no soy el imbecil de tu novio, y tu aceptaste cooperar.

Le levanté el vestido y observé su lindo bikini rojo ensartado en medio de esas nalgotas que me tienen loco. También le vi su hermosa panochita, pero ya estaba llena de leche.

-Quien te la metió y te lleno de mecos, cabrona. –Le dije al oído-.

-Nadie me la ha metido, ni me la van a meter, quiero llegar virgen al matrimonio.

Le amasé por un tiempo sus nalgotas hasta saciarme. Le di vuelta y le subí la blusa hasta arriba quedando sus melones al desnudo, le mamé las chichotas hasta que me cansé, le di vuelta y empecé a mamar sus nalgas hermosas y le metía la lengua en su culito, la muy cachondona solo se retorcía de gusto y jadeaba como una autentica puta, hasta movía las nalgas en círculos para que le entrará mas adentro la lengua. Después le metí un dedo en su panocha, la traía toda encharcada.

-Alicia, estas bien buena mamacita, quiero meterte la verga en tu panocha. –Le decía mientras le metía y sacaba el dedo de su raja- .

-No, eso no, por favor, - Me contestó entre jadeos-. Ya te dije que quiero llegar virgen a mi matrimonio… Ay, que rico siento.

-Vas a sentir mas rico si es mi verga la que entra y sale de tu rica panocha.

-No, por favor ya no insistas, no voy a dejar que me cojan… Ay, que rico”.

La muy puta cerró las piernas sobre mi mano, se estremeció y se vino en mi dedo, jeje. .

-Ay, gracias chiquito, sentí maravillosamente rico.

Le tome su manita y la puse sobre mi verga, le dije: Mira como me tienes, al menos hazme una puñeta, me lo debes.

-No sé que es eso, ¿Qué es hacer una puñeta?.

-Es cuando le pelas la verga a otra persona. Yo te voy a enseñar, para cuando te cases no seas tan pendeja.

Le tomé la manita y se la puse alrededor de mi garrote y solo la guié unas dos veces y después solita me empezó a pelar la verga bien sabroso.

-Y a mí que me decía que no la conocía –Interrumpió Javier-. Pinche Mentirosa, No de que le encanta la verga, le encanta.

Continuó su narración, Raúl.

Me sujetó la verga desde la base y fue subiendo poco a poco hasta llegar a la cabeza.

-La tienes bien grandota. -Me decía mientras seguía jalándomela riquísimo-.

Después le metí la verga por el culo, cuando empujé mi verga entre sus nalgotas, me empujó.

-¡No!, Raúl, no quiero que me la metas, dijimos que solo iban a ser caricias.

-Esta bien mamacita, -le respondí al oído dándole mordiditas en su orejita-, solo te voy a puntear, déjame meto la cabeza de mi verga entre tus nalgotas preciosas, no te la voy a meter en tu culito, no te preocupes”. Y así estuve un rato hasta que le aventé un chingo de leche entre sus nalgas, jeje.

Gerardo fue el último en narrar su abuso.

Para no repetir lo mismo me voy a saltar todo los que ustedes le hicieron y yo le hice también, jeje. Cuando me di cuenta que le mancharon las nalgas de mecos y la panocha la tenia pegajosa, asi que pensé: “estos ya se la cogieron, y a mi no dejaron nada”.

-Ya te cogieron mamita ¿verdad? -Le dije al oído-.

A mi también me identificó de volada.

-¡Tu también Gerardo! Preguntando lo mismo, nadie me ha cogido, voy a llegar virgen a mi matrimonio.

-Sabes de qué estás manchada –le dije-.

-No. ¿De qué? -Me contestó-.

-Bueno olvidémonos de eso chiquita, ¿en verdad eres virgen?.

-Es verdad. -Me contestó muy segura de sí misma-.

Bueno te voy a ser una prueba.

-¿Otro que quiere ponerme pruebas?

-¡Ah!, ¿ya te pusieron pruebas para ver si eras virgen?

-¡Si!, no estoy segura, pero parece ser que fue Javier el que me la puso.

-Y ¿que te dijo? ¿En qué consistió la prueba?

-En que si adivinaba lo que era, significaría que no era virgen… Pero no adiviné, estuve tocándolo por mucho tiempo pero no supe que era.

-¿Segura que no mentiste? A lo mejor adivinaste, pero lo negaste para que no dijeran que ya no eres virgen.

-No. De veras, era una cosa grandota y dura, estaba algo caliente, en unas partes estaba liso y en otra tenia pelos, pero no adiviné que era.

-Bueno, te voy a creer, pero necesito hacerte otra prueba para estar seguros. Si fallas, significa que no eres diga de casarte con Ramón.

-Ay, no, eso no.

-Tu sabes, como estimamos a Ramón, lo queremos mucho –Le decia, y la puta bien creída, jaja-. Y necesitamos saber si eres merecedora del amor de nuestro amigo, ¿Estas dispuesta a pasar esta prueba? Por amor a Ramón.

-Si, estoy dispuesta, si no la pasó es que no merezco su cariño.

-Bueno, como ya usaste la prueba de las manos, sigue ahora la de la boca. Arrodíllate, así mamacita, ahora pon tus manitas atrás, en tu espalda, así esta bien… Ahora, te voy a dar algo a probar, lo puedes lamber, chupar, mamar, pero nunca morderlo, ok. No se vale meter las manos. Si descubres qué es, puedes dejas de chupar, pero eso significa que ya conoces las vergas.

-¿Como dices?

-Ah, perdón, que si descubres que es, puedes dejar de mamarlo, pero eso significaría que no eres virgen, y que no eres digna de ser la esposa de Ramón. En cambio si no descubres que es, seguirás chupando, lambiendo y mamando, hasta que se me termine el tiempo.

-Bueno, esta bien.

Y ahí tenía a la putona de Alicia mamándome la verga, lo hacía como la mejor de las putas, nunca me lo habían mamado tan rico, hacía un esfuerzo sobrehumano para no venirme. De vez en cuando se la sacaba de su boquita y se la restregaba por sus mejillas, por sus ojos, se la pasaba por su naricita y le preguntaba:

-¿Ya sabes que es? ¿Sabe rico?

-No. Todavía no adivino. Sabe raro, pero no sabe mal.

chido666
29-10-2012, 18:42:56
La sujeté de la nuca y se la volví a meter en la boca, no le cabía toda, pero hacia esfuerzos por metérsela toda, cuando soltaba la cabeza, lambía el tronco hasta llegar a los guevos a los cuales dio varios lengüetazas. No resistí la visión de tenerla arrodillada con mi verga en su boca, mi pelos metidos en su nariz y le aventé todos los mocos en su hermosa carita.

-¡Ay!, ¿que fue eso? ¿Qué me echaste en la cara?

-Que rico mamacita, así quise tenerte desde hace mucho tiempo, ¿todavía no adivinas lo que es?

-No.

Le estuve esparciendo la leche por toda su carita con la punta de mi verga y juntando algo de mecos en la punta, se la metí en la boca.

-A ver, abre tu boquita y pruébalos, ¿Te gustan? ¿Sabes lo que es?

-Sabe rico, no sé que es, pero esto sabe a algún tipo de aderezo.

Todos estábamos muy calientes cuando termino de hablar Gerardo.

-¡Estoy bien caliente! –Dijo Javier-. Alicia esta bien buenota la cabrona, con gusto me cogería una diez veces al día. Hasta tengo ganas de jalármela.

Fin de este extracto.


Autor: Chido 666.

AndresG1
01-11-2012, 17:07:01
Jajajajaja, ni el par de niños guevon
jajajaja

danieltriplex
05-11-2012, 14:41:12
hermano he seguido toda la serie y de verdad esta muy buena felicidades por los relatos

Cerebroo
11-09-2022, 00:38:07
Gran escritor, descubrí un hobby

Randy13
16-09-2022, 21:06:39
Excelente relato. Bien descrito y muy detallado

eltoro
24-09-2022, 09:50:50
Buena historia.

camilo.a.lopez2
07-11-2022, 16:21:14
felicidades buen relato

alanl452
20-11-2022, 21:57:37
Excelente relato.