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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Heráclito
21-09-2012, 16:30:49
De todo hay en la viña del Señor y de nuevo la Universidad de Harvard se luce con estos particulares premios al ingenio humano que pierde tiempo y recursos en investigaciones insólitas. Un momento para reír en serio.

21 Sep 2012 - 3:05 pm

Ig Nobel, premios para reír y pensar

Por: Pablo Correa / Boston, EE.UU.

Se entregaron este jueves en la Universidad de Harvard.

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La investigadora Elena Bodnar, ganadora de un Ig Nobel en 2011, hizo una demostración de la utilidad de un sostén que se puede convertir en tapa-bocas.

En una ceremonia que reconoce los avances científicos más curiosos, fue galardonado un estudio que muestra que inclinarse hacia la izquierda hace que la Torre Eiffel se vea más pequeña y otro más que halló que los chimpancés pueden identificar a otros viendo fotografías de sus traseros.

El teatro Sanders, construido a finales del siglo XIX dentro del campus de la Universidad de Harvard para honrar los caídos en la guerra civil, estaba a reventar. Ni una de sus 1.116 sillas quedó vacía. En la tarima, sentados en una primera fila, cinco premios Nobel (de los de verdad): Jack Szostak, Dudley Herschbach, Richard Roberts, Eric Maskin y Roy Glauber.

La entrega de los premios Ig Nobel es el día en que algunas reglas se pueden violar. Por ejemplo, que la investigadora Elena Bodnar saque de su vestido un brassier rojo, lo convierta en dos tapabocas y le ajuste uno de esos en la cara al astrofísico Robert Kirshner. O que una actriz acaricie la cabeza y el torso del químico Herschbach mientras canta una ópera en la que dice “el universo es hermoso, el universo es hermoso”.

Marc Abrahams, el matemático y profesor de Harvard, a quien hace dos décadas se le ocurrió crear esta parodia de los Premios Nobel para destacar esas “investigaciones que no pueden o no deben ser”, apareció en el escenario vestido con un traje de levita y un sombrero negro de copa alta. Recordó que “los Ig Nobel se otorgan a logros que primero hacen reir a la gente pero luego la hacen pensar”.

Tras una lluvia de aviones de papel que volaron desde todos los balcones del teatro, y el paso por la tarima de una abuelita a quien le correspondió la tarea de dar el tradicional saludo que consiste en repetir dos veces la palabra “bienvenidos”, comenzó la entrega de premios.

El Ig Nobel en psicología fue para Anita Eerland, de la Universidad de Rotterdam en Holanda, Rolf Zwaan y Tulio Guadalupe, por un trabajo titulado: “Inclinarse hacia la izquierda hace que la Torre Eiffel se vea más pequeña”. Parece una tontería, pero el estudio publicado en la revista Psychological Science exploró sentimientos y percepciones que alteran nuestra toma de decisiones.

El Premio de la Paz se lo llevó la compañía rusa SKN por desarrollar un método para transformar explosivos en nano-diamantes. El Premio de Acústica se les otorgó a dos jóvenes estudiantes de Japón por crear el “Martillo de los Discursos, una máquina que permite interrumpir el discurso de una persona al hacer que escuche sus propias palabras con un ligero retraso”.

Craig Bennet, Abigail Baird, Michael Miller y George Wolford se quedaron con el Premio de Neurociencias al demostrar que sus colegas neurocientíficos pueden detectar “significativa actividad cerebral practicamente en todas partes... incluyendo el cerebro de un salmón muerto”.

En la categoría de química ganó Johann Petterson luego de explicar por qué en algunas casas de Suecia el cabello de ciertas personas se torna verde. Una categoría que provocó risas y chiflidos en el público fue el Premio de Literatura otorgado a la Oficina General de Contabilidad del Gobierno de Estados Unidos por encargar “un estudio para medir los costos de los reportes y estudios”.

Joseph Keller, Raymond Goldstein, Patrick Warren y Robin Ball se quedaron con el premio de física por calcular el balance de fuerzas que provoca el movimiento de “las colas de caballo” en la cabeza de las mujeres.
También fue premiada el trabajo de Rouslan Krechetnikov y Hans Mayer quienes analizaron la dinámica de fluidos para explicar por qué cuando caminamos con una taza de café, no importa cuanto atención pongamos, termina regándose.

El premio de anatomía fue uno de los más aplaudidos. Frans de Waal, de Holanda, y Jennifer Pokorny de Estados Unidos, descubrieron que los chimpancés pueden identificar a otros chimpancés viendo fotografías de sus traseros. Un trabajo, que según de Waal, “va a ser difícil replicar en humanos” y quizás demuestre la “superioridad de los chimpancés”.

Finalmente el premio de Medicina se lo llevó Emmanuel Ben-Soussan y Michael Antonietti, de Francia, por un trabajo en el que advierten a los médicos que practican colonoscopias y electrocauterización cómo minimizar el riesgo de explosión en pacientes con gases.

En honor a la brevedad, la ceremonia de los Ig Nobel concluyó con una despedida, a cargo de la misma abuelita que dió el saludo a los asistentes. Sólo dos palabras: “adiós, adiós”. Como debería ser en todas las ceremonias.

Fuente: El Espectador

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Misos
21-09-2012, 16:41:05
Jejejejejeeeeee...

Void
21-09-2012, 16:41:45
Jajajajaj wtf...

ThoT616
21-09-2012, 17:12:18
jejejej buenisimo alto el farsante de patarroyo con su pseudo vacuna

OPHIUCHUS
22-09-2012, 23:43:40
Jaja. Muy curioso.