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Ver la Versión Completa Con Imagenes : "Él" (Semblanza de Álvaro Uribe)


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Heráclito
17-06-2012, 21:39:00
William Ospina es uno de los escritores y pensadores más lúcidos no sólo de Colombia sino de América Latina. Su erudición sobre el pasado de nuestros pueblos, el presente que vivimos y el futuro que nos espera, lo han convertido en fuente obligada de quien desee ver otra perspectiva de nuestro país, lejana de la miopía política que todo lo acomoda a sus intereses.

Esta vez reflexiona sobre el ex presidente Uribe y la paz. Con la claridad que siempre lo caracteriza, Ospina llama la atención sobre el hombre que pretendió cambiar la historia de nuestro país, pero que al final terminó dilapidando el inmenso poder que llegó a tener sin llevar a puerto seguro a los colombianos.

Luego, viudo del poder, se ha venido convirtiendo en un hombre egoísta que no sólo conspira contra el país sino contra él mismo, perdiendo día a día la credibilidad de que gozaba y el respeto por lo hecho, mostrando sus miedos, sus frustraciones, sus envidias, su nostalgia por el poder perdido.



Él

Por: William Ospina

Tuvo su hora. Tuvo la oportunidad de cambiar el destino de su país. Hubo un momento en que parecía dueño de todas las llaves, y lo era, pero utilizó sólo algunas. Tenía que librar una guerra y lo hizo, pero las guerras no pueden ser eternas.

Ningún estratega combate para perpetuar la guerra sino sólo para ganar las condiciones de hacer la paz. Y la paz, salvo la de los sepulcros, se resuelve en tratados. El que no se propone llegar a ellos prefiere negar la guerra desde el comienzo, y él intentó esa fórmula. “No hay tal conflicto”, decía, “esta es una mera persecución de bandidos”.

Algunos fingieron creerle, pero ¿cómo borrar de un plumazo o por artes mediáticas una guerra de casi medio siglo? La persuasión del político y aun del estadista no equivale a las volteretas del mago. Uno no puede negar que existe la serpiente mientras declara que tiene todos sus ejércitos luchando contra ella. Y si la lucha es legítima, la voluntad de utilizar todos los recursos eficaces para terminarla es un deber sagrado.

Por supuesto que esa paz de los acuerdos tiene que tener otros componentes para llegar a ser una paz verdadera. Requiere por lo menos encontrar soluciones de fondo para los jóvenes que son los instrumentos y las víctimas de todas las violencias. Y ello no se logrará sin empleo, educación y cultura, o más bien sin una fusión creadora de esos tres remedios. Pero el fin de las fiestas de la muerte es la condición necesaria de ese nuevo comienzo.

Él insiste en que eran suyos los votos que eligieron a su sucesor, que por ello el sucesor está en deuda con él y traiciona sus compromisos. Pero en un país como el nuestro esas cuentas retrospectivas son turbias. Llamar la atención sobre el origen de unos votos nos llevará a examinar los suyos, a determinar qué fuerzas contribuyeron a elegirlo a su turno, y está vivo el debate sobre el influjo de los ejércitos ilegales en su primera elección, de las maniobras ilegales en la segunda.

Pero más importante es pensar que ocho años de gobierno son más de lo que ningún otro ha tenido para consolidar un modelo y abrirle camino a una política. Si diez años después los problemas siguen vivos, eso por lo menos revela que su política requería de otros componentes. Él mismo no negaba a menudo que la negociación fuera su objetivo. Se envanece de haber desmovilizado unos ejércitos, y en parte lo hizo; por ello no puede negar la eficacia de los marcos jurídicos en esos procesos.

Desde hace más de tres décadas Colombia sabe que sobre todo le tienen miedo a la paz los que se benefician de la guerra. Hay que explicarles que hay maneras menos cruentas y menos luctuosas de salvar a la patria. Pero él es obstinado, es pendenciero, es soberbio, y parece empeñado en hacer sentir que no tiene una filosofía sino apenas una psicología. Por los complejos avatares de la política perdió el poder de un modo más brusco que otros. Y ahora, como el Ricardo II de Shakespeare, rumia la nostalgia de su reino perdido. Si perdía los estribos cuando estaba bien instalado en el poder, ¿cómo no va a perderlos ahora que corre el riesgo de ser una sombra? Deberíamos tranquilizarlo. Decirle que nadie va a olvidar las cosas útiles que hizo. Que algunas de ellas podrían ayudar a llevar el país a la paz, pero que cada vez es más evidente que no podía ser él quien concluyera ese proceso.

Es una lástima que pierda de esa manera el control. Disminuye su estatura histórica y dilapida su poder político. Porque uno no puede dejar de establecer el contraste entre el estadista que antes tenía en sus manos todo el poder, y el ciudadano impaciente que ahora sólo tiene un Twitter. El país formal se ha acostumbrado demasiado tiempo a creer en la institución presidencial, y no es fácil acostumbrarse a verla convertida en circo de pueblo.

Si conservara su dignidad, su inteligencia, a lo mejor todavía tendría un futuro político. Con sus iras penosas de viudo estrenando juguete, a los ojos de la sociedad se irá convirtiendo en un personaje pintoresco, o, a lo sumo, en el líder de una secta cada vez más agresiva pero cada vez más minoritaria.

Aquí, en tiempos de la Conquista, decían que el que viaja a Sevilla pierde su silla. Todavía es igual. Nuestra realidad es cambiante como las nubes. Interpretar la realidad exige ser avisado, perspicaz y oportuno. Nadie logra ser por mucho tiempo el intérprete del momento histórico. Y alguien que estaba ayer en el corazón de la historia puede descubrirse de pronto convertido en una piadosa reliquia.

Fuente: El Espectador

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
! Master !
17-06-2012, 23:05:53
Bastante cierto y acertado.

armando2007
17-06-2012, 23:07:48
Lo de la inteligencia de Uribe Yo lo pongo en duda. Quién tiene como asesor e ideólogo de cabecera al primo de Pablo Escobar, más que inteligencia demuestra es cinismo. Y si a eso le sumamos la cantidad de personas con problemas judiciales e impedimentos que el mismo nombró y que lo rodearon durante sus años de Gobernador y Presidente, fácilmente se puede llegar a pensar que el tipo es un estúpido inepto o un cómplice. Pero de ninguna manera puede ser exonerado de sus responsabilidades en cada uno de los escandalosos casos que involucra a sus cercanos colaboradores.

Heráclito
18-06-2012, 11:10:41
Lo de la inteligencia de Uribe Yo lo pongo en duda. Quién tiene como asesor e ideólogo de cabecera al primo de Pablo Escobar, más que inteligencia demuestra es cinismo. Y si a eso le sumamos la cantidad de personas con problemas judiciales e impedimentos que el mismo nombró y que lo rodearon durante sus años de Gobernador y Presidente, fácilmente se puede llegar a pensar que el tipo es un estúpido inepto o un cómplice. Pero de ninguna manera puede ser exonerado de sus responsabilidades en cada uno de los escandalosos casos que involucra a sus cercanos colaboradores.

De acuerdo, Armando. Infortunadamente, hasta hoy, su fuero impidió que la justicia conociera de sus tropelías y la justicia siempre encontró un muro en la Comisión de acusaciones que nunca pasó de una investigación preliminar, dado que quienes supuestamente debían investigar las denuncias en su contra, eran partidarios suyos. De ahí que cayeran solo sus alfiles porque de sus conductas conoció la justicia ordinaria, al frente de la cual estaba la valiente Corte Suprema que jamas se inclinó ante el poder de la Casa de Nari.

Quedó en la impunidad el financiamiento de su primera campaña por las fuerzas paramilitares, la compra de su primera reelección por la cual se inició la yidispolítica y la utilización de los poderes del Estado para enfrentar a sus contradictores, privilegiando las vías de hecho a las de derecho, su voluntad por encima de la ley, crímenes que encabezan su numeroso prontuario y su contubernio con las fuerzas oscuras que quisieron convertir a Colombia en un país regido por la voluntad de un autócrata.

La reforma a la justicia, con sus frustraciones, de todas formas crea una comisión nacional de investigación para estos aforados, lejana de las componendas políticas e integrada por juristas, de donde se desprende que casos como éste ojalá no se vuelvan a repetir.

cesar coy
19-06-2012, 09:03:13
Lo de la inteligencia de Uribe Yo lo pongo en duda. Quién tiene como asesor e ideólogo de cabecera al primo de Pablo Escobar, más que inteligencia demuestra es cinismo. Y si a eso le sumamos la cantidad de personas con problemas judiciales e impedimentos que el mismo nombró y que lo rodearon durante sus años de Gobernador y Presidente, fácilmente se puede llegar a pensar que el tipo es un estúpido inepto o un cómplice. Pero de ninguna manera puede ser exonerado de sus responsabilidades en cada uno de los escandalosos casos que involucra a sus cercanos colaboradores.


De acuerdo.

No niego sus logros: le dio duro a la guerrilla y..., bueno, ehhh..., sip, le dio duro a la guerrilla. Pero si admitimos que es inteligente tendriamos que admitir que es uno de los mayores corruptos de la historia. Porque de otra manera no podría explicarse como nunca se dio cuenta de irregularidades que medio país si vió (y le advirtió) durante años.

Heráclito
19-06-2012, 10:35:29
De acuerdo.

No niego sus logros: le dio duro a la guerrilla y..., bueno, ehhh..., sip, le dio duro a la guerrilla. Pero si admitimos que es inteligente tendriamos que admitir que es uno de los mayores corruptos de la historia. Porque de otra manera no podría explicarse como nunca se dio cuenta de irregularidades que medio país si vió (y le advirtió) durante años.

El problema de Uribe es que se guía por el principio maquiavélico: "el fin justifica los medios". Su obsesión de acabar con la guerrilla y con todo aquel que pensara diferente a su concepción del mundo, lo llevó a transitar por caminos oscuros, torciendo la ley en su beneficio y prohijando o al menos haciéndose el de la vista gorda ante la corrupción y las ejecuciones extrajudiciales.

Este principio se conjuga con la teoría del "mal menor". No importaba que se delinquiera de cualquier manera si el objetivo final se conseguía: el aniquilamiento de la guerrilla. Por eso atacó las instituciones, persiguió jueces, periodistas y ONGs, permitió los desafueros paramilitares, creyendo que de esa manera se defendía la democracia, SU democracia.

Y cuando decidió saltarse la Constitución y la ley, le anunció al mundo que el Estado de derecho debía ser reemplazado por el "Estado de opinión", teoría que el Nacional Socialismo y el fascismo se inventaron en su momento. La teoría de que las masas están por encima de la ley. Por fortuna, la justicia le impidió que siguiera con su gobierno autoritario, y lo redujo a los 140 caracteres de twitter.