Sabella....en la senda de Diego! ;)

[Ayudante De Santa]

[**.:KuN:.**]

En la senda de Diego
Sabella replica la cuestionada táctica de Argentina en Sudáfrica

BUENOS AIRES -- El rendimiento ante Ecuador de la Selección que conduce Alejandro Sabella fue digno de recordarse.

Por razones técnicas, ya que belleza y eficacia coincidieron como pocas veces, y también por cuestiones afectivas, pues la noche del sábado 2 parece haber sido la ratificación del amor del público argentino por el gran héroe de esta hora, Lionel Messi.

El diez del Barcelona tuvo tal vez su velada más completa con la remera celeste y blanca, además de ofrecer claras señales de que estaba muy a gusto en el Monumental, rodeado por ese puñado de atacantes filosos y solidarios que tiene Argentina.

Agüero, Higuaín, Di María y Messi, sentados a la misma mesa, fue demasiado para el pálido Ecuador y probablemente lo sea para cualquier alineación. Ojalá el tan celebrado "tridente" ofensivo (no veo por qué a Di María no se lo toma por delantero) permanezca y resista las críticas.

Porque quienes hoy aplauden el show continuado de Messi y sus Cometas, tal vez mañana, con otro resultado en el tablero electrónico del estadio, se vean tentados a hablar de "desequilibrio".

Claro que hay desequilibrio; no se puede estar en la misa y en la procesión. Es mejor decirlo de antemano. Así que habrá que considerar algunos riesgos que, según mi modesto entendimiento, vale la pena correr.

Destaco este punto para que nadie se decepcione cuando este equipo, pensado para el gol, se vea obligado a fajinas defensiva más exigentes y acaso no dé la talla.

La formación que decidió Sabella ante Ecuador, desde el medio hacia el arco rival, es casi idéntica a la que plantó Maradona en el aciago partido de despedida del Mundial de Sudáfrica ante Alemania. ¿Recuerdan? El lapidario 0-4.

Allí también había cuatro delanteros, casi los mismos que ahora: Messi, Di María, Higuaín y Tevez. En la mitad de la cancha, los que remaban eran Mascherano y Maxi Rodríguez. Esta vez le tocó a Gago, en lugar de Maxi.

La coincidencia no obedece al azar. Diego, para todo lo bueno y lo malo, ha sido un pionero. Y ha tenido un fervor (cuando no empecinamiento) difícil de empardar.

Maradona vio primero aquella oferta de buen pie, de asociación que prometía la devastación de las filas enemigas. Y creyó que valía la pena sacrificar cierto equilibrio con tal de poner lo mejor de cada casa en la zona caliente del área.

No nos fue bien. Luego de la goleada, se escuchó que aquellos once encarnaban la desmesura, la falta de proporciones de su estratega.

Según mi humilde punto de vista, estuvo bien entonces y está mejor ahora (Agüero es mucho más que el sobrevendido Tevez). Espero que Sabella, rumiando el recuerdo fatal de Sudáfrica, no recule en chancletas y cambie el "tridente" por alguna otra herramienta roma, pero, eso sí, de gran servicio para el status quo llamado "equilibrio".