Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Ver la Versión Completa Con Imagenes : Productores de odio
Heráclito
20-05-2012, 13:05:21
Leer al Decano de Economía de la U, de los Andes es reconciliarse con la inteligencia, con la ponderación, con la objetividad. Sus análisis son certeros, lejanos de las pasiones que nublan la mente y sólo responden al grito desaforado que no es otra cosa que la estatura del miedo.
Esta columna publicada hoy domingo en El Espectador me encanta porque le cae como anillo al dedo al foro donde las pasiones desbordadas cuadriculan el mundo y lo transforman en un paisaje en blanco y negro, donde los buenos están de su lado y los malos en el lado contrario.
Su fanatismo raya en la estupidez. No argumentan, no razonan, sólo tienen adjetivos hirientes para responder en su limitado vocabulario. No importa que se les muestren cifras, razonamientos o argumentos. Si no están de acuerdo con lo que ellos piensan como única verdad fuera de la cual no hay salvación, los tildan de mentirosos, y a sus autores de delincuentes.
Pero el mundo no es un sitio de buenos y malos como pregonan los profetas de desgracias. Hay muchos grises y nadie posee la verdad revelada. No existen hombres, regímenes o ideologías perfectos o nefastos. Todos tienen su más y su menos, empezando por la democracia misma, defectuosa por naturaleza pero es lo mejor que tenemos y por eso debemos defenderla de estos fanáticos que a diario se nutren del odio.
Publico la columna como un ejercicio intelectual de intentar al menos que Denunciando sea un sitio donde se pueda discutir libremente. Aquí no se trata de ganar o perder, de insultar o alzarse de hombros, de convencer al otro, sino de aprender de los otros, porque entre todos, creamos en lo que creamos, con respeto e inteligencia, con razones y datos reales, podemos llegar a entender lo que está pasando, porque de eso se trata esto ¿o no?
Productores de odio
Por: Alejandro Gaviria
"La adhesión a las causas políticas sólo puede ser una adhesión moderada, nunca una pasión desbordante", escribió Alexis de Tocqueville a mediados de siglo XIX.
Su admonición no ha perdido vigencia. Todo lo contrario. Las pasiones políticas siguen siendo un obstáculo para el cambio social y para la comprensión cabal de nuestros problemas. Los apasionados de la política distorsionan la realidad, magnifican las dificultades y desean, secreta o públicamente, que las cosas vayan mal, que las condiciones sociales o políticas empeoren. Añoran una catástrofe que los enaltezca. Todos los fanáticos, sobra decirlo, son catastrofistas.
Algunos, los ubicados en el extremo derecho del espectro ideológico, señalan el deterioro constante de las condiciones de seguridad. Magnifican los problemas y minimizan los avances. Si las cifras revelan un hecho positivo, una disminución en los homicidios, por ejemplo, son consideradas incompletas o sospechosas. Cuando ocurre un hecho grave, como el atentado ocurrido esta semana en Bogotá, levantan el dedo acusador en forma casi celebratoria. Tristemente, para algunos fanáticos de la derecha los atentados terroristas son buenas noticias. La perversidad es quizás inconsciente, pero es notoria de todos modos.
Otros fanáticos, los ubicados más a la izquierda del espectro ideológico, proclaman el deterioro permanente de las condiciones sociales. Niegan rotundamente el progreso social. No lo consideran posible. Cualquier mejoría les resulta insignificante o mentirosa. Si las cifras muestran, por ejemplo, una reducción de la pobreza, las desechan con argumentos pueriles o paranoicos. Los fanáticos suelen matar (figurativamente) al mensajero que trae buenas noticias. Para ellos, ya lo dijimos, las buenas noticias son problemáticas, incómodas, estorbosas. La izquierda miserabilista, en particular, necesita la pobreza para justificar el resentimiento y confirmar una supuesta superioridad moral.
El fanatismo de izquierda y derecha puede combatirse por medio de armas conocidas: la ironía, el escepticismo y los datos. Pero estas armas no siempre son eficaces y los rivales son muy numerosos. Los foros de la prensa y los debates políticos están dominados, casi acaparados, por los productores de odio. Muchas veces no vale la pena entrar a la refriega. Otras, conviene entrar furtivamente, señalar los prejuicios más notorios y abandonar el escenario de inmediato. El diálogo es imposible. Los fanáticos siempre suponen la mala intención de sus contradictores. Miran incluso con mayor recelo a los moderados que a los fanáticos de la otra orilla. El odio, al fin y al cabo, no es otra cosa que la idealización del enemigo.
“El moderado no aspira a ganar, a pelear para vencer. Está más allá de la competencia, de la rivalidad y por lo tanto también de la victoria. En la lucha por la vida es el eterno derrotado”, escribió el filósofo italiano Norberto Bobbio en uno de sus últimos ensayos. Las adhesiones moderadas significan con frecuencia una claudicación, una renuncia voluntaria a la lucha política. Pero tienen también un lado combativo. “Detesto con toda mi alma a los fanáticos”, confesó el mismo Bobbio al final de su vida. El odio contra los productores de odio es el fanatismo (liberador, digamos) de los moderados. En Colombia ha sido, además, casi una necesidad democrática.
Fuente: El Espectador
Esta columna publicada hoy domingo en El Espectador me encanta porque le cae como anillo al dedo al foro donde las pasiones desbordadas cuadriculan el mundo y lo transforman en un paisaje en blanco y negro, donde los buenos están de su lado y los malos en el lado contrario.
Su fanatismo raya en la estupidez. No argumentan, no razonan, sólo tienen adjetivos hirientes para responder en su limitado vocabulario. No importa que se les muestren cifras, razonamientos o argumentos. Si no están de acuerdo con lo que ellos piensan como única verdad fuera de la cual no hay salvación, los tildan de mentirosos, y a sus autores de delincuentes.
Pero el mundo no es un sitio de buenos y malos como pregonan los profetas de desgracias. Hay muchos grises y nadie posee la verdad revelada. No existen hombres, regímenes o ideologías perfectos o nefastos. Todos tienen su más y su menos, empezando por la democracia misma, defectuosa por naturaleza pero es lo mejor que tenemos y por eso debemos defenderla de estos fanáticos que a diario se nutren del odio.
Publico la columna como un ejercicio intelectual de intentar al menos que Denunciando sea un sitio donde se pueda discutir libremente. Aquí no se trata de ganar o perder, de insultar o alzarse de hombros, de convencer al otro, sino de aprender de los otros, porque entre todos, creamos en lo que creamos, con respeto e inteligencia, con razones y datos reales, podemos llegar a entender lo que está pasando, porque de eso se trata esto ¿o no?
Productores de odio
Por: Alejandro Gaviria
"La adhesión a las causas políticas sólo puede ser una adhesión moderada, nunca una pasión desbordante", escribió Alexis de Tocqueville a mediados de siglo XIX.
Su admonición no ha perdido vigencia. Todo lo contrario. Las pasiones políticas siguen siendo un obstáculo para el cambio social y para la comprensión cabal de nuestros problemas. Los apasionados de la política distorsionan la realidad, magnifican las dificultades y desean, secreta o públicamente, que las cosas vayan mal, que las condiciones sociales o políticas empeoren. Añoran una catástrofe que los enaltezca. Todos los fanáticos, sobra decirlo, son catastrofistas.
Algunos, los ubicados en el extremo derecho del espectro ideológico, señalan el deterioro constante de las condiciones de seguridad. Magnifican los problemas y minimizan los avances. Si las cifras revelan un hecho positivo, una disminución en los homicidios, por ejemplo, son consideradas incompletas o sospechosas. Cuando ocurre un hecho grave, como el atentado ocurrido esta semana en Bogotá, levantan el dedo acusador en forma casi celebratoria. Tristemente, para algunos fanáticos de la derecha los atentados terroristas son buenas noticias. La perversidad es quizás inconsciente, pero es notoria de todos modos.
Otros fanáticos, los ubicados más a la izquierda del espectro ideológico, proclaman el deterioro permanente de las condiciones sociales. Niegan rotundamente el progreso social. No lo consideran posible. Cualquier mejoría les resulta insignificante o mentirosa. Si las cifras muestran, por ejemplo, una reducción de la pobreza, las desechan con argumentos pueriles o paranoicos. Los fanáticos suelen matar (figurativamente) al mensajero que trae buenas noticias. Para ellos, ya lo dijimos, las buenas noticias son problemáticas, incómodas, estorbosas. La izquierda miserabilista, en particular, necesita la pobreza para justificar el resentimiento y confirmar una supuesta superioridad moral.
El fanatismo de izquierda y derecha puede combatirse por medio de armas conocidas: la ironía, el escepticismo y los datos. Pero estas armas no siempre son eficaces y los rivales son muy numerosos. Los foros de la prensa y los debates políticos están dominados, casi acaparados, por los productores de odio. Muchas veces no vale la pena entrar a la refriega. Otras, conviene entrar furtivamente, señalar los prejuicios más notorios y abandonar el escenario de inmediato. El diálogo es imposible. Los fanáticos siempre suponen la mala intención de sus contradictores. Miran incluso con mayor recelo a los moderados que a los fanáticos de la otra orilla. El odio, al fin y al cabo, no es otra cosa que la idealización del enemigo.
“El moderado no aspira a ganar, a pelear para vencer. Está más allá de la competencia, de la rivalidad y por lo tanto también de la victoria. En la lucha por la vida es el eterno derrotado”, escribió el filósofo italiano Norberto Bobbio en uno de sus últimos ensayos. Las adhesiones moderadas significan con frecuencia una claudicación, una renuncia voluntaria a la lucha política. Pero tienen también un lado combativo. “Detesto con toda mi alma a los fanáticos”, confesó el mismo Bobbio al final de su vida. El odio contra los productores de odio es el fanatismo (liberador, digamos) de los moderados. En Colombia ha sido, además, casi una necesidad democrática.
Fuente: El Espectador
Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
EricCartman
20-05-2012, 13:21:22
Absolutamente cierto y objetivo, no le quitaría ni una coma.
Misos
20-05-2012, 14:14:44
Excelente texto
Los fanáticos siempre suponen la mala intención de sus contradictores. Miran incluso con mayor recelo a los moderados que a los fanáticos de la otra orilla. El odio, al fin y al cabo, no es otra cosa que la idealización del enemigo.
Fuente: El Espectador
En ocasiones sí he notado que los radicales se incomodan más con los de centro o moderados que con sus rotundos opuestos
Los fanáticos siempre suponen la mala intención de sus contradictores. Miran incluso con mayor recelo a los moderados que a los fanáticos de la otra orilla. El odio, al fin y al cabo, no es otra cosa que la idealización del enemigo.
Fuente: El Espectador
En ocasiones sí he notado que los radicales se incomodan más con los de centro o moderados que con sus rotundos opuestos
pakirris
20-05-2012, 14:25:38
Excelente post Heráclito.
Hay que erradicar la religión o tratar de actualizarla. Porqe tampoco creo q el hombre pueda vivir sin algun tipo de vicio mental.
He notado algo...
Ya infectado por la religión, sin pedirlo antes de nacer. El hombre y su fascinacion por sentir q de alguna manera esta siendo supervisado por algo sobrenatural, crea en su cqbeza de mamífero engreído, la interesante figura de vigilante, juez, abogado, enemigo, crítico, dios de algo o alguien que domina o conoce temporalmente....de ahi la asquerosa costumbre de separar, ostigar, violentar todo lo que tenga al frente y q no funcione dentro de su maña. Básicamente el modus operandi de la religion.
Si la metodología de educación fuera otra, (y acá me disculpan que no se mucho del tema) donde en etapas de párvulos, el odio y otras falacias del comportamiento no se relacionaran como un MAL, obviamente sin irrespetar a algunos creyentes, se podría enseñar al ser humano desde niño a bajarse de la nube sobre lo que en verdad necesita y debe corregir como especie.
Asi no se tendría que recurrir al paseo DRAMA-histórico-social: dios, pecado, de donde vengo?, guerra, religión, ley, política, violencia....
Hay que erradicar la religión o tratar de actualizarla. Porqe tampoco creo q el hombre pueda vivir sin algun tipo de vicio mental.
He notado algo...
Ya infectado por la religión, sin pedirlo antes de nacer. El hombre y su fascinacion por sentir q de alguna manera esta siendo supervisado por algo sobrenatural, crea en su cqbeza de mamífero engreído, la interesante figura de vigilante, juez, abogado, enemigo, crítico, dios de algo o alguien que domina o conoce temporalmente....de ahi la asquerosa costumbre de separar, ostigar, violentar todo lo que tenga al frente y q no funcione dentro de su maña. Básicamente el modus operandi de la religion.
Si la metodología de educación fuera otra, (y acá me disculpan que no se mucho del tema) donde en etapas de párvulos, el odio y otras falacias del comportamiento no se relacionaran como un MAL, obviamente sin irrespetar a algunos creyentes, se podría enseñar al ser humano desde niño a bajarse de la nube sobre lo que en verdad necesita y debe corregir como especie.
Asi no se tendría que recurrir al paseo DRAMA-histórico-social: dios, pecado, de donde vengo?, guerra, religión, ley, política, violencia....
Heráclito
21-05-2012, 10:34:38
Excelente texto
En ocasiones sí he notado que los radicales se incomodan más con los de centro o moderados que con sus rotundos opuestos
De acuerdo, Misos. Los extremistas de izquierda y de derecha necesitan otros iguales a ellas, igual de lunáticos y primitivos, para alimentar sus odios y sus miedos. Por ello, cuando se encuentran con quienes les responden con argumentos a sus alaridos, se quedan en el limbo y como respuesta solo encuentran la de elevar los decibeles de su histeria, gritando a todo pulmón cualquier adjetivo que se les ocurra.
En ocasiones sí he notado que los radicales se incomodan más con los de centro o moderados que con sus rotundos opuestos
De acuerdo, Misos. Los extremistas de izquierda y de derecha necesitan otros iguales a ellas, igual de lunáticos y primitivos, para alimentar sus odios y sus miedos. Por ello, cuando se encuentran con quienes les responden con argumentos a sus alaridos, se quedan en el limbo y como respuesta solo encuentran la de elevar los decibeles de su histeria, gritando a todo pulmón cualquier adjetivo que se les ocurra.
cesar coy
21-05-2012, 10:45:17
Una de las principales razones para considerar a la narcoguerrilla culpable de estos atentados es el hecho de que para ellos no hay mejor panorama que la extrema derecha gobernando. Pierden algunas cabezas, es cierto (y nunca piensan que van a ser las de ellos), pero ganan aceptación dentro de la población.
Hannibal Lecter
21-05-2012, 20:08:41
Los fanaticos de izquierda y derecha son malos. ¿por eso la izquierda y derecha... son malas? Los fanaticos religiosos son una peste y por eso la religion no sirve y es una "plaga", despues de 5000 años de historia, donde las religiones fueron el adhesivo de todas las civilizaciones, el ser humano "avanzado y pensante" ha descubierto que la religion no sirve para nada.
RICARDO69
21-05-2012, 20:26:25
Muy buen post, Heráclito.
Esto ya lo había dicho antes, pero lo repito ahora: En este foro han existido o visto la luz, porqu eno han tenido mayor duración, unos tres o cuatro temas que han llamado a debatir con respeto, en el cual hemos aportado ideas y planteamientos serios. digo "hemos" porque lo he hecho junto a pocos (muy pocos, en realidad) usuarios que hemos querido aportar sin apasionamientos. Pero, por sustracción de materia, murieron sin gloria.
Desafortunamente, en los otros temas, cuando se tratan temas más "calientes" por decirlo de alguna forma, se hacen descalificaciones, se insulta y se denigra de todos los que pensamos de una manera diferente a lo que quiere el matón de turno.
No voy a negar que, en ocasiones, me he dejado contagiar de esa mala leche y que, a veces, he sido yo el encargado de prender la mecha, pero este llamado a la cordura creo que nos debe poner a reflexionar a todos.
Gracias, viejo Heráclito.
Esto ya lo había dicho antes, pero lo repito ahora: En este foro han existido o visto la luz, porqu eno han tenido mayor duración, unos tres o cuatro temas que han llamado a debatir con respeto, en el cual hemos aportado ideas y planteamientos serios. digo "hemos" porque lo he hecho junto a pocos (muy pocos, en realidad) usuarios que hemos querido aportar sin apasionamientos. Pero, por sustracción de materia, murieron sin gloria.
Desafortunamente, en los otros temas, cuando se tratan temas más "calientes" por decirlo de alguna forma, se hacen descalificaciones, se insulta y se denigra de todos los que pensamos de una manera diferente a lo que quiere el matón de turno.
No voy a negar que, en ocasiones, me he dejado contagiar de esa mala leche y que, a veces, he sido yo el encargado de prender la mecha, pero este llamado a la cordura creo que nos debe poner a reflexionar a todos.
Gracias, viejo Heráclito.
karenalga
21-05-2012, 23:41:14
Solo reflexionando y reconociendo no solo lo malo sino tambien lo bueno de cada uno es que podremos llegar a algun lado.
Muchas gracias a don Heraclito por este aporte y a todos por comentar con tanta altura.
PD: Que bueno es estar de vuelta!!!!!!
Muchas gracias a don Heraclito por este aporte y a todos por comentar con tanta altura.
PD: Que bueno es estar de vuelta!!!!!!
--Navarro--
22-05-2012, 12:36:30
Los fanaticos religiosos son una peste y por eso la religion no sirve y es una "plaga"
Fanatismo y religión son fenómenos distintos; fanáticos hay en todas partes, un religioso puede ser o no fanático.
el ser humano "avanzado y pensante" ha descubierto que la religion no sirve para nada.Las ciencias modernas intentan entender el valor del fenómeno y la experiencia religiosa como algo inherente al ser humano, que lejos de ser puramente lógico-racional es también mito, imaginación, valores, ritual, lúdica o filosofía...
Fanatismo y religión son fenómenos distintos; fanáticos hay en todas partes, un religioso puede ser o no fanático.
el ser humano "avanzado y pensante" ha descubierto que la religion no sirve para nada.Las ciencias modernas intentan entender el valor del fenómeno y la experiencia religiosa como algo inherente al ser humano, que lejos de ser puramente lógico-racional es también mito, imaginación, valores, ritual, lúdica o filosofía...
santiago®
22-05-2012, 16:56:51
Un tema muy dedicable a muchos usuarios de esta zona
Heráclito
23-05-2012, 08:43:49
Los fanaticos de izquierda y derecha son malos. ¿por eso la izquierda y derecha... son malas?
Ese es el problema, que por la formación cultural que hemos recibido por siglos, nuestro mundo está circunscrito a sólo dos opciones, el bien y el mal, y eso lo traducimos a la vida diaria. En ese sentido somos fundamentalistas. Pero el mundo no funciona así, pese a que los políticos se nutren de un mundo polarizado.
La izquierda y la derecha no son ni malas ni buenas. Simplemente son maneras de interpretar el mundo. Lo que perjudica la buena marcha de la sociedad es etiquetar en vez de dialogar, insultar en vez de debatir, creerse que existe una verdad única fuera de la cual no hay salvación.
La verdad es relativa como el mundo mismo. Hay unos principios universales y sobre ellos cada quien construye su propio edificio. La derecha conservadora tiene mucho que aportar, al igual que el centro liberal o la izquierda democrática. Unas veces triunfarán unos, otras lo harán sus rivales y le darán impulso a su país desde su particular punto de vista, pero siempre respetando la Constitución y las leyes que es sobre lo que se funda la democracia.
Los extremistas, en cambio, no pretenden construir sino destruir y por ello deben ser rechazados y aplicárseles todo el peso de la ley, porque atentan contra toda la sociedad.
Ese es el problema, que por la formación cultural que hemos recibido por siglos, nuestro mundo está circunscrito a sólo dos opciones, el bien y el mal, y eso lo traducimos a la vida diaria. En ese sentido somos fundamentalistas. Pero el mundo no funciona así, pese a que los políticos se nutren de un mundo polarizado.
La izquierda y la derecha no son ni malas ni buenas. Simplemente son maneras de interpretar el mundo. Lo que perjudica la buena marcha de la sociedad es etiquetar en vez de dialogar, insultar en vez de debatir, creerse que existe una verdad única fuera de la cual no hay salvación.
La verdad es relativa como el mundo mismo. Hay unos principios universales y sobre ellos cada quien construye su propio edificio. La derecha conservadora tiene mucho que aportar, al igual que el centro liberal o la izquierda democrática. Unas veces triunfarán unos, otras lo harán sus rivales y le darán impulso a su país desde su particular punto de vista, pero siempre respetando la Constitución y las leyes que es sobre lo que se funda la democracia.
Los extremistas, en cambio, no pretenden construir sino destruir y por ello deben ser rechazados y aplicárseles todo el peso de la ley, porque atentan contra toda la sociedad.
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