El Terapeuta (cuento breve) [Archivo]

Demon05

13-04-2012, 23:23:44

Era la tercera vez que ella asistía a consulta, y siempre me entraba el nervio cuando la veía cruzar por el marco de la puerta del consultorio y acomodarse coquetamente en mi desván, con las piernas cruzadas que mostraban unos muslos exquisitamente suaves, torneados adornados con unas zapatillas elegantes que dejaban ver unos hermosos pies perfectamente cuidados.

Las primeras veces acudió acompañada de su esposo, un tipo grande, mal encarado con muchísimo dinero y poco tiempo para su esposa, por eso estaban viniendo a su terapia matrimonial, pero el sujeto no cooperaba mucho, así que le dije:

-No se preocupe, yo me encargare de su esposa.

Y yo pensaba cumplir con mi palabra.

Ella estaba particularmente triste porque su aniversario de bodas había pasado desapercibido, me miró con sus profundos ojos marrones inundados de lágrimas y me dijo entre sollozos:

-¡Estoy cansada de esta vida; de ser sólo un adorno más en la casa; una muñeca para presumir en sociedad! ¡Quiero alguien en mi vida que me desee con locura; me haga sentir la pasión en sus besos; que vea que soy una mujer; que se muera por tocarme!

Y yo me moría por tocarla; ¿acaso era una invitación?

Vi como sus defensas claudicaban abriendo paso a profundos sollozos, le ofrecí mis brazos y ella se cobijó en ellos con gusto, su respiración agitada en mi cuello me hizo excitarme de inmediato, así que levante su rostro con cuidado, y la besé.

Ella recibió mis labios gustosa, ardiente, sedienta, necesitada, así que al ver que no había señas de que me fuera a rechazar empecé a recorrer lentamente sus piernas con mis manos y tuve el deleite de ver como se erizaba su piel ahí donde presionaba mi tacto, recorrí todo el contorno de sus piernas suaves, y al llegar a su intimidad ella soltó un gemido placentero mientras nuestros labios seguían conectados en un beso febril.
Empecé a masajear su sexo, y me percate como su pantaleta se fue humedeciendo poco a poco, le bese el cuello y me detuve en sus senos prominentes, dándoles especial atención. Los masajee lentamente, los mordí mientras ella se convulsionaba de placer con mis caricias.

Fui recorriendo con mi lengua su vientre perfecto y dulce, hice unos giros en su pequeño ombligo mientras mis manos seguían trabajando animosamente en sus labios vaginalesaún sobre su tanga
Sentí pequeños temblores en su cuerpo, y me di cuenta lo mucho que lo estaba disfrutando, así que con ambas manos la despoje de su diminuta tanga y me fui a besar directamente vulva.

Ella se estremeció de inmediato al contacto con mi lengua que lamía y mordía con voracidad ese oasis, mientras mis manos apretaban fieramente sus nalgas, succionaba y giraba dentro de ella para hacerla sentir con mis caricias todo el deseo que había dentro de mi desde que la conocí.

Tenía sus piernas completamente abiertas, así que pude deleitarme con su abultado clítoris a mi placer, y verla retorcerse una y otra vez encantada con mi boca, y así entre temblores desbordando toda la excitación que sentía tuvo esa explosión que tanto anhelaba.

-¡Muchas gracias!-me dijo todavía ruborizada por el orgasmo- ¡Eres el mejor!

-¡Lo sé!- le respondí- ¡la mayoría de mis pacientes se alegraban de tener un terapeuta tan complaciente como yo!, ¡Y no olvides que el próximo martes tenemos otra cita!
-¿Cómo olvidarme de ella?- respondió mientras sonreía maliciosamente.
Encendí un cigarro para relajarme un poco; en un momento más llegaría otra de mis pacientes buscando mi ayuda.

Sus comentarios y reputación son bienvenidos.