Tres cazadores de caza mayor

[Ayudante De Santa]

[INDIVIDUAL]

Mourinho no tiene un gato para cazar, ni un perro, ni dos, tiene un ejército entero. El portugués no jugó con tres delanteros puros de inicio contra el CSKA, pero como si lo hubiese hecho. Sus cazadores meten goles hasta cuando no están.

El Madrid le metió cuatro tantos a los rusos que confirmaron su presencia en cuartos con goles repartidos entre su tridente de delanteros. Marcó Higuaín, el portero ruso se dejó un tanto de Cristiano y Benzema, que salió por el Pipa, dejó su sello al minuto de estar en el campo. En el último suspiro, CR7 hizo el cuarto a pase de Karim. Mou tiene un bombardero y el CSKA se marchó del Bernabéu con cuatro balas en el cuerpo y un gol de Tosic, que mezcló potencia y clase para hacer un 3-1 que no preocupó a los fieles madridistas.

Un día Higuaín o Benzema serán capaces de hacer un gol en chándal y acomodados en el sofá que casi es el banquillo del Bernabéu. Cristiano los seguirá metiendo desde el campo porque juega siempre y no descansa nunca. Es tan salvaje que hasta los porteros se asustan cuando sólo pestañea. Así marcó el 2-0. Disparó desde La Cibeles y a Chepchugov le temblaron las piernas. El balón se convirtió en una liebre y el guardameta no la atrapó. Pensó que hasta la pelota habría cobrado vida propia.

La lata la abrió Higuaín el día que Khedira pareció Özil y asistió con la izquierda a Kaká, que ofreció el primero en bandeja al Pipita, que nunca tendrá el estómago lleno. Hasta el primero, allá por el minuto 26, el Madrid cocinó el partido a fuego lento. No tuvo prisa, la que sí tuvieron los de Slutski cuando robaron para montar dos contragolpes que pudieron enfriar el Bernabéu directamente desde Moscú.

El encuentro lo entendió mejor que nadie Xabi Alonso, general del partido contra el equipo del ejército ruso. Sólo tuvo un error, ir fuerte abajo en campo contrario y ganarse una amarilla innecesaria que le impedirá estar en la ida de los cuartos de final. Con el vasco mezcló bien Khedira, que apareció en la sombra y el Madrid lo agradeció. También los ojos de Özil, que vieron antes que el resto dos de los cuatro tantos blancos. El alemán ya se los había imaginado en su cabeza.

El CSKA, con defensas de madera, guardó su aparcamiento hasta que pudo, cerca de la media hora, cuando inició Özil, se transformó Sami y Kaká se alió con Higuaín, que remató como quien no quiere la cosa. Tocar esa pelota y abrir el marcador fue como para otros quitarse el sudor de la frente.

Antes del descanso, perdonó el Madrid, pero encontró un nuevo peñista en el 55'. Wernbloom, 'vikingo' sueco, convenció a su portero, que regaló el segundo en ese disparo de Cristiano, al que casi le dio vergüenza celebrar el tanto. Ese gol acabó con lo que se daba.

Mourinho quitó a Higuaín en el 70' y dio entrada a Benzema. Igual dio. El gato también cazó y lo hizo casi sin respirar, al minuto de estar en el campo. Recibió un pase maravilloso de Özil, se topó con el portero y marcó al rechace en el segundo balón que tocó. Poco después, Tosic, serbio del CSKA, quiso apuntarse al curso de precisión e hizo el mejor gol de una noche que cerró el mejor goleador de todos, Cristiano, autor del cuarto asistiendo a la red un pase de Karim. El francés no sólo los mete.