Carver Mead, el visionario de los microchips, premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento [Archivo]

HOMER.

17-01-2012, 16:20:13

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La categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) de los premios Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA, ya tiene ganador. El estadounidense Carver Mead se ha alzado con el triunfo por ser un pionero y un visionario del mundo de los microchips y de la tecnología del silicio.
Según señalaba el propio acta del jurado, el premio se le ha otorgado por ser "el pensador y el pionero más influyente" de la tecnología del silicio, y hacer posible "la construcción de microchips con miles de millones de transistores que rigen el funcionamiento de los dispositivos electrónicos hoy omnipresentes en nuestra vida diaria".
Y es que este californiano de 78 años fue el primero en predecir hace ya más de 30 años la integración de millones de transistores dentro de los microchips, lo que produciría un crecimiento exponencial de la informática y la electrónica. De hecho, Carver Mead fue quien acuñó la expresión "ley de Moore", que explica que la potencia (el número de transistores que pueden colocarse en un microchip de silicio) de los ordenadores se duplica cada año y medio. El nombre se lo dio Mead en honor al co-fundador de Intel Gordon E. Moore que ya introdujo este esquema de desarrollo en 1965. La demostración científica de este hecho le ha permitido igualmente predecir los límites de la mininiaturización de los chips, aproximadamente hasta 2015.
"Sus contribuciones han sido funtamentales y de una enorme amplitud y significado" explicaba el acta del jurado, apuntando además que "sus aportaciones han impulsado la industria de semiconductores y han hecho posible la creación de la gran variedad de dispositivos informáticos que permean nuestra vida cotidiana".
Microchips llenos de transistores
Como muchos visionarios adelantados a su tiempo, Mead estaba rodeado de incrédulos. "En aquella época (inicios de los 70) la gente no creía que los chips pudieran hacerse muy pequeños. Lo primero fue demostrar que físicamente era posible, y saber cómo de pequeñas podían llegar a ser. Luego había que ver cómo conseguirlo. Fuimos paso a paso" recordaba por teléfono cuando se le anunció el premio.
Este galardón se suma en su palmarés a la Medalla Nacional de Tecnología estadounidense, otorgada en 2002, al Premio Lemelson-MIT concedido en 1999 y a otros muchos galardones de renombre dentro del mundo de la informática y el diseño electrónico.