Ayudante De Santa
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armando2007
28-12-2011, 13:24:54
Joven guerrillera causó el desorden en las Farc y originó la Operación Camaleón en 2010
Caracol | Diciembre 28 de 2011
La llegada de una joven guerrillera, alias ‘Marly’, entonces de solo 14 años de edad, alborotó literalmente al grupo del frente Séptimo de las Farc que tenía en su poder a cuatro oficiales de la fuerza pública, secuestrados desde 1998: el general Luis Mendieta, los coroneles Enrique Murillo y William Donato Gómez, de la Policía Nacional, y el mayor del Ejército Arbey Delgado.
“Todos en el grupo estaban tras de Marly”, recuerda Jaime Lozada, alias ‘Joaquín Ramírez’, tercer comandante de ese grupo que se enamoró también de la muchacha y un día de junio de 2010, tras una serie de castigos a la indisciplinada guerrillera, resolvió fugarse con ella y recorrer ríos y selvas durante tres días para entregarse a la Policía.
Lozada, quien entregó toda la información suficiente para que se produjera ‘Camaleón’ bajo el ofrecimiento de una recompensa de dos mil 500 millones de pesos que no ha recibido, relató en exclusiva a Caracol Radio que Marly era una muchacha muy linda, pero también muy loca, que estaba con uno y con otro.
Los amores por Marly originaron una serie de problemas para el grupo, donde empezaron a circular todo tipo de chismes y maledicencias que llevaron al comandante del grupo, alias ‘Chucho’ (Juan Duque Nieto), a infringirle varios castigos y a tildarla de ‘desprestigiada’.
Su conducta alborotada creció más cuando Lozada, tercer comandante del grupo séptimo, comenzó a cortejar a la muchacha. Ya había enfrentamientos entre gente de la tropa y un comandante, por lo que Chucho la castigó ordenándole construir a punta de pala una trinchera de 60 metros de largo por 1.80 de profundo y 0.70 de ancho. Debía completarla en cierto tiempo so riesgo de castigos más pesados, por lo que Lozada en las noches cavaba para ayudarle a su enamorada.
“Las reuniones de partido, donde se hacía autocrítica y se contaban las cosas, ya eran más frecuentes contra la pelada y contra mí”, dijo ‘Joaquín’, quien comenzó a aburrirse de la situación. Tras la reunión del 3 de junio de 2010 Marly corrió a contarle a su comandante preferido que si pudiera irse se largaría de la guerrilla.
“Le dije que nos fuéramos juntos esa noche. Me dijo que yo quería que la mataran. Le insistí en que me iba y la llevaba si quería, esa misma noche al entregar el turno. Después de un rato dijo que sí y le pedía que alistara sus cosas, las blusas lindas de colores que tenía y que nos largábamos”, cuenta el exguerrillero.
La fuga
En la práctica no hubo planeación de la fuga, pero lo poco que pensaron comenzó a darse con una dosis de casualidad. Ella tendría turno de vigía de 8:00 a 10:00 de la noche y sería relevada por Joaquín, quien a la media noche debía entregarle al puesto a la mujer de Chucho.
Jaime, o Joaquín, tenía un reto adicional: al llamar a su relevo, debía sacar de debajo de la almohada de Chucho la manguera que servía para enviar gasolina desde un barril al motor de la canoa de la guerrilla. Lo logró. Tomó su pistola, una munición y el ‘GPS’ ******o que sirve de orientación, brinda la ubicación y almacena toda la información topográfica existente y almacenada en el ******o, que solo él manejaba en el grupo.
Los primeros dos kilómetros del recorrido fueron remados, para evitar el ruido del motor. Luego Jaime usó su experiencia como boga cuando actuó de raspachín de coca en el Guaviare, para poner a ‘volar’ la lancha todo cuanto pudo. Hacia las tres de la madrugada llegaron donde un campesino apodado ‘el costeño’, a quien le pidió entregarle más de un millón de pesos de las Farc, que le entregó por ser comandante. Y les dio un termo de tinto como provisión.
A las siete de la mañana pasaron por un puesto de control de las Farc (frente primero), donde hizo prevaler su condición de jefe para decir que iba en una misión especial, mientras Marly seguía aterida por el frío, el sueño y por el susto que tuvieron cuando estuvieron a punto de desbarrancarse por un raudal.
Después de las 10:00 de la mañana llegaron a una casa campesina donde dejaron la canoa y siguieron camino a pie, entre la selva. Fueron otras nueve horas a pie hasta llegar a un centro poblado. Descansaron y contrataron dos motocicletas ($90 mil pesos cada una) que los llevaron hasta la cabecera del municipio de El Retorno.
Esa noche pagaron una habitación de hotel y tuvieron su primera y última luna de miel en libertad. Se presentaron a la Policía y el 6 de junio fueron llevados a San José del Guaviare, donde ya estaban personal de inteligencia de la policía, enviados de Bogotá, esperándolos. Solo allí le quitaron las esposas a Joaquín y también a su esposa ocasional, a quien entregarían al cuidado del Bienestar Familiar por ser menor de edad.
La información
Joaquín relata que fue Marly quien le informó a la Policía que cuidaban secuestrados. Como ella tenía poca información, le plantearon una recompensa de dos mil 500 millones de pesos si su ayuda era efectiva para recatar a los cautivos.
Caracol Radio tiene en su poder los videos grabados por la misma Policía de San José, donde el 9 de junio le exigen la información a cambio de ayuda. Jaime les entrega datos pormenorizados y les hace planos específicos sobre el lugar donde se encuentran los cuatro oficiales secuestrados.
Hace un pequeño plano, le expresa sobre las formas de acceder, les informa sobre el número de vigías que hay, les dibuja donde hay trincheras, les dice que los momentos de mayor distensión en la guerrilla son las horas de almuerzo y de desayuno.
Les cuenta cuántas granadas, pistolas y fusiles tiene el grupo y le dan poca credibilidad a su información de que ese frente carece de metralletas. Tampoco los oficiales parecen confiados cuando Jaime les explica de varias formas que el campamento no está rodeado de minas, y en un pequeño cuadro les indica con coordenadas exactas, dónde permanecen regularmente los cautivos.
Previamente, el día 8, Jaime fue llevado a hacer un sobrevuelo en la región, por las cabeceras de río Inírida, reconociendo el terreno con base en las coordenadas que había apuntado del GPS, ******o que dejó abandonado en el monte. De ese sobrevuelo en un avión de la Fuerza Aérea, no le dieron reporte inicial a la Policía del Guaviare.
Lozada sostiene que con toda esa información se planeó de inmediato la Operación Camaleón, que trajo a la libertad a Mendieta, Murillo, Donato y Delgado. Que nunca fue un operativo planeado durante seis meses como dijo el gobierno de Uribe, pues en ese tiempo cambiaron de campamento en dos ocasiones y se planeaba un nuevo movimiento.
Es más, recuerda Jaime. El 13 de junio en la tarde me llevaron en un carro y yo no sabía para donde. Llegamos al batallón de San José, donde me pidieron decirle por teléfono a quienes estaban en el área, dónde podrían estar dos de los secuestrados que no habían sido localizados. Les di las coordenadas exactas, suponiendo que no tendrían ninguna otra forma de salir porque hay peñascos y otros sitios que solo llevan al río o a la montaña. Con mis datos los encontraron y solo recibí las gracias”, sostiene.
El epílogo
Un año y medio después Jaime Lozada sigue insistiendo en el pago de su recompensa y en todos los estamentos respectivos se le ha negado. El pasado 17 de noviembre radicó ante la Procuraduría un oficio pidiendo investigar al coronel Héctor Montenegro, comandante de la Policía de Guaviare; al capitán Eduardo Martínez, del Gaula de la Policía en Bogotá, y al teniente Damiro Manuel Carmona Piña, de la Sipol en San José, quienes ofrecieron la recompensa y luego negaron su colaboración.
Losada vive de lo que le ayudan unos amigos, casi de limosna. “Tengo dos enemigos por culpa de esa plante que nunca recibí, y ambos poderosos. Las Farc, que quieren matarme por desertor y entregar la información, y la Policía, que no quiere que hable ni averigüe si cobraron la plata y quienes. Si no fuera por mis amigos, viviría en la calle, pues no puedo buscar a mi familia porque sería llevarles un problema en el que nada tiene que ver”.
Alias Joaquín Ramírez cree que a Marly la detestan más en la guerrilla, pues definitivamente puso el desorden en el grupo, su belleza nos arrastró a todos y con su locura desbarató el frente como no pudieron las balas, los cañones ni las granadas. “Estoy seguro que nada le han pagado porque ella no tenía mayor información. Lo último que supe es que el Bienestar Familiar la tenía en Bucaramanga, pero no dan información por tratarse de una menor de edad que ya cumplió sus 16 añitos”, afirma.
Sostiene que en Bogotá sufre todas las contingencias, mientras en la guerrilla todo lo tenía. “Si yo supiera que la guerrilla perdonara, me devolvía. Pero sé que eso nunca se da allá. Sería hombre muerto”.
Concluye que “Marly se arrastró con todo, me arrastró a mí, se arrastró ella, nos arrastramos juntos. De paso arrastró al grupo, que los descompuso. Y de paso arrastró a cuatro personas hacia la libertad, pues si no hubiese sido por ella, nunca me habría fugado. Me fugué por amor a esa peladita y gracias a la indisciplina y las locuras de ella, esto terminó en la Operación Camaleón”.
Enlace: http://www.caracol.com.co/noticias/judicial/joven-guerrillera-causo-el-desorden-en-las-farc-y-origino-la-operacion-camaleon-en-2010/20111228/nota/1598359.aspx
Caracol | Diciembre 28 de 2011
La llegada de una joven guerrillera, alias ‘Marly’, entonces de solo 14 años de edad, alborotó literalmente al grupo del frente Séptimo de las Farc que tenía en su poder a cuatro oficiales de la fuerza pública, secuestrados desde 1998: el general Luis Mendieta, los coroneles Enrique Murillo y William Donato Gómez, de la Policía Nacional, y el mayor del Ejército Arbey Delgado.
“Todos en el grupo estaban tras de Marly”, recuerda Jaime Lozada, alias ‘Joaquín Ramírez’, tercer comandante de ese grupo que se enamoró también de la muchacha y un día de junio de 2010, tras una serie de castigos a la indisciplinada guerrillera, resolvió fugarse con ella y recorrer ríos y selvas durante tres días para entregarse a la Policía.
Lozada, quien entregó toda la información suficiente para que se produjera ‘Camaleón’ bajo el ofrecimiento de una recompensa de dos mil 500 millones de pesos que no ha recibido, relató en exclusiva a Caracol Radio que Marly era una muchacha muy linda, pero también muy loca, que estaba con uno y con otro.
Los amores por Marly originaron una serie de problemas para el grupo, donde empezaron a circular todo tipo de chismes y maledicencias que llevaron al comandante del grupo, alias ‘Chucho’ (Juan Duque Nieto), a infringirle varios castigos y a tildarla de ‘desprestigiada’.
Su conducta alborotada creció más cuando Lozada, tercer comandante del grupo séptimo, comenzó a cortejar a la muchacha. Ya había enfrentamientos entre gente de la tropa y un comandante, por lo que Chucho la castigó ordenándole construir a punta de pala una trinchera de 60 metros de largo por 1.80 de profundo y 0.70 de ancho. Debía completarla en cierto tiempo so riesgo de castigos más pesados, por lo que Lozada en las noches cavaba para ayudarle a su enamorada.
“Las reuniones de partido, donde se hacía autocrítica y se contaban las cosas, ya eran más frecuentes contra la pelada y contra mí”, dijo ‘Joaquín’, quien comenzó a aburrirse de la situación. Tras la reunión del 3 de junio de 2010 Marly corrió a contarle a su comandante preferido que si pudiera irse se largaría de la guerrilla.
“Le dije que nos fuéramos juntos esa noche. Me dijo que yo quería que la mataran. Le insistí en que me iba y la llevaba si quería, esa misma noche al entregar el turno. Después de un rato dijo que sí y le pedía que alistara sus cosas, las blusas lindas de colores que tenía y que nos largábamos”, cuenta el exguerrillero.
La fuga
En la práctica no hubo planeación de la fuga, pero lo poco que pensaron comenzó a darse con una dosis de casualidad. Ella tendría turno de vigía de 8:00 a 10:00 de la noche y sería relevada por Joaquín, quien a la media noche debía entregarle al puesto a la mujer de Chucho.
Jaime, o Joaquín, tenía un reto adicional: al llamar a su relevo, debía sacar de debajo de la almohada de Chucho la manguera que servía para enviar gasolina desde un barril al motor de la canoa de la guerrilla. Lo logró. Tomó su pistola, una munición y el ‘GPS’ ******o que sirve de orientación, brinda la ubicación y almacena toda la información topográfica existente y almacenada en el ******o, que solo él manejaba en el grupo.
Los primeros dos kilómetros del recorrido fueron remados, para evitar el ruido del motor. Luego Jaime usó su experiencia como boga cuando actuó de raspachín de coca en el Guaviare, para poner a ‘volar’ la lancha todo cuanto pudo. Hacia las tres de la madrugada llegaron donde un campesino apodado ‘el costeño’, a quien le pidió entregarle más de un millón de pesos de las Farc, que le entregó por ser comandante. Y les dio un termo de tinto como provisión.
A las siete de la mañana pasaron por un puesto de control de las Farc (frente primero), donde hizo prevaler su condición de jefe para decir que iba en una misión especial, mientras Marly seguía aterida por el frío, el sueño y por el susto que tuvieron cuando estuvieron a punto de desbarrancarse por un raudal.
Después de las 10:00 de la mañana llegaron a una casa campesina donde dejaron la canoa y siguieron camino a pie, entre la selva. Fueron otras nueve horas a pie hasta llegar a un centro poblado. Descansaron y contrataron dos motocicletas ($90 mil pesos cada una) que los llevaron hasta la cabecera del municipio de El Retorno.
Esa noche pagaron una habitación de hotel y tuvieron su primera y última luna de miel en libertad. Se presentaron a la Policía y el 6 de junio fueron llevados a San José del Guaviare, donde ya estaban personal de inteligencia de la policía, enviados de Bogotá, esperándolos. Solo allí le quitaron las esposas a Joaquín y también a su esposa ocasional, a quien entregarían al cuidado del Bienestar Familiar por ser menor de edad.
La información
Joaquín relata que fue Marly quien le informó a la Policía que cuidaban secuestrados. Como ella tenía poca información, le plantearon una recompensa de dos mil 500 millones de pesos si su ayuda era efectiva para recatar a los cautivos.
Caracol Radio tiene en su poder los videos grabados por la misma Policía de San José, donde el 9 de junio le exigen la información a cambio de ayuda. Jaime les entrega datos pormenorizados y les hace planos específicos sobre el lugar donde se encuentran los cuatro oficiales secuestrados.
Hace un pequeño plano, le expresa sobre las formas de acceder, les informa sobre el número de vigías que hay, les dibuja donde hay trincheras, les dice que los momentos de mayor distensión en la guerrilla son las horas de almuerzo y de desayuno.
Les cuenta cuántas granadas, pistolas y fusiles tiene el grupo y le dan poca credibilidad a su información de que ese frente carece de metralletas. Tampoco los oficiales parecen confiados cuando Jaime les explica de varias formas que el campamento no está rodeado de minas, y en un pequeño cuadro les indica con coordenadas exactas, dónde permanecen regularmente los cautivos.
Previamente, el día 8, Jaime fue llevado a hacer un sobrevuelo en la región, por las cabeceras de río Inírida, reconociendo el terreno con base en las coordenadas que había apuntado del GPS, ******o que dejó abandonado en el monte. De ese sobrevuelo en un avión de la Fuerza Aérea, no le dieron reporte inicial a la Policía del Guaviare.
Lozada sostiene que con toda esa información se planeó de inmediato la Operación Camaleón, que trajo a la libertad a Mendieta, Murillo, Donato y Delgado. Que nunca fue un operativo planeado durante seis meses como dijo el gobierno de Uribe, pues en ese tiempo cambiaron de campamento en dos ocasiones y se planeaba un nuevo movimiento.
Es más, recuerda Jaime. El 13 de junio en la tarde me llevaron en un carro y yo no sabía para donde. Llegamos al batallón de San José, donde me pidieron decirle por teléfono a quienes estaban en el área, dónde podrían estar dos de los secuestrados que no habían sido localizados. Les di las coordenadas exactas, suponiendo que no tendrían ninguna otra forma de salir porque hay peñascos y otros sitios que solo llevan al río o a la montaña. Con mis datos los encontraron y solo recibí las gracias”, sostiene.
El epílogo
Un año y medio después Jaime Lozada sigue insistiendo en el pago de su recompensa y en todos los estamentos respectivos se le ha negado. El pasado 17 de noviembre radicó ante la Procuraduría un oficio pidiendo investigar al coronel Héctor Montenegro, comandante de la Policía de Guaviare; al capitán Eduardo Martínez, del Gaula de la Policía en Bogotá, y al teniente Damiro Manuel Carmona Piña, de la Sipol en San José, quienes ofrecieron la recompensa y luego negaron su colaboración.
Losada vive de lo que le ayudan unos amigos, casi de limosna. “Tengo dos enemigos por culpa de esa plante que nunca recibí, y ambos poderosos. Las Farc, que quieren matarme por desertor y entregar la información, y la Policía, que no quiere que hable ni averigüe si cobraron la plata y quienes. Si no fuera por mis amigos, viviría en la calle, pues no puedo buscar a mi familia porque sería llevarles un problema en el que nada tiene que ver”.
Alias Joaquín Ramírez cree que a Marly la detestan más en la guerrilla, pues definitivamente puso el desorden en el grupo, su belleza nos arrastró a todos y con su locura desbarató el frente como no pudieron las balas, los cañones ni las granadas. “Estoy seguro que nada le han pagado porque ella no tenía mayor información. Lo último que supe es que el Bienestar Familiar la tenía en Bucaramanga, pero no dan información por tratarse de una menor de edad que ya cumplió sus 16 añitos”, afirma.
Sostiene que en Bogotá sufre todas las contingencias, mientras en la guerrilla todo lo tenía. “Si yo supiera que la guerrilla perdonara, me devolvía. Pero sé que eso nunca se da allá. Sería hombre muerto”.
Concluye que “Marly se arrastró con todo, me arrastró a mí, se arrastró ella, nos arrastramos juntos. De paso arrastró al grupo, que los descompuso. Y de paso arrastró a cuatro personas hacia la libertad, pues si no hubiese sido por ella, nunca me habría fugado. Me fugué por amor a esa peladita y gracias a la indisciplina y las locuras de ella, esto terminó en la Operación Camaleón”.
Enlace: http://www.caracol.com.co/noticias/judicial/joven-guerrillera-causo-el-desorden-en-las-farc-y-origino-la-operacion-camaleon-en-2010/20111228/nota/1598359.aspx
Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
-Damphir-
28-12-2011, 13:35:34
ome que buena historia
periodismo literario
el poder enigmático del amor los desarticuló
periodismo literario
el poder enigmático del amor los desarticuló
Heráclito
28-12-2011, 14:11:53
Pinta para película o telenovela. El nombre cursi sería "El poder del amor" y el final sería de novela rosa. Ella cumple 18 años y él la espera, a la puerta del ICBF. Un beso largo... mientras una sombra acecha..
EL*BARTO
28-12-2011, 19:42:15
Pinta para película o telenovela. El nombre cursi sería "El poder del amor" y el final sería de novela rosa. Ella cumple 18 años y él la espera, a la puerta del ICBF. Un beso largo... mientras una sombra acecha..
A lo bn, pura pinta de pelicula!!!!
A lo bn, pura pinta de pelicula!!!!
Hannibal Lecter
28-12-2011, 19:56:57
Siempre hay una Pussy de por medio .....jajajaja
..::B.D.S.M::..
28-12-2011, 19:59:26
buena infoooo men
Lord Mago
28-12-2011, 20:50:08
Interesante historia...
BAJISTA
28-12-2011, 21:24:41
buena historia!!!! :D
paisafe
28-12-2011, 21:39:23
si sacan una anovela a todo costeño porque paracol no lo hace para esta historia
karenalga
29-12-2011, 02:07:01
Muy buena historia.
Por otro lado , si merece recompensa este sujeto?? ustedes que piensan???
Por otro lado , si merece recompensa este sujeto?? ustedes que piensan???
ALBAFIKA DE PISCIS
29-12-2011, 02:27:39
Buena la info!!! Quedaria pefecto para una historia del Septimo arte
REsCILenCIa*
29-12-2011, 02:47:04
que poder de peluche!!!:L
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