Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Ver la Versión Completa Con Imagenes : ¿Tienen los pobres derecho a recibir educación de calidad?
Heráclito
18-12-2011, 21:07:51
Nuestra izquierda es tan fundamentalista que considera que todo lo privado es malo, lo público es la panacea y por ello, cualquier programa educativo que le dé oportunidades a los jóvenes de bajos recursos de subir su nivel académico bajo la tutela de colegios privados sea satanizado.
Un interesante experimento de permitir a escolares de primaria de colegios públicos que estudiaran en colegios privados con becas, desapareció hace diez años.
Luego enrique Peñalosa impulsó los Colegios por Concesión en los que colegios privados de excelencia tutelaban colegios públicos, con profesores y programas académicos.
Hoy Fecode teme perder su monopolio político que se sustenta en los feudos de los colegios públicos y conspira para que estos colegios por concesión, se terminen.
La mediocridad, la ortodoxia y los mezquinos intereses políticos se le atraviesan a las buenas ideas y terminan por perjudicar a quienes aseguran desean ayudar.
"Los matan por buenos
Por: Armando Montenegro
Colombia ha tenido dos exitosos experimentos educativos para los jóvenes de los estratos bajos que han sido combatidos por su bondad y eficacia. El primero, las becas Paces, fue cancelado hace cerca de diez años. El segundo, los colegios por concesión en Bogotá, CCB, está a punto de pasar a la historia.
Un programa educativo es exitoso cuando les sirve a los estudiantes: mejora su rendimiento escolar, eleva sus probabilidades de terminar la secundaria, entrar a la universidad y aumentar sus ingresos laborales.
Para saber si Paces y CCB fueron benéficos debe compararse, por medio de métodos estadísticos rigurosos, el rendimiento de los estudiantes que se vincularon a estos programas con el de quienes, con las mismas características económicas y sociales, se quedaron en los colegios públicos. Si la comparación es positiva, se puede concluir que los programas fueron exitosos.
Evaluaciones académicas, realizadas por investigadores competentes, han mostrado que ambos programas les sirvieron bien a los estudiantes pobres.
Las becas Paces permitieron que miles de jóvenes, que terminaron primaria en escuelas públicas, hicieran bachillerato en colegios privados de una calidad media, superior a la del promedio de los públicos. Las evaluaciones iniciales, realizadas en la década pasada por el profesor Angrist y sus colaboradores de la Universidad de Harvard, mostraron que los beneficiarios de Paces tuvieron mayores probabilidades de terminar el bachillerato, mejores resultados en los exámenes Icfes y mayores tasas de ingreso a la universidad. Y ahora, diez años después, Juan Esteban Saavedra, Maurice Kugler, Eric Bettinger y Michael Kremer encontraron que los adultos que tuvieron becas Paces disfrutan de mayores ingresos laborales. Paces fue un programa que mejoró la vida de sus beneficiarios (ver gobierno.uniandes.edu.co/publicaciones/notas de política).
La experiencia de los CCB es parecida. Juan Diego Bonilla, en su tesis de PhD, mostró que los estudiantes de esos colegios logran mejores puntajes en los exámenes Saber 11 (el antiguo Icfes), mayores tasas de finalización del bachillerato y mayor probabilidad de ingreso a la universidad. Todo esto con menor gasto de recursos públicos por estudiante (ver nota del autor en la www.lasillavacia.com (http://www.lasillavacia.com)).
La lógica, el sentido común, permitirían predecir que los dirigentes de un país como Colombia, que padece de una educación de calidad deplorable, apoyarían, en forma masiva este tipo de experimentos. Con mayor razón se debía esperar que los líderes de la izquierda democrática tuvieran el objetivo de lograr la mejor educación para los muchachos de los estratos más bajos. En Colombia, sin embargo, como en tantas cosas, ocurre lo contrario.
Muchos de los políticos que se dicen de avanzada no están comprometidos con los jóvenes pobres y con su futuro. Están amarrados a unos sindicatos que consideran que la mejoría de la educación en manos privadas resquebraja su poder monopólico y los aleja de los dineros de la educación pública.
Esto es lo que explica que buenos programas como Paces y los CCB se suspendan y cancelen sin ninguna discusión ni debate. Mientras celebran los políticos y sus aliados, los hijos de los pobres no tienen más remedio que seguir recibiendo una educación para pobres, que los condena a seguir siendo pobres. Por ahora no tienen esperanza."
Fuente: El Espectador (http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-317209-los-matan-buenos)
Un interesante experimento de permitir a escolares de primaria de colegios públicos que estudiaran en colegios privados con becas, desapareció hace diez años.
Luego enrique Peñalosa impulsó los Colegios por Concesión en los que colegios privados de excelencia tutelaban colegios públicos, con profesores y programas académicos.
Hoy Fecode teme perder su monopolio político que se sustenta en los feudos de los colegios públicos y conspira para que estos colegios por concesión, se terminen.
La mediocridad, la ortodoxia y los mezquinos intereses políticos se le atraviesan a las buenas ideas y terminan por perjudicar a quienes aseguran desean ayudar.
"Los matan por buenos
Por: Armando Montenegro
Colombia ha tenido dos exitosos experimentos educativos para los jóvenes de los estratos bajos que han sido combatidos por su bondad y eficacia. El primero, las becas Paces, fue cancelado hace cerca de diez años. El segundo, los colegios por concesión en Bogotá, CCB, está a punto de pasar a la historia.
Un programa educativo es exitoso cuando les sirve a los estudiantes: mejora su rendimiento escolar, eleva sus probabilidades de terminar la secundaria, entrar a la universidad y aumentar sus ingresos laborales.
Para saber si Paces y CCB fueron benéficos debe compararse, por medio de métodos estadísticos rigurosos, el rendimiento de los estudiantes que se vincularon a estos programas con el de quienes, con las mismas características económicas y sociales, se quedaron en los colegios públicos. Si la comparación es positiva, se puede concluir que los programas fueron exitosos.
Evaluaciones académicas, realizadas por investigadores competentes, han mostrado que ambos programas les sirvieron bien a los estudiantes pobres.
Las becas Paces permitieron que miles de jóvenes, que terminaron primaria en escuelas públicas, hicieran bachillerato en colegios privados de una calidad media, superior a la del promedio de los públicos. Las evaluaciones iniciales, realizadas en la década pasada por el profesor Angrist y sus colaboradores de la Universidad de Harvard, mostraron que los beneficiarios de Paces tuvieron mayores probabilidades de terminar el bachillerato, mejores resultados en los exámenes Icfes y mayores tasas de ingreso a la universidad. Y ahora, diez años después, Juan Esteban Saavedra, Maurice Kugler, Eric Bettinger y Michael Kremer encontraron que los adultos que tuvieron becas Paces disfrutan de mayores ingresos laborales. Paces fue un programa que mejoró la vida de sus beneficiarios (ver gobierno.uniandes.edu.co/publicaciones/notas de política).
La experiencia de los CCB es parecida. Juan Diego Bonilla, en su tesis de PhD, mostró que los estudiantes de esos colegios logran mejores puntajes en los exámenes Saber 11 (el antiguo Icfes), mayores tasas de finalización del bachillerato y mayor probabilidad de ingreso a la universidad. Todo esto con menor gasto de recursos públicos por estudiante (ver nota del autor en la www.lasillavacia.com (http://www.lasillavacia.com)).
La lógica, el sentido común, permitirían predecir que los dirigentes de un país como Colombia, que padece de una educación de calidad deplorable, apoyarían, en forma masiva este tipo de experimentos. Con mayor razón se debía esperar que los líderes de la izquierda democrática tuvieran el objetivo de lograr la mejor educación para los muchachos de los estratos más bajos. En Colombia, sin embargo, como en tantas cosas, ocurre lo contrario.
Muchos de los políticos que se dicen de avanzada no están comprometidos con los jóvenes pobres y con su futuro. Están amarrados a unos sindicatos que consideran que la mejoría de la educación en manos privadas resquebraja su poder monopólico y los aleja de los dineros de la educación pública.
Esto es lo que explica que buenos programas como Paces y los CCB se suspendan y cancelen sin ninguna discusión ni debate. Mientras celebran los políticos y sus aliados, los hijos de los pobres no tienen más remedio que seguir recibiendo una educación para pobres, que los condena a seguir siendo pobres. Por ahora no tienen esperanza."
Fuente: El Espectador (http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-317209-los-matan-buenos)
Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
armando2007
18-12-2011, 21:25:20
En Cali los Colegios por concesión fueron un fracaso y otra fuente de corrupción. Lo cual me recuerda el descubrimiento en Bogotá (y otros lugares de Colombia) de miles de cupos pagados por estudiantes que no existen (noticia de hace dos o tres semanas)....nunca dijeron que Colegios fueron los del engaño o descuadre.
Heráclito
18-12-2011, 22:12:53
En Cali los Colegios por concesión fueron un fracaso y otra fuente de corrupción. Lo cual me recuerda el descubrimiento en Bogotá (y otros lugares de Colombia) de miles de cupos pagados por estudiantes que no existen (noticia de hace dos o tres semanas)....nunca dijeron que Colegios fueron los del engaño o descuadre.
Varias cosas por comentar. La primera son los colegios por concesión de Cali. Hasta donde tengo entendido y si estoy equivocado le pido que me corrija, se refiere a la construcción de instalaciones educativas. En vez de hacerlo el Estado lo hacen los particulares, recibiendo a cambio su administración por determinado tiempo.
Lo de Bogotá es diferente, No es concesión para construir aulas o colegios, sino darle la tutela de unos colegios públicos a unos privados para que juntos colaboren en labores académicas.
Dicho de otra forma. Instituciones exitosas en lo educativo (y se incluye la U. de los Andes) contribuyen con el Estado en proyectos educativos que recreen el modelo de los públicos.
Uno de esos concesionarios es la Asociación Alianza Educativa, conformada por colegios de élite (Nueva Granada, San Carlos y Los Nogales) y la U. de Los Andes.
Los profesores de esta sociedad gestora capacitan a los profesores públicos, comparten prácticas pedagógicas, y a su vez, junto con sus estudiantes comparten con los de los colegios públicos sus conocimientos y experiencias.
Muchos logros se han conseguido aparte de la mejora del nivel académico, incluyendo el impulso a seguir carreras universitarias, la mejora en la salud y la disminución de la violencia.
Creo que son dos cosas diferentes. Hay un artículo interesante que puede servir de guía de este intento por integrar los dos mundos en bien de los menos favorecidos: haz click acá. (http://www.dinero.com/columnistas/edicion-impresa/articulo/colegios-concesion/74867)
Varias cosas por comentar. La primera son los colegios por concesión de Cali. Hasta donde tengo entendido y si estoy equivocado le pido que me corrija, se refiere a la construcción de instalaciones educativas. En vez de hacerlo el Estado lo hacen los particulares, recibiendo a cambio su administración por determinado tiempo.
Lo de Bogotá es diferente, No es concesión para construir aulas o colegios, sino darle la tutela de unos colegios públicos a unos privados para que juntos colaboren en labores académicas.
Dicho de otra forma. Instituciones exitosas en lo educativo (y se incluye la U. de los Andes) contribuyen con el Estado en proyectos educativos que recreen el modelo de los públicos.
Uno de esos concesionarios es la Asociación Alianza Educativa, conformada por colegios de élite (Nueva Granada, San Carlos y Los Nogales) y la U. de Los Andes.
Los profesores de esta sociedad gestora capacitan a los profesores públicos, comparten prácticas pedagógicas, y a su vez, junto con sus estudiantes comparten con los de los colegios públicos sus conocimientos y experiencias.
Muchos logros se han conseguido aparte de la mejora del nivel académico, incluyendo el impulso a seguir carreras universitarias, la mejora en la salud y la disminución de la violencia.
Creo que son dos cosas diferentes. Hay un artículo interesante que puede servir de guía de este intento por integrar los dos mundos en bien de los menos favorecidos: haz click acá. (http://www.dinero.com/columnistas/edicion-impresa/articulo/colegios-concesion/74867)
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