PDA

Ver la Versión Completa Con Imagenes : 'En Bojayá fueron 79, no 119': Gonzalo Sánchez


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
armando2007
03-12-2011, 06:35:10
Sobre la masacre en ese municipio chocoano
'En Bojayá fueron 79, no 119': Gonzalo Sánchez
Por: Diana Carolina Durán Núñez

Según el reputado investigador del grupo de Memoria Histórica, en Colombia ha sido una práctica más común y extendida el subregistro en la denuncia que el abultamiento de las cifras.

Gonzalo Sánchez, coordinador del grupo de Memoria Histórica, terció en el debate de las falsas víctimas que hoy protagoniza el debate público. En su criterio, al Estado hay que protegerlo de las falsedades, pero igualmente a las víctimas de la impunidad. Y añadió que no toda incongruencia en las cifras de una masacre significa per se una trampa al Estado.

Las denuncias sobre falsas víctimas están dejando en entredicho que la llamada memoria histórica es más frágil de lo que uno cree. ¿Está de acuerdo con esa afirmación?

El tema de las falsas víctimas y de las indemnizaciones lo que ha visibilizado ante todo es la fragilidad o las dificultades del ******o judicial en el conflicto armado, incluso para establecer mínimos como el número y la identidad de las víctimas o las circunstancias de la victimización. En este escenario lo que el grupo de Memoria Histórica ha hecho en los casos estudiados es mostrar las múltiples tensiones, interpretaciones o intereses que disputan la versión de lo sucedido, empezando por el tema de las cifras.

¿Todas estas denuncias cómo replantean el papel del Grupo de Memoria Histórica?

No hay replanteamiento, por el contrario, se refuerza la pertinencia y la relevancia del grupo, sin que en ningún caso nuestra labor sustituya a la administración de justicia. Hemos insistido en la complementariedad de nuestro trabajo con el judicial, al aportar al esclarecimiento de los contextos, las dinámicas y las diversas modalidades de violencia.

En una puja de ONG de derecha e izquierda está quedando en la mitad la verdad. ¿Cómo hacer para que no se contamine por uno de los dos extremos?

La verdad, no es un botín político, es un derecho de las víctimas y de la sociedad, así como un deber del Estado. En este terreno más que una contraposición entre víctimas y Estado hay que buscar puntos de convergencia entre las demandas de las primeras y la capacidad de respuesta del segundo.

¿Qué repercusiones tiene para las verdaderas víctimas que por unas ‘coladas’ ya se diga que se están prefabricando testimonios para engañar al Estado?

Una necesaria depuración de cifras no puede convertirse en pretexto para un ‘reversazo’ a la Ley de Víctimas, o para un interesado desconocimiento de los horrores y la magnitud de lo ocurrido en Colombia durante las últimas tres décadas. La formulación inadecuada de los términos del debate está teniendo un impacto negativo de revictimización y estigmatización para las víctimas. Es un retroceso en el trabajo de tantos sectores de la sociedad por dignificarlas y porque se reconozca públicamente su sufrimiento. Creo que el debate se está poniendo en un punto anterior a la Ley de Víctimas, que es una de las más notables conquistas democráticas de los últimos años.

¿Tiene indicios de posibles falsas víctimas en otras masacres?

Hemos sido muy cautelosos en el manejo de las cifras. Y cuando hemos encontrado un error, lo hemos corregido en el proceso de investigación. Le pongo dos ejemplos: en el caso de la masacre de Bojayá, la cifra generalmente aceptada era la de 119 muertos. Nuestro trabajo en el terreno nos llevó a concluir con certeza que habían sido 79. Y esto no le resta en nada gravedad a los hechos. La errónea apreciación se debió a que el desmembramiento de cuerpos esparcidos generó confusión. Los fragmentos de un mismo cuerpo, recogidos en distintos lugares fueron contabilizados como de diferentes víctimas fatales. Hay pues errores que forman parte del horror de la guerra. En el caso de El Salado, nuestro equipo investigador descubrió, con posterioridad a la publicación del informe, que habíamos incluido como víctima a alguien que no lo había sido. Este error tuvo como origen un acta de defunción emitida por la Fiscalía, en la que daban por muerto en la masacre al padre de un muchacho efectivamente asesinado. En la segunda edición se corrigió el error. Dicho de otra manera: no toda incongruencia en las cifras es una falsedad, en el sentido de una trampa al Estado, a la justicia o a la sociedad.

En últimas, ¿de quién es la responsabilidad de que no sepamos quiénes son realmente las víctimas y qué hechos fueron realmente violentos?

La responsabilidad superior es del Estado y de las instituciones que tienen a su cargo competencias para esclarecer eventos o procesos de violencia. Al Estado hay que protegerlo de las falsedades, vengan de donde vengan, pero igualmente a las víctimas hay que protegerlas de la impunidad. Y para esto hay que tener en cuenta la otra cara de la moneda. En Colombia más habitual que el abultamiento de cifras han sido los subregistros. Bien sea por la no denuncia de incontables crímenes en zonas de conflicto abierto; por la naturaleza misma de los delitos, como la violencia sexual o la desaparición forzada; o simplemente por carencia de recursos o personal especializado. Minimizar la violencia es cerrarle el paso a la superación de la misma.

Enlace: http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articulo-314712-bojaya-fueron-79-no-119

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
cesar coy
03-12-2011, 09:15:24
Solo a los plinios y obdulios de este lujo de naciòn se les ocurre que a los medios y la justicia los manejan los Sochagota, los Guaqueta y los Calimenios en detrimento de los Davilas, los Pombo y los Urrutia.

Hannibal Lecter
03-12-2011, 10:10:59
entonces en el caso de bojaya, no hubo animo de embaucar al estado sino un mal conteo? no queda claro...

cesar coy
03-12-2011, 10:43:56
Claro que hubo animo de embaucar!!!, pero ese problema dista, y mucho, de ser el mayor problema del paìs.

Hay que desenmascarar a los estafadores, pero ni por un segundo insinuar que las masacres o desplazamientos no existieron, como han hecho Obdulio, Saul Hernandez y Plinio en sus ùltimas columnas.

Heráclito
03-12-2011, 11:05:38
Infortunadamente en cada hecho criminal y más tratándose de una matanza como la realizada en Bojayá, funcionarios con poca experiencia, el propio horror de lo sucedido, la presión de la opinión pública, y las informaciones muchas veces emocionales de los medios de comunicación hacen posible que haya distorsiones, sin descartar manipulación de las cifras por parte de los actores del conflicto.

Hace mucho, en 1917, el senador estadounidense Hiram Johnson advirtió que "La primera víctima de la guerra es la verdad" porque los adversarios no sólo se combaten con plomo sino con desinformación. En una interesante entrevista para la BBC, el reconocido periodista australiano Phillip Knightley habla sobre las cuatro etapas de la desinformación (haz click acá (http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/news/newsid_1581000/1581455.stm)):



La inevitabilidad de la guerra.
La demonización del líder contrario.
La demonización del pueblo enemigo y, por último...
El relato de las atrocidades cometidas por aquellos contra quienes vamos a luchar.



Los medios de comunicación tienen su cuota de culpa al no profundizar lo suficiente sobre las informaciones que transmiten, quizás porque confían demasiado en las fuentes o no tienen sino ésas. Por ello se publican alegremente cifras que luego, una entidad seria e independiente del conflicto ajusta a la realidad.

El resultado, inevitablemente es que siembra en la opinión pública la duda y le proporciona a los actores del conflicto argumentos para diluir sus propios crímenes. Es lo que pasa ahora con Mapiripán (haz click acá (http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articulo-312796-mapiripan-al-banquillo)), el caso de desplazamiento en Las Pavas (haz click acá (http://www.elheraldo.co/regi-n/fiscal-a-busca-evitar-que-las-pavas-sea-otro-mapirip-n-47987)) y ahora Bojayá, donde se habla de menos víctimas de las consideradas desde lo sucedido.

Difícil en estos casos ser objetivo, pero no podemos desviarnos del problema. Matanza hubo en Mapiripán, desplazamiento hubo en Las Pavas y matanza hubo en Bojayá. Que hubo "vivos" que se colaron, es inevitable, pero no oculta que tanto la guerrilla, como los paramilitares y algunas unidades de las Fuerzas Armadas, cometieron crímenes de lesa humanidad y deben responder por ellos.

Lord Mago
03-12-2011, 12:09:23
Y eso en que cambia el hecho que que fueron las malditas far las causantes de esas muertes???

Pudieron ser 119, 79 o 19, los unicos responsables y autores materiales fueron las far, eso esta mas que claro.

Pero, como siempre, el estado (y por ende, nosotros, los contribuyentes), terminaremos pagando a los muertos que otro dejó.

ThoT616
03-12-2011, 17:49:39
De acuerdo con el compa;ero lord mago que no importa cuantas fueron las victimas, son victimas civiles y no tiene por que pagar una guerra ente narcos, pero la cuestion es que se ve que el estado Colombiano y sus instituciones son ineficientes hasta ineptas en su labor, no es que se pidan cifras exactas pero si lo mas aproximado por que lamentablemente en una guerra cuando hay bajas se vuelve un estadistica y eso lo ha demostrado la historia y sus interminables guerras, pero que el estado se descache y de cifras que salen por encima del doble hay se empiezan a desencadenar problemas como los que vemos hoy y mas adelante veremos.

pakirris
03-12-2011, 19:29:49
79 sigue siendo un numero catastrófico

SlayerSlave
04-12-2011, 00:52:58
1 o 79, o 150 o los q sean es lo de menos,,

Hannibal Lecter
04-12-2011, 09:33:54
esque no se esta calificando la gravedad de la masacre por su numero de victimas, se esta cuestionando la forma como se estan aprovechando de estas nefastas situaciones para robar al estado.

armando2007
04-12-2011, 11:00:05
esque no se esta calificando la gravedad de la masacre por su numero de victimas, se esta cuestionando la forma como se estan aprovechando de estas nefastas situaciones para robar al estado.

Ese es el fondo de lo que dice Gonzalo Sánchez coordinador de Memoria Histórica, además de llamar la atención de la debilidad e incompetencia de la justicia y sus instituciones para esclarecer los hechos de violencia en Colombia.