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Ver la Versión Completa Con Imagenes : ¿Qué pasará con la llave para la paz?


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
EL*BARTO
26-11-2011, 17:59:44
Para algunos, con la masacre de los uniformados secuestrados las Farc demuestran que no tienen voluntad de paz y el gobierno debe mantener su mano dura. Otros insisten en que el diálogo es la única salida al conflicto.

El asesinato de cuatro miembros de la fuerza pública secuestrados por las Farc generó un consenso en la sociedad colombiana: el rechazo, la condena y el repudio general hacia los actos de barbarie de esta guerrilla, y la solidaridad con las familias de las víctimas.

Pero a la vez, la muerte de estos uniformados, ajusticiados con tiros de gracia, según el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, tras más de una década de cautiverio en condiciones inhumanas, dividió las opiniones y sembró mayor confusión y escepticismo en torno al futuro del conflicto armado.

Este hecho, que Colombia denunciará ante la justicia internacional, se produce días después del viaje a Londres del presidente Juan Manuel Santos, donde hizo numerosos pronunciamientos en torno a la salida negociada del conflicto.

Allí, el mandatario reiteró que sigue con la llave de la paz en su poder, pero que necesitaba “actos de buena fe” de la guerrilla.

Por eso, la masacre de los uniformados, como ha empezado a denominarse este nuevo episodio del conflicto colombiano, es para algunos sectores una muestra de que las Farc no quieren la paz, y por consiguiente, el gobierno debe mantener la línea dura para combatirlos.

Pero también hay otros sectores que insisten en que Colombia ya no aguanta un hecho de barbarie como este, por lo que se hace necesario e inminente una salida negociada que ponga fin, "de una vez por todas", al conflicto armado interno.

La presión militar

Juan Lozano, presidente del partido de la U, defiende el primer escenario. Al calificar de “infame e injustificado” el acto perpetrado por las Farc, dice que el gobierno debe "aumentar su firmeza en la política de seguridad" y desmantelar el accionar de los grupos armados ilegales, para que por fin se suspenda "la ronda de sangre que ha teñido por más de medio siglo al país".

Lozano, como jefe del partido de gobierno, dice que esa línea de acción será la que respaldará su movimiento político.

Simón Gaviria, vocero de la dirección plural del Partido Liberal, y presidente de la Cámara de Representantes, asegura que las Farc se están equivocando perpetrando este tipo de acciones contra el derecho internacional humanitario, y considera que hechos como el registrado este 26 de noviembre, ponen la paz en un escenario "difícil de alcanzar".

Por eso, Gaviria considera que ante un acto de "barbarie" como este, las Farc no van a intimidar al pueblo ni a sus fuerzas armadas "que seguirán combatiendo con mayor firmeza y mayor dedicación a quienes estén empeñados en mantenerse al margen de la Constitución y la ley".

El vocero del Liberalismo se muestra escéptico ante salidas negociadas del conflicto, pues señala que si las Farc siguen "por ese camino" será difícil reconocerles cualquier tipo de estatus. "Sólo se muestran como carniceros, gente cobarde y débil que acuden al fusilamiento cuando sufren golpes en su contra".

La hora de hablar de paz

Pero hay quienes hacen llamados en otro sentido. El representante a la Cámara Iván Cepeda (Polo Democrático Alternativo) dice que las Farc deben liberar inmediatamente a todos los secuestrados y renunciar a la práctica de privar de la la libertad como método de guerra. Pero también insta al gobierno a pasar de los anuncios y "fijar cuanto antes una agenda encaminada a alcanzar la paz en Colombia".

Luis Eduardo Garzón, presidente y vocero del Partido Verde, al condenar este hecho, admite que debilita "a quienes creemos en la posibilidad de una solución negociada de la confrontación armada que padece el país, caracterizada por la permanente violación de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario, con el consabido alto costo en vidas, bienestar social y desarrollo social y económico de las familias colombianas".

Sin embargo, Garzón también es de los que piensa que es el momento de parar "la espiral de violencia" y para ello es necesario comenzar a hablar de paz. "El destino de Colombia no puede ser la agudización de la acción militar, en detrimento de la opción negociada".

Esa opinión la respalda uno de los excongresistas que sufrió en carne propia el drama del secuestro. Óscar Tulio Lizcano sugiere que, a pesar de este lamentable suceso, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos debe mantener la coherencia con su reiterado discurso, seguir abierto al diálogo pues considera que día tras día se demuestra que "la negociación y el diálogo son la única salida para alcanzar la paz".

Mensajes contradictorios

Al calificar la masacre de los uniformados como un hecho totalmente repudiable, el director del Semanario Voz, Carlos Lozano, quien ha sido mediador en anteriores acercamientos y procesos de exploración, reitera que el fin del conflicto "es más fácil" a través de las "soluciones dialogadas", tal como lo ha venido reclamando la sociedad.
"Es hora de reflexionar para abrir un espacio de negociación pacífica. Es la única salida hacia la paz".

Lozano, en su reflexión, hace dos llamados. El primero, a la guerrilla, para que entienda que el único camino válido para controvertir las diferencias es el de la democracia y no el de las armas. Y al gobierno, que no se deje “embriagar” por el éxito de las operaciones militares.

Lozano considera "contradictorio" el discurso del presidente Juan Manuel Santos frente al conflicto armado. Pues señala que en su visita al Reino Unido, el presidente insiste en que no ha cerrado las puertas al diálogo, pero a los pocos días anuncia una nueva estrategia para la guerra que contempla la inversión de más millones de dólares.

Por eso, Lozano considera que el gobierno "debe abandonar ese cuento de que estamos en el 'fin del fin'", porque con eso sólo se consigue la prolongación de la tragedia. "Mientras siga la guerra veremos estos actos de horror y de barbarie".

Otro dirigente político, víctima del secuestro, también reclama responsabilidades políticas al gobierno por este tipo de episodios. El excongresista Luis Eladio Pérez, sin negar la responsabilidad de las Farc en lo que llamó "un vil y cobarde asesinato", dice que el gobierno "es consciente de los altos riesgos que implica los operativos de rescate".
Para Pérez, los secuestrados y sus familias deben estar dentro de la agenda prioritaria del gobierno, y por eso también exige allanar otros caminos para poner fin al conflicto.

El papel de la sociedad

La discusión para alcanzar la paz parece concentrarse entre el rol y las responsabilidades del gobierno y las Farc. Pero otros sectores consideran que la sociedad colombiana parece anestesiada e indiferente, y sin percatarse del papel que juegan para alcanzar este propósito.

Esa es la opinión del único sobreviviente de la masacre de las Farc a los diputados del Valle del Cauca, Sigifredo López. Al señalar que el país no aguanta un hecho más de violencia, considera que la sociedad colombiana debe movilizarse, salir a las calles para demostrar su repudio. "Es hora que los propios ciudadanos se apersonen y digan no más Farc, no más secuestro, no más violencia".

Escepticismo y confusión

A diferencia de las reacciones tras la reciente muerte en combate de alias 'Alfonso Cano', el impacto por la muerte de los uniformados secuestrados generó un ambiente confuso, de escepticismo.

Así se advierte en la reflexión del senador Mauricio Ospina, uno de los líderes de la corriente alternativa del Polo Democrático, quien en diálogo con Semana.com lamenta que este nuevo episodio del conflicto "sepulte los sueños de reconciliación y reencuentro" de las familias de los uniformados.

Ospina también considera tras este hecho se advierten "pocas herramientas" para superar el conflicto y la sociedad civil debe prepararse para afrontar las consecuencias.
"Seguimos con todos los elementos para continuar por más tiempo esta fratricida guerra", dice, a la vez que hace un doble llamado a las partes.

"Las Farc no se dan cuenta de su miopía, donde las bajas que celebra el establecimiento las quiere compensar de esta forma" y al gobierno pide "gestos claros para la reconciliación, con justicia social, disminución de la brecha entre ricos y pobres, oportunidades, y verticalidad militar contra las manos oscuras de las que hablo el presidente Santos con anterioridad".

Ospina asegura que el conflicto "lo perderemos siempre que haya esta cantera de jóvenes en desigualdad en todas las dimensiones".


Fuente. (http://www.semana.com/politica/pasara-llave-para-paz/168218-3.aspx)

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
+Wilfred
26-11-2011, 19:46:49
Santos dijo esta semana desde Londres acerca del asunto que "al perro no lo capan dos veces". Pues bien, yo creo que lo que sucedió hoy es más que suficiente para pensar que ya una eventual negociación es prácticamente imposible, que ahora más que nunca quedó en evidencia que las FARC no tienen ninguna voluntad y, que por el contrario, siguen en su absurda idea de que pueden tomar el poder amedrentando a la gente.

Hannibal Lecter
26-11-2011, 20:35:18
si esa gente diera tan solo una muestra de tener voluntad de paz!!!

paisafe
26-11-2011, 21:08:17
guerraaaaaaaaaaa pendeja de nunca terminar

..GiL..
27-11-2011, 00:11:42
Si las Farc muestran voluntad y proponen un dialogo, pues adelante ( sin despejes ni cese al fuego ), pero como evidentemente no es así la única forma por ahora es seguir golpeando sus estructuras hasta q entiendan que por ahí, no era.

Heráclito
27-11-2011, 09:44:29
Hay que tener en claro varias cosas:

La primera es que esta guerra no se va a ganar con la aniquilación del enemigo. Una guerra de guerrillas puede seguir indefinidamente en un conflicto de baja intensidad como el colombiano. Por ello, el fin del fin mediante una solución militar es apenas pensar con el deseo y no con la realidad.

De ahí se desprende una verdad que, pese al dolor y la ira que nos causen los asesinatos de los miembros de la fuerza pública, es contundente. La única manera de terminar el conflicto es mediante una salida pacífica. ¿Pero cómo lograrlo?

Se necesita que las dos partes estén de acuerdo y quieran hacerlo. Pero para sentarse a negociar cada parte debe ceder para llegar a un punto común en el que se pongan de acuerdo.

El Estado, con el Presidente Santos ha avanzado mucho en este sentido, con su política de justicia social, la devolución de tierras a los desplazados y la Ley de víctimas, abandonando el único objetivo que tuvo la administración pasada: la victoria por aniquilación del enemigo.

La guerrilla, por su lado, debe renunciar a sus acciones que violan el Derecho Internacional Humanitario. De la justicia internacional no se salvan sus líderes (Timochenko e Iván Márquez), pero si los nuevos abandonan este camino, se beneficiaría no sólo el país sino ellos mismos.

Con justicia social por un lado, dando los primeros pasos para crear un nuevo país, y con una subversión que deje de lado sus acciones terroristas, es posible adelantar conversaciones de paz en un lugar neutral (país amigo).

La idea es que no se sienten a ponerle conejo al país, ni el Estado (recuérdese la Unión Patriótica) ni la guerrilla (no se olvida El Caguán) y deseen de verdad construir un nuevo país.

No me queda la menor duda que el presidente Santos tiene vocación de paz , ¿pero la guerrilla? Timochenko no llama al optimismo. Cree en la guerra pero los hechos son tozudos. No van a ganar esta guerra y nadie en este momento quiere ser amigo de las Farc.

Aislados, en algún momento no tendrán otro camino que optar por la paz como le sucedió a ETA. Mientras tanto, infortunadamente, la guerra seguirá su curso y es posible que otras acciones tan degradantes como la ejecución de los cuatro uniformados, se seguirán dando.

Pero el Gobierno no puede caer en la tentación de sólo apostarle a la guerra como el anterior. Tendrá que seguir combatiéndolos, con el mismo vigor, pero pensando en la paz, poniendo los cimientos de la igualdad social, construyendo el país que se merecen las nuevas generaciones.

Lord Mago
27-11-2011, 11:21:22
Santos dijo esta semana desde Londres acerca del asunto que "al perro no lo capan dos veces". Pues bien, yo creo que lo que sucedió hoy es más que suficiente para pensar que ya una eventual negociación es prácticamente imposible, que ahora más que nunca quedó en evidencia que las FARC no tienen ninguna voluntad y, que por el contrario, siguen en su absurda idea de que pueden tomar el poder amedrentando a la gente.


De acuerdo con su comentario.

El detalle esta en que la far NUNCA ha demostrado una voluntad real de querer llegar a la paz, y lo que han hecho creer como "gestos de buena voluntad", han sido solamente circos mediáticos que en ves de beneficiarlos, los han dejado muy mal parados, y entiendase por esos "gestos" las liberaciones de Clara Rojas, Consuelo Gonzalez, el Sargento Moncayo, la disque "entrega" del hijo de Clara Rojas que finalmente estaba en un hogar de ICBF, entres otras acciones.

Y siempre que hablan de iniciar un "dialogo para el proceso de paz", lo primero que piden es despeje de una zona del país y que el gobierno cese las operaciones militares, pero ellos nunca hablan de van a dejar de secuestrar, asesinar civiles inocentes en sus absurdas acciones terroristas como las que continuamente cometen en el norte del cauca, ni dicen que van a dejar de sembrar minas y dejaran de traficar con coca.

..GiL..
27-11-2011, 11:24:14
Hay que tener en claro varias cosas:

La primera es que esta guerra no se va a ganar con la aniquilación del enemigo. Una guerra de guerrillas puede seguir indefinidamente en un conflicto de baja intensidad como el colombiano. Por ello, el fin del fin mediante una solución militar es apenas pensar con el deseo y no con la realidad.

De ahí se desprende una verdad que, pese al dolor y la ira que nos causen los asesinatos de los miembros de la fuerza pública, es contundente. La única manera de terminar el conflicto es mediante una salida pacífica. ¿Pero cómo lograrlo?

Se necesita que las dos partes estén de acuerdo y quieran hacerlo. Pero para sentarse a negociar cada parte debe ceder para llegar a un punto común en el que se pongan de acuerdo.

El Estado, con el Presidente Santos ha avanzado mucho en este sentido, con su política de justicia social, la devolución de tierras a los desplazados y la Ley de víctimas, abandonando el único objetivo que tuvo la administración pasada: la victoria por aniquilación del enemigo.

La guerrilla, por su lado, debe renunciar a sus acciones que violan el Derecho Internacional Humanitario. De la justicia internacional no se salvan sus líderes (Timochenko e Iván Márquez), pero si los nuevos abandonan este camino, se beneficiaría no sólo el país sino ellos mismos.

Con justicia social por un lado, dando los primeros pasos para crear un nuevo país, y con una subversión que deje de lado sus acciones terroristas, es posible adelantar conversaciones de paz en un lugar neutral (país amigo).

La idea es que no se sienten a ponerle conejo al país, ni el Estado (recuérdese la Unión Patriótica) ni la guerrilla (no se olvida El Caguán) y deseen de verdad construir un nuevo país.

No me queda la menor duda que el presidente Santos tiene vocación de paz , ¿pero la guerrilla? Timochenko no llama al optimismo. Cree en la guerra pero los hechos son tozudos. No van a ganar esta guerra y nadie en este momento quiere ser amigo de las Farc.

Aislados, en algún momento no tendrán otro camino que optar por la paz como le sucedió a ETA. Mientras tanto, infortunadamente, la guerra seguirá su curso y es posible que otras acciones tan degradantes como la ejecución de los cuatro uniformados, se seguirán dando.

Pero el Gobierno no puede caer en la tentación de sólo apostarle a la guerra como el anterior. Tendrá que seguir combatiéndolos, con el mismo vigor, pero pensando en la paz, poniendo los cimientos de la igualdad social, construyendo el país que se merecen las nuevas generaciones.




Estamos de acuerdo, también me alegra q no haces como han hecho otros que sólo dicen guerrerista a quienes vemos (argumentadamente) en la salida militar una posible opción pero cuando uno los cuestiona hacerca de cómo lograrían la paz con un diálogo no encuentran como hacerlo coherentemente.
Tienes razón cuando dices q las 2 partes deben estar de acuerdo y ese es el problema, porque no podemos pensar que las Farc van a abandonar miles de millones de dólares al año así como así por algo de participación política.
Cuando hago referencia a la presión militar creo q lo mismo que dices de Eta me da la razón, Eta lo hubiera hecho 10 años atrás? porque lo hace ahora? revisemos la historia reciente y tendremos que Eta ha recibido la mayor presión militar en su historia y han sido bastante diezmados y sus cabezas principales capturadas y fijense como ahora el diálogo sí es una opción, en su época de mayor poderío militar no les interesaba. Lo mismo sucede con las Farc, mientras les quede poder militar aunque diezmado pero no poco van a seguir dando guerra como opción, pero cuando con cada año q pase sean menos, y su capacidad militar y económica disminuya a puntos desesperados para ellos entonces van a pensar en negociar, antes de que eso ocurra no lo creo. Recordemos la frase q dice q los humanos actuamos sabiamente solo cuando hemos probado y agotado todas las demás opciones.