Palermo bajó a Inter en un partidazo [Archivo]

Santiago C.

11-09-2011, 21:12:05

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Fue un partidazo, no caben dudas: en La Favorita de Palermo, el equipo local e Inter cerraron la segunda fecha del fixture y la primera efectivamente disputada (la jornada inaugural se postergó por la huelga de jugadores) con un encuentro espectacular y emotivo.

Ganó Palermo, y ya el marcador y la alternancia del mismo dan cuenta de lo apasionante y atractivo que fue el encuentro: Diego Milito puso arriba a la visita, Fabrizio Miccoli anotó el empate, otra vez Milito, de penal, adelantó al equipo nerazzurro, Abel Hernández restableció la igualdad, Miccoli de tiro libre y Mauricio Pinilla, con un golazo, adelantaron al local y Diego Forlán, con su primer tanto en el Calcio, le dio cifras definitva al marcador.

Que fue correcto porque, como veremos enseguida, Palermo fue un poco más y supo aprovechar muy bien de las ventajas defensivas concedidas por el rival. Con este triunfo, Palermo se suma a Juventus, Nápoli, Fiorentina, Cagliari y Udinese en la punta, obviamente todos con tres puntos, mientras que Inter quedó anteúltimo, sin unidades, junto a Roma, Cesena, Lecce, Bologna, Parma. Último está Atalanta, que empató pero purga seis puntos de penalización y está a "menos cinco".

Fue un partido raro, en el que anotó casi siempre el equipo que peor estaba jugando. En efecto, Palermo dominó en la primer etapa, con un enorme despliegue físico y aprovechando la confusión tremenda de un Inter que defendía con tres (Lucio, Samuel y Zanetti) pero lo hacía por momentos con siete, porque además de Jonathan y Nagatomo, también bajaban Forlán y Zárate, los externos ofensivos que se sacrificaban en una desgastrante tarea defensiva.

Sin embargo, poco después de la media hora y cuando la ventaja local parecía al caer, la visita se puso arriba casi de casualidad: Lucio se ganó un tiro de esquina con una corazonada, la defensa despejó el mismo pero la pelota le cayó a Stankovic, quien cumplía 33 años y 300 partidos oficiales con la camiseta nerazzurra.

El volante serbo metió el remate y la pelota fue a chocar contra los pies de Milito (habilitado por Barreto), desviándose y engañando al debutante arquero griego Tzorvas. De cualquier manera, Gasperini estaba desconforme con el juego de su equipo y lo demostró metiendo en ese mismo momento el primer cambio, Sneijder por un Zárate evidentemente confundido por los extraños pedidos de su técnico.

La segunda etapa comenzó con el empate de Miccoli: Acquah (ingresado en el descanso por el inconsistente Della Rocca) metió el cuchillazo vertical, el "Romario del Salento" la paró como los que saben y la mandó a guardar con un derechazo rasante a la derecha de Julio César.

Pero enseguida Inter volvió a ponerse arriba: Forlán se fue por izquierda y metió el centro rasante, Milito remató a quemarropa pero Migliaccio la desvió con le brazo derecho. Era penal, pero el referí dio tiro de esquina. Luego, informado probablemente por el cuarto hombre, cobró un agarrón en el área contra Samuel y esta vez sancionó el penal, seguramente para compensar. Milito ejecutó con categoría y volvió a adelantar a Inter.

Sin embargo, la ventaja no solucionó los evidentes problemas del equipo. Muy por el contrario, las contras maniobradas del local sembraban zozobra en la defensa visitante y no sorprendió cuando Hernández, finalizando con un toque certero una jugada que él mismo había comenzado y que siguió con Ilicic y la asistencia de Miccoli, volvió a igualar el marcador.

De ahí en adelante, el partido se volvió muy equilibrado, como si ambos se conformaran con el empate. Sin embargo, en el final se notó claramente que Palermo estaba pagando el desgaste inicial, que Inter estaba en mejor condición física y que, casi sin propónerselo, comenzaba a acorralar al rival en su mitad de la cancha. El gol parecía estar cerca, puesto que Jonathan por derecha y Obi (ingresado por un confusionario Nagatomo) por izquierda parecían imparables para los rivales.

Silvestre, de gran tarea, entendió que había que quebrar el encierro y se mandó hacia adelante con una gran jugada, parecida a la de Lucio en la primera etapa, la típica corazonada del defensor central en búsqueda de gloria. Con esa jugada se ganó un tiro libre en posición de "diez", a unos 25 metros del arco que Miccoli, con una trayectoria estupenda, transformó en el gol de la ventaja.

Inter se lanzó con todo hacia adelante pero dejó fatalmente espacio para la contra, espacio que Pinilla, ingresado por Hernández en el final, aprovechó con un gol realmente muy lindo, un remate potende desde unos 30 metros que bajó justito para colarse detrás de Julio César y debajo del travesaño. Inter, generosamente, siguió luchando y se ganó el gol de la esperanza, ya en tiempo de descuento: Sneijder metió el pelotazo prefecto y Forlán, con gran categoría, bañó con un gol su debut en Italia.

Pero ya no quedaba más tiempo: esa jugada sirvió apenas para marcarle a Gasperini el camino correcto, porque el tridente ofensivo nunca funciuonó mientras que un jugadorazo como Sneijder, detrás de dos delanteros como Miltio y Forlán, puede ser tremendamente efectivo.