'Petro no es el Polo y lo veo acomodándose': Aurelio Suárez

[Ayudante De Santa]

[Sanabria]

'Petro no es el Polo y lo veo acomodándose': Aurelio Suárez





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El candidato a la alcaldía de Bogotá habló con María I. Rueda de su partido y proyectos políticos.





¿Por qué no lo habíamos descubierto a usted antes? El senador Robledo lo tenía muy escondido...


Con Jorge he tenido una amistad muy creativa. Nunca un compadrazgo o una compinchería. Pero cada momento tiene su afán y cada afán su persona, y lo que vio el Polo en esta oportunidad es que yo podía ser la carta que se jugara en estas elecciones. Y trataré de hacer lo mejor posible.


Usted ha resultado muy buen candidato. ¿Pero ha considerado que puede perder por ser del Polo?


El Polo ahora está descalificado, un poco tachonado, digámoslo así, pero ha jugado un papel muy importante en la democracia colombiana

Comparto plenamente la importancia para la democracia nacional de que exista el Polo.

Mire. Si usted va al sur de Bogotá, encuentra que hay casi un millón de niños estudiando gratis, que cien mil personas almuerzan gratis, que a un millón de personas no les cobran en los hospitales por atenderla. Eso tiene mérito


Ha sido un proceso colectivo. Alcaldes buenos ha habido antes del Polo. Mockus, Peñalosa y Jaime Castro pusieron su grano de arena

Se ha construido sobre lo construido, pero ellos también cometieron equivocaciones muy graves. Y el Polo sí marca una edad, un tiempo. Una raya a partir de la cual se han hecho cosas por la gente.
El Polo también ha cometido errores, y todavía los están negando o endilgándoselos a otros partidos

No. No se han tapado. Lo que pasa es que los partidos tienen una dinámica interna. Eso no es llegar a darle una patada al tablero y nos vamos. Hay una dinámica. Es un partido en formación que tiene apenas ocho años de vida, donde confluyeron 36 tendencias. Desde la Anapo hasta sectores que estuvieron en la lucha armada. Eso no es fácil de manejar. El Polo además llegó con unos liderazgos de punto de partida. Llegaron Carlos Gaviria, Navarro, Petro...


Una cantidad de egos que se encontraron ahí...

Y llegó Samuel Moreno. Eran los íconos de la oposición y se juntaron todos ahí. Pero si un politólogo mira el proceso, puede concluir que esos liderazgos se renovaron.


¿Con Jaime Dussán?

Él juega un papel dentro del partido. Pero estoy hablando de Clara López, de Jorge Robledo, de Iván Cepeda, de Germán Navas, de Tarcicio Mora


¿Y de usted

De pronto. Todos juegan un papel dentro del partido. Creo en los partidos, no en los proyectos personales. A veces por lo colectivo hay que sacrificar ciertas decisiones. Respeto la base popular de la Anapo que tiene Bogotá. Se trata de una fuerza social que no es despreciable. Usted va al barrio Kennedy y hay ciudadanos que le muestran el carné del general Rojas Pinilla. ¿Entonces, ese ciudadano, qué? Hay que construir colectivamente, no se puede estar dando patadas al tablero cuando alguien comete un error.


Yo no sé si hay que patear el tablero, pero perdimos cuatro años de administración de esta ciudad, y por culpa del Polo.

Pero los estamos recuperando con Clara López. Usted la acusa de ser sectaria porque gobierna solamente con el Polo. Pero parte de los problemas que tuvimos fue por no gobernar con el Polo. Le voy a decir con sinceridad: prefiero gobernar con el Polo que con Hipólito Moreno.


Es posible que hasta yo también...

Estamos de acuerdo.


¿Qué tan dividido está el Polo? ¿Cuánto se les llevó Petro?
Petro no es del Polo.


¿Ahora niegan a Petro en el Polo?

Fue del Polo. Con Petro hay divergencias ya fuertes. Creo que la posición de Petro frente al gobierno de Santos no es nítida. No solo por lo que ya ha dicho y hecho, sino por lo que he visto en los debates para la alcaldía. Cuando se tocan temas de líneas rojas entre el Gobierno y la oposición, como el Tratado de Libre Comercio, temas relacionados con leyes y decretos del gobierno de Santos con los que los de la oposición tenemos discrepancia, yo no lo veo opinando. A él lo veo acomodado, con propuestas de caminos alternativos poco claros...


¿Será de esos izquierdistas que terminan en el centro para hacerse perdonar del Establecimiento?

Así lo estoy percibiendo en esta campaña


Estoy un poco confundida. ¿Ustedes le quitaron el cariño a Petro porque se salió del Polo, o no lo querían desde que estaba adentro?

No es un problema de cariños. La prueba reina es que respetamos su candidatura. Clara López y yo se la ayudamos a hacer. Pero con él, uno vivía preguntándose si había agenda de partido o personal.


¿Usted toda la vida ha militado en la izquierda?

Toda la vida no. Desde los 18 años. Entré a los Andes cuando mi mamá me dijo que no me dejaba matricular en la Nacional porque me volvía izquierdista.

(Risas)

He escrito diez libros. El último, sobre "Confianza inversionista" está lleno de cifras con las que muestro por qué soy crítico frente a esta política económica tan desigual e inequitativa, donde se dan importantes gabelas a los grandes capitales y no veo una modificación en lo de Echeverry y Santos con respecto al gobierno de Uribe. No me gusta que Domingo Cavallo sea el asesor del gobierno. Me da mucho miedo que en Colombia pase lo mismo que pasó en Argentina.

[Ayudante De Santa]

[Sanabria]

¿Desde hace cuánto viene planeando ser Alcalde de Bogotá?

Eso no estaba entre mis planes. Mi vida es sentarme a estudiar y leer. Me acuesto a la una de la mañana y me levanto a las nueve.


¿Usted de qué vive?


Vivo de contratos, de consultorías, de apoyar organizaciones sociales, de mis libros, de cátedras universitarias... Con eso me cuadro el mes. No tengo ningún problema de dinero, vivo tranquilo con mi actual compañera, no tengo afanes en la vida. Mis hijos, por fortuna, ya tienen definida económicamente su vida.


¿Por qué obra le gustaría que recordaran su alcaldía?


Por disminuir la desigualdad. Los pobres de Colombia viven muy mal. Pero los pobres que menos mal viven son los de Bogotá, porque aquí hay política social. Tengo una serie de propuestas novedosas, como un plan de empleo público, lo que hizo Roosevelt con el New Deal en 1930.


¿Va a llenar la alcaldía de más empleados públicos?

No. Se trata de escoger a la gente que no tiene ninguna posibilidad de conseguir trabajo. Es un desempleo estructural de gente que quiere pero no puede conseguir trabajo. Por ejemplo jóvenes, madres cabeza de familia, personas en situación de discapacidad, desplazados... A esa gente no le da trabajo nadie. Hay que coger a esas personas y ponerlas a hacer servicios comunales, ambientales, que limpien las alcantarillas en verano para que cuando llegue el invierno no se tapen. Eso impacta la economía. Tengo un debate con Juan Carlos Echeverry hace años, porque él me dice que el desempleo lo resuelve el mercado laboral y yo que lo resuelven, además de la demanda, los planes públicos.
Es el modelo del Estado benefactor vs. el motor de la iniciativa privada...
Estamos hablando de gente a la que no van a contratar nunca. Nadie va a ir a buscar a un joven o a una madre de Ciudad Bolívar para llevárselos a trabajar.
¿Cómo sostendría todo ese altruismo? Ojalá funcionara...
Hay cosas buenas del Distrito que no se han mostrado, como las finanzas públicas, que están saneadas. El gobierno distrital tiene 10 billones de presupuesto. Ese plan de empleo público para 30.000 personas vale 140.000 millones de pesos al año: el 1 por ciento del presupuesto distrital. Imagínese la dinámica económica de que esa gente tenga una plata en el bolsillo y pueda ir a la tienda a comprar huevos.
¿Y cómo escogería a los beneficiados?
A través de los comedores comunales, que exigen poner la huella a la entrada. Esas personas necesitan ese plan de empleo público. Son 308 comedores al que están yendo 100.000 personas; 30.000 de esas podrían ser. De ahí saldrían proyectos de agricultura urbana, o personas que hagan los postres del comedor, o los congelados. Hay mucha cosa para hacer. Bogotá es un país. Tres Uruguayes. Casi un Ecuador.
Hace rato no iba hasta los confines de Suba. Se convirtió en una tercera ciudad...
¡Tiene 1'200.000 personas y 150.000 costeños!
Si tiene a mano esa cifra de los costeños, veo que tiene un gran conocimiento de Bogotá...
La he recorrido mucho. Aquí se han inventado una cantidad de paradigmas que no son ciertos. ¡En Bogotá nos tiene fregada la expansión!, dicen. ¿Y usted cómo hace con una ciudad de 8 millones de habitantes? ¿Dónde la mete? No es la expansión sino la expansión y la renovación urbana desordenadas lo que nos ha hecho daño. Se inventan cuentos y a mí me fascina controvertirlos. ¡Que Bogotá está quebrada! No. Me diferencio de los otros candidatos en que tengo un programa de gobierno para ser alcalde, no para ser candidato. ¿Cómo puede este país de 8 millones de habitantes dar un pasito para adelante en cuatro años? Sí hay inseguridad, pero el principal problema de Bogotá es la pobreza y la desigualdad.
Para concluir: si el Polo pierde, no es por falta de candidato.
Eso es correcto. Pase lo que le pase al Polo, no será culpa del candidato.