Príncipe de Asturias de los Deportes para Gebrselassie de Etiopia

[Ayudante De Santa]

[DO MAYOR]

El etíope, rey del atletismo de fondo, recibirá el galardón
Gebrselassie, Príncipe de Asturias de los Deportes


El jurado concede el premio al etíope "por su excelencia deportiva y humana"
Destaca, además de lo deportivo, su mediación en los conflictos de su país


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El atleta etíope Haile Gebrselassie ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, tras imponerse en la votación final del jurado, reunido en Oviedo, al futbolista Raúl González.
"Siempre corrió con una sonrisa las pruebas más exigentes"

Tras las primeras deliberaciones de ayer del jurado quedaron finalistas para hoy, además de Gebrselassie y el futbolista Raúl González, el equipo español de natación sincronizada, la ciclista francesa Jeannie Longo y la candidatura conjunta de los montañeros Edurne Pasaban y Reinhold Messner.
El jurado explica en su acta que ha decidido conceder el premio a Gebrselassie "por su excelencia deportiva y humana" (http://www.marca.com/2011/09/02/atletismo/1314958071.html). Añade que está considerado el mejor corredor de larga distancia de todos los tiempos y recuerda que "su propia gente le conocía como 'Naftanga', el jefe".
"Criado en una granja, cada día debía recorrer veinte kilómetros para ir a la escuela, circunstancia que le sirvió de entrenamiento e influyó en su modo de correr: con el brazo izquierdo encogido por el peso de los libros", agrega el jurado.
Destaca que "siempre corrió con una permanente sonrisa las pruebas más exigentes" y que "hasta el final de su carrera ha sido un mito desafiando a su propia leyenda". "El atleta está además implicado en labores humanitarias y de mediación en los múltiples conflictos que azotan desde hace años Etiopía", concluye el acta del jurado.

[Ayudante De Santa]

[DO MAYOR]

El mundo del deporte reconoce los valores del etíope
Gebre: la sonrisa eterna del 'Emperador'



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El etíope Haile Gebrselassie (Arsi,1973) ve reconocida una trayectoria en la que los éxitos deportivos no diezmaron ni un ápice un corazón que trasciende más allá del atletismo. El 'Emperador', como le llama un pueblo que lo idolatra, ha desafiado continuamente los límites humanos. Allá donde el esfuerzo roza el agonismo, una sonrisa ilumina la cara de 'Gebre'.
En la época de la psicología deportiva y la complejidad de los avances tecnológicos, Gebrselassie apela a la sencillez como clave del éxito. No exagera, no realiza despliegues artificiosos para tratar de buscar la complicidad de la gran masa. Simplemente se muestra tal como es. Porque siempre ha sido así. Desde que realizaba medios maratones sin saberlo, cuando la inocencia y la pobreza de su pueblo lo invadía todo. Cuando llevaba sus libros pegados al pecho mientras regalaba al mundo una de las zancadas más portentosas que vería jamás.
Desde el primer día en el tartán hasta el último en el asfalto heredó en su forma de correr esa postura característica adquirida en la infancia. Y lo más importante, heredó en su forma de ser los valores más puros que ha visto el atletismo moderno. Paradigma del fondista total, deslumbró al mundo con continuos récords y títulos. Cuatro Campeonatos del Mundo y dos Juegos Olímpicos correlativos en 10.000 metros no eran suficientes. Porque 'Gebre' hace lo que ama. Cuando decidió pasarse al maratón para poner la guinda a una carrera que continúa viva tras una falsa alarma de retirada, el atletismo se paró.
En 2008 puso el récord de la distancia de Filípides en Berlín en 2:03:59. Nadie ha podido rebasarla. Sólo 'Gebre' ha podido batir a 'Gebre'. La puerta de Brandeburgo ha visto la sombra eterna del 'Emperador' atravesarla. Allí donde siempre vuelve, su segunda patria. En la primera, su amada Etiopía, lucha por cambiar los designios de un país condenado a la miseria en muchos de sus rincones. Él no se rinde y no descarta en algún momento tomar partido en su gobierno. El pueblo entero se arrodillaría. Un hombre comprometido que quiere poner el espíritu de superación y el carisma del mejor maratoniano de la historia al servicio de una causa.
Su mirada encierra la esencia del deporte, su sonrisa la demuestra. Unas prodigiosas piernas le han otorgado títulos y récords, un corazón impoluto le ha permitido granjearse el respeto de todo aquél que ha tenido la fortuna de cruzarse en su camino. Haile Gebrselassie, el emperador del atletismo, el alma de Etiopía.