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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
ripley
12-03-2011, 10:22:04
Un borracho y medio: las consecuencias de los excesos de Charlie Sheen

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Seguiría divirtiéndonos, pero se parece demasiado a su personaje en 'Two and a Half Men'.

'Two and a Half Men', el más reciente éxito de la televisión mundial, es una comedia que durante ocho temporadas ha contado la vida de los hermanos Harper. El mayor es un compositor publicitario alcohólico, jugador y adicto al sexo. El menor es un quiropráctico fracasado, sin carisma ni capacidad de ejercer como padre del niño que hace las veces de tercer protagonista de la serie.

Millones de personas en el mundo se han reído sin parar del pusilánime de los Harper y han envidiado y admirado a Charlie, el hermano egoísta y triunfador que conduce carros lujosos, toca el piano, humilla cada día a su hermano pobre y por cuya cama van pasando una tras otra las más bellas mujeres de California.

Esta alabanza a los placeres que pueden comprar el carisma y el dinero habría seguido divirtiéndonos si de repente los diarios no se hubieran llenado de noticias sobre Charlie Sheen, el actor que encarna al hermano triunfador, y no hubiéramos descubierto que el actor es en la vida real demasiado parecido al personaje que encarna en la serie.

Primero fueron las amenazas con cuchillo de cocina incluido que le hizo a su esposa en el hotel de una lujosa pista de esquí.
Después, una sucesión de ausencias en los estudios de rodaje de
la comedia y, por último, su aparición desnudo, drogado y borracho en el lobby de un hotel de Las Vegas. Salía de una orgia de tres días con cocaína y actrices porno incluidas. En el hotel, curiosamente, también estaban hospedados su mujer y sus hijos.

Los medios cayeron sobre Sheen y Warner, la cadena de televisión que produce la serie, empezó a ver dañada su imagen ante la masa conservadora y llena de temores que los medios suelen llamar "el gran público". La productora hizo evidente su disgusto y sus compañeros de trabajo airearon los problemas que les causaba la vida licenciosa de Sheen.

Al acoso empresarial, mediático y laboral, Sheen respondió como si en verdad fuera su personaje de Two and a Half Men: con ironía e inteligencia. Defendió su vida privada, explicó que en el mundo estaban pasando cosas mucho más importantes que sus orgías y se burló de los ejecutivos de Warner diciendo que durante años habían explotado su imagen de misógino y adicto y que no tenía sentido que de pronto empezaran a escandalizarse de sus excesos. Incluso se burló de las críticas de sus compañeros actores y les prometió que pronto iría a grabar y que todos volverían a ganar dinero y a ser felices.

Pero el acoso no se detuvo. Sheen había equivocado su defensa y no había advertido que, así como el no podía dejar las drogas ni las mujeres ni la bebida, el gran público no podía dejar de disfrutar del escándalo ni los medios podían dejar de explotar una veta tan jugosa como la que él estaba ofreciendo. Alguien debió advertirle a Sheen que él encarna los verdaderos intereses de la época: el dinero, el éxito y el sexo, y que por eso nadie iba a descansar hasta no sacar de él todas y cada una de sus miserias.

Había empezado el show y Sheen, que es divertido pero no muy sagaz, se prestó a participar en él. Una sucesión de entrevistas, una prueba de drogas ante las cámaras, la exhibición pública de sus hijos con otra actriz porno incluida y un montón de burlas y declaraciones lo llevaron a cometer el peor y último de sus errores: ridiculizar en vivo y en directo al productor judío de la afamada serie de televisión.

De pronto, Sheen era su personaje en la vida real y ya no causaba risa. La distancia que suelen dar las pantallas había desaparecido y el adicto que durante años había dado mal ejemplo a los espectadores había saltado al mundo real y estaba enfrentándonos a todos. Había que reaccionar, planear la venganza, poner las cosas en su sitio, destruir al atrevido.

Warner echó al actor, canceló la serie y usó su poder para desacreditar a un hombre al que antes mimaban. El acoso fue tan notorio que una parte del público decidió ponerse de parte de Sheen. El actor abrió un perfil en Twitter y consiguió millones de seguidores en menos de un día. Dijo que aceptaría un becario para sus nuevos proyectos y recibió 70 mil peticiones y ha podido darse el gusto de mostrarse altanero y de recibir aplausos por hacerlo.

Pero, lo cierto es que Sheen va en declive. Los jueces lo han apartado de sus hijos, su mujer lo ha echado, se ha quedado sin trabajo y, lo más importante, sin su jugoso salario. La condena ya ha sido proferida y aunque millones de fans le sigan dando palmaditas en la espalda, la sociedad y los poderes que la manejan lo han condenado y no lo van a perdonar hasta que no se arrastre y pida perdón por lo que ha hecho.

Ya lo veremos como a Bill Clinton, llorando ante las cámaras y renegando de la coca, la violencia y las actrices porno. Tendrá que decir que nadie es más bueno y mejor intencionado que un productor de televisión judío y también tendrá que conseguir que su esposa lo perdone en público. Bien sea volviéndola a seducir o pagándole una suma de dinero que les parezca apropiada a todos aquellos que prenden la televisión o entran a Internet o leen los periódicos para saber cómo se va desarrollando esta tragicómica historia.

Si pide perdón, lo perdonarán y él volverá a protagonizar una comedia y todos volveremos a reír tranquilos. Volveremos a sentarnos en el sofá con la seguridad de que los monstruos están en la pantalla y que nunca más se atreverán a saltar a nuestro mundo porque tenemos quien los combata, lo destroce o, simplemente, se niegue a firmar el cheque mensual con el que se les paga.

Si no lo pide, igual Sheen acabará por autodestruirse. Y cuando ya no quede nada de él, cuando la última noticia se haya publicado, comprobaremos que su terquedad ha sido inútil porque igual estará vencido. Enterrándolo, podremos volver a reír y a disfrutar incluso de una nueva producción donde actúe porque ya no será peligroso, será como todos nosotros, un hombre que se toma sus tragos y comete su pecaditos, pero que es incapaz de poner en entredicho el sistema.

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Jake_Green
12-03-2011, 11:50:14
me parece muy parcializado el articulo.

no se si sepan, pero antes de protatgonizar la serie charlie sheen ya era asi.

de hecho, hace varios años, una Madame de hollywood, HEIDI FLEISS (la que maneja prostitutas de elite) fue arrestada por cargos de prostitucion y eso, y adivinen a quien llamaron a testificar, no se si a favor o en contra, pero si, era charlie sheen, quien fue cliente de ella, aparte sheen tuvo problemas con la droga desde hace mucho tiempo.

ese man desde hace mucho a sido adicto al sexo y todo eso, me parece muy pelle, porque los creadores de la serie se fijaron justo en él porque el papel de sharlie harper le caía como anillo al dedo, ahora se tiene iske que disculpar por sus actos, sabiendo que el siempre a sido asi.

no respeto tampoco algunos actos de altanería de sheen, tampoco lo defiendo al 100% porque tambien la a cagado, aun así es buen actor y por él se beneficiaron muchos, era la gallina de los huevos de oro, asi que muy doble moral criticarlo y creer que él se convirtió en el personaje cuando él ya era así y fueron los creadores y productores quien explotaron ese modo de vida y se beneficiaron de ello.

John Locke
12-03-2011, 13:30:39
Esees el precio de la fama... y de tener dinero en exceso con una cabeza mal puesta, o dos cabezas mal puestas je je je.

MiL0
13-03-2011, 20:55:43
Eso ya se sabia del man!! :)