unos chistes

[Ayudante De Santa]

[cabronjv]

El esposo de Susie entraba dentro y fuera del estado de coma durante varios meses. Las cosas se pusieron feas, pero ella estaba a su lado de la cama cada día. Un día, mientras que retrocedió en la conciencia, le hizo señas para que ella se acerca a él. Ella sacó la silla cerca de la cama y se inclinó hacia su oído cerca de ser capaz de escuchar.

"Usted sabe-le susurró, con los ojos llenos de lágrimas," que ha estado conmigo a través de todos los malos momentos. Cuando me despidieron, usted se pegó a mi lado. Cuando mi negocio fue bajo, ahí estabas tú. Cuando perdimos la casa, estabas allí. Cuando me dispararon, Cuando mi salud comenzó a fallar, todavia estabas a mi lado. "¿Y sabes qué?"

"¿Qué, cariño?" -preguntó suavemente, sonriendo su esposa.

"Creo que tienes mala suerte."



Un hombre entra en un bar con su perro. Se acerca a la barra y pide una bebida.

El camarero dice "No se puede traer a ese perro a aquí!" El chico, sin perder el ritmo, dice: "Este es mi perro guia".

"Oh hombre," el camarero dice: "Lo siento, tenga, la primer bebida la compro yo." El hombre toma su bebida y se dirige a una mesa cerca de la puerta.

Otro tipo entra en el bar con un Chihuahua. El hombre lo ve, lo detiene y le dice "No se puede traer a ese perro de aquí a menos que le dices que es un perro guia."

El segundo hombre amablemente le da las gracias al primer hombre y sigue a la barra. Él pide de beber. El camarero dice: "Oye, no puedes traer a ese perro a aquí!"

El segundo hombre responde: "Este es mi perro guia". El camarero dice: "No, yo no lo creo. No tienen chihuahuas como perros guias".

El hombre hace una pausa de medio segundo y responde: "¿Qué?! Me dieron un Chihuahua??"




Dos ancianas fueron conduciendo en un coche grande - tanto apenas podían ver por encima del salpicadero. A medida que llegaron a una intersección. El semáforo estaba rojo, pero siguieron conudciendo y se lo atravesaron. La mujer en el asiento del pasajero pensó "creo que me vuelvo loca, podría haber jurado que nos atravesamos una luz roja."

Después de unos minutos llegaron a otro cruce y la luz era roja y otra vez se lo atravesaron. Esta vez la mujer en el asiento del copiloto estaba casi seguro de que la luz había sido rojo, pero le preocupa realmente que estaba perdiendo la cabeza. Ella estaba nerviosa y decidió prestar mucha atención a la carretera y el siguiente cruce para ver lo que estaba pasando.

En la siguiente intersección, por supuesto, la luz era roja y que definitivamente lo atravesón y se volvió hacia la otra mujer y dijo: "Mildred! ¿Sabía usted que acaba de atravesar a tres luces rojas seguidas! Usted nos podría haber matado ! "

Mildred se volvió hacia ella y le dijo: "Oh, estoy conduciendo yo?"