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Ver la Versión Completa Con Imagenes : El "embajador de la India" que engañó a Neiva


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Tyler Durden
15-01-2011, 09:22:11
Sensacional Aventura de un Seminarista Extraviado

Nota de la redacción: En los últimos tres años y muy fielmente todos los domingos el Diario del Huila presenta a sus lectores el cuadernillo cultural, social y político, Facetas que se ha convertido en un gran documento periodístico bajo una mirada clara de la Fundación Tierra de Promisión que dirige con gran acierto el doctor Guillermo Plazas Alcid. Hoy ellos también están de cumpleaños y como homenaje reproducimos el artículo central de su primer número, dedicado a la narración costumbrista, mágica y real sobre el embajador de la India.

*Por Bonifacio Pastrana (seudónimo de Víctor Manuel Cortés Vargas). Intelectual de aguda inteligencia y vasta cultura, integrante del grupo literario “Los Papelípolas” con Gustavo Andrade Rivera, Darío Silva, Luis Ernesto Luna, Rubén Morales y Julián Polanía Pérez, en los frenéticos años 60. Escribió con varios pseudónimos: Ángel Sierra Basto, Bonifacio Pastrana, Ataulfo de Silva y Pérez, entre otros.

Compañero de oficina de Guillermo Plazas Alcid, con quien compartió actividades profesionales, políticas y periodísticas. Buena parte de su producción intelectual se encuentra en El Debate, semanario del que fue colaborador habitual. Precisamente allí publicó su famosa crónica: ¡Cinco Días con “Embajador”!, en la edición del 15 de diciembre de 1962, con tal impacto en la opinión que fue preciso duplicar la edición.

Sobre el “Embajador de la India”, se conocen tres versiones escritas:

1. La de Bonifacio Pastrana (Víctor Cortés Vargas) que es la original, escrita en su propio escenario histórico y a escasas horas de ocurridos los acontecimientos, que reposa en el debate. 2. La del arquitecto Eduardo Hakim Murad, publicada en su libro: “Neiva, Moscú e Intermedios” en marzo de 1986, es decir, 24 años después de la versión original. Y finalmente, la del profesor Félix Ramiro Losada Flórez, publicada en 2002 bajo el título de “El Embajador de la India y Otros Cuentos”. Existen diferencias entre la primera y las dos versiones posteriores: pero es evidente que estas se nutren sustancialmente de la primera. Jorge Villamil compuso una canción titulada: “El Embajador de la India”, que registró mucho éxito.

Y posteriormente, se hizo una película sobre el mismo asunto que lleva por nombre “El Embajador de la India”, notoriamente ceñida a la versión de Eduardo Hakim Murad, dirigida por Mario Rivera Ferreira y protagonizada por el actor Hugo Gómez, que obtuvo mucho éxito dentro y fuera del país.
FACETAS publica la versión original, es decir, la contenida en El Debate, con el propósito de que las nuevas generaciones la conozcan, y saquen sus propias conclusiones.

Por supuesto, de 1962 a hoy, muchas cosas han cambiado, y algunos protagonistas definitivamente desaparecido. Esto conduce a que quienes por primera vez conozcan el relato del episodio, no alcancen a captar en su esencia y profundidad, el ingenio y la malicia con que está narrado el insospechado suceso.
Es en esencia, una formidable sátira social y política, que el pueblo en su momento disfrutó íntima e intensamente, porque sintió “burlados” a muchos de sus supuestos “burladores”.
*Reseñado por Guillermo Plazas Alcid.


EL FIASCO DEL AÑO

El acontecimiento mayúsculo de 1962, indudablemente, fue la visita a Neiva del “Señor Embajador de la India” ante nuestro gobierno Shri Lacshama Dharhamdahaj. Su visita coincidió de modo prodigioso con las palabras de Darío Silva Silva, pronunciadas en el descubrimiento del mural del maestro Luis Cháux, cuando dijo: “En el Huila es falsa la grandeza y la ignorancia superabundante”. Porque en realidad el supuesto diplomático vino a servir de metro de la estatura de nuestra dorada mediocridad, de nuestra élite, ávida de grandeza, que quiere conseguís con genuflexiones pero sin lucha.
Claro que EL DEBATE también cayó en la mixtificación. ¿Pero cómo iba a dudar nuestro máximo periodista criollo, Fermín Segura Trujillo, de la verdad que convalidaban los agasajos y atenciones y el asfixiante círculo que nuestra gran sociedad tendió alrededor del supuesto Embajador? El periodista narra lo objetivo, pero no tiene por qué hacer investigaciones, de identificación de los personajes ni la facultad de pedir credenciales. Tal vez el único error fue el de que Segura acuciosamente ayudara al visitante a encontrar los términos exactos para expresar la idea que se le escapaba cuando pensaba en indostano, o en francés, y no podía localizar el vocablo castellano equivalente.


LA REALIDAD DE SHRIRI LAC-SHAMA DHARHADHAJ

El embajador es don Jaime Torres. Uno de los más interesantes hombres que haya venido al Huila. Tiene, sin duda, el toque de demencia equilibrada que distingue a los individuos singulares. Ni alto ni bajo, de un color trigueño melado, bien proporcionadas las facciones, rostro romboide, lacio el cabello negro, fluida, erudita y agradabilísima la palabra. Frisa entre los 28 y los 30 años y dice que es profesor de idiomas en la capital de la República. Es natural de Yaguará.


DEL SEMINARIO A LA DIPLOMACIA

Fue seminarista durante cuatro años y medio en Garzón. Estudió en el Liceo Luis Pasteur y en el colegio Santo Tomás de Aquino. En el Seminario aprendió violín. Sabe latín, y ayudar a misa. Presumimos que domina el inglés, francés, alemán, portugués e italiano. Tiene un extenso barniz de espesa cultura y la inapreciable habilidad de hacerlo aparecer como profundidad de conocimientos generales en todas las ramas de la actividad, ora intelectual, ya política, o comercial. Es una enciclopedia de conocimientos geográficos y lo mismo embrutece al auditorio disertando sobre las bellezas de Nueva Dehli que describiendo los paseos y monumentos de París. Su charla es sustanciosa, equilibrada, amena y vivaz.


CÓMO SURGIÓ EL EMBAJADOR

Llegó a Neiva el segundo lunes de diciembre con el “único fin” de descansar de sus “labores docentes”. Se inscribió en el Hotel plaza como Jaime Torres y, de pronto, no la poca, sino la excesiva imaginación opita lo convirtió en nada menos que en el Embajador de la India, en Shari Lacshama Dharhamdhaj. Aceptó, complacido, y resolvió desempeñar a la mayor perfección su intrincado papel de príncipe hindú. El problema de no portar vestuario típico lo resolvió explicando que en las lavanderías de Neiva no había quién pudiera plancharle su turbante.

Y vinieron los agasajos, los reportajes, las fiestas y homenajes. Y mientras contenía su carcajada resolvió olvidarse del castellano, hablar trabado, dialogar en francés, comportarse con todo el rigorismo del protocolo de las cancillerías y gozar en toda la plenitud de las reverencias, genuflexiones y besamanos de que se le hizo objeto.

El primer lunes de su estada en Neiva, practicaba ejercicios de yoga (vieja costumbre suya) en la terraza del monumental hotel. Un rastacueros que así lo observaba con atención rayana en admiración, y que, viendo en su rostro cierto toque etnológico del legendario Oriente, quiso congraciarse con este emparentado espiritual de Vivekananda, le interrogó si era Oriental, a lo cual Jaime respondió jacarandosamente que era el dios Vishnú pero que en Colombia figuraba únicamente con el profano rango de Embajador de la India.

Y la noticia se difundió con la rapidez chismográfica de Neiva. Era un secreto que todos debían saber que el Embajador de la India nos visitaba. Prolijo sería enumerar todas sus actividades a partir de ese instante.

Las sintetizamos, así, poniéndonos a tono, desde luego, con la personalidad imaginativa de Jaime Torres, quien, por otra parte, al preguntarle el por qué de sus actuaciones, nos respondió sonriente: “Soy un tomapelista. Soy la oveja negra y el mamador de gallo de la familia. Y todo lo hice bien porque las gentes que me atendieron demostraron desde el primer momento cierto aire distraído de ser tontas y aduladoras. Lo hice, porque tengo un buen calibrado sentido de la irresponsabilidad y creo que el hombre responsable es un mediocre. Estoy en plan de vacaciones, las vacaciones son para gozar, y problema terminado”.


UN VIEJO CONOCIDO

El mismo lunes, cuando recorría el comercio, trabó conocimiento con don Álvaro Díaz (‘Aldichar’) quien al enterarse de la personalidad del visitante le obsequió un maletín con membrete destinado a difundir su nombre y razón social en la India; llamó al secretario de gobierno y lo hizo partícipe de la honra de tener al diplomático en su ferretería. Incontinenti le enviaron las tarjetas de los clubes que le abrían las puertas, se le ofrecieron los carros oficiales y, se le puso un helicóptero a sus órdenes. Horas más tarde el Gobernador en pleno lo localizó en la terraza del Hotel Plaza. Y como acudieran allí algunos gerentes de la Banca y de la Industria, y connotadas personalidades de nuestro alto mundo social, la conversación llegó al momento de su descubrimiento, cuando practicaba yoga. Y sobre este interesante tema los visitantes empezaron en mangas de camiseta, a recibir su primera lección de gimnasia oriental.

Fue en este mismo día cuando don Adán Gutiérrez corroboró el carácter del Embajador. El suntuoso gerente del Almacén Londres lo había visto en el Hotel Continental de Bogotá y estaba vivamente impresionado porque siempre se sentaba a manteles con una chica distinta. Fue entonces cuando, lógicamente conocía parte del harén particular del señor Embajador en Bogotá, y sugirió que para estar a tono con las tendencias poligámicas del personaje, para la recepción oficial las empleadas se hicieran caprichosos y exóticos peinados y se estrenaran los trajes más seductores que tuvieran preparados para las fiestas de navidad.

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
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Tyler Durden
15-01-2011, 09:22:47
ENTRE ROTARIOS

Este instituto internacional que agrupa en Neiva la espuma de la sociedad no podía quedarse sin el enigmático príncipe. En efecto, el martes por la noche y de improviso, se vio llevado a elegantes salones. Como es natural, y siendo cebuistas la mayor parte de los rotarios, sin olvidar que en la India el cebú tiene su imperio, la disertación fue sobre la excelsitud de esta raza. Alabó los profundos conocimientos que exhibieron algunos rotarios sobre la tal ganadería y remató sus palabras ofreciendo en venta para reproductor el mitológico buey Apis, oferta que produjo natural entusiasmo y plurales deseos de adquisición. Para hacer justicia y ante tanta demanda la ecuanimidad del Príncipe optó por abandonar a la suerte los beneficios que traería la importación del exótico cuadrúpedo. Se convino una nueva reunión para rifar el egipcio avechucho entre las ganaderías de Trapichito, Buenavista, La María, La Angostura, La Palma y Larandia, aún cuando el fondo ganadero amenazó tratar la cosa por lo alto, por la Cancillería.


DÓLARES PAISAS

El Príncipe no quiso que su principal cicerone, el Dr. Aurelio Ferro Falla, le cambiara en míseros billetes colombianos un cheque en dólares sobre un Banco Estadinense. Y como llegó la amarga hora de pagar la cuenta, don Jorge Moncaleano buscando la economía, en lo cual es técnico y especialista, significó a “su Excelencia” que el Banco Comercial Antioqueño y su jugoso bolsillo particular podrían prestarle los dólares que le solicitara. Su Excelencia no los quiso recibir, porque, temió que no fueran de los que hace circular el gobierno de los Estados Unidos, sino dólares paisas de imposible circulación a la hora de la verdad.


OTRA BECA

Nuestro más famoso periodista –y famoso como director de la Extensión Cultural-, se le puso de repecho a Pandit Jaime. Con la visión intuitiva descubrió enseguida al intelectual y periodista, y como en ese momento acababa de ofrecerle a Vargas M. una beca para estudiar farmacia y lavandería en la India y a Rafael Ospina Buendía un curso sobre contabilidad y manejo de personal especializado de OO. PP., en el mismo país, no pudo menos que extender su generosidad a Jorandrade, para completar la trilogía, y así le ofreció formalmente becarlo para altos estudios de periodismo en Bombay, con los cuales completaría el padre putativo de Concepción Cometa sus avanzadas investigaciones en la Península Ibérica. Jorandrade, expresó sus temores de llegar a angustias económicas en el extranjero y estas le fueron disipadas con la promesa de que en treinta días en las posesiones principescas sería graduado como domador de elefantes y que, como entrenado de estos paquidermos, holgaría económicamente en sus giras y placeres la legendaria tierra de Nherú.


EL SUEÑO DE UN LORO

La comida que se ofreció el miércoles en el Club Campestre fue terrible para el Príncipe. Porque guardando normas atávicas, no obstante que siendo “Agregado Cultural” ante el Vaticano fue convertido al catolicismo por el Cardenal Grattia, no podía aceptar los platos preparados con la carne de la vaca sagrada. Allí lo intoxicaron con omelet con queso, whisky, arepas, bohío, ensalada espantosa. Fue allá mismo la disertación sobre la cultura agustiniana y la tesis de que el tesoro de esmeraldas de la nación hindú se llevó desde las minas de Coscuez tres mil años antes del redescubrimiento que hizo Cristóbal Colón. Fue allí donde al hablar de folclor, para ilustración del visitante, Aurelio Ferro y el Sapo Villoria bailaron un acompasado bambuco sin saberse quién llevaba a quién porque ambos se emocionaron.
El capitán de aviación Héctor Jiménez Granada (‘el loro’) expuso sus tesis sobre corrientes y montañas, navegación a ciegas, causas de los accidentes y todos sus apreciables conocimientos aeronáuticos. Lacshama no podía menos que aprovechar los servicios de este experimentado piloto intercontinental y lo nombró aviador de las Indian Airlines exigiéndole como requisito previo e indispensable aprender primero el manejo de aviones en reverso.

Tyler Durden
15-01-2011, 09:23:17
LA CAMISETA DE CAVICAS

El doctor Abelardo García Salas en gesto de opita hospitalidad y desprendimiento de supina grandeza, le regaló al incógnito embajador una camisa que había costado sus buenos ciento veinte pesos. Pero, oh, gran desilusión, ¡cuando el distinguido galeno supo que no había tal embajador! Quiso recuperar su valiosa camisa. Pidió que se descamisara al Príncipe. Por eso éste al ser interrogado sobre su grata permanencia en Neiva y de posibles detalles que le hubiesen causado disgusto, manifestó en nutrido corrillo el día de su libertad: “Lo que más me ha disgustado es la insistencia de Cavicas para recuperar su camisa. Yo pienso volverle una docena, pero en empaque de Navidad”.


LA JOYA DE LA FAMILIA

Todo sirve en la vida. Al menos sirvió la visita “diplomática” para conocer al fin la generosidad intestada del Sapo Villoria. Hechizado ante la magnífica personalidad, conturbado porque el “embajador” en su poco dominio del idioma español no quiso entender sus retruécanos rimados, resolvió entrar al corazón de “Su Excelencia” poniéndole en el dedo una antiquísima joya de la familia, gentileza y preciosidad que éste rechazo porque “No quería tener la pesadilla de recordar al Sapo”.


PASTO DEL DESIERTO

Ignacio Solano fue el más feliz intérprete. Durante horas dialogó en su exquisito francés añorando las bellezas de París, San Sebastián y Barcelona. El visitante le expresó todas las cosas que le gustaban de tales ciudades, sin confesar que en ellas hubiera estado. Cuando trataron de ganadería alabó el pasto del desierto, impertérrito a las sequías y siempre jugoso y nutritivo. Se obligó a enviarle por valija diplomática, junto con un objetivo para la filmadora de ‘Aldichar’, diez quilos de semillas de tal gramínea, o zahína.
Quizá por estas charlas o tal vez por las medidas de las primeras damas para la confección de los albornoces típicos que el Príncipe les ofreció con sendas esmeraldas en los graciosos turbantes, manifestó a su suegro las sospechas que abrigaba sobre la autenticidad del diplomático. Nunca lo hiciera. Jamás se ha visto tan enojado a Eugenio Ferro. Su yerno dudaba de una verdad de a puño, ponía en tela de juicio la personalidad de su ídolo y frustraba la posibilidad de una tarjeta de presentación dirigida a Nerhú, carta blanca para su próximo viaje a India.


LA IMPORTANCIA DEL NÚMERO

La trastienda de Lemontes es un consagrado lugar de cita de nuestro alto mundo masculino. Es allí la síntesis de la actividad social. La más exquisita tertulia neivana. Allí se agasajó, obviamente, al Lacshama. Allí fue donde Aurelio desde el diente del orinal hizo señas de seis con los dedos, a Lemontes. Y al acercarse don Luis Eduardo a confirmar si pedía seis tragos o seis botellas, recibió la tremenda confesión: “Seis idiomas domina el pizco”.


CORTESÍA GARZONEÑA

Nuestro secretario de gobierno es de Garzón y ello basta para saberlo expedito en las ceremonias en las ceremonias de la corte obispal. Estuvo pendiente del teléfono siguiendo los pasos al Príncipe y no satisfecho porque éste se negó a aceptar para sus correrías por la ciudad el carro oficial.
Dicen, y nos parece lógico, que como primer saludo protocolario, quizá distraído pensando en el protocolo diocesano, le besó el anillo. Pero toda esta cortesía garzoneña palidece ante las atenciones de que fue víctima el embajador en la fiesta de la patrona de la artillería.

Allí se excedió el rebusque musical del anfitrión para agradar a Pandit que era el epicentro de toda atención. Allí de decepcionarse porque “el embajador no baila”. Allí la superación a las agilidades de culinaria consular de Carlos Alberto Gutiérrez que se desvivió en el Hotel porque los manjares fueran adecuados a tan ilustre huésped.

Allí la discusión de la lista de 250 invitados para la cena que daría el diplomático en la noche siguiente y el tachar los nombres, reponerlos, husmear pergaminos, brillar ancestros, relucir los rancios abolengos para que esa cena correspondiera por sus asistentes a sangre azul que muchos pretenden.

Y es una lástima que la cena no ocurriera, pues sabemos que Jaime Torres esperaba rematar su broma, manifestando ante tan selecta concurrencia que no era tal embajador de la India y que por tanto solicitaba que cada comensal depositara cien pesos al pie del plato para pagar su cubierto.


EL EPÍLOGO

Jaime Torres regresará ahora a Bogotá, no con pasaje diplomático, pero quizá gratuitamente por cuenta de los fondos de transporte del presupuesto del DAS. Su único delito en Neiva fue dar el tema de conversación para esta Navidad. Haberse reído de burladores ahora burlados. Alternar sin un desliz con nuestros hombres más eruditos, de más mundo, más viajados, más campanilludos y suspicaces.

Si alguna autoridad lo reclama, cosa que no estamos en capacidad de afirmar, ello no nos incumbe, pero pensamos con cierta nostalgia que quizá sea una verdad como un templo que las gentes que se dejaron “descrestar” por Jaime Torres, nuestra élite, sea como él la definió: “de aire distraído, tontos y aduladores”.

Que quizá, como también lo dijo: “No habría emprendido la broma si hubiera estado aquí el senador Felio Andrade, porque él es el más sagaz de los diplomáticos que he conocido y el más inteligente de los huilenses”. ¿…O será esta la lapidaria frase suya…otra de las suyas, o una “puñalada marranera”…?

*Inicialmente publicado en EL DEBATE, en diciembre 15 de 1962, y reproducido en la primera edición de FACETAS el 8 de agosto de 2004.

http://www.youtube.com/watch?v=GUZ6ys8VAZo (http://www.youtube.com/watch?v=GUZ6ys8VAZo)

۞ZZY MARAÑAS
15-01-2011, 11:59:58
yo me vi la pelicula, que cajaaaaaa ahi esta la idiocincracia y la ingenuidad de los colmbianos

..::B.D.S.M::..
15-01-2011, 12:07:09
jejejejeje

R4_JOTA
16-01-2011, 00:00:28
Tambien me vi la cinta, mera caja con ese man... tumbo hasta el putas alla...

Hannibal Lecter
16-01-2011, 11:52:31
yo me vi la pelicula, que cajaaaaaa ahi esta la idiocincracia y la ingenuidad de los colmbianos

pero viene a medallo y sale tumbao le cuento.

Tyler Durden
17-01-2011, 09:58:35
Muy caja esa película, de las mejores hechas aquí... es uno de los recuerdos más viejos que tengo... Lo mejor es que cuando al final llegó el embajador verdadero y le dijeron al gobernador este le mandó a decir: "Díganle que coma mierd*"