PDA

Ver la Versión Completa Con Imagenes : Me folla un viejo parte 1


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
wuiliss
10-07-2010, 06:11:22
Soy Cristina; tengo 23 años y estoy casada hace dos años con un hombre maravilloso. Con Pablo nos conocimos hace tiempo el estaba en la Universidad donde él estudiaba Arquitectura y yo estudiaba en una escuela para modelo. Recién casados, decidimos independizarnos y vivir donde nos lo permitiera nuestro bolsillo. Vengo de una familia de buen nivel económico, igual que Pablo. Pero cuando decidimos contraer matrimonio, él recién titulado y yo apunto de egresar, nos propusimos empezar de abajo y sin ninguna ayuda de nuestras familias. Es así como empezamos nuestras vidas en un barrio común y corriente de la ciudad, donde habían tanto casas bonitas como otras bastante feas, y la variedad de estas también corría para con la gente que las habitaba. Por nuestra parte no socializábamos mucho con nuestros vecinos, incluso a Pablo le caía bastante mal nuestro vecino de junto; decía que me miraba bastante y ni siquiera era disimulado como los demás; mas de un encontrón habían tenido por ese tipo de boberías.

A mi parecer Don Tito, que es nuestro vecino, con sus cincuenta y tantos años a cuestas; una barriga cervecera y un rostro de ogro malas pulgas, nunca había tenido la oportunidad de observar tan de cerca una "mujer tan atractiva", cuando le decía esto a mi marido lo relajaba y me devolvía una sonrisa. Además la esposa del viejo, Doña Raquel, era una señora muy amorosa y me entretenía conversando con ella cuando venía a pedirme algo de vez en cuando; así que le pedía a Pablo que no fuera tan antipático con los vecinos de junto.

Por otro lado, y a decir verdad, nuestra intimidad era bastante relajada; por mi lado nunca había estado en la cama con otro hombre que no fuera Pablo y él, aunque con bastante más experiencia, me trataba con mucho respeto; ¿quién sabe? Quizá no quería hacerme sentir incomoda. En cierta forma, yo sabia que no me llenaba en la cama, pero me lo negaba a mí misma.

Bueno, creo que con esta pequeña introducción, se darán cuenta de cómo estaba mi vida; en general bastante normal y por lo mismo, si me hubieran dicho lo que iba a pasar nunca lo hubiera creído.

Todo empezó hace unos seis meses. Como ya les dije, la vida sexual con Pablo no era muy buena; lo que quiero decir es que me hacia sentir que no lo complacía como hombre y eso me apagaba como mujer. Cada vez me fui sintiendo más necesitada.

Pablo trabajaba en una empresa constructora y le pagaban bien, mientras yo trabajaba en casa dedicada a mi examen, para obtener el titulo de abogada; teníamos fe que pronto me titularía y empezaría a aportar para obtener nuestra casa soñada.

Una tarde hacia tanto calor que me puse unos jeans ajustados, una blusa bastante ligera, y salí por unos refrescos. En la calle me percate que más de alguna mirada iba dirigida descaradamente a mi trasero o a mis pechos. Lo más sorprendente fue que me di cuenta que me excitaba, cuando veía a algún viejo verde o a algún chiquillo mirando mi cuerpo me mojaba y no podía evitar caminar de forma sensual para provocar más miradas. Cuando empezaron los dichos atrevidos como "mira que culazo"; "buenas tetas señorita"; "tienes cara de mamadora" o "te gusta parar vergas", mi excitación ya era demasiada. Llegué a casa sólo a encerrarme en el baño a masturbarme, y no les miento cuando les digo que estuve cerca de una hora orgasmo tras orgasmo, fue genial. Fue ese día que nunca olvidaré, fueron los recuerdos de esas miradas y de esos atrevimientos de hombres ¡excitados y deseosos! los que me dejaron satisfecha, mi noche fue tranquila y relajada, si que me sentía bien, pero no duró mucho. A la mañana siguiente Pablo ya no estaba, se había ido a trabajar, y yo me quedé sola con los recuerdos. No me tardé mucho en tomar los mismos jeans y una blusa aún más ajustada y salir a caminar, sólo a caminar, a observar y a escuchar. Los comentarios soeces no demoraron en aparecer y lo ocurrido el día anterior volvió a suceder.

Al día siguiente volví a salir, y el siguiente y el siguiente. Empecé a hacer más ejercicio para verme mejor, me compré maquillajes más coloridos e incluso prácticaba las formas de caminar más sensuales. Definitivamente era feliz con mi nuevo hobby, me daba cuenta que las miradas y sobre todo los dichos de aquellos extraños en la calle me llenaban de erotismo, me hacían sentir mujer, y en un barrio de esas características no era difícil encontrar algún sujeto que te mirara descaradamente y te dijera alguna grosería, incluso la diferencia de estatus social me provocaba locas ideas que resultaban en excitación, era como una bella princesa entre plebeyos hambrientos y deseosos de carne fresca... sucios y mal olientes plebeyos deseosos de mi Carne.

Un día que estaba muy excitada; fue un Miércoles, si, si que lo recuerdo. Esa mañana en especial estaba muy inquieta, y pensé que esa salida debía ser especial. Me puse una falda a medio muslo, bastante ligera para que destacara la forma de mis nalgas, desnudas pues mi pequeño tanga ya había sido absorbido por ellas; arriba sólo una blusa apretaba mis pechos donde se notaban mis pezones parados y duros; deje mi cintura al aire libre y unas sandalias con taco completaban mi increíble atuendo.

Salí de casa dispuesta a llamar la atención de cualquier hombre que se me cruzara por delante. Caminé mucho ese día y escuche muchos comentarios asquerosos. Al rato de haber salido de casa, crucé el Parque Central y un viejo mal viviente estaba sentado en una banca. Desde que lo vi de lejos sabía que me iba a decir algo fuerte, incluso sentí cierta emoción cuando me acercaba con mí caminar coqueto mejor ensayado. Pasé junto a él y lo escuché, es imborrable en mi memoria, él me dijo con una voz carraspera y hasta podría decir malévola "Déjame lamer tu coño, puta". Sentí una verdadera carga eléctrica recorrer mi cuerpo, me sentí empapada de un instante a otro, fue como un orgasmo instantáneo. Paré por un segundo y luego como pude seguí caminando, asustada, emocionada y sobre todo excitada. Nunca me habían llamado así, de pronto todo era tan claro, así me gustaba sentirme; sucia, provocativa, rastrera ¡toda una puta!. En esos momentos sólo quería estar en casa, necesitaba masturbarme. Me di cuenta que había caminado mucho, estaba lejos y me sentía ansiosa. Decidí tomar el autobús, me dirigí a la parada más próxima y me subí al primero que iba en dirección Sur. Cuando llegué a casa me dirigí directamente al baño, di el agua para darme un baño de tina. Planeaba quedarme ay por un par de horas; tocándome, excitándome, autosatisfaciéndome. Estaba desesperada y ansiosa "Déjame lamer tu coño ¡puta!" sonaba en mi cabeza y me producía escalofríos. La tina estaba casi llena y me disponía a cerrar la puerta del baño cuando sonó la campana de la puerta, “Mierda, ¿quién puede ser?” pensé. No acababa de decidir si atender a la puerta o no cuando tocaron otra vez. Cerré la llave de la tina y fui a ver quién tocaba, no quería que nada me distrajera y un payaso tocando insistentemente a la puerta claro que me distraería.

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
wuiliss
10-07-2010, 12:05:00
es super cachondo gracias

wuiliss
13-08-2010, 02:10:30
subir primeros puestos

DUROMAN
21-03-2012, 08:28:15
ta bueno¡¡

alexelmoro
22-03-2012, 13:40:52
no hay concordancia entre la 1ra y 2da parte falta algo,empatala paraleerlo bien ok,pero bueno hasta ahora