Historia de tres

[Ayudante De Santa]

[hecafe7]

YA EN CAMINO AL APARTAMENTO. QUE RICO ME DIJE.....

Por fin y después de que esta sexy y bella mujer me excito tanto en la taberna, nos dirigíamos a el apto y aunque ustedes no lo crean veníamos acompañados de su esposo
En el camino me pude dar cuenta que eran una pareja que manejaban bastante complicidad sin que por esto sus sentimientos fueran a cambiar, se aman profundamente y eso era lo más importante, no era tal el cuento de que eran amigos, eran, o mejor dicho son pareja.
Esa situación me excito mas y mas, como puede alguien permitirle a su pareja que satisfaga sus más calientes fantasías, pues si, se lo permiten y lo disfrutan.
Mientras llegábamos al apto en el auto se empezó a gestar toda una situación fabulosa y sensual, yo venía manejando y ella y el venían atrás, de un momento a otro se empezó a oír una gran petición por parte de ella,
- amor quiero que me lo hagas ya , para que nuestro amigo se sienta a gusto y se antoje mucho de mí, quiero que lo hagas de tal manera que no pueda conducir y tenga que parar, pero eso ya no era necesario, ese espejo retrovisor no era nada para lo que se veía atrás, lo cual me hizo frenar.
Ella le soltó rápido el cinturón y su verga salió de el, y se perdió en esa boca rica y dulce que quería morder también mientras lo chupaba el empezó a frotarle su clítoris de tal manera que empezó a gemir, no sé si era por el disfrute que sentía al hacérselo a su esposo o por la masturbada que este le hacía, en cuestión de segundos su ropa ya no le pertenecía y sus ricas tetas se mostraban desafiantes, el las agarro entre sus manos y empezó a chuparlas de tal manera que creí que me iba a morir, ella se empezó a montar encima de la verga de el dándome la espalda y pude ver ese gran culo como se movía de manera exxxxpectacular, sus movimientos eran lentos y rápidos, lentos y rápidos, estaba a punto de venirme.
De repente empezó a mirar hacia atrás y me dijo sácate la verga la quiero ver, solo la quiero ver y eso si bien parada para mí. Eso no era nada difícil yo ya no podía hacer nada para evitar ese estado en el que se encontraba.
-Métemela duro le decía a el, mientras seguía moviéndose de una manera que solo ella lo sabía hacer, luego me dijo:
-Te permitiré que toques mi cadera, pero nada más así que aproveche y sentí toda esa tersura que tenían esas ricas nalgas-
-te gustan me dijo, le dije
Si-
-Bien me respondió si te portas bien tal vez lo podrás disfrutar como mi esposo lo está haciendo te gustaría.
-Si, solo me limite a responder mientras oía, como sus gemidos se entrelazaban con los de el.
Luego ella se contorsiono de tal manera que pude darme cuenta que acababa de tener un gran orgasmo, pensé dentro de mí, así la quiero para mí. Y no sé cómo diablos sentí como con su mirada me quería responder yo también lo quiero así.
Al llegar al apto este era bastante acogedor, pero eso era lo de menos, lo caliente y cuando hablo de caliente me refiero a lo hot, olía a sexo por todos lados, con decirles que lo primero que vi al entrar fue una tanga tirada en el piso, acaso testigo excepcional de las faenas de sexo y mucho placer.?
Entramos y lo primero fue ver como ellos se tiraron sobre el sofá y ver cómo le metía mano entre sus nalgas apretadas y exquisitas, y ella le respondía de la misma manera pasándole la mano por sobre la verga que se le veía ya bastante templada, les aseguro que la mía tampoco era la excepción.
-Amor, de repente dijo ella le harás dar celos a nuestro invitado.
Yo los miraba y solté una risa nerviosa o tal vez estúpida, de ver cómo podía ser testigo de eso y no poder disfrutarlo.
Para mi asombro el esposo se paro y dándome una palmada en la espalda me dijo, tranquilo amigo estas en nuestro nido de amor y si mi mujer te trajo es porque eres digno de estar en ella y disfrutar de lo que en ella hay, al oír eso me sentí muy tranquilo y me sentó al lado de ella, mientras decía, mi mona, voy por unos tragos y tu, mientras, atiende a nuestro amigo se una buena anfitriona, y más tardo en decir eso y perderse tras la pared de la cocina que ella sentarse encima de mí, con sus nalgas fuera de la diminuta falda que tenia, que placer sentirlas todas calientes, paradas y apretadas, solo para mi, además que ese movimiento sensual me hacia estallar
-Me deseas me pregunto mientras su mano se frotaba sobre mi verga que se quería salir de ese pantalón.
-Dímelo me lo volvió a preguntar y te compensare de la mejor manera,
-acaso mi verga no habla por mí, le respondí, no es suficiente
-quiero que me lo digas y tal vez te vaya mejor si me lo dices replico, mientras su mano me seguía apretando mi verga y buscando mi cinturón también.
-Te deseo solo atine a responder que rica que estas, ese tremendo culo que tenes y esas tetas ricas que me las quiero comer toditas.
En ese momento se desencadeno toda una serie de acontecimientos de alto calibre mi pene bamboleante se movía por encima de mi pantalón y ella de inmediato se puso frente a el y me dijo de una manera angustiosa para mi, creo que te mereces una mamada como solo yo las sé hacer, hasta ahí, vi mi pene afuera después solo se notaba esa bella boca inflada por mi verga que estaba a punto de estallar, sus succiones eran únicas, deliciosa y húmedas esa gran lengua me la recorría de arriba abajo, mientras esa mirada descarada y matadora veía como me contraía por todo lo que hacía, lo que más me excito fue cuando me empezó a escupir mi glande esas humedades en mi verga rebosante y a punto de estallar me estremecían, sus manos me la recorrían de arriba abajo y mis pelotas hinchadas eran víctimas de un excelente masaje que era suplido por su lengua y boca rica también, no sé cómo pero dentro de esa boca me hicieron estallar, al oír, mi ahhhhhhhhhhhhhhh, se las saco y dejo que mi leche caliente le bañara su rostro arrecho con esa mirada picara y sensual que me hacia gritar mas y mas, luego con mi verga aun templada se empezó a refregar mi semen caliente por todos lados, mientras que con su lengua prodigiosa se limpiaba lo que rodeaba su fina y rica boca.
-Te gusto, esa soberbia mamada que te di?, solo mi estado de indefensión y de completa eyaculación eran la muestra palpable de lo que esta tremenda mujer había hecho en mi
-Esta mamada es la mejor que me han dado y han sido muchas cariño, pero quiero morir, por este placer que me acabas de dar, ella muy picara, se le agacho nuevamente y pasándole su lengua rica, por la cabeza y después de un besito húmedo en toda la puntica me dijo te la mereces.
No se imaginan que mas allá de la mamada tan soberbia que me dio fue la sensación de verla doblegada ante mi verga verla recogida ante ella y ver como ese gran figura, se mostraba desafiante ante mí, la cual empezaba en esa bien formada cintura y ver como se ensanchaba cual dos ríos buscando su desembocadura y terminar en ese gran trasero que se meneaba frente a mí, ahora me dije lo quiero para mí.
Su esposo como siempre tan complaciente con su amor estaba parado al frente de nosotros no sé cuánto tiempo llevaba ahí, pero no me importaba, después de esa gran chupada, que me podría importar.
-Lo disfrutaste mi amor le pregunto.
-Tu que crees amor le respondió mientras se pasaba la mano por su boca y se lamia mi semen, si mi semen, que aun quedaba entre sus bellos y bien formados labios. Que placer...
Pasado este trance subliminal en el que me encontraba y después de recoger un poco de mi energía el la cogió de las nalgas y la empujo hacia el cuarto, ella muy obediente le agarro la verga a el con su mano derecha, mientras que con la izquierda me agarro la mía y nos dijo los quiero a los dos. Y los quiero ya. El deber me llamaba nuevamente a cumplir.