Los diez mejores diez, según el holandés Ruud Gullit [Archivo]

Jean_c

31-05-2010, 07:35:40

Cuando me pidieron que escribiera una lista con los mejores jugadores que haya visto usar la camiseta número diez a nivel internacional, lo primero que tuve que hacer fue preguntarme: ¿Qué hace grande a un número 10?
Por décadas un jugador que usaba el 10 representaba la fuerza más creativa y de más influencia en la cancha. Específicamente, el número era entregado al armador de cada equipo. Pero ser el futbolista más influyente de un equipo no te hace un gran 10. Cuando pienso en los mejores de la historia, pienso en jugadores cuya habilidad de liderazgo estaba acorde con su tremendo talento futbolístico. Al final, esos "Top 10" son individualmente grandes y, bajo el riesgo de caer en un cliché, hacen mejores a los futbolistas que los rodean. Me gusta pensar en ellos como conductores de excelentes orquestas.
Y aunque la práctica de entregar la camiseta número 10 al mejor jugador creativo del equipo ha comenzado a declinar en la era moderna, todavía hay un aura de importancia alrededor de esos dígitos sagrados. Aquí verán mi listado de los mejores número 10 que haya tenido oportunidad de ver a nivel internacional. Muchos de ellos son volantes ofensivos, pero también podrán encontrar goleadores y delanteros asistidores. No fue una tarea sencilla y el resultado no es perfecto.
Con esto en mente... ¡que comience el debate!.
1. Pelé (Brasil): No hay mucho más que decir. La elección de Pelé no puede sorprender a nadie. Ahora bien, no llegué a ver demasiado de Pelé en vivo mientras crecía, pero lo que sí vi desde entonces hace que esta sea una elección sencilla. Era un jugador que poseía un increíble toque y una espectacular capacidad para el amague. También fue uno de los mejores goleadores en la historia del juego, con más de 1.000 tantos anotados. Es el mejor jugador de la historia, y por lo tanto también el mejor en haber lucido la casaca número 10.
2. Diego Armando Maradona (Argentina): Tuve la suerte de jugar contra Maradona muchas veces durante mi carrera. Cuando repaso aquellos partidos, lo que más me impresiona es su control de pelota. Era imposible sacarle el balón de los pies. Era un futbolista extremadamente fuerte y muy bien balanceado, con un centro de gravedad bajo. Nos medimos en varias intensas batallas en la Liga de Italia cuando él jugaba en Napoli y yo estaba en el Milan. Algunos duelos los ganó, otros los perdió, pero incluso cuando Maradona perdía, caía peleando. Era una superestrella y poseía todas las cualidades de un soldado: estaba dispuesto a hacerlo todo paa ganar. Y aunque sus triunfos con Napoli siempre serán recordados, su performance en la Copa del Mundo de 1986, cuando llevó a Argentina hacia el título, fue su obra maestra. Es el mejor futbolista contra el que yo jamás haya jugado, y el que más disfruté al mirar en acción.
3. Zinedine Zidane (Francia): Si pudiera elegir a un jugador de este listado para tener de compañero de equipo, ése sería Zidane. Me gusta llamarlo "El ala delta". A diferencia de jugadores como Maradona, que era un batallador de la pelota, Zidane siempre era todo lo suave que se podía ser con la posesión. Incluso cuando el caos lo rodeaba, tenía el temple y el talento para escurrirse a través de los defensores como si ellos no estuvieran allí. Para ponerlo en palabras sencillas: jugaba sin esfuerzo. Claro, esto no quiere decir que no fuera rudo. Luchaba contigo, si no pregúntenle a Marco Materazzi. Pero su juego, esencialmente, desbordaba elegancia y clase. Todo lo que hizo fue delicado, fino como una seda. Su performance contra Brasil, a los 34 años, en los cuartos de final del Mundial 2006, fue decididamente increíble. Era un verdadero maestro en ese juego y es el hombre con más estilo de toda esta lista.
4. Zico (Brasil): Zico es uno de los mejores líderes de esta lista y uno de los mejores pateadores de tiros libres que jamás haya visto. Un tiro libre pateado por él era más como un penal, lo que es impresionante si se toma en cuenta que la pelota que se usaba en sus tiempos no era la misma que hoy podemos manipular tan fácilmente. Es imposible hablar de Zico y no mencionar el fantástico equipo que Brasil llevó al Mundial de 1982, un conjunto que deleitaba a los fanáticos con su juego. Zico fue, además, uno de los gambeteadores más temibles en la historia del deporte y poseía una excepcional visión de cancha. El mejor ejemplo de esta cualidad fue el clásico que Italia y Brasil disputaron en 1982, cuando enloqueció al defensor Claudio Gentile, antes de tocar delicadamente la pelota al espacio vacío para que un compañero que llegaba solo, Sócrates, marcara un gol para su equipo. Era un jugador brillante.
5. Michel Platini (Francia): El halago más grande que puedo dar a Platini es que todo lo que hacía en la cancha parecía sencillo. Hizo que el fútbol luciera absolutamente simple para sus compañeros con su increíble talento para leer el juego. El hombre, además, era una máquina de anotar y -al igual que Zico- un maravilloso pateador de tiros libres. En 1984 anotó nueve de los 14 goles de Francia en la Eurocopa. El equipo fue campeón. Era un futbolista completo, un verdadero número 10 en su habilidad para ser líder, crear y anotar goles. Y aunque nunca ganó un Mundial (lo más cerca que llegó fue alcanzar dos semifinales), su liderazgo y sus performances dentro de la cancha en los grandes escenarios nunca serán olvidados.
6. Roberto Baggio (Italia): Baggio fue un jugador de muchísima ascendencia en Italia, particularmente en el Mundial de 1994. Desafortunadamente, se lo recuerda en aquella Copa del Mundo por haber fallado un penal en la definición del título, ante Brasil. Pero la gente olvida que si no hubiera sido por Baggio, Italia difícilmente habría alcanzado la final ese año. Su increíble capacidad para amagar en velocidad le permitía cortar las líneas defensivas de equipos enteros y anotar muchísimos goles "fáciles", en los que sólo le quedaba empujar la pelota a la red. Pero también podía patear desde larga distancia. Se transformó en un ícono en Fiorentina y luego en la Juventus, y sigue siendo un jugador muy especial en la historia del fútbol italiano. Nunca olvidaré el hermoso tanto que consiguió frente a Checoslovaquia en Italia '90, un gol que a esta altura ya es un clásico de los Mundiales.

7. Gheorghe Hagi (Rumania): Hagi era un jugador muy compacto que no era para nada tímido a la hora de soltar devastadores disparos de media y larga distancia. Pero también era muy técnico en su juego y en su capacidad de pase. Su rapidez con la pelota era otra de sus fortalezas, así como su habilidad para moverse lateralmente y ganarles las espaldas a los defensores. Hagi era un excelente líder tanto a nivel de clubes como a nivel de selecciones. Con Rumania, tuvo un Mundial extraordinario en 1994, particularmente en el triunfo por 3-2 frente a Argentina, un partido en el que asistió a un compañero para convertir un gol y también marcó uno propio. Hagi también anotó un tanto con un disparo espectacular frente a Colombia en ese mismo torneo.
8. Rivaldo (Brasil): Rivaldo en plenitud fue un jugador excepcional con ese estilo sudamericano tan maravillosamente creativo. Nunca he visto a un jugador hacer goles de bicicleta y hacerlo parecer tan fácil. Era muy alto, lo que hacía que su habilidad con la pelota fuera aún más impresionante. Rivaldo hizo algunas cosas extraordinarias con el balón mientras estuvo en Barcelona y también supo brillar con la selección de Brasil, especialmente en la Copa del Mundo 2002, en la que anotó cinco goles en los primeros cinco juegos del scratch. Uno de sus tantos más memorables del torneo fue el gol crucial en los octavos de final frente a Bélgica, en el que paró la pelota impecablemente con el pecho para controlar y definir. Pero no fue sólo su estirpe goleadora lo que definió a Rivaldo. También era un excelente asistidor. Fue un fantástico jugador que, a mi entender, muchas veces es pasado por alto porque jugó en el conjunto brasileño en la misma era que sus contrapartes Ronaldo y Ronaldinho.
9. Mario Kempes (Argentina): Kempes era un prolífico goleador, pero su juego no consistía solamente en poner la pelota en la red. Tenía un estilo único que combinaba fuerza y elegancia. Ocurría frecuentemente en los partidos que saliera del área para recibir la pelota antes de encarar a los defensores con su habilidad en el drible. Es recordado, por supuesto, como héroe del Mundial 1978, en el que llevó a su país a ganar su primer título del mundo. Kempes logró una increíble performance en la segunda ronda de aquel torneo del '78, al anotar seis goles en cuatro partidos, incluyendo dos en la victoria de Argentina por 3-1 ante Holanda, en la final. Un partido que recuerdo bien.
10. Jay-Jay Okocha (Nigeria): ¡Qué técnica! ¡Qué técnica! Jay-Jay es una de las elecciones más exhuberantes elecciones de esta lista. Un verdadero showman. Era un deleite verlo jugar. Podía hacer cosas increíbles con la pelota y, como Zidane, hacía que pareciera fácil. Era muy difícil marcarlo porque uno nunca sabía qué podía sacar de su bolsa de trucos. Y si no estabas en guardia, te iba a hacer ver como un tonto. Se parecía mucho a una película de los mejores momentos de un jugador: todo el tiempo pasaban cosas con la pelota que uno no podía comprender, ni digerir. Fue un futbolista increíble y uno de mis favoritos.