PDA

Ver la Versión Completa Con Imagenes : el nerd y la porrista


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Ba‘al Z'vûv
15-05-2010, 17:47:49
este relato me lo encontre por ahi ...espero guste este hay mas capitulos de la misma serie...espero comentarios

Era un aburrido sábado por la mañana…


Ahí estaba yo, en el jardín de mi casa, tendida en un camastro con un diminuto bikini negro, mientras el Sol resplandecía con toda su fuerza y doraba lentamente mi cuerpo. Con un gesto coqueto unté un poco mas de bronceador en mis piernas y luego volví a recostarme.

Esto es delicioso, pensé con una sonrisa.


Si, definitivamente este era el final merecido a una gran semana.


Puse una tonta expresión de felicidad al recordar mis recientes éxitos en la escuela. Finalmente había logrado ser la capitana del equipo de porristas, y gracias a eso me había vuelto la chica más popular de la escuela. Ahora por todos lados me salían pretendientes guapos y millonarios, y por donde pasara las chicas se me quedaban viendo con una cara de envidia y asombro.


"Estúpidas…" Dije con un gesto triunfal mientras le daba un trago a una helada piña colada. ¿Qué era más divertido? ¿Ser tan popular con los chicos o las reacciones envidiosas de las chicas?

Ah pero… ¿Qué importaba? Todo era perfecto en mi vida.


Bueno…


..No todo.


Alcance a ver que en la casa de los vecinos, detrás de una de las ventanas de la planta alta se movía una cortina, y fijándome con atención me di cuenta que varios chicos estaban espiándome detrás de ella.


"Uf.. esos idiotas. Seguramente los nerdcitos se están dando otra vez el gran espectáculo…" Dije con sarcasmo. Todos los sábados era lo mismo, apenas me sentaba a tomar el sol, mi vecinito Mateo y sus amigos se las ingeniaban para espiarme.


Y claro, como ya había yo presentado algunas quejas, ahora siempre cambiaban de escondite para espiarme. A veces lo hacían desde una ventana de la casa de enfrente, otras se subían a los arboles cercanos, y unas cuantas mas hasta se habían colgado de los postes de Luz.


Aunque…


He de confesar que el ver tantos esfuerzos para admirarme me prendía un poco. Me daba mucha risa ver como a veces los chicos se caían de los arboles, o tenían divertidos accidentes en su afán voyerista, así que para recompensar un poco su esfuerzo había decidido poner un poco mas de empeño a mi papel de musa.


Así las cosas, siempre les daba un poco de "show", como hacer gestos sugerentes al ponerme el bronceador, arquear siempre que podía la espalda, o hasta quedarme en 4 mientras acomodaba mi toalla en el camastro, entre otras cosas. Y mi joven público respondía alegremente a mis coqueteos, porque nunca faltaba a su cita de los sábados.


Justo entonces voltee a ver de nuevo a la ventana y alcance a reconocer con dificultad el enchinado cabello rojo de Mateo, mi vecinito. De todos los chicos él era sin dudas mi fan No1, y cada que me lo encontraba en la calle o donde fuera se me quedaba viendo con cara de tonto, seguramente fantaseando las cosas más pervertidas conmigo.

Pobrecito, pensé con maldad, es súper ñoño.


Mateo era el clásico cerebrito, la definición de lo que es un NERD. Se la pasaba encerrado en su casa, metido siempre en sus computadoras y juegos de ajedrez, y creo que la única mujer a la que veía (Aparte de su mama..) era a mí.


Bueno, hubo una época donde éramos más unidos. A veces sus papas salían y yo iba de niñera a su casa y me la pasaba muy bien con él. Pero en fin, los tiempos cambian y yo me volví popular, y el no. Que mal, pero así es la vida..


Entonces una gota de sudor resbalando por mi rostro me regreso a la realidad, y me di cuenta que el Sol estaba hoy muy fuerte. Y por el calor y casi sin darme cuenta fui quedándome dormida, hasta que pasados unos 10 o 15 minutos sentí como alguien me tocaba el hombro y de mala gana abrí un ojo.


Era Mateo.


Y venia vestido con el típico uniforme Nerd, de camisa desaliñada a cuadros, pantalones de mezclilla y su rojiza cabellera a chinos. Y por si fuera poco, lentes.


"¿Dime?" Dije secamente.


"Eh.. Megan.. Perdona, no quería… despertarte. ¿Puedo hablar contigo?" Dijo Mateo con mucha pena."Pero no aquí… mejor en mi casa."


"Hm… ¿Es muy urgente? Estoy tomando el Sol, y.."


"S..si.. bueno, sí, es urgente.."


"¿En serio es urgente? Mira que si es una estupidez…"


"N..no, Megan, te lo juro.. es algo serio.."


"Bueno, pero más te vale que lo sea.." Respondí de mala gana y sin nada de entusiasmo lo seguí a su casa.



Y cuando me abrió la puerta de su recamara pensé que estaría llena de sus amigos ñoños pero sorprendentemente estaba vacía. Eso sí, todo el lugar estaba lleno de computadoras y posters de superhéroes, y me asombre de lo poco que había cambiado desde que lo había visitado hace años.


Voltee a ver de reojo a Mateo, que simplemente estaba absorto admirándome. Sonreí con vanidad ante la situación, ya que después de todo, ¿Cada cuanto una preciosa chica en bikini había estado en esta recamara? Creo que nunca..


"Bueno, ¿A qué viene todo este misterio?" Pregunte con impaciencia.


"Es que.. hm.. bueno, Megan.. deja te muestro algo en la computadora." Respondió Mateo con nervios mientras se sentaba en su escritorio y tecleaba algo. Entonces en uno de los monitores aparecieron unas imágenes, que cuando las reconocí me quede helada.


En ellas aparecía yo en varios carros, dándole sexo oral a diferentes tipos.


"P..pero..¿Cómo fue que..?" Tartamudee, sin saber cómo era esto posible. Claro, en mi asenso a la fama había tenido que hacer algunos "sacrificios", como satisfacer de esa forma a varios chicos. Pero siempre había sido muy discreta, y según yo nadie más sabía.


"Son 100 fotos, Megan, y en unas sales que…"


"C..cállate, Mateo, ¿Cómo es que las tomaste? ¿Me estabas espiando?" Dije con las manos temblando por la rabia.


"Bueno..sí, si eso quieres saber.." Respondió bajando un poco la mirada.


Entonces dejo de pasar las imágenes por la computadora y se volteo en su silla para verme de frente. Era obvio que Mateo estaba también muy nervioso por la situación, y sudaba copiosamente. Pero claro, no tan nervioso como para detener su chantaje.


"Y..¿Que quieres por las imágenes?" Pregunte tratando de calmarme.


"Bueno, son 100 fotos, Megan, y yo.."


"¡Ya sé que son 100 fotos, maldita sea! Ahora dime qué quieres.."


"Shhh.. Megan, nos van a oír mis papas. Mira.. te propongo algo.."


Trate de calmarme de nuevo, ya que Mateo tenía razón. Nadie más tenía que enterarse de lo que estaba sucediendo.


"Te escucho..."


"Mira.. te voy a ir dando las fotos, una a una, si tú haces ciertas cosas por mí. ¿Te parece bien?"


" ¿Cómo que cosas?"


"Por ejemplo.. te doy 20 si aceptas ser mi novia por todo lo que dure esta situación. Bueno, no una novia de verdad, pero por lo menos en la escuela frente a todos."


"P..pero, ¿Estas loco? ¡Mateo, eres un estúpido..!" Grite, y con un gesto irritado camine hasta la puerta.


"Si sales de este cuarto, enviare las fotos a todos en la escuela ahorita.." Respondió Mateo en un tono amenazante, y me detuve de golpe.


¡Maldición!


Con muchísima frustración le di un golpe a la puerta y resignada di media vuelta y me senté en el borde de la cama.


"Bueno.. suponiendo que acepto y me das esas 20 fotos. ¿Qué más quieres?"


Mateo dudo mucho antes de responder mi pregunta.


"Sexo oral.."


"¿Pero que te has creído, grandísimo idiota? ¡¿Cómo te atreves…?!"


Mateo se mantuvo impávido.


"Como regla, para que valga como sexo oral, mi.. semen, debe quedar en tu cuerpo. Si no, no te daré nada."


Me quede helada al oír eso.


"M..Mateo.. por favor.. "Dije en un tono ya mas suplicante. "Tu no te atreverías a.. mostrar las fotos a los demás. ¿No?"


"Megan, me has tratado tan mal estos últimos años que a pesar de que te quiero.. Sí me atrevería. No has hecho nada por merecerte otra cosa"


Me sentía a punto de llorar.


"P..por favor, Mateo.. no me hagas esto, yo…"


Mateo se conmovió un poco al verme así, pero entonces me dijo:


"No hay nada que puedas hacer, Megan, más que lo que te acabo de decir. Si no aceptas, hare lo que tenga que hacer… ¿Entiendes?"


Era demasiado. Un par de lágrimas se resbalaron por mis mejillas y como niña chiquita cubrí mi rostro con las manos. Estaba siendo chantajeada de la forma más sucia, y encima me sentía traicionada por Mateo.



Creí que al menos éramos amigos…


"Por cada ocasión te daré una foto. Cuando tengas las 100, te prometo que destruiré el disco duro en el que las guardo."


Yo seguía llorando sin parar.


"Mira, Megan, si quieres ve y piénsalo. ¿Ok? Pero mañana en la escuela quiero que seas una novia muy cariñosa.. ¿Entendido? Besitos y apapachos, no quiero que me trates como siempre."


"Estúpido…" Dije en voz baja, apretando los puños de impotencia. Sin darle tiempo a nada salí de su recamara azotando la puerta, y en menos de un minuto ya estaba en mi cama, llorando desconsolada.


"¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora, que tengo todo como siempre he querido?" Me lamentaba una y otra vez, apretando la almohada.


Sabía que estaba en las garras de Mateo. Simplemente, no tenía salida. O me volvía su "novia", o seria humillada frente al mundo. Definitivamente la segunda opción era la peor, no me imaginaba lo que dirían mis padres al enterarse, o la escuela, o mis amigas…

Oh Dios…


Mañana seria un día espantoso.

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Ba‘al Z'vûv
15-05-2010, 17:48:44
*** Al otro día, en la Escuela… ***



Apenas llegue a la escuela vi con alivio que todo parecía normal. En la entrada principal todo era un caos, con mil personas caminando por todas partes, y como siempre las miradas de todo el público masculino puestas en mí. Claro, yo contribuía a eso, ya que hoy me había vestido con una sexy camisita blanca y faldita corta a cuadros, que me daban una apariencia sumamente sensual, como de colegiala perversa.


Me mordí los labios con una expresión coqueta, ya que sin importar lo que suceda hoy, al menos me vería bien.


Pero en eso vi a Mateo llegar en su vieja motoneta y se me helo la sangre. No solo venia vestido de forma espantosa, con una bata de laboratorio blanca y el pelo desaliñado, sino que al verme rápidamente camino hacia mí y me abrazo con fuerza, dándome un pegajoso beso en la mejilla


"Mi amor, que linda te ves.." Dijo en voz alta mientras yo trataba sutilmente de alejarlo.


"C..cállate, estúpido, así no.. " Respondí en voz baja, apenada por el espectáculo que estábamos dando. Y qué gran show debía de ser, porque ahora todos, absolutamente todos estaban mirándonos.


Seguramente era la sorpresa del siglo. ¿Cómo era posible que Megan, la chica más popular del universo, fuera la novia del máximo nerd, Mateo? Y los cuchicheos no se hicieron esperar: "¿Viste eso?" " ¿A poco ese es su novio?" " Pobre chica, tiene pésimos gustos.. "


Mi reputación iba en picada.

Oh Dios, no.


Pero Mateo estaba al parecer muy feliz por todo esto. Con una sonrisota seguía pegado a mí como sanguijuela, y sus brazos me mantenían inmovilizada, sin poder escapar.


"S..suéltame.." Dije con fuerza, a lo que el reticentemente obedeció.


"¿Pensaste bien lo de ayer, Megan?"


"S..si.. mira, por las 20 fotos acepto ser tu novia. Pero no te voy a dar besos en público ni nada, ¿Entendido?"


"Mira, tu no haces las reglas, si no hay besos no hay trato. Es más, voy a enviar las fotos ya mismo." Respondió molesto Mateo.


"E..espera.." Lo sujeté de la camisa. "Bueno.. algunos besos ¿Ok?"


"Eso está mejor. Me gusta verte tan obediente."


"Y.. ¿Cuándo quieres que.. suceda lo demás?" Pregunte mordiéndome los labios.


"Al rato te digo, Megan, pero ahora tengo hambre y quiero ir a la cafetería. ¿Vamos, mi amor?"


"Estúpido.." Le dije al oído, y sin poder evitarlo nos pusimos en marcha. Claro, con su brazo rodeándome la cintura, como todas las parejitas caminan. Yo iba súper incomoda, pero mi situación se iba a poner mucho peor en unos segundos más.


Al dar la vuelta a una esquina vi que mi grupito de porristas estaba platicando alegremente en el pasillo, y con horror me di cuenta que sería inevitable un encuentro con ellas. Sin poder hacer nada más, trate de poner la mejor cara posible ante la situación.


Y entonces, casi de forma simultánea todas mis amigas voltearon a verme, con una expresión desconcertada.


"¿M..Megan?" "Pero.. a dónde vas?" "¿Eres tú?"


Me mordí los labios con impotencia, sin saber qué hacer. "Eh..este.. si, voy a la cafetería con mi novio. Les presento a Mateo..el…es mi novio."


Mis amigas no podían creer lo que veían. Y para colmo Mateo les sonrió con la cara más idiota que tenia y dijo triunfalmente: "Si, Megan es mi bomboncito"


"Oh Dios.." Puse una carita de angustia al oír su comentario. "Bueno, al rato las veo, chicas.. voy con..mi novio, a comer algo."


Pero al parecer ellas seguían en shock, y no dijeron nada.


Y yo me sentía súper apenada, y para evitar que me reconocieran aun más me cubrí la cara con las manos mientras nos poníamos nuevamente en marcha hacia la cafetería. Durante el trayecto no podía evitar pensar acerca de que tan bajo podría caer mi reputación, y supe que tenía que hacer algo ya. De alguna forma debía lograr que Mateo me diera las fotos de la forma más rápida posible.


Si, debía existir alguna forma...


Entonces llegamos a la cafetería, y Mateo me llevo hasta una mesa llenísima de Nerds como él. Y antes de que me pudiera sentar me dijo: "Bomboncito, ¿Me podrías traer una charola con fruta y cereal para desayunar?"


Con furia en la mirada me le quede viendo, y le dije al oído: "No soy tu sirvienta, estúpido.."


"Mira Megan, eso es lo que hacen las novias. Si no puedes, pues voy a tener que.."


"Ya..ya, no lo digas. Voy por tu maldita fruta.." Respondí con impotencia, y entonces fui a formarme para comprar el desayuno, aun mas frustrada porque el muy idiota ni siquiera dinero me dio para la comida.


Pero entonces voltee a ver de nuevo la mesita de los Nerds y me di cuenta que todos seguían impactados, platicando con actitudes misteriosas entre ellos. Con una sonrisita sarcástica pensé que definitivamente esto era algo importante en sus vidas, ya que por fin "Uno de su clase" había logrado atrapar a una de las porristas.


Y así estuve analizándolos durante un rato, hasta que por fin me atendieron en la cafetería y volví con la charola a la mesa. Pero justo cuando me iba a sentar Mateo dijo: "Mi amor, ¿No te quieres sentar en mis piernas?"


Y claro, lo dijo de tal forma que TODOS ahí lo pudieran oír, y al instante miles de miradas se clavaron en mi. Y cuando le puse a Mateo mi clásica expresión de odio él solo sonrió de vuelta.


"Uff…" Resople con resignación, y con un saltito ágil me senté en las piernas de Mateo, que inmediatamente me abrazo por la cintura y me apretó contra él. Y claro, su erección contra mis nalgas fue evidente.


"Eso, mi noviecita obediente." Dijo dándome un beso en el cuello, a lo que el resto de sus amigos respondió con un griterío tremendo. Y yo me quería morir ahí mismo, y con muchísima vergüenza trate de no voltear a ver a nadie y desayunar en paz.

Dios, esto es humillante. Soy como su maldita mascota de lujo.


Y así pasaron 30 "Eternos" minutos…


Y en medio del mas total aburrimiento vi por enésima vez mi plato vacio, y al ver el de Mateo apreté las manos con irritación, ya que el maldito ñoño todavía tenía su plato intacto, y por si fuera poco estaba metido en un debate acerca de no sé qué reacción química con otros cerebritos. ¡A este ritmo estaría sentada en sus piernas una semana más…!

Bueno, al menos el nerdcito se la había pasado dándome un suave masaje en la espalda y... Uf... se siente riquísimo. Quizás no todo sea tan malo, pensé ingenuamente.


O quizás sí. De repente oí que algunos de los chicos retaban a Mateo y le decían: "Bueno, si es tu novia dale un beso..."


"¿Qué…?" Pregunte volteando a ver a los chicos, que con ansiedad nos miraban a los dos como si fuéramos especímenes de un zoológico. Entonces mire de reojo a Mateo, y vi que estaba hecho un manojo de nervios. A pesar de nuestro "trato", era evidente que tomar la iniciativa para besar a una chica era aun territorio desconocido para él.


Y el resto de sus amigos parecía darse cuenta también de esto, y como un tiburón que huele la sangre esperaban de forma no muy discreta su fallo.


Y…


No sé que me paso, quizás sentí lastima, o ternura… o no sé. Pero decidida me di la vuelta y con un gesto apasionado deslice mis dedos en su cabello y le di el beso de lengua más intenso y perverso de la historia. Mis labios encontraron los suyos y mi lengua entro sin piedad en su boca, explorando cada centímetro de ella, mientras Mateo solo podía responder torpemente moviendo los labios como desesperado, pero en una cadencia deliciosa.


Y al ver su reacción agresivamente me apreté contra su cuerpo aun mas, como gata en celo, y durante casi dos minutos no hubo poder humano que nos pudiera separar. Durante todo este tiempo deje escapar algunos tiernos y sexuales quejiditos, y cuando finalmente mi boca se separo de la suya vi que un delicado hilo de saliva colgaba entre nuestros labios. Use mi lengua para cortarlo, y con una sonrisita malévola le dije al oído: "Esto cuenta por dos fotos.. ¿Ok?"


"S..si…" Respondió con apuros Mateo, casi sin aire. "Gracias, Megan.."


"De nada, estúpido.." Dije sin poder evitar reírme un poco.


El silencio en el comedor era absoluto.


Los nerds nos miraban con la boca abierta, impresionados. Y de repente alguien grito algo que sonó a celebración y se desato la algarabía y el griterío fue ensordecedor. Al parecer tenían un nuevo héroe, Mateo, y todos comenzaron a corear su nombre por todo lo alto. "¡Mateo, Mateo, Mateo…!"


Sonreí con picardía al ver esto, y sin darme cuenta recargue mi cabeza en los hombros de Mateo.

Ba‘al Z'vûv
15-05-2010, 17:49:14
De repente sonó el timbre que señalaba el fin del descanso y todos en la cafetería fueron saliendo en estampida de vuelta a sus clases. Pero Mateo no me dejo levantarme, y me le quede viendo con desconcierto sin saber a qué iba todo esto. Finalmente dijo: "Megan, tengo un plan.. ¿Ves esa bodeguita al fondo?"


"Si.. ¿Qué tiene?" Dije viendo unas puertas pequeñitas en el costado de la cafetería.


"Ahí quiero que me des la primera mamad.. perdón, nuestro primer trato." Dijo con pena.


"E..estúpido.. " Le recrimine, sonrojándome visiblemente. Y lo peor de todo es que la idea me.. prendió un poco. "Bueno.. supongo que cualquier lugar es bueno para eso… en fin, vamos.."


Mateo no pudo evitar poner una cara de alegría y al ver que la cafetería se quedaba vacía me agarro de la mano y corrimos en dirección de la bodeguita. Pero cuando Mateo abrió la puertecita y pude asomarme adentro vi que era un espacio ultra reducido. Apenas si cabrían dos personas, entre escobas y limpiadores.


"¿E..estas seguro, Mateo…? Esta súper sucio, y.. podrían salir ratas." Dije titubeante.


"Si, Megan, entra.. no tengas miedo."


"Es que.."


"ENTRA.."


"B..bueno.." Respondí resignada, y entonces como pude me metí. Mateo me siguió inmediatamente y cerró la puerta, dejándonos a los dos en la oscuridad. Bueno, al menos eso era mejor, porque así el no podría ver mi rostro cuando se la estuviera mamand.…


"No tengas miedo, Megan, traje una linterna.." Dijo inoportunamente Mateo, sacando un ******ito de su bolsa.

Oh Dios. ¿Qué no me saldría nada bien nunca?


Suspire desilusionada, viendo con impotencia como la oscuridad del lugar desparecía por completo.


"Ahora Megan.. creo que debes arrodillarte ¿No?" Dijo Mateo con viril orgullo.


"Idiota.." Respondí a la vez que con dificultades bajaba hasta que mis rodillas tocaron el frio suelo. "Ya está…"


Pero de repente Mateo se volvió a quedar paralizado, sin saber qué hacer. Y así pasaron varios incómodos minutos, hasta que le pregunte: "¿Y bien..?"


"Es que.. yo nunca.. "


"No me digas que.. ¿Nunca te han hecho.. sexo oral?"


"Y..yo.. bueno. No…nunca."


"Bueno.. si te da tanta pena, pues da por hecho el asunto y todo arreglado." Respondí con malicia.


"No, ¡Nunca!" Respondió Mateo con el orgullo herido, y de un golpe se bajo el zipper y saco una enorme verga de su pantalón.


"Oh.. wow.. no pensé que.. es que.. " Dije atontada, viendo ese magnífico miembro erecto frente a mí. "A poco.. ¿Así de grande?"


"S..si.." Dijo con pena Mateo.


He de confesar que el platillo frente a mí se veía delicioso. Mi boca se humedeció con ansiedad, anhelando comérselo, y las dudas en mi mente desaparecieron. "No te muevas.. ¿Ok?"


Y acto seguido abrí mi boca de par en par y con firmeza fui comiéndome su verga hasta que tuve casi 7 cms dentro. Entonces apreté los labios alrededor de ella y fui moviéndome de regreso a la punta, succionando con todas mis fuerzas mientras que con un gemidito sensual le daba un delicioso masaje.


Y casi de inmediato mi mano derecha se apretó contra la base del falo y entonces comencé a masturbarlo violentamente, de atrás para adelante con firmes movimientos, mientras mis labios se deslizaban a todo lo largo, sin parar ni un segundo.


"Ah…agh.. M..Megan… " Dijo Mateo con apuros, apuntándome la luz de la linternita con su mano temblorosa.


"¿MMFf….?" Gemí en tierna respuesta, y seguí mamando.


Sonreí con malicia, ya que mi plan era claro. Debía volver loco de placer a Mateo, para así sacarle lo más rápidamente posible las fotos. Y si mi boca tenía que pagar las consecuencias, ni modo..


La verdad, no me la estaba pasando nada mal. Y claro, ayudaba mucho que no veía otra salida.


Y así, entre dulces gemidos, mi mano siguió moviéndose rápidamente a todo lo largo de la verga de Mateo, mientras mi lengua se retorcía como serpiente alrededor de la punta, alternando entre succiones y lamidas.



Y por el sutil sabor a semen en mi boca supe que Mateo no tardaría en venirse. Mi boca había hecho a muchísimos chicos terminar rápido, pero nunca tan..


Y entonces sucedió.


Abrí los ojos de par en par al sentir como espesos y calientes chorros de leche explotaban adentro de mi boca, y casi inmediatamente sentí ganas de volver el estomago. A pesar de mis innumerables aventuras orales, el sentir el semen en la boca aun me daba nauseas, y nunca había logrado tomármelo.


"M..Megan.. oh.. Megan…" Decía débilmente Mateo, recargándose contra la pared. Y justo entonces sus manos agarraron mi cabeza y me impidieron escapar.


"¡Mfmf….!"


Parecía que Mateo nunca había tenido un orgasmo en su vida, porque su leche seguía cayendo en mi boca de forma interminable, hasta que después de varios segundos el torrente se detuvo. Ahora venia lo más difícil, tenía que..


..Tragar.


"Vamos, Megan… -Dijo Mateo apuntándome de nuevo con la linternita.- quiero verte haciendo eso. Recuerda que si no tragas no hay trato."

Ugh…


Nunca había logrado tomarme el semen de nadie, ni siquiera con algunos chicos guapísimos de la escuela. Y ahora estaba aquí, en una bodeguita, con la boca literalmente llena..


Y juro por Dios que no sé que me sucedió...


Cerré los ojos y de golpe di un poderoso trago y mi boca quedo vacía. Sentí escalofríos en la piel al sentir como el espeso liquido resbalaba por mi garganta y llegaba a mi estomago, pero mantuve la compostura.


"Agh…." Dije con asco.


"Eso es, Megan.. a ver, abre la boca y muéstrame que te lo tomaste." Dijo Mateo mientras me daba unas palmaditas en la cabeza.


"Estúpido…" Le respondí entre dientes, y con actitud sarcástica obedecí, y Mateo puso una cara de inmenso orgullo al ver que no quedaban rastros de su semilla en mi boca.


"Si, seré muy estúpido, pero ahorita tienes mi semen en tu estomago, Meg. Con eso me basta.."


La frase me hizo enojar muchísimo, y en respuesta apreté los puños con impotencia. No sé que me detuvo para darle un golpe en los hue… ahí mismo, pero finalmente logre calmarme y le dije:"¿Ya terminamos aquí?"


"Si.. ya. Voy a tomar una clase de Biología, pero quiero que me esperes a la salida. ¿Ok?"


"P..pero, M.Mateo, esa clase termina a las 3, mi última clase es a la 1…" Me queje.


"Eso no me importa. Espérame en la entrada."


"Pero.."


"No está a discusión esto, Megan. ¿Ok?"


"Idiota… está bien, te esperare." Respondí enojada.


Mateo me dio otra palmadita en la cabeza y acto seguido salió de la bodeguita, dejándome sola.


"El muy estúpido.. ¿Qué se ha creído?" Refunfuñe, levantándome poco a poco. Pero entonces sentí algo curioso entre las piernas, y al revisar me di cuenta que mi pequeña tanguita blanca estaba empapada.

Oh Dios. No será porque lo había… ¿Disfrutado?

No, claro que no.

Que idea tan estúpida…


Me reí un poco ante mis absurdas ideas, y trate de no pensar más en eso. ¿Yo? ¿Excitada por un nerd? ¡Ja! Nunca…


Entonces con mucha prisa salí de la bodeguita y me puse en marcha a mis clases. Pero una vez ahí era como si no hubiera asistido, porque durante todo el tiempo hasta la salida estuve como atontada, sin poner nada de atención.


Así fueron pasando las horas, hasta que finalmente dio la una de la tarde y todo mundo salió corriendo a su casa..


Excepto yo, claro.


Frustrada, me quede esperando en la entrada a que mi "noviecito" saliera….

german200322
16-05-2010, 15:59:43
esta muy bueno el relato pero hace falta el resto de la historia

Ba‘al Z'vûv
16-05-2010, 22:58:53
Me estaba muriendo de aburrimiento.


Eran las 3:25, y Mateo aun no salía. ¿Quién se creía el muy estúpido para tenerme así esperando? Pero justo cuando estaba a punto de ir a buscarlo, el muy idiota apareció en la entrada junto con varios de sus amigos.


"¡Idiota, me pudiste haber avisado que te tardarías…!" Le reclame indignada.


"Perdona, Megan, es que me quede emocionado con un experimento.. " Respondió sinceramente apenado.



"Pero no te preocupes, te voy a compensar la espera."


"¿Ah sí? ¿Cómo…?"


Mateo fue rápidamente al estacionamiento cercano y volvió a toda prisa con su vieja motoneta.


"Este es el premio, un paseo en motoneta.." Dijo con singular alegría.


Me quede helada. Ya había visto la espantosa motoneta de Mateo en otras ocasiones, pero ahora que la tenía cerca se veía aun peor. Era un montón de chatarra oxidada y mal pintada, con golpes por todos lados, y daba la impresión que al pasar por un tope se desarmaría en pedazos.


"P..pero.. esa cosa es un asco. ¡Esta espantosa! Ni pienses que me voy a subir a tu porquería.." Respondí con desdén.


Mateo se quedo muy serio, evidentemente herido por mi reacción.


"M..Megan, no vuelvas a hablar así de ella, Georgina ha sido una motoneta excelente."


"¿Georgina? No me digas que le pusiste nombre a esa basura.."


"¡No es basura, es mi motoneta!" Dijo Mateo muy enojado.


"Como sea, no me voy a subir a eso… "


"Bueno, si no te subes… supongo que tendré que ir a enviar unos emails en la casa.." Me amenazó.


Me puse roja de coraje al oír eso y sentí unas ganas infinitas de reventarle la cara con una cachetada en ese momento. Pero algo en mi interior me contuvo, sabiendo que mi reputación pendía de un hilo.


"¡Esta bien, maldita sea! ¿Ok?"


Y entonces como pude me subí al espantoso armatoste, cruzando los brazos en evidente reproche. Pero para mi sorpresa Mateo se sentó atrás de mí, apretándose descaradamente contra mi espalda. Y de nuevo, su evidente erección contra mis nalgas me saco un suspiro coqueto.


"¿Pero..que haces? ¿No deberías ir adelante?"


"Voy a ir atrás, Megan, creo que se siente mucho más rico." Respondió con cinismo mientras hacia un gesto como si me fuera a abrazar, aunque solo era para agarrar el manubrio de la moto con las manos.


Refunfuñe un poco. Sin dudas la escena era ridícula. La capitana de porristas sentada en la más espantosa motoneta de la historia, y para colmo con un Nerd calenturiento atrás.


"Oh Dios.. Ojala nadie me vea…" Dije para mí, suspirando.


Entonces Mateo prendió el ******o y acelero unas cuantas veces a modo de prueba. Finalmente, cuando estuvo seguro nos pusimos en marcha. Y bueno, he de admitir que no todo era tan malo, ya el viento en mi rostro se sentía delicioso. Durante un segundo hasta pensé que podría ser divertido todo aquello.


Pero mi suerte nunca duraba mucho.


La vuelta a la realidad fue de lo más cruda posible. Frenando con fuerza la motoneta, Mateo se apretó de nuevo contra mi espalda, y pude sentir como su erección se apretaba con muchísima lujuria contra mis nalgas. "¿Podrías alejarte un poco, Estúpido? Me estas apretando demasiado.."


"No.." Me dijo con una risita. "Se siente riquísimo estar aquí atrás."


"Idiota.." Dije dándole un codazo ligero en la costilla, pero ni así se alejo de mi espalda.


Entonces coloco su barbilla en mi hombro, para evitar mi largo cabello que se mecía hacia atrás con el viento. Y de forma desafiante se apretó mas a mí y para evitar alguna reacción negativa acelero aun más la motoneta.


Resignada, no tuve más remedio que permitir que la situación siguiera. A toda velocidad fuimos avanzando por mil calles, y justo cuando iba a cantar victoria de que nadie nos había visto…


…llegamos a un alto y nos detuvimos. Y en ese momento un hermoso corvette negro convertible se coloco a nuestro lado y reconocí al conductor.


Era Miguel Schneider, uno de los jugadores estrella de futbol de la escuela y el galán más perseguido por las chicas. Y claro, uno de mis tantos pretendientes. La ocasión no podía pintar peor, y justo cuando trate de cubrirme la cara para evitar que me reconociera, me dijo: "¿Megan? ¿Eres tu…?"

Oh Dios.


"Ah… -Dije volteándolo a ver con una expresión tonta- H..hola Miguel.. ¿Qué haces por aquí?"


"Eh.. me dirigía a mi casa. ¿Y.. tu?" Contesto visiblemente extrañado de verme ahí, trepada en esa espantosa motoneta con un idiota.


"Eh.. pues yo.."


"Es mi novia, y la llevo a su casa.." Interrumpió Mateo, dándome un ridículo beso en el cuello.


"¿Eso es tu novio, Megan?" Contesto de forma grosera Miguel, sin dignarse voltear a ver a Mateo.


"Este.. si. Te quería hablar de él, pero.. " Dije con la cara colorada de la vergüenza.
Miguel volvió a ver a Mateo, y por su expresión burlona vi que sin dudas mi reputación sufriría muchos más daños cuando lo contara a sus amigos. Entonces la luz verde se prendió y en un instante el corvette acelero a toda prisa y se perdió a la distancia.


"Dios, eso fue horroroso... ¿Tenias que abrir la boca, estúpido?" Regañe a Mateo.


"Pero..¿Qué hice?" Se defendió.


"Eso de "Es mi novia", ¡¿Tienes que contárselo a todos?!"


"P..pues.. si. Eres mi novia. Aunque sea por un trato, eso eres. ¿No?"


"Idiota.." Dije inclinándome hacia delante, sintiéndome a punto de llorar. Mateo se quedo callado por unos segundos, hasta que le dije: "¿Qué puedo hacer para que terminemos el trato mas rápidamente?"


"Bueno… -Dijo tras pensarlo un poco- Hay algo..."


"¿Qué?"


"¿No es evidente, Megan?" Respondió con una sonrisita.


"No, eso no.. tiene que ser otra cosa. Pídemelo, te puedo dar dinero, o…"


"No, no necesito dinero. TIENE que ser eso." Dijo secamente Mateo.


"N.no puedo.. no, Mateo, otra cosa.."


"No, yo quiero eso. Mira, si aceptas por cada ocasión te daré 3 fotos. ¿Ok?"


"No, no entiendes.. no puede ser eso. NO." Respondí negándome rotundamente.


"Bueno.. si no es eso, pues seguiremos con el sexo oral hasta que juntes las chupadas que te faltan. Y son muchas, eh…"


"¡Por favor..! Debe haber otra forma.. " Dije suplicante.


"¿Por qué no quieres que sea de esa forma…? ¿Estoy tan feo acaso?" Dijo Mateo con un poco de susceptibilidad en la voz, obviamente herido en su orgullo.


"No.. " Dije bajando la mirada. "No es eso… es que.. aun soy virgen."


"Oh.. Megan.. ¿Virgen? Pero yo pensé…"


La sorpresa en su rostro era evidente.


"Si, se que todos piensan que ya tengo relaciones, pero.. aún soy virgen. Por eso es que no puedo.
¿Entiendes?" Dije con una expresión de total ternura e inocencia.


Mateo se quedo pensativo unos minutos, pero justo cuando pensé que vendría una reacción comprensiva de su parte, el sucio animal calenturiento volvió a las andadas. "Bueno, hay otra forma.."


"¿Otra..?" Respondí desconcertada.


"Si.. por atrás."


"¡¿QUEEEEE??!! ¿Estas idiota o que?"


"Mira, si es por ahí, por cada ocasión te daré.. 3 fotos."


"¿S..solo 3 fotos? –Dije sin darme cuenta que estaba accediendo- Pero eso era lo que me ofrecías por adelante..."


"Si, pero tú eres la que no puede por ahí, así que solo queda una alternativa, Megan.."


"P..pero.."


"Nada, lo tomas o lo dejas. Si quieres librarte rápidamente de mí, me tendrás que dar el culito."

Oh Dios. A pesar de mi enojo, sabía que él tenía razón. Si seguía con el método tradicional, tardaría por lo menos un mes en recuperar mi libertad. Pero si hacía uso de las vías alternativas, en cosa de 5 días o menos podría lograr mi objetivo.


"Está bien.." Dije suspirando con una expresión de derrota. "¿Cuándo quieres que.. suceda?"


"¡Ahorita mismo…!" Respondió Mateo acelerando la motoneta. "En mi casa.."


"¿Pero.. no están tus papas..?" Dije con algo de nervios al ver la velocidad con la que tomábamos las curvas.


"No, salieron a no sé qué… siempre vuelven tarde."


Era tal la desesperación de Mateo por conseguir su premio que en menos de 3 minutos ya estábamos frenando ruidosamente frente a la cochera de su casa. Sin darme tiempo a nada me tomo de la mano y casi arrastrándome me fue llevando por su casa hasta que llegamos a su recamara.


De un portazo cerró la puerta.


"Uff…" respiro Mateo acelerado, mientras yo me dejaba caer en la cama. Volteo entonces a verme con mucha curiosidad, y pregunto: "Y… ¿Cuántas veces lo has hecho por atrás?


"Solo dos…"


Pensé que se sorprendería o me diría algo, pero su reacción fue de lo mas animal y estúpida. "Oh wow, esto se pone cada vez mejor.."


Ver su reacción me puso de malas, y sin piedad le pregunte con sarcasmo: "Y… ¿Siquiera tienes alguna idea de cómo hacerlo?"

Ba‘al Z'vûv
16-05-2010, 22:59:42
"Eh…" Se quedo impávido. Al ver su rostro confirme mis sospechas.


"¿No serás virgen.. o si?"


"E..este…. no, claro que no.. yo.."


"¡Eres virgen!" Dije con una falsa felicidad. "Digo, no que fuera algo inimaginable, pero.. digo, al menos pensé que tendrías alguna experiencia. Al menos no con tu mano nada mas."


Mateo se puso furioso. Al ver de nuevo su expresión supe que quizás no sería tan conveniente burlarme de él en estos momentos, en que le daría mis.. nalgas. Pero el daño estaba hecho…


"¿Ah sí? Mira, he visto en internet como se hace. Ahora veras..." Dijo visiblemente molesto, y de golpe salió del cuarto para volver unos minutos después con algo en la mano. Me fije con cuidado y vi que era un botecito de lubricante sexual, seguramente extraído del cuarto de sus padres. Bueno, al menos no estaba tan desorientado el chico.


"¿Viste? Sé todo de cómo se hace.." Dijo con orgullo mostrándome el bote.


"Si, pero nunca lo has hecho, idiota."


Mateo apretó con fuerza las manos, y me di cuenta de nuevo que mi estrategia de hacerlo enojar no era la más conveniente en estos momentos.


"Perdón, Mateo, es que.." Trate de calmarlo.


"Desnúdate.." Dijo en un tono autoritario.


"¿Perdón…?"


"Lo que has oído, Megan. Desnúdate."


Me mordí los labios con una expresión confundida. De alguna forma, el oír esas palabras en ese tono de voz me había causado ciertas reacciones corporales inesperadas, como una súbita humedad entre mis piernas. Trate de no darle tanta importancia al hecho, pero había una realidad…


Y con muchísima vergüenza vi que conforme me iba quitando mi ropa me iba poniendo más y más caliente. Primero salió mi camisita, y cuando Mateo vio mis hermosos pechos firmes apuntando a él se quedo boquiabierto, incapaz de hacer nada. Luego me quite la faldita, y al ver mi delicada tanguita negra casi le da un infarto.


Y cuando por fin esa última prenda salió volando y cayó sobre su teclado de computadora, comenzó a sudar copiosamente y su erección bajo el pantalón fue más que evidente.


"Ya estoy desnuda.." Dije secamente, aunque fascinada en secreto por el efecto que estaba teniendo en el.


"Eh.. yo.. este.. " Contesto torpemente, balbuceante.


Vi que sobre todo no perdía de vista el delicado triangulo de vello negro entre mis piernas, finamente cortado y brillando seductoramente ante la luz por mi humedad.


"No me vas a decir que nunca habías visto una mujer desnuda, Mateo… ¿O sí?" Dije con voz ligeramente de burla.


"Eh.. no, claro que sí, yo.. bueno, una vez sin querer vi a.. mi tía."


Me mordí el labio para no reír. Mi situación ya era de por sí bastante mala, como para empeorarla más.


"Dudo que tu tía este así de buena como yo.. " Dije con una risita.


Mateo solo se quedo ahí parado, con muchísimo miedo en la mirada. El pobre no era capaz de dar ni un paso en mi dirección, y toda su seguridad daba la impresión de que se había evaporado. El silencio se fue volviendo cada vez mas incomodo, hasta que no pude más. "Bueno, al parecer no va a suceder nada aquí.



Me voy a ir, y me cuentas mis 3 fotos.."


"¡No!, no, sí va a pasar algo." Dijo Mateo sujetándome de la mano. "Megan, quiero que te quedes en posición fetal en el borde de la cama, boca abajo, apretando tus piernas con los brazos. ¿Entendiste?"


Me sonroje muchísimo ante la petición. De nuevo mi cuerpo volvió a reaccionar de formas que no quería, pero no podía evitar. Casi pude sentir mis pezones irguiéndose lentamente mientras el corazón me latía con prisa.


"Bueno.." Accedí con algo de nervios, y en un instante ya estaba en posición. Mis pies quedaron en el aire, mientras mi colita estaba obedientemente apuntando hacia arriba, indefensa ante cualquier ataque.



Apreté mis piernas con mis brazos, a la vez que recostaba mi rostro en la cama, esperando mi destino.
Marcelo no dijo nada, y con sorprendente seguridad se embarro los dedos con el frio gel lubricante y empezó a frotarlo vigorosamente alrededor de mi ano, presionándolo en ocasiones con mucho cuidado.


"Uh…" Se me escapo un suspiro.


"¿Dijiste algo..?" Pregunto sin detenerse.


"No.. nada. Sigue.." Respondí sonrojándome. No quería que Mateo se diera cuenta de los efectos que sus atenciones tenían en mí, pero se estaba volviendo cada vez más difícil.


El siguió aplicándome mas y mas lubricante en mi delicado agujerito, mientras sus dedos temerariamente entraban y salían hasta que después de algunos minutos me sentía súper resbalosa.


"Ya está listo. Y casi me acabo la botella.." Dijo Mateo con una risita boba mientras se detenía a admirar su obra. Y debía ser la obra más hermosa del mundo, porque mi culo estaba ahí solo para él. Mis firmes y paraditas nalgas estaban listas, deliciosamente esperando su castigo, y sin dudas eran una visión que harían llorar como niño a cualquier hombre.


"Uff.." Suspire tiernamente.


Mateo se fue quitando la ropa lentamente, y cuando voltee a verlo vi a su inmenso animal libre, apuntando directamente a mí de forma amenazante. Sentí entonces muchas dudas, y casi me retracto del trato en ese momento.


"C..con cuidado..¿Ok?" Dije mordiéndome los labios.


"Si, Megan.." Contesto Mateo, aun mas nervioso que yo. Lentamente se coloco detrás de mí y sus manos se deslizaron suavemente por mi espalda y glúteos hasta que después de unos segundos se apretaron con firmeza a mis caderas.


"Uf…" Dije suspirando, sin darme cuenta que había levantado un poco más las nalgas. Sentí entonces muchísima vergüenza, ya que Mateo estaba ahí atrás, seguramente mirándome todo. Pero lo hecho, hecho esta, y mordiendo un poco la sabana trate de dejar mi mente en blanco.


"Ahí va, Megan.." Dijo con la voz entrecortada Mateo, y entonces sentí como la gruesa punta de su miembro comenzó a hacer presión contra mi estrecho agujerito, sin lograr entrar.


"Oh Dios.. dios.. dios…" Dije con la respiración acelerada, apretando los puños.


Mi ano se cerraba con fuerza ante los intentos del insistente invasor, y durante algunos minutos ganó la batalla. Desgraciadamente, esta era una prueba de resistencia y con cada acometida mi delicada entrada iba perdiendo energía, hasta que finalmente….


.. squish.


Con un sexual sonido, su pene entró en mi colita.


No tuve ni tiempo de reaccionar. La sensación era deliciosa, y mi ano pulsaba violentamente alrededor de la gruesa serpiente que lo penetraba. Y antes de hacer nada mas, el intruso comenzó a deslizarse poco a poco hacia mi interior, centímetro a centímetro, vigorosamente por todos mis intestinos.


"Ohh…oh…mmm….D..dios…" Gemí tiernamente, poniéndome increíblemente tensa. Mi culo estaba perdiendo la batalla, y ante el delicioso ardor por instinto trate de moverme un poquito hacia delante. Pero



Mateo me apretó las caderas con fuerza impidiéndome escapar. Era evidente que no descansaría hasta que

me hubiera metido la verga por completo en el culo.


"M..Megan, esta.. muy apretado. Apretadísimo.." Dijo Mateo entonces con apuros, pero sin detenerse en su empeño. Su miembro seguía avanzando por mis intestinos.


Cerré los ojos y con impotencia agarre una almohada cercana y hundí mi rostro en ella, mordiéndola con fuerza. Lo que decía Mateo era verdad, mi culo estaba resistiéndose al máximo ante la súbita invasión, y las exquisitas contracciones que mi ano daba para expulsar su pene de mi interior me tenían al borde de la locura.


Nunca hubiera pensado que tener una verga en la cola me desquiciaría de tal manera.


Finalmente, el momento llego. ..

Ba‘al Z'vûv
16-05-2010, 23:00:19
Con un firme empujón el cuerpo de Mateo impacto contra mis nalgas y sus bolas rebotaron en mi coño, señal de que había logrado penetrarme por completo. No sabía cómo, o si podría ser incluso posible, pero había sucedido. De alguna forma TODO su grueso y venoso miembro descansaba en estos momentos en mis intestinos, ansiando depositar su carga en mi interior.


"Oh..Dios..¿Esta….todo adentro?" Pregunté con apuros.


"S..si.. Megan. Todo. Te lo comiste completito."


"Oh.. " Me sonroje.


Nos quedamos en un incomodo silencio durante algunos minutos. Finalmente Mateo me pregunto: "Megan.. ¿Ya me puedo mover…?"


"S..si.." Respondí apenada. "hazlo.."


Y comenzó mi castigo. Con mucho cuidado Mateo se hizo para atrás hasta que su pene salió de mi culo unos cuantos centímetros. Pero entonces con un movimiento firme se apretó contra mis nalgas y el sentir el golpe en mi estomago me saco un coqueto gemidito.


"¡Ahh….!"


Mateo se prendió al oír mi reacción, y con más energía repitió la maniobra. Y de nuevo, al sentir el empujón dentro de mi estomago volví a gemir, esta vez de forma aun más sensual.


"¡Uhh…"


Las manos de Mateo se apretaron con más fuerza a mis caderas, y entonces comenzó a bombearme el culo con una energía y vigor que nunca hubiera esperado de él. El ritmo de su ataque se volvió casi frenético, con su poderosa verga moviéndose increíblemente rápido mientras mi pobre ano trataba con apuros de apretarla y detener su avance.


Slap….slap….slap….slap….slap….slap..slap.slap.slap.slap.


"D..dios….dios…" Dije febrilmente, sintiendo un exquisito dolor en la cola que me tenia retorciéndome de placer. El golpeteo en mis entrañas me tenía fascinada, y en respuesta a eso de mi coño goteaban algunos cálidos jugos que caían descaradamente en la cama, profanándola.


"Megan.. uff.. ¿T..te…acuerdas cuando… me llamaste…estúpido?" Pregunto de repente Mateo, sin detenerse para nada.


"Uf…..s..si….uhh.." Asentí con dificultad.


"Y… ahora..t..te estoy… dando por atrás…Megan…"


Slap..slap.slap.slap.slap.


"…s..si…ahhh.." Gemí.


"P..pues.. no soy…t..tan…. estúpido.. ¿N..no? Si te estoy.. d.dando.. por el culo.."


Me quede sin habla. Sentí una ola de calentura por toda la piel, fascinada ante la mezcla de impotencia y excitación que su comentario me había causado. El estar siendo sometida así, por la persona que menos hubiera imaginado, me tenía al borde de la locura. De la noche a la mañana había pasado de ser la capitana de porristas y la chica más sexy de la escuela, a estar en la recamara de mi odioso vecinito siendo sodomizada por él.


Y lo peor era que me estaba encantando ser tratada así.


Cerré los ojos mientras una gota de sudor resbalaba por mi rostro. Me mordí los labios en una actitud sexual, disfrutando inmensamente como mi hermoso culo era violentamente profanado una y otra vez. Sin piedad.


Pero claro, mi suerte no podía durar.


De repente, la puerta del cuarto se abrió y horrorizada vi que el papa de Mateo, un señor flaquito, con lentes y bonachón estaba ahí, impávido, mirándonos sorprendido sin saber qué hacer.


Y la escena frente a él no podría ser más pecaminosa.


Ahí estaba yo, la hermosa e inalcanzable vecinita, boca abajo y en posición fetal en el borde de la cama mientras su hijo me metía la verga por el culo. Me paralice sin saber qué hacer.


"¡P..perdón, chicos.. yo.. Mateo, tu… sigan con eso, hagan de cuenta que no vi nada…" Dijo entonces el papa de Mateo, con una expresión de orgullo en la cara. Esto obviamente al ver a su torpe hijo montando a semejante ejemplar femenino.


Como sea, en un instante el señor cerró la puerta y volvimos a quedar solos Mateo y yo.


Durante algunos incómodos segundos nos quedamos los dos en silencio, sin movernos ni decir nada. Finalmente le pregunté con algo de angustia: "¿No que tu papas no estaban en la casa?"


"M..Megan, te juro, no sé porque volvieron, pensé que estarían fuera más rato…" Se disculpo apenado Mateo.


"Dios mío, que pena… ¡¿Qué va a pensar tu papa?!"


"Pues.. nada, que eres muy caliente y te gusta por el culo." Bromeo Mateo.


"Eso no es gracioso, estúpido.." Dije angustiada, mordiéndome las uñas.


"Perdona, Megan.. mira, terminemos y al rato le explico. ¿Va? No creo que vaya a pensar mal de ti."


Yo tenía un evidente color rojo vergüenza en todo el cuerpo. Mi vergüenza era absoluta, y seguramente después de esto nunca volvería a poder mirar a la cara al papá de Mateo. Como sea, no hice ni un intento de retirarme, y con voz baja dije: "Apúrate… ¿Ok? Quiero irme a casa…"


Mateo me apretó de nuevo de las caderas y continuó su sexual labor. Obviamente a él no le había afectado tanto la situación como a mí, y en menos de un segundo ya estaba bombeándome el culo como si nada hubiera pasado.


Su respiración fue volviéndose cada vez más agitada, y muy a pesar de mi consciencia mi cuerpo volvió a excitarse al nivel anterior. Las embestidas de Mateo me tenían temblando en éxtasis y mis gemidos no dejaban ya la menor duda de eso, y eran descaradamente sexuales. Con cada bombeada mordía con más fuerza la almohada, y me preguntaba si al terminar todo no estaría ya deshecha la pobre.


"M..Megan…" Dijo tartamudeando Mateo. "¿D..dónde.."


"A..adentro.. Mateo… " Respondí, para de esa forma evitarme complicaciones. Aunque muy en el fondo sospechaba que quizás esa no fuera toda la verdad. Con un empujón violento Mateo se apretó contra mis nalgas, y por sus gruñidos y temblores supe que estaba teniendo el orgasmo del siglo.


"Ughhh….ugh….ahh…" Decía mientras sus manos temblaban contra mis caderas, manteniéndome en mi lugar.


"Ah…." Gemí suavemente, cerrando los ojos mientras sentía como su verga escupía con agresividad su veneno directamente en mis intestinos, causándome algunas cosquillitas. La sensación era deliciosa y mi ano se apretaba violentamente alrededor de la base de la verga de Mateo, descaradamente ordeñándolo. Era casi como si quisiera apretarse contra el extraño cuerpo invasor para de esta forma evitar que escape.


Sabía que el semen de Mateo en estos momentos estaba tapizándome el recto, y no sé porque puse una carita de inocencia, sintiéndome en contraste la más perversa de todas en el mundo.


Mateo se estuvo viniendo en mi culo por lo que parecieron horas, y cuando por fin termino saco su pene lentamente de mi, dejándolo justo afuera como si me estuviera tentando. Mi ano se quedo abierto por algunos segundos más, y conforme se iba cerrando pude sentir unas deliciosas contracciones que me arrancaron una pecadora sonrisa.


"Megan, estuvo impresionante.. " Trato de decir Mateo, limpiándose el sudor de la frente.


"S..si.." Dije con pena, mientras con un juguetón movimiento me ponía en pie y agarraba mi tanga negra, para acto seguido ponérmela de vuelta. Hice lo mismo con mi faldita y camisa, y entonces con coquetería me peine un poco frente a un espejo del closet.


Mateo solo me miraba con admiración, pasando sus ojos por todo mi cuerpo mientras me ponía guapa de nuevo.


"Esa es mi chica. Tan linda, y con su colita llena de leche." Dijo Mateo con un tono de voz juguetón, ya muy desinhibido.


"idiota.." Le respondí con un gesto coqueto, y entonces caí en cuenta de algo."Oye.. me tengo que ir, pero.. me daría pena ver a tu papa abajo."


"Pero.. no hay otra forma de salir, Megan. Mira, no creo que este en la sala.. pero si gustas vamos los dos ¿Va?"


"Bueno.." Respondí sin mucho entusiasmo.


Salimos de su cuarto y Mateo bajo primero las escaleras. Me hizo una señal de que todo estaba despejado, pero justo cuando llegue abajo la puerta principal se abrió y volví a ver al papa de Mateo, que esta vez llevaba unas bolsas del supermercado en las manos.


Baje la mirada inmediatamente, cubriéndome la cara con una vergüenza infinita y sin poder verlo a los ojos.



A pesar de la incómoda situación el señor muy amable me saludo:


"H..hola, Megan.. me saludas a tus padres ¿Ok?" Dijo mientras volvía a mirar con orgullo a su hijo, que acababa de cogerse al mejor espécimen femenino de la ciudad. Entonces el señor se puso en marcha a la cocina y lo perdimos de vista. Mateo paso su brazo por mi cintura y con simpatía me acompaño hasta la salida.


"Dios, que pena.." Dije para mí, recreando en mi imaginación lo que el papa de Mateo había visto hace unos minutos. El visualizarme a mí en tan humillante posición, con un palo en el culo, me tenia angustiada.
Mateo me regreso a la realidad con una pregunta: "Entonces… mañana te espero para irnos juntos a la escuela, Megan. ¿Ok?"


"Si.." Dije suspirando, aun con la mirada baja. Me sentía la más sucia del planeta. No tanto por el descubrimiento en sí, sino por mi reacción. Y es que mi cuerpo no dejaba dudas de que le había fascinado todo el proceso.


Mi dignidad estaba en el suelo.


"Oye.. y prepara bien esa colita, que a partir de mañana recibirá su castigo 3 veces al día." Dijo entonces Mateo en un tono algo burlón, aunque tratando de poner humor a la situación.


"Estúpido.." Le dije en voz baja, sin poder evitar sonreír un poco.


"Si.. estúpido, pero mañana me volverás a traer tus nalguitas de nuevo, Megan. Entonces ¿Quién es el estúpido?"


No sé que le había hecho a Mateo antes, pero al parecer tenía un enorme resentimiento conmigo. En fin, ahora estaba demasiado cansada para pelear o discutir. Me di la vuelta y en unos minutos ya estaba en mi cama, dándole mil vueltas al asunto. Me sentía muy confundida, con una lucha mental entre lo que creía y lo que había pasado con mi cuerpo.


Hasta que finalmente…


… fui quedándome dormida.


Y sin poder evitarlo, toda la noche soñé con lo que había pasado con Mateo. Una y otra vez, casi como si fuera una lección que debía aprender a como diera lugar. Y los sueños no dejaban tampoco lugar a dudas…


… La sonrisa en mi cara tampoco.

ernestor170
18-05-2010, 14:43:55
que buena historia, esperando la continuacion

Hannibal
22-05-2010, 20:26:05
Que buen relato llave, excelente trama y ortografía.

Ba‘al Z'vûv
21-07-2010, 15:39:23
Estaba teniendo el más candente sueño de la historia.


Desesperada, me veía corriendo por mil pasillos y salones, perseguida implacablemente por Mateo, que cuando me alcanzaba me sodomizaba una y otra vez, en todas las posiciones imaginables. Yo le rogaba que tuviera piedad, que me perdonara, pero siempre el resultado era el mismo…


… el me sometía.


En ocasiones me arrinconaba contra la pared y así me penetraba, en otras me ponía a 4 o de ladito en un sofá y me castigaba. Fueron tantas las ocasiones y formas que simplemente perdí la cuenta, pero en mi fantasía todo me estaba resultando exquisito. Cada vez que su miembro se metía entre mis nalgas, inconscientemente apretaba las sabanas con fuerza, retorciéndome como gata en celo en la cama.


Y sin poder evitarlo los gemidos sexuales escapaban una y otra vez de mi boca, y eso parecía motivar mas al Mateo de mis sueños, que con crueldad abusaba de mí cada vez más agresivamente, hasta que…


"¿Megan? Megan, despiértate hija, estas teniendo una pesadilla." Dijo mi Mama cariñosamente mientras me sacudía el hombro.


"¿Eh…? ¿Qué paso..?" Dije confundida, abriendo los ojos con dificultad.


"Estabas teniendo una pesadilla, hija. –Dijo mi Mama con preocupación-Te quejabas mucho, y por eso vine a despertarte."


"Uf.. no, no te preocupes, Mami.. no me pasa nada, solo.. fue un mal sueño." Me senté en el borde de la cama y me cubrí la cara con las manos."¿Qué hora es?"


Mi Mama sonrió complacida al ver que la situación estaba bajo control. Me dio un cariñoso beso en la mejilla y dijo: "Las 8, y ya debes de arreglarte para ir a la escuela. ¿Ok?" Y entonces salió de mi habitación para atender sus asuntos.


Me quede ahí sentada, sin saber qué hacer. ¿Realmente había sido capaz de soñar todo eso? Y lo peor de todo no había sido el aspecto pervertido del sueño, sino que me había gustado. Me dolía en el alma recordar cómo hasta le había suplicado a Mateo que me diera más, y la sutil humedad entre mis piernas era el vivo vestigio de eso.


Oh Dios. ¡Me estaba volviendo loca!


Apreté las manos con furia, sintiendo un súbito arranque de dignidad. ¿Quién se creía ese estúpido para tenerme en este estado? No, señor, debía ponerle un alto a esta situación. Ya de por si era bastante humillante ser la esclava sexual del Nerdcito, como para encima disfrutarlo.


La vieja Megan debía volver, llegar a ser de nuevo la reina del universo.


Si, sin duda…


¿Pero cómo?


Me quede pensando en eso un rato. Claramente mi reputación en estos momentos no estaba en el punto más alto, así que tenía que tomar medidas para evitar en lo posible las consecuencias negativas de mi situación con Mateo. Debía buscar la forma para mantener mi popularidad intacta.


Entonces me vino a la mente una idea genial. Esta noche habría una fiesta y sería en la casa de Pedrito Salinas, uno de los juniors millonarios de la escuela. ¡Claro! Solo la crema y nata de la sociedad acudiría, por lo que lo mejor que podría hacer seria ir sola y ser el centro de atención, para variar.


"¡Dios mío, que súper idea…!" Me dije con una sonrisita malévola en la cara.


Entonces sonó el teléfono de mi cuarto y rápidamente conteste.


"¡Megan, estaba preocupada por ti..!" Reconocí inmediatamente la voz de Michelle, una de las porristas de mi equipo y la chica más hipócrita del mundo. Siempre había querido el puesto de capitana, y desde que se lo gané había estado tratando de ganarse mi "amistad".


"Ah.. Michelle, que alegría, amiga.. ¿Y porque preocupada?" Dije con la más profunda hipocresía.


"Uff, o sea, es que desde que agarraste a eso de novio, todas creemos que te volviste loca."
La sangre me hirvió ante el comentario, pero contuve la calma.


"No, para nada, pues… es que lo tengo de novio porque… pobrecito, le quedan 3 meses de vida y quise ser su última alegría en este mundo."


"¡Ay, amiga, que buena eres..!-Dijo Michelle con una voz sutilmente cínica."Claro, tan noble tú, ¿Cómo no se nos ocurrió eso?"


"Si, ya sabes cómo soy, siempre ayudando. Por cierto, ¿Vas a ir a la fiesta?"


"¡Helllowww, pues claro! O sea, todas, todas vamos a ir súper fashion, es un evento único, súper cool."


"Bueno, yo iré también.. ¿Pasarías por mi?"


"Amiguis, ni lo tienes que pedir. ¿A qué hora pasamos? Voy a ir con todas las chicas del equipo."


"No sé, a las 10pm, ¿Va?"


"Súper, nos vemos amiguis, besitos mua mua"


Colgué con algo más de fuerza que la necesaria, bastante irritada por la actitud de Michelle. Bueno, más que la actitud fue la posición de lástima que me manifestó. Y lo peor era que seguramente así pensaría más de uno, por lo que ahora más que nunca mi presencia en esa fiesta era indispensable.


Sin duda, mi única salida.

Ba‘al Z'vûv
21-07-2010, 15:41:40
*** 11 Horas después ***

El resto del día pasó sorprendentemente rápido. En la escuela no vi en ningún momento a Mateo, y las clases fueron pasando una tras otra sin incidentes. Finalmente, y casi sin darme cuenta, ya estaba de vuelta en mi recamara y comenzaba a anochecer.


Eso sí, todo el día le había dado vueltas en mi cabeza al gran evento, y cada vez me sentía más contenta por lo que sucedería en la noche. Tenía que ir vestida de forma espectacular, claro está, y entonces fui a darme un baño rápido, y al terminar corrí a mi closet para elegir el atuendo que llevaría.


Y lo primero que escogí fue una sensual tanguita rosa que fui subiendo por mis piernas lentamente, ruborizándome en el proceso. Luego me puse un súper sensual vestidito negro de tubo de una pieza, que cubría desde mis muñecas hasta un poquito debajo de mis nalgas, y se apretaba contra mi cuerpo como si fuera una segunda piel.


Luego, para completar la imagen sexual que quería, me puse unas botas de terciopelo blanco a media pierna, y finalmente me arregle el cabello en una linda cola de caballo y me pinte un poco el rostro. Entonces con vanidad me paré frente a un espejo de cuerpo completo y lo que vi me dejo impactada.


Uff. Me veo súper sexy.


Con una sonrisita picara di varias vueltecitas para lucir mi figura, y supe que los chicos en la fiesta se morirían de la impresión al verme llegar así. Justo entonces oí como sonaba un claxon en la calle, y al asomarme vi que en un jeep amarillo estaban mis amigas saludándome como desesperadas.


"¡Ya voy, espérenme!" Les grite mientras agarraba una pequeña bolsita negra y a toda velocidad bajaba las escaleras hasta llegar a la puerta principal. Pero cuando la abrí me lleve una sorpresa, ya que ahí estaba Mateo, con sus típicas fachas de nerd y un ramo de rosas rojas en la mano.


"H..hola Megan.. te traía esto.." Dijo entre apenado e impactado, recorriéndome con la mirada de pies a cabeza."Wow.. estas súper linda esta noche."


"Ah.. si, gracias.. –Dije con indiferencia- Me tengo que ir a una fiesta, pero pues deja las flores en la sala. ¿Ok?"


"¿A una fiesta? ¿Oye, y si vamos juntos?" Preguntó emocionado.


"No, no creo, es muy exclusiva, gente como tú no puede entrar.." Dije con desdén.


"Gente… ¿Como yo?" Le cambió inmediatamente la expresión.


"Bueno... no quise que sonara así. Pero tú me entiendes, ¿No? Nos vemos mañana, y gracias por las flores."


Y sin darle tiempo a responder corrí hasta el Jeep y me subí en la parte de atrás. Estaba tan emocionada que ni siquiera voltee a ver a Mateo mientras el vehículo se ponía en marcha a la fiesta. Había sido más cruel de lo necesario, sí, pero esta era mi noche y nadie me quitaría eso.




*** En la Fiesta, 15 minutos después ***



"¡Hola chicos…!" Grito Michelle de forma escandalosa mientras que ella y el resto de mi equipo de porristas entraban a la casa de Pedrito Salinas, una lujosísima residencia en las afueras de la ciudad. Y yo las iba siguiendo unos pasos atrás, y cuando por fin entre vi que todo era un pandemónium, ya que el lugar estaba atiborrado de gente y la cerveza y las risas fluían alegremente.


Entonces fui siguiendo a mis amigas con dificultad entre las miles de parejitas bailando, hasta que finalmente llegamos a una mesita junto a la alberca en la cual ya varios chicos nos estaban esperando. Una a una mis amigas se fueron sentando, pero por las miradas que me daba el público masculino ahí reunido supe que la estrella sin duda era yo.


¡Y esa sensación me fascinaba!


Y claro, los chicos se morían por llamar mi atención y me ofrecían cosas: "Ven, Megan, siéntate aquí.. ""No, nena, aquí.." "Vamos, Meg ¿Te traigo algo de beber?"


"Gracias, chicos, ¿Me podrían traer un tequila?" Les dije a mis admiradores con una sonrisita coqueta.


Y casi de inmediato 2 de ellos se levantaron y a toda prisa fueron hasta el bar cercano. Voltee a ver a Michelle y le sonreí con malicia, disfrutando el darle estas muestras de mi poder con los hombres, porque…


…A ella ni siquiera le preguntaron si quería algo de tomar.


En menos de un minuto los chicos regresaron con mi bebida, y como la lujuria estaba a tope esa noche, aproveche para de forma picara sentarme de un modo más sensual que de costumbre. Con total inocencia arquee un poco la espalda y cruce seductoramente mis largas y espectaculares piernas, y cuando voltee a ver de reojo a los chicos supe que a más de uno le estaba a punto de dar un infarto.


"M.megan... " Dijo uno de ellos, tragando saliva. "¿Vas a llevar al equipo de porristas al partido de mañana?"


Lo mire de la forma más sensual posible. "No sé. Depende de si nos tratan bien esta noche."


"S..sí, claro, las vamos a tener muy divertidas todo el tiempo eh." Y el pobre chico comenzó a sudar de nervios mientras bajaba la mirada.


Me mordí los labios con actitud de travesura ante eso.


"Ay Megan.." Dijo Michelle en mi oído, visiblemente irritada. "Abusas de esos chicos, el pobre se está muriendo de la pena."


"Bueno, Michelle, es la carga que llevo en mis hombros, ser espectacularmente bonita. " Respondí con ironía, lo cual saco una risita falsa de mi rival.


"Ah sí.. sin duda. ¿Oye, y que paso con tu noviecito?" Respondió Michelle con evidente rencor.


"Se quedo en casa por sus tratamientos. Ya sabes, pobrecito. 3 Meses de vida." Dije con una mirada de ternura pura.


Michelle no dijo nada, y se limito a darle un trago a su bebida con frustración.


Voltee a ver de nuevo a la gente a mi alrededor, y como esperaba, casi todos los chicos en la fiesta no me quitaban la vista de encima. Bueno, no solo a mi sino a todas las chicas de la mesa, porque con toda honestidad aquí estaban los mejores especímenes femeninos de toda la escuela. Pero eso si, al ser yo la capitana del equipo de porristas eso me hacia sin duda el manjar más apetitoso de todos.


Le di otro trago a mi bebida, y casi sin darme cuenta ya tenía a otros 3 chicos guapísimos sentados a mí alrededor, todos con el evidente afán de ganarse mis atenciones. Sonreí de forma frívola, fascinada con la atención. Sin duda, esta sería una noche especial.


… Y desgraciadamente, lo fue.

Ba‘al Z'vûv
21-07-2010, 15:42:36
Al parecer mi buena suerte se acababa apenas me confiaba, porque apenas unos segundos después se oyó un bullicio en la puerta principal. Entonces de entre la multitud apareció Mateo, vestido de la forma más espantosa posible, con un saco y pantalón de cuadros verdes, acompañado de una camisa morada, y una rosa en la bolsa frontal.


¡Dios mío, esto no me puede estar sucediendo! Dije en voz baja, cubriéndome la cara con las manos.


"¡Hola Megan, mi bomboncito..!" Gritó alegremente Mateo mientras me daba un beso idiota en la frente.


"¿Pero qué haces…?" Le pregunte en voz baja, visiblemente irritada.


"Pues, vengo a la fiesta contigo. ¿O te molesta, mi amor?"


Todos en la mesa estaban en silencio, sin quitarme la vista de encima. Si quería mantener la farsa del "noviecito", debía ser lo más convincente posible. "Eh.. sí, mi amor. Ven, vamos a un lugar más privado a platicar." Y entonces agarre a Mateo con fuerza de la mano y casi lo fui arrastrando hasta que llegamos a una esquina medio oscura del jardín.


"Uy, hasta me dolió la mano, Megan." Dijo en tono de chiste Mateo.


"¡Estúpido! ¿Pero qué carajos haces aquí?" Le reclame indignada.


"Mira, no te estás portando como la noviecita educada que quiero ehh.."


"Me vale madre eso, Mateo, ¡Te dije claramente que no te invitaba a la fiesta!" Respondí apretando los puños de la impotencia.


"Pues, el trato era que serias mi noviecita, y si no puedes hacer eso tendré que tomar algunas medidas. ¿Entendido?"


"No te creo, nerdcito, porque tú sabes que te he estado dando mi cuerpo y no renunciarías tan fácilmente a eso. Además, esto de ser tu noviecita ya me está hartando." Reclame con seguridad.


"¿Ah sí? Bueno, si, tienes razón, me has estado dando tu cuerpo, pero si no te portas como la noviecita cariñosa que espero, al menos una de las fotos saldrá en internet cuando el trato termine. ¿Entendiste, muñeca? Además, eso te ganas por tratarme tan mal." Dijo Mateo con mucha irritación en su voz.


"¡No puede ser..!" Dije con impotencia a la vez que me le quedaba mirando con cara de enojo. Pero sabía que él tenía razón, no podía escaparme de ser su noviecita. Me quede sin hablarle durante casi 10 minutos, y cuando por fin me tranquilice le dije:


"Mira… ve y tráeme un tequila. ¿Ok? No pienso moverme de esta esquina en toda la noche."


Mateo me miro con una cara que dejo en claro que mi comentario le había dolido, y entonces se puso en marcha al Bar. Me recline en la baranda, con mi corazón latiendo a mil por hora por el disgusto que acababa de pasar, hasta que pasados unos minutos Mateo volvió con mi tequila y me lo ofreció.
Sorprendentemente, luego se quedo en silencio junto a mí y no dijo nada durante un rato.


Le di varios tragos a mi bebida, y cuando la curiosidad ya me tenía vuelta loca le pregunte: "¿Estas molesto conmigo?"


"Si. Megan, eres muy cruel." Dijo sin mirarme.


"Ah, ¿Cruel? ¿Necesito recordarte quien es el que me está chantajeando?"


"Si, pero.. ¿Tan mal te la has pasado?"


"P..pues, claro.. ha sido asqueroso todo."


"No te creo, porque siempre has gemido de una forma que deja en claro que te gusta. Y no me digas que no, Megan."


"Pues, creo que estas volviéndote loco o algo. Yo NO he gemido de placer contigo NUNCA."


"¿Ah no? ¿Y qué me dices de esto?" Y acto seguido me mostro su reloj, y al apretar un botón se oyeron claramente mis gemidos. Y sin duda, eran sexuales.


"Estúpido, ¿Me has estado grabando?"


"Si, ¿A poco no está súper este reloj? –Contestó súper emocionado- Pero solo graba voz. ¿Ya vez como sí has gemido de placer?"


Le di varios tragos a mi bebida y no le respondí. Me había descubierto, y por más que pensaba que responder nada me convencía. Resignada, me di cuenta que el silencio era mi única alternativa posible.
Mateo se quedo callado también, y durante un largo rato nos quedamos admirando las luces de la ciudad a lo lejos. Seguí tomándome el tequila, hasta que de repente…


…Paso algo que altero aun mas mis planes.


Quizás causado por el enojo o lo que sea, el tequila comenzó a hacer efecto. Y fue súper intenso y REPENTINO. Me sentí mareada de repente, y me puse a reírme como tonta. Mateo vio inmediatamente que algo no estaba bien, y me dijo:


"Megan, ¿Te sientes bien?"


"Uff. Si, nerdcito.. me siento suuuper.." Dije agarrándome a la baranda con dificultad.


"Ay Megan, ya se te subió la bebida. Te voy a llevar a tu casa ¿Ok?" Dijo Mateo sujetándome de la cintura, a lo cual respondí abrazándolo con fuerzas. Pude sentir como su corazón se acelero de inmediato, y sonreí un poquito.


Regresamos a la fiesta y aun atontada me fui despidiendo de todos, mientras Mateo seguía llevándome en sus brazos hacia la salida entre la multitud. Lentamente llegamos hasta la puerta principal, y cuando estuvimos afuera vi que la espantosa pick up de Mateo estaba estacionada en la entrada.


Y no pude evitar poner una cara de burla al ver eso. Era un vehículo espantoso, modelo 60, con golpes y manchas de oxido por todas partes. Claramente esa camioneta había visto muchísimo camino en su vida.


"E..espera, Mateo.. ¿N..nos vamos a ir en esa…cosa, a la casa?" Dije arrastrando las palabras, sintiendo como me movían el piso.


"Si, Megan.. " Respondió con indiferencia Mateo, y entonces me abrió la puerta del pasajero y con un pequeño esfuerzo se aseguro que estuviera bien sentada y luego me coloco el cinturón de seguridad.


Rápidamente fue hasta el otro lado y se coloco al volante, y cuando encendió la espantosa camioneta se oyó un rugido tremendo del motor. Acelerando poco a poco dio la vuelta y nos pusimos en marcha a mi casa.


Cerré los ojos, aun muy mareada por todo lo ocurrido. Voltee a ver a Mateo, y vi que estaba con la vista fija en el camino.


"¿Mateo…?"


"Dime, Megan.."


Me reí de forma boba, lo cual hizo que sonriera un poco. "¿S..sabes..? Ayer soñé contigo."


"¿Ah sí?" Respondió con muchísimo interés.


"Sip. Me perseguías en el sueño, y me la… metías." Dije de nuevo entre risitas.


Mateo comenzó a sudar de repente por lo que estaba oyendo.


"Oye, Megan.. y.. ¿Qué mas pasaba?"


Me recosté contra la puerta, sintiendo el frio aire del bosque alborotando mi largo cabello negro.


"Me la metías.. Mateo. Y me la metías.. y me la metías.. y…"


Y sin darme cuenta me fui quedando dormida.


Casi ni sentí cuando la camioneta bajo la velocidad y se metió en un camino rural, ocasionando que se zarandeara un poco. Cuando abrí los ojos vi que estábamos en un mirador, con las luces de la ciudad a la distancia.


"Uf..d..donde estamos..?" Dije con una risita boba, mirando a Mateo.


"Es un mirador, Megan.. ¿Ves? De aquí se ve tu casa, asómate."


Con esfuerzos me levante un poco y por más que trate no encontré ni siquiera mi calle.


"Megan.. ¿Tu tienes… alguna fantasía?" Me preguntó con pena Mateo.


"Uf.. " Me recosté de nuevo en el asiento, pasando mis dedos por mi pelo. "Si... me imagino que… uf... tu cara entre mis piernas... " Y de nuevo se me escapo una risita.


Mateo no dijo nada y salió de la camioneta rápidamente, pasando por enfrente del motor. Luego llego hasta mi puerta y la abrió lentamente, para acto seguido darme un beso en la rodilla.


"¿Y..eso? E..estúpido.." Le dije con una mirada simpática, dándole una ligera cachetada.


¿No…quisieras que... hiciera tu fantasía realidad, Megan? Hasta ahora tú has sido la que… ha hecho todo."


Me mordí los labios de una forma sugerente, y con un gesto delicado dije que si con la cabeza. Entonces Mateo coloco sus manos en mis rodillas y me hizo girar sobre el asiento hasta que mis piernas quedaron apuntando hacia fuera. Me deje caer en el asiento de la pick up mientras Mateo abría mis piernas, y apenas un segundo después sentí como apretaba con firmeza su rostro contra mi sexo, apenas protegido por la delicada tela de mi tanga rosa.


"Ahh….ay…" Gemí en respuesta, arqueando la espalda de forma sugerente.


Mateo se envalentono al oír mi reacción, y su boca se pego aun más agresivamente contra la tanguita, resoplando de forma agresiva a través de la telita mientras sus manos subían y bajaban por mis piernas, acariciándolas.


Me cubrí la cara con las manos, poniéndome muy tensa mientras él seguía con sus amorosas maniobras entre mis piernas, y entonces sentí como sus manos se deslizaban por debajo de mi falda y me agarraban los costados de la tanga. Levante en respuesta un poquito la cintura, y poco a poco mi delicada prenda fue deslizándose por mis piernas hasta que quedo libre.

Ba‘al Z'vûv
21-07-2010, 15:59:20
Me sentía completamente vulnerable. Y mi coño necesitaba, ahora más que nunca, una boca hambrienta dispuesta a devorar los jugos que tan generosamente ofrecía.


Y Mateo no defraudo. Su boca se apretó a mi sexo con desesperación, y su lengua comenzó a deslizarse como loca por todos lados, dándome unos escalofríos deliciosos. La sensación rasposa de su piel contra mi delicado clítoris me estaba poniendo a mil.


"Ay…ah…uhhh… "Gemí tiernamente, abriendo mas las piernas. Las sensaciones invadían mi cerebro, y mi razón cada vez funcionaba peor.


Mateo tenía una lengua exquisita. La deslizaba con maestría a lo largo de mis engordados labios y terminaba en mi clítoris, para repetir una y otra vez el proceso. Sus boca tampoco paraba, y jalaba y mordía deliciosamente mis pliegues, lo que me hacia dar unos saltitos inocentes que evidentemente le fascinaban, porque lo volvía a hacer cual niño travieso.


"M..Megan.. Megan, mi amor.." Dijo Mateo en un murmullo, demasiado ocupado en devorar tan exquisito platillo que la vida ponía frente a él.


"..M.mas.. ..mas… Mateo, mas…" Decía yo febrilmente, y entonces lo agarre violentamente del cabello y lo apreté con fuerza contra mi coño. Mateo reacciono con un gruñidito erótico, y entendiendo mis urgencias se volvió loco y con sus labios y lengua empezó a mamar mi clítoris de forma bestial.


"AAAAAhhh……ahhhhhh……ahhhhhh…." Jadee en éxtasis, con mis manos temblorosas por la emoción. Estaba a punto de venirme.


Pero justo entonces algo sucedió. Mateo se subió a la camioneta conmigo y se coloco entre mis piernas, con su miembro erecto apuntando hacia mi intimidad.


"M..mateo, no.. " Dije aun mareada, levantándome un poco hasta quedar sentada frente a él. "Y..ya sabes qué.. soy virgen."


"M..Megan, solo… solo la punta, te lo prometo."


"N..no… es que…"


Mateo se me acerco al cuello y paso su lengua por todo lo largo, sacándome un par de gemiditos mas.



"Anda.. Megan, solo la puntita."


Una gota de sudor resbalo por mi rostro, y sentí que mi corazón se estaba a punto de salir de mi cuerpo. Mi cuerpo estaba al 100%, y mi sexo clamaba a gritos tener algún tipo de desahogo.


"¿M..me prometes.. –Dije arrastrando las palabras, aun mareada- que.. solo la puntita?"


"Si, si Megan, te lo juro.. solo la punta…" Me dijo en el cuello Mateo, dándome un juguetón beso.


"Uf.." Suspire sensualmente, y entonces me apreté contra Mateo y lo abrace con fuerza.


El se acerco un poco más a mí y sentí como su grueso miembro se colocaba en la entrada de mi coño, abriendo de par en par mis delicados y ardientes labios. Con un movimiento suave Mateo fue penetrándome, poco a poco, entrando cada vez más en mí…


"M..mateo, s..solo la..puntita…" Dije apretándome inconscientemente a su cuerpo, sintiendo como él no estaba respetando el trato.


"S..si Megan.. " Me respondió con un evidente tartamudeo.


Mala señal.


Su verga se iba metiendo cada vez más en mi, y con impotencia le clave las uñas en la espalda, lo cual hizo que saltara un poco pero no que se detuviera.


"¡M..Mateo…! D..detente…" Le dije suplicante al oído, pero era inútil. Su carne seguía abriéndose paso entre la mía, ensanchando hasta el límite mis paredes internas mientras mi clítoris pulsaba insistentemente una deliciosa señal orgásmica.


No.. detente… d..detente..


Pero el miembro de Mateo seguía avanzando implacablemente. Y el momento de la verdad llegó, porque se detuvo brevemente ante una delicada barrera…


.. y siguió avanzando.


"¡M..mateo…!" Gemí al sentir una ligera punzada, casi imperceptible. Me apreté contra su cuerpo, temblando ligeramente de nervios. Estaba muy confundida, y mi mente se había vuelto un caos..


No.. d..detente.. detente. No.. no te detengas.. No te detengas.. no te detengas…


Gimiendo tiernamente, lo abrace con todas mis fuerzas hasta que finalmente todo su miembro entro en mi cuerpo, y sin decir nada nos quedamos ahí los dos en silencio.


"M..Megan.. perdóname. " Me dijo al oído Mateo, mordiéndomelo suavemente.


Y durante algunos segundos me quedé en silencio, en shock. Entonces me mordí los labios, dejando escapar un suave quejido ante sus caricias, y con dificultad le dije: "Despacito…."


Y todo comenzó.


Las caderas de Mateo se hicieron para atrás unos centímetros, y luego me penetro con mucha delicadeza, poco a poco.


"Ah…ay…" Dije recargando mi rostro en su hombro, temblorosa. No sentía ningún dolor, cosa que me extrañó, pero era una sensación rarísima. Nunca hubiera pensado que perdería mi virginidad en estas condiciones.


Mateo siguió besándome el cuello y los hombros, y de nuevo sus caderas realizaron la sexual maniobra, sacándome otra vez un suave gemido.


"Uf…."


Y otra vez. Y otra vez. De nuevo… más, otra vez…


Yo solo me sujetaba al cuerpo de Mateo, gimiendo suavemente, mientras sus caderas daban embestidas cada vez más firmes entre mis piernas. Su verga entraba y salía de mi sexo cada vez más vigorosamente, logrando que mi deliciosa humedad se deslizara por mi piel hasta el asiento.


Slap…slap….slap….slap….


"M.mateo.. ah…mm…mm..M.mateo..ah…" Mis gemidos no dejaban lugar a dudas, y eran tiernos y sexuales, de aquella hembra que se sabe sometida y pide más. Mi rostro pasaba de la angustia al éxtasis, sonrojándose evidentemente, mientras Mateo respiraba agitadamente en mi cuello.


Y sus caderas seguían aumentando la velocidad, hasta que llego un punto en el que la camioneta se zarandeaba ahora violentamente, de un lado al otro, y los viejos amortiguadores chirreaban como si se estuvieran quejando.


Pero nada de eso me importaba. El ardor en mi cuerpo era exquisito, y quería más. Mucho más.


"M..mateo… Mateo…ah.." Gemí suavemente, clavándole las uñas en la espalda. El gruñó un poquito, y en respuesta acelero un poco más sus movimientos, seguramente porque supo que por mis actitudes estaba a punto de venirme.


Y entonces el tan esperado orgasmo llego de golpe, azotando la puerta.


"AAh……Ahhhh…AAAhhhhhh…M..Mateo…" Me retorcí de forma agónica, temblando sin poder controlarme mientras una explosión de placer recorría cada nervio de mi cuerpo. Mi corazón latía a mil por hora, y los orgasmos seguían llegando uno tras otro, y por un segundo creí que me volvería loca.


Y al verme así Mateo no pudo aguantar más, y se apretó violentamente contra mi cuerpo, a la vez que se ponía muy tenso. "M.Meg..megan…Ahh…"


Y entonces su verga comenzó a escupir una violenta carga de semen en mi interior, y yo febrilmente cruce mis piernas en su espalda, apretándolo contra mi cuerpo como si fuera lo único que existiera. Sonreí débilmente al sentir su cuerpo temblar, y con mucha ternura me apreté a él, cerrando los ojos mientras una lagrima se resbalaba por mis mejillas.


Acabo de perder la virginidad, oh Dios…


Y así, después de varios segundos, Mateo terminó de venirse y se quedo en silencio. Nos quedamos abrazados por lo que pareció un año. Nadie decía nada, y solo el ritmo de nuestras respiraciones rompía la monotonía del sonido del bosque.


"M..Megan.. te amo.." Me dijo Mateo al oído, besándomelo suavemente.


Entonces me volvió a ganar el sentimiento y comencé a llorar, y al ver mi reacción Mateo se angustió. "Megan, perdón, yo…"


"C..cállate, Mateo.. –Dije aun en llanto.- Llévame a mi casa."


"Si…Megan, perdóname." Respondió con voz triste, y rápidamente se separó de mi cuerpo y luego de subirme mi tanga y asegurarse que estuviera bien sentada cerró mi puerta y corrió a sentarse en su lugar.


La vieja pick up dio la vuelta y nos pusimos en marcha a mi casa. Y al llegar me baje del carro y sin darle tiempo a Mateo para despedirse me fui corriendo a mi recamara, en donde apenas llegue me tire en la cama para seguir con mi llanto.


Estaba muy confundida. Hoy había perdido mi virginidad y la experiencia había resultado ser deliciosa, pero…


¿Con Mateo?


Todo mi ser quería odiarlo por haberse aprovechado de mí, por chantajearme vilmente con las fotos, pero…


No podía. En el fondo también me sentía feliz, y eso me tenía muy confundida. Y así estuve llorando y llorando, hasta que sin darme cuenta…

…Me fui quedando dormida.

merlins
05-11-2010, 17:01:49
y el resto del relato que esta muy chever

Ba‘al Z'vûv
11-11-2010, 15:09:10
El Collarcito.
Un regalo perverso, y Megan luchando contra lo inevitable... (En este capítulo hay sexo lésbico, juego de Dominación/sumisión.)

Por fin había llegado el fin de semana, y como todos los sábados me tocaba broncearme.

Y aquí estaba yo, con el bikini verde más sensual del universo, acostada en un camastro mientras mi piel lentamente agarraba un delicioso tono dorado. Sonreí con picardía mientras me untaba mas bronceador en el estomago, pensando en lo sexy que me veía haciendo esto.

Porque para variar, sabía que tenía público.

"Otra vez ellos...” Me dije con una risita coqueta, viendo como a la distancia varios chicos se habían subido a un árbol para admirarme mejor. Y al sentir un delicioso calorcito exhibicionista por mis venas decidí darles un poco más de "show", por lo que con toda la sensualidad posible arquee mi cuerpo y vi como los pobrecitos casi se caían por la impresión.

No pude evitar reírme un poquito, con una carita de travesura.
Simplemente, me fascinaba ser el centro de atención. Nada me excitaba más que volver locos así a los chicos, era como una droga. Y como en estos momentos el jueguito estaba resultando demasiado divertido…
…Decidí hacerlos sufrir un rato más.
Y mi ataque fue implacable. Durante casi 15 minutos use lo mejor de mi repertorio: Vueltecitas, arquear la espalda, levantar la pierna, nalguitas paraditas, sonrisitas coquetas, ponerme boca abajo, de lado, untarme bronceador, etc.…
Y las reacciones de los chicos eran súper cómicas. Sus miradas eran de total lujuria, y hasta se peleaban entre ellos por ocupar los mejores lugares del árbol. Y el verlos luchar así por mí me tenía cada vez mas acelerada, aunque…
… No había considerado que el Sol estaba pegando muy fuerte, y entre tantos movimientos me fui cansando y me dio un poco de sueño.
Sera mejor descansar un rato, pensé con una sonrisita, además así evitare que se vuelvan locos.
Entonces me puse unos lentes de sol y me recosté, decidida a dormir un rato. Pero no llevaba yo ni un minuto así cuando de repente sentí que alguien me tapaba los ojos con las manos.

"Adivina quién es…" Dijo Mateo con emoción.

"Ufff.. Es inconfundible la voz de ñoño y el tonito de estúpido…" Le recrimine poniendo una mueca.

"Siempre tan cruel, Megan." Dijo en voz baja Mateo, soltándome. "Luego te quejas que te trato mal, mi amor."

"Mira... para empezar, estúpido, no me digas "Mi amor"" Dije torciendo la boca.

"¿Ah, las cosas van a ser así? ¿No recuerdas, Princesa, que apenas ayer te tenia con la verga en el culo mientras gemías pidiendo más?”

"S.si, pero… eso es diferente…" Dije sonrojándome sin querer. "Me estabas obligando."

"No, Megan, te dije claramente que si te querías ir lo podías hacer… "

"Mira... yo...” Trate de responder, pero sus argumentos eran lógicos. No supe que decirle.

"Como sea, Meg, te traje un regalo." Dijo Mateo colocando una bolsa negra de plástico en el pasto y buscando algo en su interior.

"¿U.un...regalo?" Puse una sonrisita. "¡Me fascinan los regalos! ¿Qué me compraste?"

Mateo no dijo nada y siguió buscando algo en la bolsa hasta que lo encontró. Y cuando sacó la mano vi que tenía en ella un collar negro de cuero, muy delgado y claramente para…

…Mascotas.

Mateo se me quedo viendo con una sonrisa estúpida.

"¿P.pero… y eso que es?" Le reclamé.

"Es un collar, mi amor, -Dijo con orgullo- que va a dejarle en claro al mundo que me perteneces… Lo compre en internet hace unos días, y me explicaron que es para estos casos."

"¿Para estos casos? ¿Qué tu estas idiota o qué? ¡No pienso ponerme eso!"

"No, princesa, claro que TE LO VAS A PONER. No te estoy preguntando si quieres. ¿O se te olvida cuál es tu papel aquí?" Respondió Mateo visiblemente enojado.

Me asusté un poquito al verlo así. Sin duda Mateo tenía el control de mi vida y hacerlo enojar no era buena idea. "N.no, mira... Mateo, es que yo... mira, voy a la escuela, y… ¿Cómo me voy a ver con eso?"

"Megan, no se te va a ver mal. Tu eres linda de cualquier forma." Dijo mientras colocaba el collar alrededor del cuello.

"Ay Mateo... es que... " Dije angustiada. "Me da pena, me van a ver y…"

CLICK…

El collar quedo firmemente alrededor de mi cuello, cerrado por un pequeño candadito dorado.

"¡Mateo! ¡Te dije que NO, estúpido…!" Dije agarrando el collar con impotencia, tratando de abrirlo.

"Megan, si vuelves a mencionar el collar te juro que te pongo a mamármela aquí mismo. ¿Ok? Y por cierto, no te lo podrás quitar ya que solo yo tengo la llave."

"B...bueno… está bien." Dije bajándole a mi voz. "Ya no diré nada."

Mateo puso una sonrisita malvada. "Y espera que veas la plaquita…"

"¿P.plaquita? Ay Mateo, no querrás decir que…"

Y entonces me la mostro. Una pequeña plaquita de metal que decía:

Megan Loera
Propiedad de Mateo Balcázar.


Me quede helada. Era la mayor estupidez que había vivido nunca, y lo peor de todo era que no había forma de evitarla. Tendría que llevar el maldito collar y la ridícula plaquita a partir de ahora. Apreté las manos con coraje, mirando a Mateo con todo el odio del mundo.

Pero a el no le importaba en nada mi situación, y sin preguntarme agarro con cuidado el collarcito y le coloco la plaquita, que quedo colgando muy coqueta al frente.

"Ay...no." Dije con pesar. Y por si la humillación no fuera suficiente vi que los chicos en el árbol seguían muy atentos lo que sucedía conmigo.

"Megan, quita ya esa carita de preocupada. -Dijo Mateo con una sonrisa.- Te tengo otro regalo. En un rato alguien va a venir a tu casa y quiero que escuches con atención lo que te diga."

"P.pero…" Trate de responder.

"Esa persona va a traer algo para ti, y si haces lo indicado, te daré 10 fotos."

"Oye, pero…"

Y antes de que pudiera preguntarle más cosas Mateo me dio sorpresivamente un beso en la boca y salió corriendo a toda prisa hacia su casa.

"¿Qué traerá el nerdcito entre manos?" Me pregunte con la curiosidad quemándome por dentro. ¿Pero qué? ¿Quién vendría a verme? ¿Cuándo? ¿Por qué?

Entonces volví a sentir el collarcito en mi cuello y me olvide de todo, sintiendo un coraje tremendo. Me lo quería arrancar de golpe, sin importar las consecuencias. Esta vez Mateo había ido demasiado lejos. Si bien hasta ahora tenía claro que ser dominada me gustaba, otra cosa era ser la mascota del nerdcito en público.

Y eso si que no.

En público, NADA. ¡Y estaba dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias con eso!

Ba‘al Z'vûv
11-11-2010, 15:09:41
Regrese furiosa hasta mi recamara y entré azotando la puerta. Entonces con mucha prisa me vi al espejo y al ver el collarcito alrededor de mi cuello me volvió a hervir la sangre. "¡Maldito Mateo...!" Dije pateando una almohada del piso. “¡Lo voy a matar, a descuartizar, a quemar vivo, a…!”

De repente oí como sonaba el timbre de mi casa y con ansiedad me asome por la ventana, pero solo alcance a ver que alguien entraba aunque sin distinguirlo.

"¿Sera… la persona que Mateo dijo?" Dije intrigada. Entonces oí que alguien subía por las escaleras y en pánico me di cuenta que aun estaba vestida solo con el bikini verde.
Y de repente la puerta de mi recamara comenzó a abrirse lentamente.
Y durante un segundo me paralice, pensando que entraría el tipo más pervertido del mundo a violarme, hasta que un rostro familiar se asomó por detrás de la puerta y vi con alivio que se trataba de Claudia, la vecinita ñoña de enfrente.
"Hola Megan… "Me saludo con timidez.

"H..hola Claudia... "Dije poniendo una cara de confusión. ¿Sería ella la persona que Mateo había enviado? ¿Claudia? ¿Qué relación había…? ¿O seria alguien más…?
Como sea, el que Claudia me estuviera visitando era algo rarísimo ya que nunca habíamos sido muy amigas. Eso porque nuestras personalidades eran completamente opuestas. Mientras que yo era extrovertida, sexy y el centro de la fiesta, Claudia era tímida y callada, siempre muy hacendosita con sus tareas. La típica chica cerebrito que se viste de forma anticuada y sale en el cuadro de honor.

"¿Me puedo sentar?" Preguntó en voz baja, sin atreverse a dar un paso.

"S.si, claro Claudia, estás en tu casa."

"Gracias Megan." Y acto seguido se sentó en el borde de la cama, mirándome en silencio.

Y una duda me asalto en ese momento…

Ahora que lo pensaba, a Claudia nunca le había conocido un novio. Y eso a pesar de que…

… era muy bonita.

Su rostro era como de niña, con unos ojos café súper intensos y una sonrisa tierna, flanqueados por un precioso cabello negro hasta los hombros, muy bien cuidado. Y aunque no era muy alta tenía un cuerpo bien proporcionado, con evidentes curvas en los lugares correctos.
Pero lo dicho: Su forma de vestir del siglo pasado la traicionaba.
Y hoy venia vestida con una combinación particularmente es-pan-to-sa, con una falda de cuadros hasta la rodilla, blusa blanca y zapatos y calcetines negros.
Ay Claudia, -Pensé con una mueca de reproche- Si tan solo aceptaras mis consejos de moda serias súper popular con los chicos.

"Megan... m.mira.. es que… te venía a decir algo." Dijo ella de repente, tartamudeando y bajando la mirada.

"Si, dime."

"E.es.. que, mira... "

Y justo entonces me di cuenta de algo: En el cuello Claudia llevaba el mismo collar que yo.

"¿Quién te dio eso?" Pregunté con ansiedad.

"M.mi Amo…"

La sujete de los hombros con fuerza y vi que se asustó un poco. "A ver, ¿Cómo está eso de que "Tu Amo"?

"Si...bueno… tú también tienes uno. ¿No?" Dijo señalando mi collar.

"No, yo… no, es un malentendido… mira..." Traté de cambiar el tema.

"No mientas, Megan, se que Mateo es tu Amo…"

"Mira, Claudia, son estupideces. ¿Tú crees que YO tendría a un idiota como él de "Amo"?

"Si..." Dijo casi con miedo.

Me cubrí la cara con las manos, tratando de no desesperarme. "Ay Claudia, mira... ok, supongamos que Mateo es mi "Amo". Ahora dime quien es el tuyo."

"También él… " Dijo con una sonrisita tímida.

"Y… ¿Cómo es que se volvió tu "Amo?" Levante una ceja de forma inquisitiva.

"Es que... el tiene unas fotos... y… bueno, igual que a ti."

"¡Ajá…! "Dije sintiendo como el pulso se me aceleraba. ¿Así que el nerdcito había capturado a otra chica más? Esto tenía que detenerse, hablaría con Mateo muy seriamente y…

"Megan, es que... –Me interrumpió Claudia- Te quería decir también que mi Amo me envió a una misión."

"Mira, Claudia, deja de llamarle "Amo" al estúpido ese, ¿Ok? Bueno... ¿Y cuál es esa misión?"

"Es... que..."

Se hizo un silencio incomodo.

"Ay Claudia, ¡Ya dime...!" Dije desesperada.

"Tengo que comerte." Dijo de repente, cubriéndose la cara con muchísima pena.

Otro silencio incomodo.

"A…a ver si entendí. ¿Tienes que… comerme?" Dije alejándome un poquito de ella. Ahora entendía claramente porque Claudia nunca había tenido novio, y al estar frente a ella solamente con un bikini verde comenzaba a ponerme nerviosa.

"S..si...” Dijo bajando la mirada. "¿Me…dejarás?"

"¿Estás loca o qué? ¡NUNCA! Y ahora sal de mi recamara… "Respondí con altanería.

"Dice que te dará 10 fotos si aceptas…"

"Ni por mil, a mi no me gustan las mujeres y…"

"30 fotos."

"Ah… ¿30?"

"Si, dijo que te podría ofrecer hasta 30."

"Bueno… no sé, Claudia. No creo que sea algo…"

"Megan… mira, tu no tendrías que hacer nada. Solo acuéstate y déjame hacer todo yo." Y Claudia me miro con una expresión que no dejó lugar a dudas que eso le fascinaría.

"Bueno... suponiendo que acepto. ¿Cuánto tiempo duraría el… proceso?"

"20 minutos…"

Caminé con ansiedad de un lado al otro de la habitación, pensando. Nunca había estado con una mujer, ni siquiera en fantasías o nada. Pero la oferta parecía inofensiva: 20 minutos de estar acostada en la cama dejándome querer, a cambio de 30 fotos. Y durante todo este tiempo podría imaginar que es un chico el que me estaba comiendo.

"Bueno... pero solo 20 minutos. ¿Ok? Y no me pienso quitar el bikini, va a tener que ser por encimita. ¿Entendido?"

"Si." Dijo sonriente Claudia.

Con muchos nervios me senté en el borde de la cama y rápidamente Claudia se arrodillo en el piso frente a mí, colocando sus pequeñas manos en mis rodillas sin quitar esa expresión de lujuria tan sospechosa. Con un suspiro cerré los ojos, tratando de pensar en otra cosa…

"¿Ya, Megan?"

"Ufff… - Inhale profundamente- Ya…"

Entonces Claudia apretó sus dedos en mis rodillas y me hizo abrirlas un poco. Sentí como se acomodaba en el piso, y de repente…

Un suave soplo de aire entre mis piernas.

"Uf…" Di un saltito.

"¿Te gustó?" Pregunto Claudia.

"Eh... algo, bueno... sigue, ¿Ok?"

Y entonces otro soplidito, esta vez más cerca.

"Uy..."

"¿Ahora si te gustó?"

"N.no... no, pero... continúa..."

Entonces las manos de Claudia sujetaron con firmeza mis muslos interiores, abriéndome un poco más las piernas. Y antes de que pudiera protestar su boca se apretó agresivamente contra mi sexo, chupando y soplando con voracidad por encima de la telita del bikini. "MFmf……mfmf….mfmfmf…."

Y casi me desmayo, porque la sensación era...

…Sublime.
Me mordí los labios tratando de no gemir, pero era dificilísimo. La boca de Claudia daba fuertes empujones contra mi cuerpo, como si fuera una sanguijuela voraz mientras su lengua lamia vigorosamente las áreas alrededor de mi delicado botoncito.

Y la delgada tela de mi bikini no oponía ninguna resistencia, y para fines prácticos era como si su boca estuviera contra mi piel, con cada soplido y resoplido multiplicado por mil gracias a la humedad de mis partes.
Y no pude evitar poner una carita de angustia, ya que a este ritmo contener mis gemidos se estaba haciendo imposible.

"¿T..te gusta así, Megan?" Pregunto Claudia tímidamente, dejando su boca a un centímetro de mi clítoris.

"S..sigue…¿Ok?" Respondí con voz temblorosa.

Y ella obedeció felizmente, y sus labios volvieron a pegarse vorazmente a mi sexo, creando una poderosa succión mientras su lengua se retorcía como serpiente herida entre mis pliegues. Cada contacto me hacía saltar un poquito, por más que tratara de controlarme, y el placer se estaba volviendo insoportable.
Y mi voluntad se evaporaba con el pasar de los segundos…
…y así lo inevitable por fin pasó…

"AAhhhhh….." Un tierno gemido se escapó de mis labios.

Claudia se detuvo por un milisegundo al oír esto, y entonces agarro el costado de mi bikini con los dientes y lo fue haciendo a un lado, dejando mi sexo completamente al descubierto.

"A.Claudia, espera... y.yo…" Trate de decir, sonrojándome.

Pero ella sabía perfectamente que me tenía en sus manos. Y sin pedir permiso colocó sus manos en mi vientre y suavemente me fue empujando hacia atrás, hasta que mansamente quede acostada en la cama.

"¿Podrías... levantar las piernas, Meg?" Pregunto tímidamente.

"S.si…" Dije débilmente, poniéndome roja de la vergüenza.

Y de nuevo su hambrienta boca busco mi sexo y su tierno rostro se hundió entre mis delicados vellos negros, para entonces meterme de golpe su atrevida lengua hasta lo más profundo de mí ser. Inmediatamente arquee violentamente la espalda y mi respiración se aceleró muchísimo, a la vez que comenzaba a sudar de forma incontrolable.
"AAAhhh….." Gemí tiernamente.

Y ese gemido prendió muchísimo a Claudia, que no descansaría hasta hacerme venir. Entonces comenzó a taladrarme el coño como si su lengua fuera un pequeño pene, retorciéndola en mi interior mientras bebía mis abundantes jugos como desesperada. Y mientras tanto sus labios chupaban, lamian, jalaban y frotaban cada milímetro de mi sexo, sin descansar ni un segundo.
Y debido a eso mis gemidos eran cada vez más descarados, hasta el punto en que comencé a preocuparme que alguien en mi casa pudiera oírlos. Entonces apreté las sabanas con impotencia, porque sabía que no podía quedarme callada.

Pero el exquisito placer entre mis piernas era francamente insoportable.
Abrí mi boca y pasé mi lengua de forma lujuriosa sobre mis labios, sintiendo como mi respiración sonaba como la de una hembra en celo. Pero el hecho de saber que era una chica la que me tenía así…
…Me estaba matando.
Y la curiosidad quemaba. Quería voltear a verla, pero… ¿Soportaría ver un rostro femenino entre mis piernas? ¿A Claudia?

Oh Dios, no… no debo voltear a ver…

No debo…
Oh Dios…

Pero lo hice.

Con mucho nerviosismo voltee a ver a Claudia, y al ver su cara entre mis piernas quede como hipnotizada. Su bello rostro tenía los ojos cerrados y ella movía su cara de lado a lado, comiéndome a placer, con su nariz descansando entre mis delicados vellos púbicos. Y su boca y mejillas estaban completamente empapadas con mis jugos.

Ba‘al Z'vûv
11-11-2010, 15:10:12
Y yo simplemente no le podía quitar la vista de encima.


Ver ese hermoso rostro apretándose contra mi sexo, devorándome…. Uff, me había acelerado muchísimo. Sentí un delicioso calorcito recorriendo todo mi cuerpo, aumentando mi temperatura un par de grados más, mientras Claudia obedientemente seguía concentrada en su amorosa labor, sin detenerse ni un segundo.

"Ah..." Gemí nuevamente, sonriendo ligeramente al sentir un toquecito en mi clítoris.

Y entonces Claudia abrió los ojos y me sorprendió espiándola. Con mucha pena volteé rápidamente a otro lado.

"¿T.te gusta… verme, Meg?" Pregunto sensualmente.

"No... bueno… s.si..." Dije con la cara roja de vergüenza, mientras poco a poco volvía a verla a los ojos. "Si… me gusta."

"A… a mí también me gusta. Mírame a los ojos… ¿Ok?"

Y obedecí.

Mis ojos se clavaron en los suyos mientras Claudia desabrochaba los hilos de mi bikini, quitándomelo. Y entonces comenzó a darme largas y lentas lamidas por mis hinchados labios, terminando siempre con un simpático toquecito en mi clítoris.

"AAAAAAAAhhhhhhh….." Cerré los ojos y puse una carita de angustia, arqueando la espalda. Con desesperación jalé las sabanas de mi cama, mordiéndome un labio para no gritar en éxtasis. Claudia estaba yendo directamente por su premio, y a este ritmo lograría hacerme venir en segundos.

Y de repente paso algo tremendo…

Alguien tocó la puerta de mi recamara: ¡Toc, toc!

"¿Hija? ¿Está todo bien?" Pregunto mi Mama con preocupación desde el pasillo.

"S.si, Mami... t..todo está bien. No pasa nada... "Respondí con muchísimos apuros, mientras Claudia seguía atacando sin piedad a mi delicado botoncito. Traté de separarla un poco de mí, pero fue imposible.

"¿Segura? ¿Está todo bien con tu amiga?" Preguntó mi Mamá de nuevo.

Con angustia vi a mi "amiga" sujetándome con fuerza de la cintura, apretando su rostro contra mi sexo de una forma brutal. Era evidente que no se despegaría por nada en el mundo de su exquisito postre. Y vi con muchos nervios que la puerta de mi recamara no tenía el seguro puesto. Si mi Mama entraba vería una escena terrorífica…

Aquí estaba yo, acostada en la cama con las piernas en el aire y la cara de Claudia entre ellas.

Oh Dios. Por favor, que no entre o le va a dar un infarto.

Y así pasaron varios tensos segundos, hasta que finalmente…

"Bueno, niñas, las dejo… Pero no hagan tanto ruido. ¿Ok?" Dijo mi Madre y aliviada oí como bajaba las escaleras de la casa.

"Uff… que susto, casi pensé que nos descubriría." Le dije a Claudia con una risita coqueta.

"Si, hubiera sido muy incomodo, Meg. Sobre todo por lo que te estoy a punto de hacer…"

"¿Q.que?"

Claudia chupo sugestivamente su dedo medio frente a mí y sin pedirme permiso ni nada lo bajó hasta sentí como presionaba mi ano ligeramente. Y al ver mi cara de sorpresa aprovechó para metérmelo poco a poco.

"¿A..Claudia? ¿Qué...haces…? N.no…oh Dios… uf…¡P.por ahí n.no!… ahh…" Apreté las sabanas con fuerza, mordiéndome los labios.

Y mi voluntad desapareció...

Me retorcí de la forma más lujuriosa sobre la cama mientras su boca volvía a apretarse agresivamente contra mi sexo y mi ano era bombeado por su cruel dedo. Y entre mil gemidos y jadeos pude ver que el plan de Claudia era llevarme al más intenso orgasmo de mi vida, ya que cada vez que estaba a punto de venirme…
Ella se detenía, cortándome la inspiración.
Era como una montaña rusa que subía y subía sin parar, y la caída sería terrible. Y así me fue trabajando por 10 minutos más hasta que llego el punto en el cual me tenia temblorosa, empapada y dispuesta a matar por venirme.
"P..por favor, Claudia….l.lo necesito..." Suplique entre gemidos.

"Pero… si apenas llevamos 10 minutos, Meg.. faltan 5 mas.." Respondió con una risita, lamiéndome suavemente con su lengua rasposa. "Además, sabes muy rico. No quisiera dejar de comerte nunca."

Y su dedo aceleró brutalmente sus movimientos contra mi ano, haciéndome saltar.

"AAhhhhhh…..p..por favor... Claudia, ..n.necesito sentir.. ¡Ya!..Mmmm.."

"Bueno... lo hare pero si me das algo a cambio…"

"S..si, lo...que sea...d.dime… ahh….."

"Que me des otros 20 minutos…"

"S..si, si… "Dije cerrando los ojos, aliviada por lo fácil que parecía el trato. 20 minutos más de dejarme querer....

"Y quiero que me des tu bikini al terminar…"

Con una expresión de angustia dije que si también. A pesar de que este bikini era carísimo, si ese era el precio a pagar por más placer pues adelante. Y apenas termine de decir eso…

La boca de Claudia dio el golpe final.

Con una succión increíble, casi dolorosa, sus labios formaron una "O" alrededor de mi clítoris y su lengua comenzó a darle toquecitos rápidos. Eso mientras su dedo bombeaba mi culo a una velocidad de miedo.

"AAAAAAAAAAAAAAAAAhhhh….MMMMMMMMmmmmm" Una exquisita oleada de calor orgásmico se originó entre mis piernas y recorrió violentamente todo mi cuerpo, sacándome el aire, mientras yo me retorcía en la cama y un par de lagrimas resbalaba por mis mejillas.

"A.asi, Meg...así…" Dijo suavemente Claudia mientras se bebía mis jugos, sin detener su lengua nunca.

Todo mi cuerpo temblaba, pero justo cuando parecía que el placer bajaría de intensidad la boca hambrienta de Claudia y su dedo lograban llevarme de nuevo a la cúspide. Era algo exquisito, sublime y delicioso, y entre gemidos y jadeos fui perdiéndome en un mar de sensaciones eróticas hasta que después de varios segundos quede completamente exhausta.

Y debilitada hasta el extremo baje lentamente mis piernas hasta que estuvieron en los hombros de Claudia, mientras las deliciosas contracciones en mi coño perdían poco a poco su intensidad. Unas gotas de sudor resbalaron por mi rostro, y entonces con mucha dificultad voltee a ver de nuevo lo que sucedía en mi coño.

Y Claudia seguía ahí, con la cara empapada por completo, frotando su nariz entre mis vellos mientras sonreía tiernamente.

"¿Te...gustó, Megan?" Preguntó con una cara de ilusión.

"Uf... s.si.. Claudia, si.. No estuvo tan... mal como pensé...”

Claudia se rio suavemente. "Y eso que aún faltan 25 minutos más…."

"Uff…." Respire profundamente, sonriendo. "Se siente... delicioso."

"G.gracias, Meg... n.no sabes cuánto tiempo soñé esto."

Mi vanidad entro inmediatamente en modalidad DIVA. "¿Ah…si?"

"Si. Siempre que te veía salir a tus porras, o asoleándote o hasta en misa, cuando vas con esas falditas, yo…"

"Ah, ¿Me has estado espiando entonces?" Dije de forma juguetona.

"N.no, no... yo solo… es que tu eres muy bonita. Y siempre quise... hacer esto."

Cerré los ojos mientras ponía una expresión picara. "Creo que ya estoy lista, Claudia… sígueme comiendo..."

"S.si... " Respondió ella con una sonrisa tímida, y acto seguido su boca volvió a pegarse descaradamente a mi sexo. Pero esta vez ya no tenía yo ningún complejo o duda. El que otra mujer me estuviera comiendo me había encantado, y en mi mente solo estaba el hecho de que Claudia pasaría mucho tiempo en mi recamara a partir de ahora.

Si, sin duda, pensé con una sonrisita. La llamaré a cada rato.

Y con un gemidito tierno me entregué de nuevo al placer…



*** Una hora después ***



Las cosas habían cambiado bastante. Ahora Claudia era la que estaba acostada en la cama, boca arriba, mientras yo me sentaba en su cara y mis manos se recargaban firmemente en su cabeza.

"Megan... ya no puedo...m.mas.. me duele la boca.." Dijo de repente Claudia desde abajo, con una mirada de angustia. La pobre había estado comiéndome más de una hora seguida y tenía la cara completamente empapada y pegajosa, con algunos de mis vellos en el rostro.

"Uf… si, tienes razón. Ya fue mucho." Dije mientras me restregaba descaradamente una última vez contra su cara, sintiendo las débiles contracciones de un orgasmo que lentamente moría. Entonces puse una carita simpática y me levante con cuidado, dando un coqueto saltito al suelo. Claudia se incorporo poco a poco, agarrándose la mandíbula con una mano mientras ponía una expresión de ligero dolor.

"Auch… -Dijo mirándome con una cara de felicidad- Me duele un poquito."

Nos reímos las dos un poco por lo ocurrido, y entonces tome unos Kleenex de mi buró y lentamente le limpie el rostro, dejándola como nueva.

"Ya, estas limpiecita Claudia. No me gustaría que mis papas te vean salir de mi recamara con mis jugos en la cara…"

Ella se rio un poco ante eso y entonces se levanto de la cama y recogió la parte de de abajo de mi bikini del suelo. Y al ver su cara comprendí que necesitaba que le diera también la parte de arriba, así que con un movimiento simpático me lo quite y se lo di. Ella los guardo rápidamente en una bolsa de su falda y se me acerco para darme un tierno beso en la mejilla.

"G.gracias, Meg…" Dijo apenada.

"De nada. Fue muy divertido." Dije cerrándole el ojo, acompañándola hasta la puerta. Pero justo cuando estaba por salir le dije:

"¿Claudia?"

"¿S.si, Megan?"

"Hm.. ¿Tienes algo que hacer mañana en la noche?"

"Bueno, iba a estudiar para el examen, y…"

"Si, es que.. ¿Sabes? Me gustaría que vengas mañana para ayudarme a… bueno, a que me ayudes con una tarea."
"¿Una tarea? ¿De Matemáticas?"
"No, tontita. ORAL."

Claudia se sonrojo muchísimo. "Ah sí, que tonta yo. Aquí estaré."

"¿Segura? No quisiera que tus calificaciones bajen por mi culpa ehh... "

"S.si, segura. Solo tienes que hablarme y aquí estaré, Meg. Siempre que... lo requieras. ¿Va?"

"Va…" Dije con una expresión coqueta.

Y con eso nos despedimos.

De un salto me acosté en la cama, muy emocionada, pensando en lo que acababa de suceder. Me había fascinado la experiencia de ser comida por una mujer, y ahora cada que necesitara una boca dispuesta solo tenía que llamar a Claudia y estaría en un minuto en mi recamara, lista para comerme todo el tiempo que yo quisiera.

Sin duda, este regalo de Mateo había sido increíble. Y era tanta mi emoción que ya ni me molestaba el collarcito, que seguía apretado contra mi cuello.


Y así, sin poder pensar en nada mas…
Me fui quedando dormida… Soñando en que mañana vería al maldito nerdcito.

Mi Mateo…

Ba‘al Z'vûv
11-11-2010, 15:11:01
aqui esta mas del relato

http://www.denunciando.com/relatos-eroticos-204/349628-el-nerd-y-la-porrista-4-a.html

Xampo
12-11-2010, 15:08:19
Que r cuenta tan largo pero bien bueno. Y como que no se a acabado.

CANTI*
12-11-2010, 15:57:05
exelente relato.....
cosa rica...
leere las otras partes ateriores...
y las venideras....

verde , socios verde...

CANTI*
16-11-2010, 12:43:30
exelentes relatos.....
muy buenos los dela serie....

CANTI*
17-11-2010, 11:58:05
voy por la parte 4, pero otro dia....
si te pudiera dar mas repu la daria.....
depronto para la parte 6......
exelentes aportes....

martoby
17-11-2010, 19:30:13
que chevere historia exitante de verdad

usam
28-08-2011, 14:24:18
excelente relato...!

usam
28-08-2011, 14:41:14
excelente relato... cada ves mejor!

usam
28-08-2011, 14:42:08
excelente aporte...

usam
28-08-2011, 14:49:11
que relato mas cachondo... excelente todas las partes!

- Mc.911 -
28-08-2011, 22:02:52
el mismo autor y la misma tematica del relato

se combina

esquimala
30-08-2011, 12:52:52
muy buen relato!!!!

cianuro de vida
30-08-2011, 16:37:51
que buen relato, felecitaciones, sobre todo el relato lesbico.