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andres-lawyer

21-04-2010, 15:03:00

No todo fue malo en la Emergencia Social

SEGURIDAD SOCIALLa polémica medida del Gobierno abrió el debate sobre las fallas del sistema de salud colombiano y las causas de la crisis. Además, permitió identificar irregularidades en temas como el precio de los medicamentos.
Aunque la Emergencia Social no solucionó los problemas de la salud, sí sirvió para mostrar las causas de su crisis económica.

Eran cosas de las que intelectuales, médicos y analistas venían hablando desde hacía rato. (http://www.semana.com/noticias-salud--seguridad-social/para-emergencia-social/133048.aspx) Pero sólo aparecieron en la agenda de los medios después de que el Gobierno acudió al estado de excepción.

Fue entonces cuando expertos pudieron explicar en público que el mal momento por el que pasa el sistema de salud colombiano se debe a la deficiente calidad del empleo que se está creando.

Desde el principio, la Ley 100 se diseñó pensando que iban a ser más los contribuyentes que los subsidiados.

http://www.semana.com/photos/generales/ImgArticulo_T1_71766_2010420_144113.jpg

Esto, en teoría, se iba a dar gracias a una contratación formal del trabajador. Es decir, se esperaba que de cada 100 personas vinculadas al sistema de salud, 70 iban a ser contribuyentes y 30, subsidiadas.

Pero las leyes laborales se han vuelto laxas y permisivas con los empresarios. Hoy, muchas personas no tienen un contrato laboral serio, trabajan por prestación de servicios y les toca pagar toda su seguridad social. Como consecuencia, muchos evaden sus aportes y otros logran entrar al Sisbén, para que el Estado subsidie su salud.

Entonces lo que se tiene ahora es que las proporciones de contribuyentes y subsidiados están al revés. El Estado subsidia a casi 60 de cada 100 personas que están en el sistema de salud y apenas 40 le aportan.

Por eso, Félix León Martínez, del Centro de Investigación para el Desarrollo de la Universidad Nacional, dice que “la única opción para financiar la salud es el trabajo decente”, tal y como lo contemplaba el diseño inicial del sistema.

¿Dónde está la plata?

En 2002, Colombia destinó el 7,6 por ciento de su PIB a la salud. Y entre 1998 y 2002, la inversión fue del 8,5 por ciento, cifras para nada despreciables. Eso explicó Enrique Peñaloza, director del Grupo de Política y Economía de la Salud de la Universidad Javeriana, en un foro que se hizo a raíz de la Emergencia Social.

El 65 por ciento de los dineros que ingresan al sistema de salud se invierten en atención a los pacientes y el 5 por ciento, en inversión. Parte de esa plata va al Fosyga, que debe pagar los medicamentos y tratamientos que no están en los planes de beneficios de los usuarios. Y el 30 por ciento restante se queda en las EPS, de acuerdo con cifras que manejan los analistas.

“El impacto financiero de esta intermediación ha sido ampliamente debatido por los académicos e investigadores del sector salud. Recientemente, el profesor de la Universidad de Harvard Thomas Bossert, asesor del Ministerio de la Protección Social, declaró que el camino adoptado por el Gobierno cuando entregó los recursos de la salud a los operadores del sector privado ha resultado costoso para el país”, dijo Álvaro Cardona, decano de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia.

La Emergencia Social fue decretada después de que Acemi, la agremiación de las 15 EPS más grandes, dijo que por sus dificultades económicas, este año podrían quebrarse nueve de sus empresas. (http://www.semana.com/noticias-revista-de-radio/eps-dicen-no-tienen-plata-para-prestar-servicio-2010/131266.aspx)

Aducían, entre otros que el Fosyga les debía 900 mil millones de pesos y que 500 mil estaban embolatados, sometidos a revisiones. La deuda no era por falta de plata, sino porque ese fondo tenía ahorrados casi 10 billones de pesos en productos como TES y CDT a largo plazo.

Lo que nunca se supo bien fue por qué el Fosyga guardaba con tanto recelo ese dinero. ¿Acaso preveían la escasez de ingresos ante la precaria situación de los trabajadores, cuyos salarios son los que, supuestamente, debían alimentar el sistema de salud?

El Gobierno nunca cuestionó las contrataciones de los empleados. En cambio, insistió en que parte de la plata del sistema estaba gastándose en tratamientos y medicamentos no incluidos en el POS que los jueces ordenaban en fallos de las tutelas.

http://www.semana.com/noticias-salud--seguridad-social/no-todo-malo-emergencia-social/137841.aspx