Las casas flotantes del lago Titicaca [Archivo]

Heráclito

14-08-2022, 22:35:51

Maravillas de nuestra región.

Las casas flotantes del lago Titicaca

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(Crédito: Hadynyah/Getty Images)

Por Stefano Montali

15 de agosto de 2022

Creadas por el pueblo indígena Uros como protección contra los ataques de los incas, las Islas Uros son una de las hazañas más innovadoras del mundo de la ingeniería humana.

En 2011, la artista peruano-estadounidense Grimanesa Amorós bajó de un bote hecho de cañas de totora hacia una isla, también hecha de cañas de totora, en la parte noroeste del lago Titicaca. El cuerpo de agua navegable más alto del mundo se encuentra a unos 3.810 m sobre el nivel del mar en la Cordillera de los Andes y es compartido por Perú y Bolivia. También es el hogar de una de las hazañas más innovadoras del mundo de la ingeniería humana: las Islas de los Uros.

Los islotes flotantes artificiales, que son el hogar de los indígenas Uros, se crean apilando capas sobre capas de raíces de totora y cañas. Esta planta resistente al agua crece en el lago y es el alma de la comunidad de los Uros: se utiliza para hacer barcos, casas, techos, colchones y más. La planta también se come (juguetonamente llamada el "plátano del lago") y se aplica como medicina, y sus flores se utilizan para hacer té.

"Había algo muy inquietante y atractivo en esta amplia gama de creación a partir de un solo material", dijo Amorós, cuyo arte a menudo se inspira en los legados culturales y las comunidades peruanas.

Sin embargo, los Uros no siempre dependieron de la totora, esa adaptación fue estimulada por la necesidad. Hace más de 500 años, el creciente Imperio Inca comenzó a invadir las aldeas continentales de los Uros. Para combatir esta amenaza, los Uros comenzaron a construir las islas, que podrían ser lanzadas profundamente en el Titicaca, lejos del peligro. Cientos de años después, ahora hay alrededor de 120 de estas islas construidas, con alrededor de 1.300 personas viviendo en ellas.

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Las islas flotantes se crean apilando capas de raíces de totora y cañas (Crédito: Glowimages/ Getty Images)

A pesar de su singularidad, las Islas de los Uros no suelen estar en la cima de los itinerarios turísticos, a menudo eclipsadas por las maravillas de Macchu Picchu y las Líneas de Nazca. Amorós se crió en Lima, pero solo escuchó hablar de las islas durante las décadas que pasó viviendo fuera de su país de origen. Pero se sintió tan inspirada por su visita que utilizó su próxima instalación pública, un encargo para el famoso Armory Show de Nueva York, para resaltar a los Uros. Escenificada en Times Square de Nueva York en 2011, Uros House es una lámpara que representa una estructura tradicional de Uros hecha de totora.

Aunque crecí con una madre peruana, tampoco había oído hablar de las Islas de los Uros, que se encuentran a solo 5 km de la ciudad continental de Puno, hasta que investigué para un viaje de mochilero en 2016. Más tarde ese año, tomé un bote desde Puno para visitar las islas, donde me maravillé de su ingenio simple que vive hasta el día de hoy. La innovación comienza con los componentes más básicos y vitales de las islas: la raíz de totora y la caña.

Es un material muy abundante y estable que también es flexible, pero evita torceduras.

La planta es notablemente fuerte y flexible, y se ha utilizado en la construcción en la zona durante siglos. En un estudio de 2002, Alexei Vranich, profesor de arqueología en la Universidad de Varsovia, investigó su fuerza de primera mano al proponerse recrear un hipotético viaje a través del Titicaca junto con el marinero Paul Harmon. Su objetivo era ver si las enormes piedras a un lado del lago podrían haber sido transportadas a través de él utilizando un gran bote hecho únicamente de cañas de totora. Su estudio se centró en los aymaras, un grupo indígena diferente en la zona, cuyos usos de la totora en la construcción de barcos son casi idénticos a los Uros. El viaje fue exitoso, fortaleciendo la creencia de que los barcos de caña de totora eran un método común de transporte de material pesado en siglos pasados.

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Notablemente fuerte y flexible, la totora es el alma de la comunidad de los Uros (Crédito: Temmuzcan/Getty Images)

"La estructura de la totora es celular. Es un material muy abundante y estable que también es flexible pero evita torceduras", explicó Vranich. "La gente a menudo solía hacer esquís con una sola pieza de madera. Hoy en día, replican la forma interior de una sección transversal de totora".

Para construir las islas, cada una de las cuales es el hogar de dos a seis familias, los Uros primero reúnen grandes bloques de raíces de totora, que a menudo flotan en la superficie durante la temporada de lluvias. Se juntan múltiples bloques, y las raíces y las cañas se mezclan naturalmente para formar una capa de aproximadamente 1-2 m de espesor, llamada khili.

Para cosechar la caña de totora, que se coloca sobre esta base flotante, los Uros usan una herramienta larga similar a una guadaña para llegar profundamente al agua y cortar la planta por encima de la base. Luego, las cañas se secan al sol durante una a cuatro semanas y se agrupan con una cuerda de nylon. En el pasado, los Uros usaban totora en lugar de la cuerda, pero como se deterioraba rápidamente, se hizo el cambio moderno. Una vez secas, las cañas de totora se colocan en direcciones alternas sobre los bloques de raíces y se convierten en el suelo sobre el que los Uros caminan y construyen sus hogares.

Las islas y los hogares están en un estado constante de flujo, de creación y decadencia. Esta efímera es mágica

Para asegurarse de que las islas no se alejen, las varillas de eucalipto se pegan en el fondo del lago como anclas y se atan a los bloques de raíces con una cuerda. Cada 15 a 20 días, las cañas de totora se pudren y deben reponerse con otras frescas. Es un ciclo laborioso e interminable que es esencial para las islas y la supervivencia de los Uros en ellas. "Lo que más me llamó la atención fue cómo las islas y los hogares están en un estado constante de flujo, de creación y decadencia", dijo Amorós. "Esta efímera es mágica".

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Hay alrededor de 120 islas flotantes, con alrededor de 1.300 personas viviendo en ellas (Crédito: Santiago Urquijo / Getty Images)

Si bien la mayoría de los Uros conocen los conceptos básicos del proceso de reposición de caña, algunos hombres se especializan en la artesanía y específicamente cosechan totora para vender a otros miembros. Dado que la existencia de los Uros es acuática, los barcos son esenciales para cualquier viaje al continente o a una isla vecina, o para cazar, pescar y guiar a los turistas. Mientras que en estos días algunos Uros utilizan barcos motorizados, muchos barcos todavía se construyen tradicionalmente con caña de totora.

"Si no hubiera totora, no habría islas", dijo Nelson Colia Lujano, un hombre de los Uros que se desempeñó como presidente electo de la comunidad el año pasado. Me dijo que cuando era niño, el pueblo de los Uros se basaba en tres islas principales mucho más lejos en el lago. Lujano creció en uno de ellos, llamado Santa María, con su abuela y sus 12 hijos. "Era lo suficientemente grande como para que nosotros los niños incluso jugáramos al fútbol", dijo.

Pero las cosas cambiaron drásticamente en 1986 cuando una tormenta masiva azotó el Titicaca. "Nos dijeron que era porque fue cuando pasó el cometa haley. De la misma manera que la Tierra se abre durante un terremoto, nuestras islas se abrieron durante la tormenta", dijo Lujano. "Los adultos pusieron a todos los niños en uno de los botes de totora para protegernos. El viento del norte era tan fuerte que llevó islas enteras, e incluso nuestra escuela, al lado boliviano del lago. Perdimos esas islas para siempre".

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Las cañas de totora también se utilizan para hacer los barcos tradicionales de los Uros, que se utilizan para pescar, cazar y guiar a los turistas (Crédito: Traveler1116 / Getty Images)

La tormenta fue un punto de inflexión para la comunidad. Decidieron mudarse más cerca de Puno y esta nueva proximidad al continente peruano finalmente cambió la fuente de sustento de los Uros de la pesca al turismo, vendiendo artesanías y mostrando a los visitantes la forma de vida de los Uros.

"Antes, casi ninguna de las islas Uros había estado en la ciudad, pero ahora se podía ir y venir tan fácilmente", dijo Lujano, explicando que la comunidad comenzó a interactuar con mucha más frecuencia con el continente.

Hoy en día, las influencias urbanas son evidentes en las islas: los paneles solares alimentan las luces de los dormitorios y los televisores pequeños; una estación de radio opera en la isla principal; y los Uros ofrecen sus casas o hospedajes privados en Airbnb. Pero los visitantes aún podrán aprender sobre el estilo de vida tradicional y los métodos de construcción, aunque eso ha ido cambiando a lo largo de los años a medida que las islas atienden cada vez más a los turistas.

"Las formas de vida tradicionales pueden corromperse [ya que algunas personas] pueden abandonar sus islas si ya no se sienten cómodas o ya no pueden ganarse la vida a su manera tradicional", dijo Rachel Dodds, ex directora del Instituto de Investigación de Hospitalidad y Turismo de la Universidad Metropolitana de Toronto, quien copublicó un artículo sobre el turismo en el lago Titicaca.

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Ahora que las islas están más cerca del continente peruano, los Uros están dando la bienvenida a los turistas y vendiendo artesanías (Crédito: Hadynyah / Getty Images)

Si bien menos visitantes han estado llegando a las islas en los últimos años debido a la pandemia, Lujano espera que más personas vengan a dar un paseo por las islas flotantes por sí mismas. Me dijo que el gobierno de Puno todavía no aprecia completamente cuán vitales son los Uros y sus islas para el atractivo turístico de la ciudad. Sin embargo, eso puede cambiar pronto: "Ya nos han llamado desde Lima, diciendo que estamos en el proceso de convertirnos en una maravilla oficial del mundo", dijo.

Ya sea que eso suceda o no, es evidente que estos cambios modernos y el turismo han alterado la vida de los Uros en el lago. Sin embargo, una cosa sigue siendo cierta: mientras haya totora creciendo en el lago Titicaca, la base arraigada de las islas seguirá siendo la misma.

Fuente: BBC