La candidata del Pacto por la que Petro pidió no votar que llega al Congreso

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El circo de la política:

La candidata del Pacto por la que Petro pidió no votar que llega al Congreso

Marzo 17, 2022

Ánderson Villalba Rey

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Mary Anne Perdomo, la única representante a la Cámara electa por el Pacto Histórico en Santander, se inscribió como un nombre de relleno justo antes de que se cerraran las inscripciones el año pasado. “Ella entró a última hora”, explica Jorge Flórez, excandidato a la Cámara por el Verde. “La metieron el 13 de diciembre como a las once y media de la noche”. El propósito de poner a esta actriz local, con poca trayectoria política, una militante de base más en la lista, era guardar un cupo en medio de una disputa política local.

Al final, la mujer nunca se quiso retirar. Y aunque Gustavo Petro pidió no votar por ella, el domingo pasado fue elegida para representar a los santandereanos en la Cámara con 75.458 votos. Una carambola política, que hace recordar el caso de “Manguito”, el senador elegido en la lista de Petro que se volvió uribista, propiciada por el desorden que hubo en la conformación de la lista. Algo que Perdomo aprovechó.

Un nombre de relleno que terminó con curul

El enredo con las candidaturas del Pacto Histórico en Santander empezó el 3 de diciembre, tras la visita de Petro a Bucaramanga. Ese día se reunió con Carlos Ramón González, copresidente de la Alianza Verde, en el hotel La Triada. Allí sellaron un acuerdo para que ese partido hiciera una lista conjunta con el Pacto en Santander. La lista la encabezaría la esposa de Gonzalez, Luz Dana Leal.

El problema es que ya en noviembre, la Colombia Humana, el Polo, la Unión Patriótica, ADA y un sector de los liberales al Pacto habían armado su propia lista a la Cámara, en la que, por cierto, no figuraba la hoy representante electa Perdomo.

El acuerdo de Petro y González generó una pelea cuando tanto miembros del Pacto Histórico como del Partido Verde rechazaron públicamente la conformación de la lista, que iba cerrada y encabezada por Leal, la esposa de González, y quien nunca había participado en política electoral ni tenía liderazgo político propio en Santander.

“Nos desconocieron, se reunieron entre ellos y nos desconocieron. No nos dijeron nada, solo que se iban a reunir y que los demás estaban de acuerdo, sabiendo que la lista del Pacto estaba vigente”, le dijo a La Silla John Polanco, coordinador en Santander de la Colombia Humana.

Por eso, el día de la inscripción, el 13 de diciembre, no llegaron cuatro de los candidatos en son de rechazo. Además, el aval que llegó desde Bogotá para inscribir la lista no tenía el nombre Verde-Pacto, la clave para que la alianza tuviera marca propia y siguiera la estrategia de Gustavo Petro de promover únicamente el voto por el Pacto Histórico (que le funcionó, como quedó evidenciado con los resultados del domingo).

Con ese problema de forma y líderes de todas las colectividades que iban a estar en la alianza rechazándola, los verdes armaron una lista propia y el Pacto intentó retomar su acuerdo de noviembre de una lista separada.

Pero como faltaban algunos candidatos, resolvieron inscribirse con cuatro nombres de relleno, previendo que tenían una semana para modificarla. Ahí entró Mary Anne Perdomo.

El excandidato del Verde Jorge Flórez, uno de los que migró a la lista del Verde, nos dijo que quien la llamó fue Germán Albeiro González de la Colombia Humana y quien en ese momento figuraba de cuarto en la lista. La Silla intentó hablar con él, pero no contestó las llamadas.

“Lo que hace es usurpar, ir en contra de las directivas y sacarle jugo a la idea de que va a salir representante sin hacer ningún esfuerzo”, concluye.

Según cuatro fuentes, tanto Perdomo como las otras tres personas que entraron de relleno sabían que su candidatura no era real sino un favor en medio de la crisis.

Durante la semana de modificaciones, los verdes y las colectividades del Pacto hicieron las paces y acordaron armar una nueva lista abierta con el aval verde a la que todos los demás se sumarían, de modo que la lista del Pacto debía desaparecer.

El 20 de diciembre, la fecha límite, seis de los siete candidatos de la lista provisional del Pacto renunciaron para entrar a la lista verde. Faltó Mary Anne Perdomo. Tres días antes delegados de Colombia Humana en Santander y los demás candidatos buscaron a Perdomo para que renunciara, pero la mujer no aparecía.

Perdomo no contestó las llamadas ni apareció para oficializar su salida. Sin su renuncia, al final la lista quedó en pie, con el logo y el nombre del Pacto Histórico, y solo una candidata inscrita.

En una de las dos entrevistas que dio después dijo que estaba en su derecho de participar y que por esos días estaba ocupada en la Asamblea General de la Colombia Humana.

Con Perdomo como única candidata del Pacto, la publicidad nacional que hacía eco de votar por el Pacto perjudicaba a la coalición que armaron con los verdes, así que desde que arrancó la campaña intentaron tumbarla aduciendo ante el Consejo Nacional Electoral que violaba el acuerdo entre los verdes y el Pacto y que no cumplía con la paridad de género.

Incluso, durante una visita a Barrancabermeja el 16 de febrero pasado, Petro les pidió a sus simpatizantes que no apoyaran la lista del Pacto. “Les pido que marquen Pacto al Senado de la República. Y en la Cámara tenemos un lío, porque hay que marcar la Alianza Verde, que quiere estar con nosotros”, dijo.

El 18 de febrero pasado el CNE falló a favor de Perdomo y ahí empezó su campaña. Una que se limitó a un par de publicaciones en su red social personal y grupos de Whatsapp explicando cómo votar por su lista de uno.

La congresista desconocida

Perdomo es de Aguachica, Cesar, tiene 35 años y es cristiana. Vive en Piedecuesta, municipio del área metropolitana de Bucaramanga. Es madre de dos hijas, profesora, ama de casa y su esposo tiene una empresa de mantenimiento de computadores y redes. No ha aceptado las solicitudes de entrevista de La Silla Vacía hechas desde febrero.

Tiene su cuenta de Facebook pública y ahí se presenta como profesora, gestora cultural y líder de la Colombia Humana en Piedecuesta. La Silla habló con ocho fuentes entre personas que la conocen o que compartieron reuniones de ese partido con ella, y dijeron que más que gestora participaba de actividades culturales, y que no es líder sino militante.

Sobre su activismo cultural, cuatro fuentes le dijeron a La Silla que es tangencial. Más porque ha sido actriz en series televisivas regionales y porque solía asistir a las convocatorias de muestras culturales de la Colombia Humana en Piedecuesta. Pero un líder del Consejo de Cultura de ese municipio así como dos gestores artísticos reconocidos de allá le dijeron a La Silla que ella no es conocida en el movimiento cultural local, bastante activo y en su mayoría militante del petrismo.

Sobre su militancia, apareció en las reuniones de la Colombia Humana en Piedecuesta en 2018, invitada por el exconcejal Angelmiro García y la excandidata al Concejo Ana de Dios Patiño, ambos conocidos del petrismo en ese municipio. Participó en dos nodos, que son grupos con los que se organiza la militancia de la Colombia Humana, uno de mujeres y otro de jóvenes.

Mary Luz Herrán, excandidata al Senado por el Pacto y la primera esposa de Petro, conoció a Perdomo el año pasado. La hoy representante la buscó para apoyar su campaña. “Estuvimos trabajando en la elaboración del protocolo de género de Colombia Humana y fue muy activa en mis reuniones. Ella interviene, es buena y bien berraquita”, le contó a La Silla.

Herrán confirmó también que el rol de Perdomo en la Colombia Humana no era de liderazgo, sino de base.

“Ella es una mujer muy reservada, muy callada, y por toda esa andanada no ha querido acercarse a los medios porque puede prestarse para otras interpretaciones”, dijo Sergio Toledo, un veedor de Bucaramanga que asesoró a Perdomo con las demandas a su candidatura.

Y aunque Perdomo se muestra como una militante convencida y disciplinada de la Colombia Humana y se refiere a Gustavo Petro como “nuestro líder”, su curul es el resultado de desobedecer una directriz suya. Una directriz de alianza accidentada y hasta arbitraria, pero suya.

“Lo que pasa es que en Bucaramanga están ardidos con toda razón porque no tuvo la disciplina y que se le premiara con una curul”, le dijo a La Silla Gustavo Bolívar, uno de los pocos dirigentes de Colombia Humana que ha hablado con ella. “Pero con eso de que es la Manguito no vamos a tener problema, ella es del proceso, una luchadora social que va a estar con nosotros”, concluyó.

Fuente: La Silla Vacía