La sum que despertó al Dom

[Ayudante De Santa]

[..::B.D.S.M::..]

Hice la compra del mes por internet por evitar el contacto por esto de la Covid19, pero al momento de recibir mi compra y revisarla me di cuenta que me habían cobrado algunos productos extras, por lo que decidí acercarme al local para poder solucionar esta problemática, al momento de llegar a "servicio del cliente" soy derivado a la gerente de ventas de internet, que debo decir que con solo mirarla ya me había tranquilizado... una mujer con una tez morena no muy alta una sonrisa con mucha picardía que se lograba ver por su careta transparente unos ojos pequeños almendrados y lo que más me gusto fue su pelo ondulado.
Ella usaba una camisa blanca y una falda azul que daba más arriba de la rodilla, no alcanzaba para ser una minifalda que me imagino por protocolo de la empresa no estaba permitido. En eso ella se acerca más y me dice:

- Buenas tardes señor, en qué lo puedo ayudar - con una voz muy dulce que más me profundizaba en ella por lo que no le podía contestar.
- hee loo hehhe - solo murmuraba y no lograba conectarme y hablar por qué lo único que pensaba en era en su escote de esa camisa desabrochada, lograba ver su brasier de color morado que me dejaba más pensativo aún, si ella le gustaba combinar el brasier con su braga, y de como eran.
- Se encuentra bien Señor.
- Si claro - hasta que me salió la voz
- Bueno en qué lo puedo ayudar

Si supieras en lo que estoy pensando y me pudieras ayudar pensaba mientras explicó lo sucedido

- Si me presento primero, soy Sameal y he hecho una compra por internet por lo que más que quería era evitar venir al local.
- Ya veo y que le ha pasado
- Bueno me han cobrado unos artículos extras.
- Déjeme ver la factura - en eso mira a sus trabajadoras - Ud por favor más atenta con estás situaciones - se lo dice con una voz autoritaria pero dulce - y Señor Samael acompañarme a mi oficina - mientras me mira muy provocativamente.

No sé si estaba muy excitado mentalmente, pero al llamarme Señor, fue casi un recuerdo de esos tiempo en los que gozaba de felicidad con sumisa.

- Si claro, por cierto cuál es su nombre por cierto.
- Me llamo Anaid, Gerente de Ventas de Internet, un gusto
- Si claro, por cierto cuál es su nombre por cierto.
- Me llamo Anaid, Gerente de Ventas de Internet, un gusto.

Mientras nos dirigíamos a su oficina ella por delante para guiarme, yo siempre como un caballero para así poder contemplarla y ver su culo, que debo decir que era magnífico al igual que sus enormes senos.

- Pase señor, mientras solucionan su problema.
- Muchas gracias, pero por protocolo si no está sanetisado no entraré.
- Tenga la tranquilidad que aquí solo entro yo, tengo todas medidas correspondientes.

Decido hacerlo, al entrar ella me dice:

- Señor le ofrecería un café pero Ud sabe que por protocolo no podemos, pero si se le ofrece otra cosa me lo puede pedir.

Solo la quedó mirando y pensando que atrevida, quizás quiera que no haga un escándalo por la facturación, no se bien que cara puse pero ella inmediatamente me dice:

- Disculpe mi atrevimiento Señor, creo que sido impropia.
- Y sería muy impropio que este Señor cierre esta puerta con llave.
- Claro que no lo es Señor.

Fue en ese instante cuando logré leer sus señales y ella las mías, y mi mente viaja mucho más rápido al cerrar la puerta y poner ese cerrojo.

Ella toma su teléfono donde le habla a su asistente.

- No me pasen ninguna llamada y no me molesten estaré en una reunión con el Señor Samael - se lo dice con voz tan firme que no podía creer que mi mente la podía ver cómo sumisa - Muchas gracias.

Luego de eso, ella se arrodilla ante mi en posición de sumisión, bajando su mira al suelo mientras yo estando de pies podía ver su escote con ese brasier morado que me tenía enloquecido por querer verlo completamente.

- Me permite Señor. - con voz temerosa, la cual no se comparaba a la que usaba para dar órdenes a sus empleados, que lo aseguro que si la vieran así ya no tendría esa autoridad ante ellos.
- Si claro, puede decirme lo que necesita
- Señor he visto que no ha parado de verme mis senos, disculpe mi atrevimiento al parecer le han gustado.
- Claro que si, pero más me ha gustado su brasier el cual me ha llevado una pregunta, la cual me gustaría que contestara con mucha sinceridad.
- Por supuesto Señor.
- Sus bragas también tienen el mismo color.
- Claro que si Señor, me gusta que convienen

Al escuchar eso no podía dejar pensar en verla completamente en ropa interior, en ese mismo instante observaba como ella volvía a bajar la mirada, yo comencé a caminar cerca de su escritorio donde lo primero que veo son un par de prinzillas las cuales tomé de su escritorio pensando en dónde los quería ver, además veo un vaso de Whisky a las rocas a lo cual lo bebí y me quede con los hielos. Ella seguía en la misma posición por lo que me acerco por su espalda para poder susurrarle.
- Ud sabe que por más que lo desee yo hay cosas que no puedo hacer, yo no soy su Amo, no soy su señor... Por lo que no puedo hacer nada.
- Lo se señor.
- Además siempre y lo más importante es su consentimiento.
- Lo se señor.
- Entonces que lo que Ud quiere.
- Ser suya señor.

Al escuchar esas palabras recordé el tiempo que llevaba alejado de esta práctica del tiempo que llevaba dormida... Y de lo que más me sorprendía es que ella me estaba despertando esas sensaciones nuevamente.

- Yo no le puedo mentir, asi que hace mucho que no sesiono y Ud a despertado un interés más allá de una simple sesión.
- En verdad Señor.
- Si claro que sí, señorita. No puedo explicar esta sensación que hace mucho no sentía.

Ya no quería seguir la conversación, así que la mejor forma fue poner mis manos en sus hombros aprovechando que estaba por su espalda mis manos bajaron por delante de sus senos y comencé a desabrochar su camisa desde atrás, y al ver esos hermosos senos ya sin camisa más me excitaba, lo cual lograba controlar en ese momento... Al verlos así podía darme cuenta que ya era madre por su forma y estrías que tenían pero a diferencia de muchos de mis amigos a mi más me fascinan lo que note a ella una pequeña incomodidad por lo que le pregunté

- Hay algo que le incómoda Señorita.
- Es que a mí me encantan mis senos pero no sé si a Ud le van a gustar.

Increíblemente estaba pensando lo mismo que yo pero obviamente ella pensando en que no me gustaban y yo fascinado con ellos, además de su cabello ondulado llegando a sus senos completamente desnudos y ella aun en posición de sumisión mas deseaba jugar con ellos. Así que continúe desabrochando ahora su brasier para verlos caer y verlos mas natural.
Sus senos eran muy grandes, su aureola mamaria era de un café oscuro y sus pezones bien formados que confirmaban mas aun que había amantado, pero necesitaba erectarlos más por lo que ocupe el hielo de su Whisky que me había tomado, comencé bajando desde su cuello viendo como su piel se fue erizando por dónde iba pasando hasta bajar luego sus senos y comencé a girar desde lo más alejado de sus aureolas hasta llegar al centro a sus pezones yo muy fascinado viendo cómo se fueron oscureciendo y como además se endurecían cada vez que pasaba el hielo en forma circular, de ella escuchaba sus gemidos ahogados para evitar seguramente que la escuchara su asistente...