Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Ver la Versión Completa Con Imagenes : ¿Por cuál causa el código de la tarjeta de regalo de Netflix se alargó? Especulaciones a considerar
Soyado
07-02-2021, 15:33:48
Hace unos minutos realicé el habitual canje en mi cuenta de Netflix de una de sus tarjetas de regalo por valor de $50.000. No había reparado yo en cuán extenso se había vuelto el parche gris que recubre el código de la tarjeta el cual diligente y cuidadosamente raspé con una moneda de mil (con las que a veces las máquinas dispensadoras se ponen en un complique el hijueputa).
¡Y vaya longaniza alfanumérica la que me encontré! Nunca había leído yo una combinación tan eterna en una tarjeta de regalo de Netflix que llevo comprándolas hace tres años que cuento con el servicio, luego de ser uno de los últimos privilegiados que disfrutó de su mes gratis (claro; estoy hablando del proceso netamente legal que generalmente me gusta seguir con toda clase de servicios).
https://cnet3.cbsistatic.com/img/M0_wWaVefQh03V7Hh2GyrAlsFbw=/940x0/2019/12/13/b5c901fd-f307-4a3c-abe6-db50e9f19e8f/netflix-redeem-gift-card.jpg
Comparé este código con el último que había raspado a principios de noviembre y la diferencia es tremenda: solo cinco letras seguidas de seis dígitos en la antigua combinación frente a las... ¡trece letras!, y únicamente tres números en la nueva. Realmente es tan prolongada esta vaina, que está separada en cuatro renglones obviamente ubicados horizontalmente con un espacio entre cada uno de ellos.
Ustedes pueden replicarme y lo admito, con su buena parte de razón: 'Bueno, ¿y pa qué te "complicás" con este asunto? O, ¿pa qué le ponés tanta atención? Si lo que importa es que después de digitar el verraco código todo funcione normal, ¿no?' Sí y no, a mi parecer. Pues esto que se podría interpretar como un simple cambio por parte de una empresa que tiene demasiada influencia ya dentro del mundo del entretenimiento audiovisual, me parece que deja entrever ciertas aristas de análisis.
https://d3tla14u5y5kps.cloudfront.net/es/wp-content/uploads/sites/3/2020/01/Schermata-2020-11-24-alle-15.54.37.png
Por ponerme a fregar: ¿a quién de estas tres hembras le regalarías una tarjeta de Netflix?
En primera instancia opino yo, se encuentra el tema de la seguridad. Tal vez Netflix quiera con este nuevo diseño de password en sus tarjetas de regalo (y que debemos de agradecer que aún las sacan), un diseño que recuerda al de esos captchas tan mamones que aparte de pedirte que transcribas un pequeño texto te hacen perder el tiempo seleccionando imágenes chimbas, regular mejor de alguna manera los accesos a su plataforma.
Dentro de mi ignorancia de este tema, intuyo que hay ciertos parámetros de control que involucran a estas series de caracteres; como por ejemplo, marcar productos, animales, personas, en fin, ya sea con cifras y/o grafemas, con el objetivo de establecer medidas que involucran en buena parte un filtro que más o menos cumple con un trabajo de prevención y/o detección de problemas relacionados con violación de términos y condiciones.
https://i0.wp.com/posa.com.co/wp-content/uploads/2018/04/tarjetas-Netflix.png?fit=421%2C228&ssl=1
¿Alguien ha caído en cuenta que la comercializadora en Colombia de esta tarjeta tiene el mismo nombre de la productora cinematográfica de las películas de Cantinflas?
Como otra posible explicación de esta novedosa característica de las tarjetas es lo que involucra ya al tema de la competencia directa. Netflix hoy más que nunca tiene rivales comerciales dentro de su nicho que ni cortos ni perezosos van a querer que la gran N roja se quede con el mayor pedazo del pastel, ni más faltaba. ¡Viva el capitalismo! Y no deja de llamarme la atención que preciso este punto, se dé tan solo unos meses después de la aparición oficial de Disney+ en Latinoamérica.
Anteriormente, Netflix tenía dentro de su oferta de streaming títulos pertenecientes a la casa del ratón, algo que a Disney+ ni en sueños se le ocurriría hacer con alguna producción de la empresa de Reed Hastings. Entonces de cierto modo, como tratando de diferenciarse lo más posible de su ya declarado adversario, Netflix involucra lo del código largo en su tarjeta como una especie de presentación relevante. Como algún prestigioso profesional -lo sea realmente o no-, que saca su portafolio más impactante para descrestar a clientes, pacientes, etc.
https://media1.popsugar-assets.com/files/thumbor/dMBIus7eoIcZ1tIx9my-uKr6Hxw/fit-in/1024x1024/filters:format_auto-!!-:strip_icc-!!-/2020/02/25/846/n/1922283/f864f9359941304e_giphy-4/i/When-You-Scroll-Through-Your-Texts-Morning-After-Night-Out.gif
Y aquí entra a jugar un 'parteaguas' que está directamente relacionado con la posibilidad anterior: el sentido de pertenencia que ante usuarios como yo Netflix quiere continuar desarrollando. Suficiente impresión me ha causado lo del código: ¡fíjense que me inspiró a escribir toda esta vaina! (y yo que pensaba bien temprano hacer para hoy dizque un post sobre el Unión Magdalena de mediados de los 90. ¡Serio! Lo que me pueden causar nombres tan sonoramente exóticos como Yosvida (¿O Yosvidas?) Fuentes, o Jairo Luis Calanche Zulbarán...). La mera experiencia de ahora en adelante coger la tarjeta y saber de antemano que te espera esa contraseña desde hoy tan inusual; que vas a tomarte un poco más de tiempo en amasar la moneda entre tus dedos para desnudar ese inmenso serial, y que después tendrás que escribirlo como si fuera la combinación de botones apropiada en un videojuego para llegar a algún atajo u obtener alguna otra ventaja, es algo que genera un hábito de consumo sumamente particular.
Como bien sabemos, la comida no solo entra por los ojos sino también a través de los demás sentidos. Ya sea que compres la tarjeta de regalo para ti mismo o para obsequiarla a alguien, Netflix está ofreciendo una forma de empezar a degustar su propuesta desde la identificación emocional. Las mujeres que son tan hábiles en esto lo saben; bueno, algunas: que es más interesante ir mostrando de a plazos y a partes como ahora se está exhibiendo el ya tan susodicho codiguito. Listo: puede que no sea nada glamoroso sentirte como si tuvieras que descubrir con la mayor pereza del mundo la identificación de un chasís, ¡pero!... Somos totalmente responsables y libres de asumir esta circunstancia. Supuestamente. Al fin y al cabo, Netflix no nos obliga a que lo veamos. ¿O sí?...
https://www.wag1mag.com/wp-content/uploads/gif-netflix-wag1mag.gif
Siempre que pelo el recubrimiento de la tarjeta de regalo de Netflix que usualmente adquirí en un Éxito le pongo como destino a la misma la basura. Esta vez será distinto de mi parte: quiero conservar el objeto de plástico que me ayudó el día de hoy a salir de mi bloqueo creativo para redactar o más bien, me sacó de la física pereza de hacerlo. Ya se los dije: iba supuestamente a ponerme a joder de lo más contento contándoles sobre el ciclón bananero de hace 25 años; sin embargo, creó que me salió un post probablemente mucho más llamativo y digno de comentar el cual, como homenaje a la vez hacia el responsable de su nacimiento, su autor decidió hacerlo tan pleno de letras como le fuera posible.
Gracias por sus lecturas y buen inicio de semana.
P.D. ¿Alguno de ustedes sabrá la razón por la que ya no hay tarjetas de regalo de Netflix de $100.000?
¡Y vaya longaniza alfanumérica la que me encontré! Nunca había leído yo una combinación tan eterna en una tarjeta de regalo de Netflix que llevo comprándolas hace tres años que cuento con el servicio, luego de ser uno de los últimos privilegiados que disfrutó de su mes gratis (claro; estoy hablando del proceso netamente legal que generalmente me gusta seguir con toda clase de servicios).
https://cnet3.cbsistatic.com/img/M0_wWaVefQh03V7Hh2GyrAlsFbw=/940x0/2019/12/13/b5c901fd-f307-4a3c-abe6-db50e9f19e8f/netflix-redeem-gift-card.jpg
Comparé este código con el último que había raspado a principios de noviembre y la diferencia es tremenda: solo cinco letras seguidas de seis dígitos en la antigua combinación frente a las... ¡trece letras!, y únicamente tres números en la nueva. Realmente es tan prolongada esta vaina, que está separada en cuatro renglones obviamente ubicados horizontalmente con un espacio entre cada uno de ellos.
Ustedes pueden replicarme y lo admito, con su buena parte de razón: 'Bueno, ¿y pa qué te "complicás" con este asunto? O, ¿pa qué le ponés tanta atención? Si lo que importa es que después de digitar el verraco código todo funcione normal, ¿no?' Sí y no, a mi parecer. Pues esto que se podría interpretar como un simple cambio por parte de una empresa que tiene demasiada influencia ya dentro del mundo del entretenimiento audiovisual, me parece que deja entrever ciertas aristas de análisis.
https://d3tla14u5y5kps.cloudfront.net/es/wp-content/uploads/sites/3/2020/01/Schermata-2020-11-24-alle-15.54.37.png
Por ponerme a fregar: ¿a quién de estas tres hembras le regalarías una tarjeta de Netflix?
En primera instancia opino yo, se encuentra el tema de la seguridad. Tal vez Netflix quiera con este nuevo diseño de password en sus tarjetas de regalo (y que debemos de agradecer que aún las sacan), un diseño que recuerda al de esos captchas tan mamones que aparte de pedirte que transcribas un pequeño texto te hacen perder el tiempo seleccionando imágenes chimbas, regular mejor de alguna manera los accesos a su plataforma.
Dentro de mi ignorancia de este tema, intuyo que hay ciertos parámetros de control que involucran a estas series de caracteres; como por ejemplo, marcar productos, animales, personas, en fin, ya sea con cifras y/o grafemas, con el objetivo de establecer medidas que involucran en buena parte un filtro que más o menos cumple con un trabajo de prevención y/o detección de problemas relacionados con violación de términos y condiciones.
https://i0.wp.com/posa.com.co/wp-content/uploads/2018/04/tarjetas-Netflix.png?fit=421%2C228&ssl=1
¿Alguien ha caído en cuenta que la comercializadora en Colombia de esta tarjeta tiene el mismo nombre de la productora cinematográfica de las películas de Cantinflas?
Como otra posible explicación de esta novedosa característica de las tarjetas es lo que involucra ya al tema de la competencia directa. Netflix hoy más que nunca tiene rivales comerciales dentro de su nicho que ni cortos ni perezosos van a querer que la gran N roja se quede con el mayor pedazo del pastel, ni más faltaba. ¡Viva el capitalismo! Y no deja de llamarme la atención que preciso este punto, se dé tan solo unos meses después de la aparición oficial de Disney+ en Latinoamérica.
Anteriormente, Netflix tenía dentro de su oferta de streaming títulos pertenecientes a la casa del ratón, algo que a Disney+ ni en sueños se le ocurriría hacer con alguna producción de la empresa de Reed Hastings. Entonces de cierto modo, como tratando de diferenciarse lo más posible de su ya declarado adversario, Netflix involucra lo del código largo en su tarjeta como una especie de presentación relevante. Como algún prestigioso profesional -lo sea realmente o no-, que saca su portafolio más impactante para descrestar a clientes, pacientes, etc.
https://media1.popsugar-assets.com/files/thumbor/dMBIus7eoIcZ1tIx9my-uKr6Hxw/fit-in/1024x1024/filters:format_auto-!!-:strip_icc-!!-/2020/02/25/846/n/1922283/f864f9359941304e_giphy-4/i/When-You-Scroll-Through-Your-Texts-Morning-After-Night-Out.gif
Y aquí entra a jugar un 'parteaguas' que está directamente relacionado con la posibilidad anterior: el sentido de pertenencia que ante usuarios como yo Netflix quiere continuar desarrollando. Suficiente impresión me ha causado lo del código: ¡fíjense que me inspiró a escribir toda esta vaina! (y yo que pensaba bien temprano hacer para hoy dizque un post sobre el Unión Magdalena de mediados de los 90. ¡Serio! Lo que me pueden causar nombres tan sonoramente exóticos como Yosvida (¿O Yosvidas?) Fuentes, o Jairo Luis Calanche Zulbarán...). La mera experiencia de ahora en adelante coger la tarjeta y saber de antemano que te espera esa contraseña desde hoy tan inusual; que vas a tomarte un poco más de tiempo en amasar la moneda entre tus dedos para desnudar ese inmenso serial, y que después tendrás que escribirlo como si fuera la combinación de botones apropiada en un videojuego para llegar a algún atajo u obtener alguna otra ventaja, es algo que genera un hábito de consumo sumamente particular.
Como bien sabemos, la comida no solo entra por los ojos sino también a través de los demás sentidos. Ya sea que compres la tarjeta de regalo para ti mismo o para obsequiarla a alguien, Netflix está ofreciendo una forma de empezar a degustar su propuesta desde la identificación emocional. Las mujeres que son tan hábiles en esto lo saben; bueno, algunas: que es más interesante ir mostrando de a plazos y a partes como ahora se está exhibiendo el ya tan susodicho codiguito. Listo: puede que no sea nada glamoroso sentirte como si tuvieras que descubrir con la mayor pereza del mundo la identificación de un chasís, ¡pero!... Somos totalmente responsables y libres de asumir esta circunstancia. Supuestamente. Al fin y al cabo, Netflix no nos obliga a que lo veamos. ¿O sí?...
https://www.wag1mag.com/wp-content/uploads/gif-netflix-wag1mag.gif
Siempre que pelo el recubrimiento de la tarjeta de regalo de Netflix que usualmente adquirí en un Éxito le pongo como destino a la misma la basura. Esta vez será distinto de mi parte: quiero conservar el objeto de plástico que me ayudó el día de hoy a salir de mi bloqueo creativo para redactar o más bien, me sacó de la física pereza de hacerlo. Ya se los dije: iba supuestamente a ponerme a joder de lo más contento contándoles sobre el ciclón bananero de hace 25 años; sin embargo, creó que me salió un post probablemente mucho más llamativo y digno de comentar el cual, como homenaje a la vez hacia el responsable de su nacimiento, su autor decidió hacerlo tan pleno de letras como le fuera posible.
Gracias por sus lecturas y buen inicio de semana.
P.D. ¿Alguno de ustedes sabrá la razón por la que ya no hay tarjetas de regalo de Netflix de $100.000?
Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
EL DARKÖ
09-02-2021, 14:45:15
Por ponerme a fregar: ¿a quién de estas tres hembras le regalarías una tarjeta de Netflix?
A la asiática.
Lo de los $100.000 me imagino que es por el poder adquisitivo de los Colombianos (por eso es que venden la leche en polvo en sobrecitos y esos cojines de shampoo, caldo de gallina al menudeo, Sampic etc. con el nombre de practi rinde y maricadas así), no hay para las 100 lukas de un totazo, los de mejor estatus compran con su tarjeta, recargan el nequi o daviplata; es tradición en Colombia aguantar hasta donde la voluntad alcance para no tener que decir ante la necesidad de gastar un billete de alta denominación por ejemplo el de $50.000 lo siguiente: "Ay hijueputa, me tocó desbaratar el billete"
A la asiática.
Lo de los $100.000 me imagino que es por el poder adquisitivo de los Colombianos (por eso es que venden la leche en polvo en sobrecitos y esos cojines de shampoo, caldo de gallina al menudeo, Sampic etc. con el nombre de practi rinde y maricadas así), no hay para las 100 lukas de un totazo, los de mejor estatus compran con su tarjeta, recargan el nequi o daviplata; es tradición en Colombia aguantar hasta donde la voluntad alcance para no tener que decir ante la necesidad de gastar un billete de alta denominación por ejemplo el de $50.000 lo siguiente: "Ay hijueputa, me tocó desbaratar el billete"
Soyado
09-02-2021, 20:17:42
A la asiática.
Lo de los $100.000 me imagino que es por el poder adquisitivo de los Colombianos (por eso es que venden la leche en polvo en sobrecitos y esos cojines de shampoo, caldo de gallina al menudeo, Sampic etc. con el nombre de practi rinde y maricadas así), no hay para las 100 lukas de un totazo, los de mejor estatus compran con su tarjeta, recargan el nequi o daviplata; es tradición en Colombia aguantar hasta donde la voluntad alcance para no tener que decir ante la necesidad de gastar un billete de alta denominación por ejemplo el de $50.000 lo siguiente: "Ay hijueputa, me tocó desbaratar el billete"
Excelente explicación, apreciado compa.
Sí, llevas mucha razón con lo del poder de adquisición del público. Antes esas tarjetas de 100 lucas duraron bastante entre las opciones hasta que debió pasar que eran las que más tiempo permanecían sin venderse: pura lógica de mercado.
Yo pensé que este post iba a pasar en blanco, ja ja ja. Reconozco que es extenso, tiene mucha carreta y que el tema en sí no luce muy atractivo que digamos pensándolo bien. Sin embargo, como uno supone que deben de haber usuarios de la plataforma, cree uno que al menos alguien se tomaría la molestia de comentar su experiencia con lo que explico de la tarjeta.
Gracias por tu apoyo.
Lo de los $100.000 me imagino que es por el poder adquisitivo de los Colombianos (por eso es que venden la leche en polvo en sobrecitos y esos cojines de shampoo, caldo de gallina al menudeo, Sampic etc. con el nombre de practi rinde y maricadas así), no hay para las 100 lukas de un totazo, los de mejor estatus compran con su tarjeta, recargan el nequi o daviplata; es tradición en Colombia aguantar hasta donde la voluntad alcance para no tener que decir ante la necesidad de gastar un billete de alta denominación por ejemplo el de $50.000 lo siguiente: "Ay hijueputa, me tocó desbaratar el billete"
Excelente explicación, apreciado compa.
Sí, llevas mucha razón con lo del poder de adquisición del público. Antes esas tarjetas de 100 lucas duraron bastante entre las opciones hasta que debió pasar que eran las que más tiempo permanecían sin venderse: pura lógica de mercado.
Yo pensé que este post iba a pasar en blanco, ja ja ja. Reconozco que es extenso, tiene mucha carreta y que el tema en sí no luce muy atractivo que digamos pensándolo bien. Sin embargo, como uno supone que deben de haber usuarios de la plataforma, cree uno que al menos alguien se tomaría la molestia de comentar su experiencia con lo que explico de la tarjeta.
Gracias por tu apoyo.
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