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Ver la Versión Completa Con Imagenes : Algunas consideraciones después de sufrir el robo de un celular


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Soyado
25-10-2020, 20:05:49
Este jueves se me llevaron el celular. Eran alrededor de las 5:40 a.m., estaba solo en el paradero del MÍO como acostumbro esperando una de las rutas que me ayuda a llegar al trabajo cuando una pareja -hombre y mujer- en moto se me acerca y el tipo que conducía me dijo algo así como: ‘andá bajándote del celular sino querés que te asesine’. La primera impresión que me dio al ver acercarse a la pareja es que me iban a preguntar por una dirección o algo así; yo estaba sentado en un bolardo solo a escasos metros de un puesto de arepas que atiende una señora con la que antes me saludaba y charlábamos ocasionalmente.

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Algo curioso es que no me sentí nervioso en aquel momento, más bien impresionado: recuerdo que la mujer parrillera y yo nos mirábamos fijamente, mientras el malparido me insistía en que le entregara mi celular sino quería asesinarme, tal era la cantinela que usaba el hijo de puta para intimidarme. Tenía el teléfono guardado en el bolsillo izquierdo del blue jean, un Samsung J6+ que había comprado hace un año y medio; no lo había sacado en mi caminata habitual hacia el paradero (nunca lo hago), y recuerdo que había visto a esa maldita pareja rondando por la carretera antes de llegar a aguardar el bus.

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Después de unos segundos y con una gran sensación de impotencia mezclada con resignación, le entregué el móvil al malandro y la pareja motorizada partió apresurada. La única amenaza que me hizo el man fue verbal, he de reconocerlo y menos mal que solo fue eso, no me sacó arma alguna. Tampoco me pidió que le entregara la billetera donde guardo los papeles la cual tenía en el otro bolsillo del jean. Después del incidente, en el que la vendedora de arepas y un cuidador de carros que acostumbra hacerse por la zona (ahora escribiendo estas líneas me pregunto si el tal guachimán sabía lo que sucedía pero no se atrevió a hacer nada) se acercaron para preguntarme por lo ocurrido, me devolví a mi casa y afortunadamente pude de inmediato reportar al operador de telefonía móvil sobre el robo procediendo así mismo al bloqueo temporal de mi línea. Finalmente fui a trabajar como si nada aquel día, que transcurrió para mí sin más novedades lamentables.

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Rememorando lo acontecido al ir escribiéndolo volvieron de nuevo, aunque no insistentemente, los pensamientos de venganza violenta que tanto llenaron mi imaginación durante el resto de aquella jornada. Pensamientos que muchas veces he tenido en circunstancias cotidianas: cuando camino en la calle, estoy en medio de mis obligaciones laborales o en el hogar… Uno se imagina siendo una especie de justiciero sin vacilaciones, que les da su merecido en forma de plomo o daño físico extremo a todos aquellos que proceden con estas maneras de fomentar la delincuencia común. Incluso si lo hacen de broma. Mas, como pude comprobar, cuando llega el momento como me sucedió hace ya tres días, opta uno por el papel de ciudadano que en últimas no está habituado a tales actos temerarios y se va por el camino del afectado que tiene que quedarse callado y quieto (eso sí, con una tremenda rabia en su interior).

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Tal vez uno opta por la fácil de entregar las pertenencias no solo por instinto de conservación sino porque, en el fondo, quizá no se está dispuesto a enfrentar las consecuencias judiciales que pueden acarrear una situación de estas. Ahorrase más inconvenientes, dicho de otra forma; y aquí viene una de esas cuestiones que muchas veces se debate: si el delincuente intimida solo de palabra, pero la víctima en aquel instante resuelve golpear o acabar con el susodicho sea que lo haya meditado o no: ¿cómo se ha de resolver jurídicamente este caso? ¿Es al final culpable el intimidado tanto como el intimidador? Si se comprueba que el maloso es un reincidente en estas acciones, ¿quien le hizo daño o lo finiquitó queda a deber ante la sociedad?...

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Recordé, sí, denunciantes, el caso del médico que mató a quienes le iban a hurtar en Bogotá; también clásicos del séptimo arte como ‘Deliverance’ o ‘Taxi Driver’, otra película como ‘Tiempo límite’ estelarizada por Johnny Depp o la serie televisiva ‘Criminal’ de Caracol protagonizada por Robinson Díaz, la cual se debió de inspirar mucho en el citado largometraje de Scorsese: en todas estas situaciones, hombres que por sus hábitos de vida y labores no están acostumbrados a tratar con el mal en forma de coacción que les puede quitar su vida, la de un ser querido o la de un amigo (bueno, la excepción aquí en estos ejemplos sería el personaje de Travis Bickle quien fue veterano de Vietnam), se ven enfrentados al dilema de violentar porque no les queda de otra. O porque sienten repentinamente que tienen la obligación de hacerlo.

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El Taxi Driver chibcha


Un caso relacionado también al tema se puede apreciar en el film ‘Munich’ de Steven Spielberg; en represalia frente a los asesinatos de atletas israelíes en las Olimpiadas de 1972, un grupo del Mosad es alentado por la primera ministra Golda Meir a asesinar a terroristas de la organización palestina ‘septiembre negro’, autores de la masacre. El protagonista de la historia, el líder de aquel grupo del Mosad quien fuera encarnado por Eric Bana, concluye que todas aquellas muertes del enemigo no sirvieron realmente de nada, e incluso llega a sentirse (o en afecto es así) amenazado e incomprendido por las autoridades de su mismo país tras haber emprendido este encargo sanguinario.

Los bellacos continúan merodeando las aceras. Las autoridades policiales poco hacen para que sus acciones lesivas se reviertan. Siguen lamentablemente los casos de muertes o heridas por raponazos y similares en donde quienes más han llevado las de perder son los robados… Es que como dice una parte de la canción ‘Vigilante’ de Willie Colón: ‘La calle está desierta, la noche ya no es nuestra, y todos tiemblan al oscurecer’, o el comienzo de ‘Juanito Alimaña: ‘La calle es una selva de cemento, y de fieras salvajes, cómo no; ya no hay quien salga loco de contento, donde quiera te espera lo peor’.


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Por Soyado

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
eddievoleibol
25-10-2020, 23:32:11
Ome viejo SOYE, como lamento lo que te sucedió, una vez me robaron cuando iba en un bus para el trabajo, tenía en aquella época dos cel, el mío y el de la empresa....yo entregué el mío y hasta me atreví a llamar y ofrecí rescate, pero nunca me lo devolvieron.
Todavía sufro al coger un bus, siempre me siento en peligro de robo y viajó todo tenso.
No sé si hiciste bien o mal al entregar tu cel sin que te hubiesen mostrado un arma, lo único bueno y en eso sí estoy seguro, es que estás vivo para seguir escribiendo y viendo viejas en denunciando.

Soyado
26-10-2020, 20:30:51
Ome viejo SOYE, como lamento lo que te sucedió, una vez me robaron cuando iba en un bus para el trabajo, tenía en aquella época dos cel, el mío y el de la empresa....yo entregué el mío y hasta me atreví a llamar y ofrecí rescate, pero nunca me lo devolvieron.
Todavía sufro al coger un bus, siempre me siento en peligro de robo y viajó todo tenso.
No sé si hiciste bien o mal al entregar tu cel sin que te hubiesen mostrado un arma, lo único bueno y en eso sí estoy seguro, es que estás vivo para seguir escribiendo y viendo viejas en denunciando.

Gracias por tu apoyo moral y por compartir tu experiencia al respecto, estimado Eddie.

Te digo que es la primera vez que me roban en este barrio en el que nos mudamos hace ya casi 7 años, y también te cuento que aún tengo el culillo de caminar hacia el mismo paradero. Y sí: lo más importante es que estoy vivo y que no me hirieron ni nada por el estilo. De ahora en adelante con lo 'shockeado' que quedé: billetera y celular dentro del maleto, y tratar de no sacar el móvil ni por el verraco en el transporte público y menos en la calle.

! Master !
27-10-2020, 22:24:41
Bueno Soyado, menos mal andas bien y uno no sabe qué está detrás de una amenaza.

Gracias por el reporte y que la escritura haya servido para estar mejor.

Saludos.

currego850
27-10-2020, 23:12:00
Uy parce, que bueno que esta bien que al fin y al cabo es lo mas importante. A mi me han robado el celular 3 veces y es cierto, uno siempre queda con la sed de venganza. Si permitieran el porte de armas yo la verdad que andaría armado y no dudaría en dispararle a los ladrones...y ya con un poco más de fantasía me gustaría ser un tipo así como búsqueda implacable e ir a buscar a esa parranda de hps y dejarlos listos para el otro mundo