Colombia es peor que Nicaragua y Venezuela: Gustavo Bolívar

[Ayudante De Santa]

[Tyler Durden]

Recientemente el senador Gustavo Petro realizó fuertes señalamientos en contra de lo gobiernos de Nicolás Maduro en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua, a quienes acusó de usar “una retórica de izquierda para encubrir una oligarquía que se roba el Estado”.

Mucho se ha hablado del caracter represivo de estos gobiernos, en los que agentes del estado se han visto involucrados en la muerte de cientos de civiles opositores que claman por un nuevo gobierno y el tránsito a una verdadera democracia.

Ahora, recientemente el también senador de la Lista de la Decencia, Gustavo Bolívar, publicó un trino en el que cuestiona a Maduro y Ortega, pero además critica la situación que vive Colombia en materia de derechos humanos, en especial por el asesinato de líderes sociales.

“En 100 días de represión dictadura Ortega mató 305 personas. En 125 días de protestas dictadura Maduro mató 131 personas. En Cololombia, sin dictadura, han matado 342 líderes sociales”, aseguró Bolívar.

Y añadió: “Es para que se den cuenta que sean de izquierda o de derecha, regímenes corruptos matan por no perder el poder”.

En el caso de Colombia, a diferencia de Nicaragua y Venezuela, no se ha comprobado que el Estado esté detrás de los asesinatos. En cambio, los actores que comunmente son señalados suelen ser las llamadas disidencias de las FARC, el ELN, el Clan del Golfo y otras bandas criminales que a menudo se identifican como las Águlas Negras y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

Pero no solo son los asesinatos los que preocupan a las autoridades. Cada vez se registran más casos de líderes que son amenazados y por temor a recibir represalias, dejan de lado sus labores sociales.

Por ejemplo, se cree que solo en Antioquia hay alrededor de 102 líderes amenazados. La cifra asciende a miles en todo el país. Según Marino Córdoba, director de Afrodes, estima que el asesinato de los líderes afro e indígenas ascienden al 40% del total que hay en el país.

[Ayudante De Santa]

[Soyado]

Respetuosamente considero que el título de este post llama a confusión y por ello uno debe de leer el contenido para darse a la idea correcta de lo que realmente se habla: que en materia de crímenes hacia líderes sociales Colombia está más grave que los otros 2 países mencionados (y si es que las cifras son correctas o se acercan a la verdad).

[Estebanjimenez1]

Es muy cierto

[+Wilfred]

Es muy ciertoSi hablamos de números, sí. Si hablamos de los principales responsables, no. Básicamente lo que pretende Bolívar es hacer ver estos asesinatos de líderes sociales como algo sistemático elaborado por el gobierno y en este caso estamos hablando de muchos actores involucrados en estos crímenes, aunque todos tienen un elemento en común: la disputa por tierras.

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[Heráclito]

Todo depende del cristal con el que se mire:

Vistas las cifras, sin su contexto, Colombia es el peor de los tres, pero analizando más a fondo, no es cierto.

Tanto en Venezuela como en Nicaragua los muertos han sido causados directamente por las dictaduras que los gobiernan. Tanto Ortega como Maduro han reprimido violentamente las manifestaciones en su contra y, como en el caso de Masaya (Nicaragua), civiles armados afectos al régimen han atacado a la población indefensa para sofocar el último bastión contra su régimen.

En el caso de Colombia la situación es mixta. En el pasado hubo maridaje entre el Estado a través de las fuerzas militares y los organismos de inteligencia para asesinar líderes sociales, reclutando civiles, armándolos y protegiéndolos. En otras ocasiones, el Estado no intervino cuando los grandes hacendados formaron sus propios ejércitos privados para acallar a sus opositores.

Hoy, no puede afirmarse que el Estado arme o propicie el paramilitarismo, pero su intervención no ha sido contundente desde lo nacional. Regionalmente la situación es otra. La debilidad de la respuesta estatal ha hecho posible que narcotraficantes, caciques eletorales, hacendados, en fin, todo aquel que tenga el poder y lo vea amenazado por las denuncias contra sus tropelías, se sientan con patente de corso para eliminar el "problema" a punta de bala.

En resumen, en Nicaragua y Venezuela, un Estado policial asesina a quienes se le oponen, En Colombia, un Estado débil y en ocasiones complaciente, se muestra incapaz de imponer el orden. Su cobardía, indiferencia e ineptitud han dejado solos a los dirigentes sociales.