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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Heráclito
27-05-2018, 14:38:56
Esperemos que la cordura triunfe y no tengamos, en segunda vuelta, que elegir entre la cloaca uribista o el despeñadero petrista.

20 May 2018 - 9:00 PM

Por: Sergio Ocampo Madrid

¡Abajo la inteligencia!

Algo hicimos mal, muy mal, pero ¿qué fue? ¿En qué nos equivocamos los escritores, los académicos, los intelectuales, los periodistas, los que opinamos, para que faltando una semana estemos a las puertas de un tercer periodo presidencial de Álvaro Uribe o al menos de que su candidato gane la primera vuelta y se acomode con tranquilidad en la segunda?

Ni vale la pena insistir en que las encuestas pueden estar pifiadas, o estar movilizando a su amaño a un electorado hasta arrinconarlo en las dos opciones extremas. Tampoco es útil volver a preguntarse cómo un candidato que viene en carrera hace 25 años, con un partido político propio que ya es veterano en elecciones y sacó 16 senadores en la última, que tiene la mitad de la U, del conservatismo, del Mira (y si no la mitad, un buen porcentaje), un tipo que salió en televisión los últimos 8 años inaugurando cosas, entregando obras, dizque está de cuarto en los sondeos con menos de un diez por ciento de intención de voto.

Tampoco sirve ya buscarle la lógica a que un gordito desconocido, afable eso sí, que apareció en escena hace menos de un año porque ni siquiera fue de los senadores más mediáticos del uribismo, en cuya hoja de vida solo se lee que ha sido “consultor”, “consejero” y “asesor”, esté punteando las encuestas. Y que la explicación sea únicamente que lo nombró “Él” y la expectativa de muchos de sus electores, aunque mientan o lo callen, sea que gobierne “Él”.

Entonces, vuelvo a la pregunta inicial: ¿en qué nos equivocamos? ¿Por qué conseguimos transmitir tan bien el mensaje de atropello, de arbitrariedad clasista, que había tras el coscorrón de Vargas Lleras a su guardaespaldas, y la advertencia por la corrupción rampante de Cambio Radical con sus 19 congresistas condenados por parapolítica y sus nueve gobernadores en la cárcel, incluido el siniestro “Kiko” Gómez? y ¿por qué no lo logramos eso al mostrar la actitud absolutista y tiránica del expresidente Uribe en sus mil camorras, y la podredumbre increíble de sus nueve altos funcionarios condenados, otros diez investigados, de su jefe de seguridad extraditado, su comisionado de paz y su “asesor espiritual” prófugos, de la ilegitimidad de su segunda elección porque se compraron votos para eso, de sus chuzadas, sus agroingresos, sus falsos positivos, del fabuloso enriquecimiento de sus hijos en menos de ocho años…?

Si el país está polarizado en las encuestas, en las redes, en el debate político, definitivamente no lo está en su intelectualidad. La inmensa mayoría de lo que se puede considerar la inteligencia del país, desde la academia, desde los libros, ensayos, columnas, reflexiones, de los que construyen pensamiento, cerraron filas hace mucho rato contra el uribismo como fenómeno, como modelo de sociedad, como práctica política. Recuerdo en estos últimos diez años análisis enormes de Rodrigo Uprimny, de José Rafael Espinosa, Salomón Kalmanovitz, Rodolfo Arango; frenteros editoriales de El Espectador; frases lapidarias de Fernando Vallejo, contundentes columnas de Juan Gabriel Vásquez, de Héctor Abad Faciolince, de Ricardo Silva, y otras tantas cargadas de evidencias y pruebas por cuenta de Daniel Coronell, Ariel Ávila y Yohir Akerman, y de razones, por Cecilia Orozco, Ramiro Bejarano.

¿Qué respondió el uribismo ante estos argumentos de la inteligencia? Básicamente un libreto que no se salió de cuatro estrategias: amenazas de demanda penal por injuria (que creo que nunca se verificaron); descalificación furiosa y de arrastre masivo contra la persona, no contra los planteamientos; repetición de unos estribillos que se activaban de modo automático para señalar como “castrochavistas” o “enmermelados” a las voces críticas, y siempre una airada exigencia de respeto por la honorabilidad del expresidente, así porque sí, como un acto mecánico de fe. La fe irracional que exige el Mesías.

Entonces, tal vez no nos equivocamos quienes durante todos estos años cuestionamos ese fenómeno de neofascismo que encarna Álvaro Uribe, sino que, además de un idiotismo masivo, de una anomia brutal en un periodo que algún día deberá ser recordado con mucha vergüenza, en realidad la sociedad colombiana sí sucumbió ante el modelo de los “paras”, no solo en lo militar sino en todo el resto. De ese modo, Uribe encarna un paraestado; uno en el cual el estado de opinión debe estar por encima del estado de derecho; representa una parajusticia que determina cuándo estuvo bien un fallo y cuándo no, y si se acata o no; una parainstitucionalidad que busca copar todas las esferas del poder público. Hasta un “paracandidato” tiene. Y millones aplauden felices sin saber por qué pues el asunto se volvió de fe; no cabe la discusión; no caben los razonamientos. Abajo la inteligencia por “enmermelada”, por “castrochavista”, por que sí.

He estado tentado a votar este domingo que viene por Germán Vargas Lleras, no por convicción, sino por el profundo terror que me produce ver a Álvaro Uribe de nuevo gobernando el país, destrozando lo que queda de institucionalidad, ajustando cuentas a lo Cossa nostra. Un duelo de derechas entre Duque y Vargas en segunda vuelta dejaría sin piso ese fantasma ridículo de que Petro es el diablo. Petro no es el diablo; solo es un mal administrador y un autócrata.

Sin embargo, voy a votar por Sergio Fajardo porque creo que la urgencia vital es luchar contra la corrupción como proyecto de país, y porque la educación es el único camino para salir de esta patria boba que se nos volvió imbécil.

Fuente: El Espectador

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Sanabria
27-05-2018, 17:16:36
Y bueno, a los "intelectuales" y demás seguidores del inmaculado Farzardo no les queda otra que unirse a Petro y seguir derramando bilis por el salgareño.(jav3)

INDIVIDUAL
27-05-2018, 17:23:30
nada que hacer petraclito se dio lo que esperabas

SpitfireII
27-05-2018, 17:26:15
¿Esa gente de dónde putas sacó que está más arriba que los demás?


Por eso me alegro que hayan trapeado con los sofistas hoy. Faltan los sofistas beligerantes.

LEONARD
27-05-2018, 18:21:16
https://k62.kn3.net/7DA4B92CD.png

Heráclito
27-05-2018, 18:35:11
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Hay algo importante. Navarro Wolf acaba de anunciar que la Coalición Colombia sigue y pelearán por ganarse la alcaldía de Bogotá y pueden hacer una alianza programática con Petro, restándole populismo y acercándolo al centro. De todas maneras difícil porque los votos de Fajardo son de opinión y difícil endosarlos.

A favor de Petro està el creciente antiuribismo, pero en contra tiene su gran imagen desfavorable que sobrepasa el 40%.

Impredecible lo que pueda pasar en segunda vuelta, pero la opción que tiene mayores posibilidades de ganar en segunda vuelta es Uribe (en cuerpo ajeno).