Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
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Heráclito
13-05-2017, 07:05:01
Como dirían por ahí, no hay con qué hacer un tinto. Sin embargo, le apuesto a tres aunque no ganarán. A De la Calle por su aporte al proceso de paz. Tiene la firmeza y la claridad que se necesita para transitar por el posconflicto. A Clara López por su inteligencia. Tiene visión de estadista y sin odios de por medio, puede construir la esquiva paz. A Sergio Fajardo por considerar la educación como el reto principal al que le debe Colombia dedicar todas sus fuerzas en las próximas décadas.
Difícil que ganen salvo que alguno de ellos encabece una coalición que derrote al candidato de la extrema derecha que muy seguramente será Luis Alfredo Ramos u Alejandro Ordóñez. Mayores posibilidades tiene Germán Vargas Lleras por Cambio Radical, un ejecutor con alma de capataz. Y no nos espantemos. Un país desesperado por la corrupción puede dar un salto al vacío eligiendo un populista como Petro.
Esta es la Colombia que nos espera después del 2018.
12 May 2017 - 9:00 PM
Por: Hernando Gómez Buendía
Las elecciones que vienen
Fueron ocho años de Uribe que se fueron en derrotar a las Farc y otros ocho años de Santos que se fueron en negociar con ellas.
Uribe ganó la guerra militar y para eso acabó con el Estado de Derecho. Santos logró que 7.000 guerrilleros dejaran de matar y para eso perdonó medio siglo de crímenes horrendos. En esto se nos fueron 16 años de la historia patria.
La otra cosa que pasó en estos años fue la bonanza minero-energética que nos vino de afuera, que se gastó en corrupción e importaciones que arrasaron la industria nacional, y que se fue dejando al fisco en bancarrota.
Un enorme ******o burocrático, un torrente de leyes imparable y un frondoso sistema electoral que logran muy pocas cosas y lo hacen a grandes costos. Una clase “dirigente” dedicada a trepar y a buscar plata, sin sentido de nación ni de servicio. Un pueblo por lo tanto descreído, confundido, dedicado al rebusque individual para seguir viviendo, manipulado por las maquinarias y los medios al servicio de los ricos para votar cada cuatro años por otro presidente.
En eso ha consistido nuestra democracia: en un desfile largo de gobiernos inútiles. De hecho Uribe fue la gran excepción, el único político que encarnó de verdad un clamor aplastante de la ciudadanía —y que por eso destruyó los partidos—. Los demás presidentes no han sido sino babas.
Por eso ahora que las Farc se acabaron estamos de regreso al mar de babas. Y de las babas salen las elecciones que vienen, sin candidatos que representen nada y sin partidos que les junten los votos. O por mejor decir, con candidatos hechos con sus babas y con partidos que no saben de cuál de ellos colgarse para tener su cuota en el próximo gobierno.
Veamos. El candidato que yo creo menos peor y en todo caso el más probable ganador es De la Calle, por sus servicios comprobados como mensajero del establecimiento frente a Samper, de Gaviria frente a la Constituyente y de Santos frente a las Farc. El segundo opcionado es Vargas Lleras, que sí tiene carácter, pero es el de atarván, y cuya mucha mermelada podría no alcanzarle porque los políticos son todos muy ingratos. El tercero probable es Ordóñez, un tinterillo medieval que sin embargo y por eso tiene el divino apoyo de los moralistas que abundan en Colombia.
Detrás del trío puntero vienen los coroneles. Cristo, Pinzón, Galán y Barreras en la piscina de babas de Santos, que acabarán seguramente en De la Calle. Cárdenas, Ramos y Ramírez con la totuma vergonzante del conservatismo y en busca de un comprador. Los cinco subtenientes del Centro Democrático (Valencia, Guerra, Duque, Holmes y Nieto) en su patético concurso de lambones. La izquierda que no logra sacudirse de las Farc y se fractura entre dos candidatos inviables (Robledo y Piedad Córdoba) y otras dos mezcolanzas confusas (el santosocialismo de Clara López y el popusectarismo de Petro). Más los dos candidatos “decentes” (o sea de la prensa), Fajardo y López, los “verdes” que están verdes y que por tanto no podrían ganar sino a costa de traicionar sus banderas.
Tal vez me faltan nombres. Y en medio de este desencanto y esta confusión, hasta podría imponerse algún aventurero que nos embarque en una sinsalida populista de derecha o de izquierda.
Así que frente a eso y como dije, yo prefiero que sigamos como hemos sido siempre, como un país a la deriva bajo un gobierno inútil.
Fuente: El Espectador
Difícil que ganen salvo que alguno de ellos encabece una coalición que derrote al candidato de la extrema derecha que muy seguramente será Luis Alfredo Ramos u Alejandro Ordóñez. Mayores posibilidades tiene Germán Vargas Lleras por Cambio Radical, un ejecutor con alma de capataz. Y no nos espantemos. Un país desesperado por la corrupción puede dar un salto al vacío eligiendo un populista como Petro.
Esta es la Colombia que nos espera después del 2018.
12 May 2017 - 9:00 PM
Por: Hernando Gómez Buendía
Las elecciones que vienen
Fueron ocho años de Uribe que se fueron en derrotar a las Farc y otros ocho años de Santos que se fueron en negociar con ellas.
Uribe ganó la guerra militar y para eso acabó con el Estado de Derecho. Santos logró que 7.000 guerrilleros dejaran de matar y para eso perdonó medio siglo de crímenes horrendos. En esto se nos fueron 16 años de la historia patria.
La otra cosa que pasó en estos años fue la bonanza minero-energética que nos vino de afuera, que se gastó en corrupción e importaciones que arrasaron la industria nacional, y que se fue dejando al fisco en bancarrota.
Un enorme ******o burocrático, un torrente de leyes imparable y un frondoso sistema electoral que logran muy pocas cosas y lo hacen a grandes costos. Una clase “dirigente” dedicada a trepar y a buscar plata, sin sentido de nación ni de servicio. Un pueblo por lo tanto descreído, confundido, dedicado al rebusque individual para seguir viviendo, manipulado por las maquinarias y los medios al servicio de los ricos para votar cada cuatro años por otro presidente.
En eso ha consistido nuestra democracia: en un desfile largo de gobiernos inútiles. De hecho Uribe fue la gran excepción, el único político que encarnó de verdad un clamor aplastante de la ciudadanía —y que por eso destruyó los partidos—. Los demás presidentes no han sido sino babas.
Por eso ahora que las Farc se acabaron estamos de regreso al mar de babas. Y de las babas salen las elecciones que vienen, sin candidatos que representen nada y sin partidos que les junten los votos. O por mejor decir, con candidatos hechos con sus babas y con partidos que no saben de cuál de ellos colgarse para tener su cuota en el próximo gobierno.
Veamos. El candidato que yo creo menos peor y en todo caso el más probable ganador es De la Calle, por sus servicios comprobados como mensajero del establecimiento frente a Samper, de Gaviria frente a la Constituyente y de Santos frente a las Farc. El segundo opcionado es Vargas Lleras, que sí tiene carácter, pero es el de atarván, y cuya mucha mermelada podría no alcanzarle porque los políticos son todos muy ingratos. El tercero probable es Ordóñez, un tinterillo medieval que sin embargo y por eso tiene el divino apoyo de los moralistas que abundan en Colombia.
Detrás del trío puntero vienen los coroneles. Cristo, Pinzón, Galán y Barreras en la piscina de babas de Santos, que acabarán seguramente en De la Calle. Cárdenas, Ramos y Ramírez con la totuma vergonzante del conservatismo y en busca de un comprador. Los cinco subtenientes del Centro Democrático (Valencia, Guerra, Duque, Holmes y Nieto) en su patético concurso de lambones. La izquierda que no logra sacudirse de las Farc y se fractura entre dos candidatos inviables (Robledo y Piedad Córdoba) y otras dos mezcolanzas confusas (el santosocialismo de Clara López y el popusectarismo de Petro). Más los dos candidatos “decentes” (o sea de la prensa), Fajardo y López, los “verdes” que están verdes y que por tanto no podrían ganar sino a costa de traicionar sus banderas.
Tal vez me faltan nombres. Y en medio de este desencanto y esta confusión, hasta podría imponerse algún aventurero que nos embarque en una sinsalida populista de derecha o de izquierda.
Así que frente a eso y como dije, yo prefiero que sigamos como hemos sido siempre, como un país a la deriva bajo un gobierno inútil.
Fuente: El Espectador
Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
INDIVIDUAL
13-05-2017, 14:29:59
la verdad no creo gane ninguno de eso
+Wilfred
14-05-2017, 11:44:26
Vale la pena aclarar que el Centro Democrático no enviará a Alejandro Ordóñez como precandidato. Sí Ordóñez se piensa lanzar a la presidencia, lo haría por los Conservadores y eventualmente podría haber una alianza con el uribismo, pero el uribismo ya definió hasta ahora cuatro precandidatos, de los cuales saldrá uno para recoger todas las propuestas.
Resta ver qué pasa con Luis Alfredo Ramos, que es de lejos la opción que quiere Uribe, más que Duque inclusive. De poder estar en la boleta, es seguro ganador de la candidatura y, eventualmente, de la presidencia.
De seguro serán cuatro años uribistas. Y todo gracias a Santos.
Enviado desde mi Moto G (4) mediante Tapatalk
Resta ver qué pasa con Luis Alfredo Ramos, que es de lejos la opción que quiere Uribe, más que Duque inclusive. De poder estar en la boleta, es seguro ganador de la candidatura y, eventualmente, de la presidencia.
De seguro serán cuatro años uribistas. Y todo gracias a Santos.
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cesar coy
14-05-2017, 13:59:27
De seguro serán cuatro años uribistas. Y todo gracias a Santos.
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En lo que va corrido de este siglo solo ha habido una elecciòn en la que no ganò el candidato de Uribe, o mejor dicho, Uribe, para dejar a un lado tanta correcciòn política al hablar. Y esa elección la perdiò por media nariz y contra un gobernante en ejercicio que puso toda la maquinaria estatal a moler duro para derrotarlo.
En plata blanca: Uribe es el gran elector colombiano. Nunca nadie ha tenido la mitad de la popularidad que a él le sobra en toda la historia del pais.
A JuHampa le aplaudo que haya seguido su rumbo independientemente si a su Lider le gustaba o no tanta "independencia" en un gobernante. De cualquier forma iba a salir regañado, apaleado y a recibir sus correazos de parte del Lider. Mejor hacerlo por lo que creía que ponerse como cualquier Pachito u Oscar Ivan a fungir de titeres para igualmente recibir su patada en el culo tarde que temprano.
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En lo que va corrido de este siglo solo ha habido una elecciòn en la que no ganò el candidato de Uribe, o mejor dicho, Uribe, para dejar a un lado tanta correcciòn política al hablar. Y esa elección la perdiò por media nariz y contra un gobernante en ejercicio que puso toda la maquinaria estatal a moler duro para derrotarlo.
En plata blanca: Uribe es el gran elector colombiano. Nunca nadie ha tenido la mitad de la popularidad que a él le sobra en toda la historia del pais.
A JuHampa le aplaudo que haya seguido su rumbo independientemente si a su Lider le gustaba o no tanta "independencia" en un gobernante. De cualquier forma iba a salir regañado, apaleado y a recibir sus correazos de parte del Lider. Mejor hacerlo por lo que creía que ponerse como cualquier Pachito u Oscar Ivan a fungir de titeres para igualmente recibir su patada en el culo tarde que temprano.
Heráclito
14-05-2017, 20:13:17
En lo que va corrido de este siglo solo ha habido una elecciòn en la que no ganò el candidato de Uribe, o mejor dicho, Uribe, para dejar a un lado tanta correcciòn política al hablar. Y esa elección la perdiò por media nariz y contra un gobernante en ejercicio que puso toda la maquinaria estatal a moler duro para derrotarlo.
En plata blanca: Uribe es el gran elector colombiano. Nunca nadie ha tenido la mitad de la popularidad que a él le sobra en toda la historia del pais.
A JuHampa le aplaudo que haya seguido su rumbo independientemente si a su Lider le gustaba o no tanta "independencia" en un gobernante. De cualquier forma iba a salir regañado, apaleado y a recibir sus correazos de parte del Lider. Mejor hacerlo por lo que creía que ponerse como cualquier Pachito u Oscar Ivan a fungir de titeres para igualmente recibir su patada en el culo tarde que temprano.
La Colombia de hace cuatro años no es la misma. Para bien o para mal el fin del conflicto armado con las Farc reacomodó las fuerzas políticas al tiempo que el discurso de la Seguridad Democrática dejó de existir y por ello lo que se busca ahora es tumbar el acuerdo de paz para revivir la guerra que es lo que sostiene a la extrema derecha.
Para 2018 Uribe tiene votos y muchos, pero no le alcanzan para elegir presidente y él mismo lo sabe. Por eso quiere formar una coalición de extrema derecha con el sector radical del conservatismo encabezado por Ordóñez, los cristianos y su partido.
Es probable que su candidato llegue a segunda vuelta y como sucedió en Francia, una alianza transitoria de todo el espectro político democrático se conformará para derrotarlo. ¿Se conseguirá? Se abren las apuestas.
En plata blanca: Uribe es el gran elector colombiano. Nunca nadie ha tenido la mitad de la popularidad que a él le sobra en toda la historia del pais.
A JuHampa le aplaudo que haya seguido su rumbo independientemente si a su Lider le gustaba o no tanta "independencia" en un gobernante. De cualquier forma iba a salir regañado, apaleado y a recibir sus correazos de parte del Lider. Mejor hacerlo por lo que creía que ponerse como cualquier Pachito u Oscar Ivan a fungir de titeres para igualmente recibir su patada en el culo tarde que temprano.
La Colombia de hace cuatro años no es la misma. Para bien o para mal el fin del conflicto armado con las Farc reacomodó las fuerzas políticas al tiempo que el discurso de la Seguridad Democrática dejó de existir y por ello lo que se busca ahora es tumbar el acuerdo de paz para revivir la guerra que es lo que sostiene a la extrema derecha.
Para 2018 Uribe tiene votos y muchos, pero no le alcanzan para elegir presidente y él mismo lo sabe. Por eso quiere formar una coalición de extrema derecha con el sector radical del conservatismo encabezado por Ordóñez, los cristianos y su partido.
Es probable que su candidato llegue a segunda vuelta y como sucedió en Francia, una alianza transitoria de todo el espectro político democrático se conformará para derrotarlo. ¿Se conseguirá? Se abren las apuestas.
Mashiro
14-05-2017, 21:10:48
Más allá de los candidatos, los ciudadanos deberían hacerse responsables de su derecho al voto.
Por ejemplo los que votaron por Santos (los mismos que votaron por Uribe), deberían dejar la cédula en casa, y perderse en un bosque el domingo de votación.
Por ejemplo los que votaron por Santos (los mismos que votaron por Uribe), deberían dejar la cédula en casa, y perderse en un bosque el domingo de votación.
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