Carta de Mockus sobre financiaciòn de Odebrecht

[Ayudante De Santa]

[cesar coy]

]Aprendamos a sentir más culpa y más vergüenza

¿Sin las financiaciones indebidas hubiéramos ganado las elecciones? No creo, pero reconocerlo duele.
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¿Hubo excesos en las estrategias de campaña en las elecciones presidenciales del 2010? Sé que sí. Pero yo ya perdoné. Y el perdón no tiene reversa. El poder del perdón consiste en que lleva a la mutua comprensión, mediante la reforma del pasado. Lo que pasó es reinterpretado, fenecen ciertas lecturas y florecen otras.

La razón de mi perdón –que se expresó en mi apoyo a la reelección– fue la paz. Y la paz se está haciendo.
¿Qué pasa si aparecen nuevas verdades, si se destapa –una vez más– el uso de métodos indebidos, como ha pasado? Dos millones de afiches no es una cifra despreciable. ¿Sin los 2 millones de afiches financiados indebidamente por una empresa extranjera hubiéramos ganado las elecciones? No creo, pero reconocerlo duele.

En sus declaraciones sobre Odebrecht, el señor Presidente afirma que en su momento no supo del asunto, que ahora ya sabe y que ello lo indigna. Con vehemencia afirma que lo sucedido de ninguna manera tiene justificación. Por ello presenta excusas.

Normalmente, las excusas se utilizan para reconocer y hacerse perdonar violaciones de las normas sociales. La sanción correspondiente va desde fruncir las cejas hasta quitarle el saludo a alguien. En la lucha contra el delito son tan importantes los que lo censuran espontáneamente como los que saben encontrar sus huellas y ponerlas a disposición de la justicia.

Lo importante, en esta época de reconciliación, es tener claro que lo sucedido no puede repetirse, que el fin no justifica los medios, que la exclusión no justifica la violencia. Perdonar es todo un arte. Quien es perdonado debe saber que está en juego su última oportunidad.

¿Qué sigue? Repetidas veces, mis comportamientos han suscitado rechazo social, y de cierta manera, al escribir esta columna, estoy suponiendo que el país me perdonó. Desde muy temprano he tratado de explorar la posibilidad de juzgarse a uno mismo que todo ser humano tiene. Estoy suponiendo también que lo que les aporté a la Universidad Nacional y a Bogotá, con el respaldo de estudiantes, profesores y ciudadanos, en cierto sentido compensa el mal que pude haber hecho.

Me equivoqué en algún momento de mi juventud al pensar que alguna violencia podía justificarse políticamente. En cualquier caso, a mis 36 años acepté la invitación de la Universidad Nacional para asumir un claro compromiso con la sociedad y con la paz. Creo que convencí a más de una persona de abandonar la lucha armada, y a partir de 1995 hice repetidos llamados a denunciar los delitos. Una denuncia puede salvar muchas vidas. Hoy solo añadiría que hay que escoger con cuidado dónde y cuándo denunciar.

En el documental colombiano ‘La ola verde’, de Margarita Martínez, sobre las elecciones presidenciales del 2010, quedó registrado el momento en que propongo que la publicidad nuestra incluya por una cara del papel la propuesta verde y por la otra cara reproduzca la propuesta de Santos, la del partido de ‘la U’. Lástima que no lo hicimos. Hubiera sido, con lo que se ha conocido después, una bella lección.

ANTANAS MOCKUS
Candidato en las elecciones presidenciales del 2010

[Ayudante De Santa]

[RICARDO69]

El asunto no versa sobre el perdón, la reconciliación ni la pa$$$

Es sobre la legalidad o no del acto y eso, a pesar de que se perdone, no cambia. Los actos ilegales, inmorales o simplemente incorrectos, deben condenarse, castigarse y rechazarse.

Con esa pendejada de que todo vale por la pa$$$, nos han metido el peor gol de la historia de Colombia.

Ojalá quede historia para contar después de la desolación que nos traerá un país entregado, obnubilado, engañado y, sobre todo, sin huevos...


RICARDO69 2017

[cesar coy]

Èl no dice que no sea delito lo que hizo el candidato uribista del 2010. Èl no dice que sea legal lo que pasò en la campaña respaldada por Uribe en el 2010. No.

Èl solo dice algo que solo pocas personas son capaces de reconocer: No perdì unicamente por los excesos del contendor. Comparemos su actitud con la de los seguidores de Zuluaga en este instante: es un hecho incontrovertible que la campaña del candidato uribista (si, oooooooootra vez) del 2014 fue financiada por Odebrecht. La de Santos del 2014 todavìa es motivo de debate. Sin embargo eso no impide que la derrota de Zuluaga se le achaquè en su totalidad a las trampas del rival sin detenerse por un momento a pensar que su propio candidato ya fue desnudado en ese aspecto sin duda alguna.

Es la actitud de Mockus, lo que se resalta. Lo que deberìa ser ejemplo en este paìs donde los hinchas de Millonarios, America y Nacional no tienen ningùn pudor en salir a berrear y en posar de perseguidos cada vez que un arbitro los perjudica en algùn partido contra el Barrrancabermeja, el Pasto o el Huila. Donde todo triunfo del rival solo se explica con trampas. Donde jamas se reconocen las fallas propias y donde se vive solo pendiente de las del contradictor para exacerbarlas y adjudicarles a ellas todo lo que pueda haber conseguido el contradictor.

[RICARDO69]

Y justificar el delito, las malas artes, la trampa y la picardía, es ser noble y Gallardo?

Y los que lo condenamos, que venimos a ser entonces?

Usted no es el que tiene en el portapapeles del computador copiada esa frase de "no pueden decir nada quienes en aquel tiempo..." Y lo pega en todos los temas?

Ahora resulta que la justificación de las conductas impropias y delitos es algo loable?

Hasta donde hemos llegado, César, César, César...

RICARDO69 2017

[+Wilfred]

Bien hace Mockus en reconocer que no fue derrotado solamente por los excesos de la campaña de Santos en 2010, pero también hay que reconocer que su actitud sumisa y pasiva frente a los terroristas le costó caro en un país que por ocho años tuvo a un hombre que decidió que como país no podíamos seguir arrodillándonos y que las vías pasivas no siempre pueden ser la solución a un problema tan grande.

Todo crimen debe rechazarse, pero también debe castigarse, por más perdón que haya de por medio. Es algo con lo que no se puede ser flexible, ni moderado. Perdonar es un acto de grandeza del espíritu, pero es un acto enteramente personal. La justicia no puede darse ese privilegio porque de hacerlo perdería su esencia.

Ojalá algún día lo entiendan...y ojalá que no sea tarde.

[cesar coy]

No las esta justificando Ricardo. Simplemente no les esta dando la dimensiòn que ustedes -que apoyaron esa campaña- quieren darle tan solo para obtener el redito politico que les interesa.