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Antiguo 07-12-2012 , 12:03:19   #29
chido666
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chido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacion
  
TskTsk Emoticon Respuesta: La Historia de un homosexual y su degenerada familia ... Incesto, gay, orgias, infidelida



Sin pronunciar palabras, allí estábamos, mi madre y yo, platicando lo sucedido.

-Mis primos dices que lo soy. –Le respondí-, porque al ver mis pompas se les paro su pito, y cuando eso sucede, es porque el dueño de las nalgas, es maricón. Dicen que, solo los maricones tienen las nalgas hermosas, y que yo, las tengo muy bonitas, porque dicen que se parecen a las tuyas.

-¡Eso no es cierto! –Manoteo molesta-. Lo que pasa es que son unos degenerados. Tus pompas están muy hermosas mijo, pero para las mujeres, y no solo tus pompas, eres muy guapo, vas a romper el corazón de muchas chicas.

-Me dijeron que si me metía su pinga en mi boca, y si no me daba asco, significaba que era maricón. Me las metí en la boca y no me dio asco, porque no vomité.

-¡Mienten! Nuevamente mijo. Muchos hombres tienen dudas, a veces hasta que son adultos, deciden su preferencia sexual. Tú lo que sentías era curiosidad. Quiero que comprendas bien lo que te voy a decir… El sentir curiosidad no te hace marica, ni el haber permitido que tus primos te hicieran eso. Pero, no es correcto que los hombres hagan eso. No permitas que nadie te vuelva a tocar, ¿está bien?

-Si. Mamá.

-Y ¿por qué tenías curiosidad? –Me dijo-.

Jamás habíamos charlado tan bien, como buenos amigos, los mejores amigos. Le platiqué lo que mis primos le hicieron a mi hermana, lo que sentí. Le comenté que la vi con mis tíos. Le dije que la espiaba cuando mis primos se la cogían. Mi madre se tapó su sensual boca con los dedos de la mano, asustada. Luego, me aseguró que ella en verdad dormía y nuevamente insistió que mis primos, eran unos pervertidos. Así continuamos conversando por largo tiempo.

Me hizo prometerle que jamás, me dejaría que me cogieran nuevamente, a cambio, ella me prometió que no volvería a coger con mis primos o mis tíos.

Mis primos, a la semana de que mi madre nos descubriera, querían cogerme nuevamente, después, me solicitaban que al menos les mamara la picha, al final me suplicaban que tan solo los masturbara… Pero yo, aún tenía miedo, que mi madre nos descubriera otra vez, así que siempre me negaba. Pero va tanto el cántaro al agua hasta que se rompe.

-Ándale primo, déjame meterte la verga. –Insistía mi primo Pablo-.

-No. ¿Para que insistes? Ya te dije que no soy marica, y ya no voy a dejar que me cojan, ni a mamárselas ni nada. –Respondía manoteando en el aire-.

-Deja te cojo sobre el pantalón, no tienes que quitártelos, nomás quiero apoyar mi verga en tus redondas nalgas.

-Ya te dije que no, no estés jodiendo. –Le dije, molesto, mientras me retiraba-.

-Espérate. –Me dijo, sujetándome del brazo, y mirando hacia todos lados, agregó-. Si me dejas restregar mi verga en tu trasero, sobre los pantalones, yo te jalo tu verga. ¿Qué dices? ¿No quieres que te la jale?

Me quedé helado, no sabía que responder, ya no quería que me tomaran por marica, porque cuando lo hacían, me trataban mal, me hablaban despectivamente, me insultaban y me sentía menos… Ahora me suplicaban, me hablaban bien… Y hasta estaban dispuestos a masturbarme. No tuve tiempo de pensar mucho, Pablo estiro su mano buscando mi pene, cuando lo encontró, lo empezó a sobar sobre el pantalón. Mi cuerpo se estremeció por completo, y mi verga dio un respingo, parándose inmediatamente.

-¡Sácatela! para jalártela.

Me baje el cierre velozmente y la extraje de mis pantalones, estaba dura como la roca, inclinada hacia arriba. Pablo se sacó la suya poniéndomela entre mis nalgas, la guiaba con su mano, pasándomela por la raya de mis nalgas, hasta que encontró el hueco que buscaba y se metió un poco. Con su brazo izquierdo me abrazó de la cintura y con su mano derecha tomaba mi verga de la base y la empezó a mover muy despacio, besándome la oreja me decía:

-Que ricas nalgas tienes, me encanta como se te mete. Mmh, tienes la verga bien bonita y esta bien calientita y suave, se siente rico jalártela. –Me decía mientras arreciaba el movimiento, produciéndome algo de dolor-.

-Jálamela despacio. –Le dije, ante sus caricias inexpertas-. Me duele un poco.

Era una experiencia maravillosa, ahora comprendía porque les gustaba tanto cogerme, si yo sentía riquísimo que mi primo me masturbara, ¿qué sentiría si me la mamara o me lo cogiera?

Me recosté en el pecho de mi primo, cerré los ojos disfrutando del torrente de sensaciones maravillosas que experimentaba mi cuerpo, por un lado su caliente verga tratando de traspasar la tela de mi pantalón mientras bombeaba desesperado mi trasero y por otra, una mano extraña, que no era la mía, me apretaba la verga, me estiraba la piel descubriendo el jugoso glande y lo cubría nuevamente, con una cadencia lujuriosa, produciéndome cosquillas que partían de mis talones y recorrían cada parte de mis piernas hasta llegar a mis suaves pelotas. Pablo me abrazaba mas fuerte, resollaba fuertemente en mi oído, repitiendo frases entrecortadas: “que rico, nalgas, caliente, verga, me vengo”.

Mi cuerpo convulsionó por completo, no sentía los espasmos de Pablo, ni me di cuenta cuando me mancho los pantalones con su esperma, mi vista y todos mis sentidos estaban concentrados en mi verga, que poco a poco se engrosó más, ensanchándose misteriosamente, la mano desconocida seguía con su movimiento rutinario, arriba-abajo, se pronto de la punta, se abrió un ojo, escupiendo torrentes de leche, una y otra y otra vez, parecía una fuente inagotable de leche de hombre, en el suelo se formó un pequeño charco y la mano no dejo de mover mi verga hasta que las ultimas gotas resbalaron por el glande.

-Aventaste un chorro de leche, primo… ¿Te gustó?

-Si. –Respondí desfallecido, moviendo afirmativamente mi cabeza, si mi primo no me tuviera abrazado, tal vez me hubiera caído. Fue maravilloso-.

Mis otros primos, seguían insistiendo en cogerme. Sin decirles lo que hicimos Pablo y yo, les propuse lo mismo, que me restregaran la verga en el culo siempre y cuando me masturbaran… De más esta decir que se negaron, diciendo que ellos no eran maricas.

Con Pablo lo repetí un par de veces más, hasta que noté que su fijación no eran tanto mis nalgas sino mi verga, y aposté un poco más alto. Me negué a realizarlo un par de veces y cuando lo mire desesperado, le dije que si quería restregar su pene en mi trasero debería no solo masturbarme sino mamarme la verga. Se quedó pensando unos minutos hasta que aceptó.

Era maravillosa la sensación de tener unos labios alrededor de mi verga. Era inexperto, a veces me lastimaba con sus dientes, pero su ímpetu lo redimía, me chupó hasta los huevos y sentí un enorme orgullo cuando le bañe la cara con mi esperma, hice que se comiera algo de leche, pero estuvo a punto de vomitar y ya no insistí.

La última vez que lo hicimos fue cuando mis oídos escuchaban incrédulos su proposición.

-Ándale, vamos. –Me decía-. Pero bájate los pantalones para meterte la verga en el culo, si te dejas te la mamo hasta que te vengas y me trago tu corrida.

-Que no. Ya te dije que no voy a dejar que nadie me coja nuevamente.

-Que te cuesta primo, ¿a poco no te gusta?

-No. No me gusta.

-¿No te gustó cuando te mamé la verga?

-Si. Ahí si me gusta, pero a cambio tu quieres cogerme y no pienso dejarme.

-Es más, a la una y una… Yo te meto la verga en el culo, y luego tú me la metes… ¿Qué dices?

Cuando me masturbó fue maravilloso, cuando me chupó la verga fue sensacional, ¿Que se sentiría meter la verga en un culo?

-No sé… -Le dije dubitativo, siempre en lenguaje con señas-. Es que ya no quiero que me cojan.

-Anímate, además nadie se va a enterar, a mi no me conviene decirle a nadie.

-¿Y si yo te la mamo, y luego tú, dejas que te coja? –Le dije, pues no quería que me la volvieran a meter, se lo había prometido a mi madre-.

Se quedó pensando un momento y luego dijo: “Sale, tú primero me la chupas”.

Se quitó los pantalones y la trusa, mientras yo solo me bajaba los pantalones hasta los tobillos. Su verga estaba completamente erecta, la engullí de un solo embiste, la bañe de saliva y procedí a mamársela. Al minuto me apartaba la cabeza.

-Ya, ya. Porque siento que me voy a venir. Ahora sigues tú. Méteme la verga. Cuando termines, me la vuelves a mamar hasta que yo me venga, ¿Esta bien?

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ESTUDIO CIENTIFICO
Un científico norteamericano descubrió con sus estudios que las personas que no tienen suficiente actividad sexual leen los e-mails y/o los Post con la mano posada en elMouse…. Aguas¡¡¡¡
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