Según el diario francés L'Equipe, un dirigente del club italiano se comunicó con Jorge Messi para manifestarse su interés por contar con el rosarino.

Desde que Lionel Messi hizo llegar a las oficinas de Barcelona el ya célebre bsurofax a través del cual pidió su libertad de acción, las especulaciones sobre posibles destinos para el capitán del seleccionado argentino proliferaron como los hongos después de la tormenta. Algunas, con un poco más de potencia; otras, apenas como sueños imposibles. En las últimas horas, a la lista de interesados se sumó Juventus.
En la danza de nombres del mercado europeo, Juventus también estaría tras los pasos de Luis Suárez, a quien Ronald Koeman, nuevo entrenador de Barcelona, ya le informó que no sería tenido en cuenta para la temporada que comenzará en dos semanas. La llegada del uruguayo a la Vecchia Signora podría funcionar como un anzuelo para intentar atraer también a su amigo Messi.

De todos modos, hasta el momento Manchester City parece correr con un par de cuerpos de ventaja sobre sus competidores en la justa por hacerse con los servicios del ganador de seis Balones de Oro. La presencia en el banco de Josep Guardiola, el entrenador con el que vivió sus años más gloriosos en Barcelona, y en el campo de Sergio Agüero, su gran amigo, en un club con altísimas aspiraciones son factores de peso.

De todos modos, cualquier movimiento que procure hacer Messi requerirá primero un acuerdo con la dirigencia del Barça para pactar su desvinculación. En principio, el club asegura que la cláusula contractual a la que el futbolista recurre para reclamar su libertad venció el 10 de junio.

La aspiración de máxima de la dirigencia catalana es retener al máximo goleador en la historia del club, un deseo que hoy suena a misión imposible, en virtud de los pasos dados por el jugador. Subsidiariamente, procurará que el club que quiera quedarse con Messi pague la cláusula de rescisión establecida en el contrato: nada menos que 700 millones de euros. Ni hablar de rebajar sus pretensiones y, mucho menos, de ver partir gratis a su capitán y emblema.

El viernes, Messi solicitó una reunión con las máximas autoridades del Barça con el objetivo de impulsar una salida pactada y pacífica. Hasta el momento, no recibió respuesta y el tiempo empieza a ser un condicionante. En el burofax enviado el martes, el jugador informó que se consideraría libre a partir del domingo 30 de agosto, el mismo día en que tendría que presentarse en la Ciudad Deportiva para someterse a las pruebas médicas previas al comienzo de la pretemporada.

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