"Al cine hay que tomarlo en serio" George Lucas

AndrewMack · 22-07-2013 , 16:02:41

Antes de su retiro definitivo de la industria cinematográfica, el creador de la saga ‘La guerra de las galaxias’ hizo una donación millonaria a la escuela en la que se formó como director.

A lo lejos se ven los gigantes edificios del centro de Los Ángeles, cruzando el Staples Center donde juegan al básquet los Lakers. Justo en frente está el Shrine Auditorium, donde solían entregar el Premio Óscar. Y de este lado de la calle, en la Universidad del Sur de California (USC para quienes ya la conocen), es donde se educa gran parte de aquellos que hoy son premiados. De hecho, en los últimos cuarenta años, con la excepción de apenas dos entregas, siempre hubo por lo menos un graduado de la USC en alguna de las nominaciones del Óscar. Incluso las diez películas de mayor recaudación en la historia del cine han sido producidas o dirigidas por exalumnos de la USC. Uno de ellos nos recibe hoy en la nueva USC School of Cinematic Arts, construida gracias a los US$175 millones que donó de su bolsillo para expandir los estudios que él mismo usó hace años, pues se graduó en 1966 de esta universidad.
¿No dudó en ningún instante cuando tuvo que firmar el cheque por US$175 millones para semejante donación?
Para mí es un gran privilegio ayudar a la escuela que me dio tanto cuando recién había descubierto el cine. Aquí encontré mi pasión, mis amigos, y también aprendí todo lo que sé de cine. Nunca fui bueno en los estudios, pero siempre fui un apasionado por la educación.
¿Ha cambiado mucho la USC desde los tiempos en que usted estudiaba?
Cuando llegué a la USC había un insignificante departamento artístico que con el paso del tiempo tuvo su propio edificio, y hace poco cambiaron el nombre para incluir todas las áreas del arte cinematográfico, medios interactivos, televisión y cine, todo aquello que tenga imágenes en movimiento y sea una forma de comunicación en el siglo XXI.
¿El cine había sido siempre su pasión, desde joven?
Cuando vine a la USC no sabía nada sobre cine. Muchos amigos habían hecho películas toda su vida, habían filmado cortometrajes desde los once años. Sabían exactamente lo que querían hacer. Yo no tenía idea. Crecí con una pasión por el automovilismo. Quería correr autos de carreras. Fue a los 18 años que me di cuenta del cambio. Estaba confundido, perdido, como la mayoría de los universitarios o los que terminan la escuela secundaria.
De los carros a la ficción
Aquellos sueños de llegar a ser un corredor profesional de automovilismo se convirtieron en una pesadilla debido a un gravísimo accidente que Lucas tuvo justo después de graduarse de la Downey High School. Exactamente el 12 de junio de 1962, cuando intentaba dar una vuelta a la izquierda para estacionar su Fiat Bianchina, volcó por completo y se estrelló contra un árbol.
¿Cómo cambió la pasión del automovilismo por el cine?
Después del accidente, como me gustaban las ciencias sociales terminé estudiando antropología, pero también me gustaban las ilustraciones y la fotografía. Mi padre me había dicho: “Te pago los estudios si no vas a una escuela de arte”. Me conocía muy bien y sabía que yo no iba a pagarme los estudios porque soy muy haragán. Entonces empecé a buscar y encontré la escuela de cinematografía a través de uno de mis mejores amigos que estudiaba en la USC. Luego me di cuenta de que no era una escuela de fotografía, sino de cine. Me parecía una completa locura, como también le parecía al resto de la gente. Nuestra clase quedaba a la vuelta del dormitorio de las chicas, que nos veían como unos nerds extraños que hacían algo que nadie quería hacer.
¿Los estudios de cine no contribuyen a su nivel con las escuelas de cine?
Es algo poco común. Muchas industrias donan dinero para formar a los estudiantes que luego serán sus empleados. Pasa en la industria del automovilismo y en la del diseño. Pero en cine no parece haber tanto entusiasmo. Hemos sufrido por años. Y me encantaría que la industria del cine se preocupara más. El Instituto de Cine y la UCLA también necesitan ayuda. Para nuestro beneficio es bueno tener gente con la mejor preparación, y los mejores salen de las escuelas de cine. Un escritor que dirige una película sin haber ido a la escuela de cine no tiene el conocimiento suficiente para saber qué hacen un camarógrafo, un editor o el departamento de producción. Quienes estudian cine tienen una idea más amplia de lo que significa hacer una película o un programa de televisión.
Antes de retirarse por completo, ¿pensó en dar clases de cine?
A lo largo de estos años he enseñado cine con algunas clases especiales en la USC. Pero el hecho de ponerme a dar clases con regularidad es algo que voy a tener que pensar bien, porque es demasiado trabajo (risas).
¿Al menos le pidieron alguna opinión sobre la inversión de los US$175 millones que donó?
Sí. Como arquitecto aficionado, se me ocurrió que podía influenciar en el diseño del edificio. Quería darle el estilo que tenía el sur de California, en la industria del cine y Beverly Hills, en 1929, cuando se abrió la escuela de cine. El estilo italiano-español era tan popular que así se construyeron los estudios de Paramount Pictures y muchas casas en Beverly Hills y Pasadena. Yo quería que tuviera las características de la misma época en que había nacido la escuela.
¿Y nadie ofreció bautizar a la nueva escuela con su nombre?
No me parece lógico que le pongan mi nombre a la escuela. Me gusta que la llamen Escuela de Artes Cinematográficas USC o USC Cinematic Arts.
¿Cómo cree que serán los futuros cineastas en comparación con los actuales?
Primero que todo, serán artistas cinematográficos. El rol del cine es mucho más complejo de lo que era cuando yo estudiaba. Los medios con los que distribuimos el material, los diferentes materiales en términos de producción, o la música y el mundo interactivo ni siquiera existían hace unos años atrás. Los cambios son enormes. La gente trabaja en un campo mucho más complejo y sofisticado en comparación al del pasado. Además, al mundo del cine tampoco se le tiene demasiado respeto, no se lo considera un arte y en varias escuelas ni siquiera se le da valor académico. Pero es el modo de comunicación más importante del siglo XXI, es el más poderoso y por eso es muy importante. Es una disciplina seria y debería ser tomada en serio. Sólo espero que otras universidades se den cuenta de que el cine es una disciplina importante que deben incluir.
¿El hecho de estudiar cine en la USC favorece las probabilidades de éxito?
Es difícil afirmarlo. Es como todas las escuelas. En la USC existe una especie de mafia en la que todos los estudiantes tienden a cuidarse entre ellos. Pasa lo mismo con las universidades de negocios, como Harvard, o en las de medicina. En nuestro caso, hay una conexión especial porque muchos de los que trabajan en cine han salido de esta universidad. Pero en cuanto a talento, conocimiento y la posibilidad de convertirse en estrella, no tiene nada que ver. Si uno es bueno, siempre se va a notar, sin importar el lugar donde estudió.
El porqué de la jugosa donación de George Lucas
La respuesta es ¿por qué no? Estoy en una época de semirretiro en términos de Star Wars, ahora tengo más tiempo para hacer otras cosas. Me pareció una buena idea y es algo que quería hacer desde hace mucho tiempo.

Cuando estudiaba, tuve la suerte de formar parte del equipo que comenzó con esta escuela de cine, porque al principio apenas teníamos un establo que estaba a punto de ser derrumbado. Aunque era muy joven en aquel entonces, me prometí hacerlo cuando tuviera 60 años. Me pareció que tenía que haber un cambio hoy, para que la escuela pudiera sobrevivir, necesitaban poner el nombre en un edificio. Ya pensaba en un cambio en aquel entonces y, cuando cumplí 60, lo hice de la forma en que lo hubiera hecho entonces, como si hubiera tenido 60 años de joven, aunque no tenía esa edad. (Riéndose) Sin dar más vueltas, ya pasé los 60 y por eso lo hago. Esa es la respuesta más sincera que puedo dar para que la gente entienda por qué tomé la decisión de donar US$175 millones a la USC School of Cinematic Arts, la escuela a la que le debo buena parte de lo que soy en el cine”.
George Lucas en cifras y frases
"Al mundo del cine no se le tiene demasiado respeto, no se lo considera un arte y en varias escuelas ni siquiera se le da un valor académico”.

"Estoy en una época de semirretiro en términos de ‘Star Wars’, ahora tengo más tiempo para hacer otras cosas”.
"Nuestra clase quedaba a la vuelta del dormitorio de las chicas, que nos veían como unos extraños nerds que hacen lo que nadie quiere hacer”.
922 millones de dólares recaudó la película ‘La guerra de las galaxias. La amenaza fantasma’.
400 millones de dólares fue la ganancia que obtuvo Lucas por una sola de las cintas de la saga.

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