Fetichismo: El objeto del placer...o?

Es un tipo de parafilia en donde la persona siente excitación hacia ciertas partes del cuerpo de su pareja o hacia accesorios que ésta utilice, tales como medias, ligas, botas, pelucas, mechones, etc.

Es un comportamiento mucho más común en los hombres y puede considerarse como tal a partir de los 6 meses de vivir la conducta fetichista.


A diferencia de ser simples objetos de deseo, el fetichismo como parafilia impide al individuo un disfrute del sexo en ausencia del fetiche

Por lo general estamos acostumbrados a que la excitación sexual provenga solo del cuerpo humano.
Pero algunas personas sustituyen esto por objetos, cuyo uso o imaginación les provee de gran placer. O si no, se enfatizan exclusivamente en algunas partes del cuerpo.

Por ejemplo, los fetichistas pueden tomar una prenda de su pareja para masturbarse, no por ella, sino por el olor de la prenda o por su textura, la cual les despierta un erotismo único.



Las atracciones fetichistas más comunes son hacia objetos tales como:

* Ropa interior femenina
* Zapatos
* Medias
* Pañuelos
* pies, rodillas, axilas...
* Algunos objetos utilizados también en la práctica sadomasoquista (cadenas, esposas, látigos)
* También son considerados fetiches los ******os de estimulación sexual como los vibradores

En esta conducta sexual el objeto fetiche es requerido por el individuo durante la práctica sexual para logar la excitación y alcanzar el orgasmo. En ocasiones inclusive, es necesario para la activación sexual de éste.

De aquí vienen los diferentes niveles del fetichismo que van desde una simple atracción hasta la obsesión única para lograr una eyaculación o orgasmo.

Hay quienes utilizan diferentes ayudas para excitarse o bien, encuentran algunas partes del cuerpo más excitantes que otras. Esto no significa que su conducta sea de tipo fetichista. Recordemos que los verdaderos fetichistas dependen del objeto o parte corporal para alcanzar placer.

Actualmente, se considera que una conducta fetichista viene de un condicionamiento o aprendizaje. Es por esto que se cree que ciertas experiencias infantiles crean la relación entre un objeto cualquiera y el placer sexual.



Tratamiento

Si la persona que tiene un fetiche decide realizar tratamiento, la psicología puede ser una gran aliada. Sin embargo, no hay estudios contundentes sobre su eficacia en el tema.

Las terapias son diversas. Incluyen desde el psicoanálisis hasta la terapia conductivita con el fin de provocar un rechazo hacia el objeto fetiche, aunque no siempre se logre cumplirlo.

Consejos

* Al usar un objeto fetiche en la práctica sexual con tu pareja conozca la opinión y posición de ésta frente a la situación. El respeto y entendimiento mutuos son primordiales

* Toma el fetiche como algo íntimo y personal sobre el cual sientas completo control y pasión cuando lo utilizas

* Manten los objetos fetichistas limpios y guardados en lugares frescos y cálidos para que no tomen malos olores ni se contaminen

* En ocasiones puede que sea difícil encontrar gente que comparta los gustos fetichistas. Internet es una buena opción para buscar grupos y foros de personas con gustos similares

* Piensa en el fetichismo como una forma de ser, y no como una conducta extraña

Fuente:

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Fetichismo en la pareja

"Mi pareja es bastante fetichista. Fundamentalmente le excitan los tacones, las medias de rejilla y la ropa interior de color rojo. Aunque a mi no me molesta, sí que hay momentos en los que no me apetece seguir sus juegos. ¿Tiene algo de malo el fetichismo?" Araceli S.

Para que entendamos un poco en qué consiste el fetichismo voy a explicar de dónde deriva la utilización de este término. La palabra fetichismo deriva del francés “fetiche”, una adaptación del término portugués- feitiço,- que proviene del latín “facticium”, cuyo significado es: ídolo, falso, artificial. La expresión- feitiço- la empezaron a utilizar los colonizadores portugueses cuando entraron en contacto con las religiones animistas de África y con sus objetos de culto que invocaban o simbolizaban la virilidad, la fertilidad…, etc.

Este término no se empleó en el ámbito de la ciencia sexológica hasta el siglo XIX, cuando el psicólogo francés Alfred Binet empezó a emplearlo al estudiar el fenómeno por el cual algunas personas adoraban determinados objetos del amado- fetiches-, en lugar de adorar al amado.
Así pues, podemos entender el fetichismo como una parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un talismán u objeto fetiche , sustancia o parte del cuerpo en particular.

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Práctica inofensiva

El fetichismo sexual se considera una práctica inofensiva salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente significativo o problemas a la persona que lo padece o a terceros pudiendo en este caso llegar a considerarse un trastorno patológico propiamente dicho.

El fetichismo- como práctica sexual inofensiva- es uno de los juegos eróticos más frecuentes. En principio, aunque el fetichismo es más frecuente entre los hombres, todos y todas somos en cierto grado un poco fetichistas: sentimos debilidad por alguna camisa o ropa de nuestro amante, su olor y perfume nos arrebata, atesoramos con pasión algún objeto que le pertenece o le ha pertenecido: una pulsera, un anillo, una prenda de vestir, una cadena…

¿Cuáles son los típicos objetos fetiche?

De los cinco sentidos, para el fetichista el más importante es el olor: el perfume , el aroma que se fija en determinadas partes del cuerpo o en ciertas prendas (ropa interior, medias …). También es fundamental el tacto: el fetichista puede alcanzar el orgasmo simplemente tocando o poniéndose el objeto fetiche, por eso las telas como la seda, el terciopelo, la piel y los materiales como el cuero y el caucho son de culto para los fetichistas. Las prendas que comprimen y ciñen también tienen mucha significación: cinturones, corsés, sujetadores, zapatos, botas….

Aunque los ******os expresamente fabricados con el objetivo de la estimulación o para el juego sexual no se consideran fetiches, la lista de posibles fetiches para el fetichista puede ser de lo más variada y amplia.
El fetichismo es patológico cuando es el objeto fetiche de forma separada y exclusiva- en vez de nuestro amante- lo que nos excita y satisface sexualmente. Estamos ante un problema, cuando sin la presencia del fetiche no somos capaces de sentir excitación sexual y, por tanto, no tenemos satisfacción sexual con nuestra pareja.

Tu pareja, por lo que me cuentas, se divierte y excita contigo usando los diversos objetos fetiches, pero tú eres su principal fuente de deseo y placer . En principio estos juegos eróticos no representan ningún problema, siempre y cuando no se constituyan en los únicos y exclusivos para su satisfacción sexual, y que no dañen tu autoestima, dignidad y respeto.



Por otra parte, si a ti no te gusta entregarte a este tipo de juegos eróticos, lo principal es que hables con tu pareja y pruebes a proponerle otro tipo de fantasías y entretenimientos eróticos que no tengan nada que ver con el fetichismo. La sexualidad se enriquece con la variación de juegos, caricias y fantasías de los amantes, siempre y cuando las actividades sexuales sean consentidas y satisfactorias para ambos .

Aunque a ti los juegos de tu pareja no te molestan, me comentas que no siempre están acordes con tus deseos eróticos. Es positivo que seas generosa para complacer a tu pareja, pero ello no debe implicar que dejes de lado tus deseos eróticos o que te sometas a los de tu pareja.

El juego erótico debe ser mutuamente consentido por los amantes para que ambos podáis disfrutar de una sexualidad libre, responsable, placentera y saludable. Atrévete a expresar tus deseos eróticos a tu amante y, en ningún caso, olvides que el bienestar sexual es un derecho de ambos miembros de la pareja y debe repartirse igualitariamente.