¿Como está tu período refractorio?

El descanso o período refractorio es el tiempo que transcurre entre la terminación de la erección por haber alcanzado un orgasmo y la obtención de la siguiente. En los hombres el período refractario se refiere a aquella fase en donde no existe la posibilidad de susceptibilidad hacia el estimulo sexual adecuado (hay que esperar).



La pérdida de susceptibilidad post-orgásmica por estímulo, se debe a que las vísceras pelvianas pierden rápidamente vaso dilatación, tanto superficial como profunda.

En las mujeres el período refractario no existe, no necesitan descansar para pasar de un orgasmo al otro. En los hombres se presenta en todas las ocasiones. La diferencia está marcada por las características individuales.

Para muchos hombres es necesario que su período refractorio sea más corto, pero esto no depende de la voluntad del sujeto, en la mayoría de las ocasiones está determinado por razones genéticas o por el tipo de experiencias sexuales vividas.

En el hombre, con el paso de los años, puede experimentarse la disminución no sólo de la frecuencia eyaculatoria, sino también de la orgásmica.

En los jóvenes el período refractorio puede darse apenas unos pocos minutos, a veces segundos; en los adultos largos minutos y en los viejos horas o días.

Cada edad marca, en términos generales, una serie de característica. Después de los 35-40 años es frecuente que la posibilidad de «repetir» dentro de la misma hora ya no se presente.

Una variedad masculina de este período refractorio, poco descrita, es aquella en la cual se vuelve a presentar una erección dentro del mismo encuentro sexual; sin embargo, a pesar del movimiento y el deseo de eyacular, la eyaculación no se presenta.

Existe entonces dos clases de período refractorio en el hombre: el referente a la imposibilidad de obtener una erección después de la anterior y el referente a la imposibilidad de obtener una segunda eyaculación.

Factores psicológicos hacen que la percepción del orgasmo disminuya en proporción a la disminución de la cantidad de emisión seminal.

Algunos estudiosos indican que la capacidad erectiva en el viejo sano se conserva lenta y menos firme. Algunos llegan a obtener erecciones muy prolongadas, con técnicas de alargamiento del orgasmo. Informan de un goce mayor que el obtenido en su juventud.

Estos hombres mayores relatan cómo han aprendido, luego de años, que pueden obtener variaciones de intensidad y tiempo de un orgasmo a otro y que no todos son exactos o iguales.

Una vez que la cultura otorga una mayor permisividad a los hombres mayores (viejos), estos pueden expresarse mejor y por tanto prolongar en el tiempo y en el estilo de sus relaciones, la actividad sexual.

En las culturas occidentales, la permisividad suele ser mayor para el hombre, como lo demuestran las investigaciones de los estudiosos, quienes informan cómo el interés sexual persiste para el hombre después de los 60 años en más de un 72% de los hombres estudiados.

Lo más importante de esta situación es que el favor social está dirigido a que tanto el hombre como la mujer en la vejez, no pierdan la posibilidad de sensualización y goce íntimo.