Maria del Pilar: una mamacita deliciosa que conocí en un sauna

Esta experiencia me ocurrió en enero de este año, cuando salía de casa rumbo a un sauna para relajarme. Ese fin de semana no queria salir, solo queria relajarme en el sauna, comer algo y quedarme a ver tele en la madrugada.

Despues de dejar las cosas de valor en recepción y recibir mi short, toalla y sandalias, me dirigi a cambiarme al vestuario. El vestuario de hombres quedaba al fondo, pasando la sala de descanso, por lo que pude ver que habia unas cuantas chicas y señoras en el sauna. Seguramente esposas o hijas de los sauneros, pense, ya que este sauna es familiar y muy tranquilo.

Ya cambiado, me dirigí a la cámara de vapor. Estaba llena de señores y un par de señoras muy mayores. Estuve como 8 minutos y sali a darme un duchazo frio. Me sente por un momento en la sala de descanso y ahi vi a una mujer de unos 32 años que estaba echada en una camilla, se le veia bien, tenia una ropa de baño de 2 piezas de color azul y aunque estaba echada boca arriba podía apreciar sus caderas que daban forma de guitarra a todo su cuerpo. Me quede un rato observándola, mientras también observaba si estaba acompañada o sola.

Después de unos minutos, ella se dirigió a la cámara seca. Mientras caminaba hacia allí, pude observarla mejor, tenia un trasero muy carnoso que hacian juego perfecto con los muslos de sus piernas ricas. Quede boquiabierto por el cuerpo de esta mujer. Entre dudas, decidí seguirla y entré a la cámara seca, allí habian 2 viejos mas por lo que no me atrevi a hacerle el habla, solo la observaba, esta vez en su rostro, sus facciones eras lindas, su nariz delgada y perfilada, su color de tez era clara y era rubia. Ella no me regalaba ni una sola mirada, es mas, despues de unos minutos en que yo no le quitaba la vista, ella saco una toalla que se la colocó en la cara y se recostó en la banca de madera, con lo cual sentí que le era totalmente indiferente. Decidi salir a darme un duchazo helado y pedí una limonada helada para tomar mientras descansaba. Pasó como una hora y la mujer entraba y salia de la cámara seca, ni una sola mirada hacia mi. Como a las 9 pm decidí entrar por ultima vez a la cámara seca antes de retirarme, allí la encontré echada con su toallita sobre su cara. Como no había nadie mas en la cámara seca, decidí hacerle el habla, total! - me dije hacia mi mismo - no tengo nada que perder.

- Siempre vienes aquí? - pregunte como indiferente hacia ella.
- Primera vez que vengo, no soy de por aqui - me respondió ella.
- Qué haces por aquí?
- Vine con mi novio, estaba tomando al costado pero ya se fue, creo que se molestó porque le dije que este sauna es feo - me dijo ella.
- Te dejo solita aquí?
- Si, ¿por qué los hombres serán tan aniñados? - me pregunto
- Bueno, no todos son asi, yo no lo soy. Yo no te dejaría sola por ningún lugar - replique intentando ser cortés y pícaro.

Ella sonrió y volteó a mirarme.
- ¿cuantos años tienes? - pregunto ella.
- 23 años, ¿parezco de mas verdad?
- Pues no tanto, si pareces tu edad.
- Qué edad tienes?
- Eso no se dice, soy mayor que tu - me dijo sonriendo.
- Disculpa, no quise incomodarte.

Hubo un momento de silencio y sentí que malogré mi intento de coquetear.
Después de un momento la vi que se sobaba las piernas y los brazos, como intentando sacarse conejos de los huesos.
- hace faltan masajistas verdad? - pregunté intentando volver a entablar conversación.
- Si, hacen falta - me dijo ella.
- A veces viene una chica, pero creo que solo días de semana.
- Donde yo voy si hay masajistas, el lugar es mas bonito que acá.
- Bueno, en este sauna no hay muchas cosas, pero es comodo.
- Eso si, pero le faltan servicios.
- Si deseas puedo intentar darte masajes aquí mismo, para que te sientas más a gusto - Le dije mientras sonreía esperando su reacción.

Ella se paró y sin decirme sí o no se colocó delante mio, dándome la espalda y señalando su hombro.
- Aqui me duele, a ver ayudame masajeándome fuerte - me indico.
Con mis dos manos empece a sobarle la base de su nuca y cuello, mis ojos se desviaban hacia su hermoso trasero. Como era mas de las 9 de la noche, no había mucha gente en el sauna y nadie entraba a la cámara seca. Mientras le masajeaba, le iba preguntando si iba bien o si quería más fuerte y poco a poco me pegué a su espalda sintiendo un roce riquisimo entre mi pene con su trasero. Estuvimos así por unos 10 minutos, la verdad que fue muy excitante pero no intenté nada mas. Ella me dio las gracias y salió de la cámara. Yo me quedé con una terrible erección y diciéndome hacia mí mismo lo tonto que era al no intentar nada más, era imposible que ella no haya sentido mi erección entre sus cachetes de su trasero.

Después de unos minutos salí, me duché y empecé a buscarla. No la encontré por ninguna parte, al parecer se había retirado. Me quedé hechado en una camilla viendo tele cuando escucho que alguien se despide de mi. Era ella, ya se había cambiado y salia de los vestidores. Estaba con un vestido corto de flores y sandalias. Se le veía linda y su culazo resaltaba sobre la falda. Sorprendido, le pregunté que por qué se iba tan rápido.
- Estoy aquí desde las 6, no voy a encontrar carro hacia casa - me dijo.
- Si quieres te puedo acompañar - me ofreci.
- En serio? apurate entonces pues, te espero - me dijo.
- Ok, esperame - le dije.

Me di un ultimo duchazo y fui a cambiarme pensando que esta noche campeonaba si o si.

Al salir, la encontré sentada en recepción tomando un jugo, me senté a su lado y recién le pregunté su nombre. Maria del Pilar, me dijo. Lindo nombre le respondí.
Pagué su jugo y salimos a la calle, conversábamos de todo un poco y me decía que tenía problemas con su actual novio, el cual era celoso y muy aniñado. Claro, con un mujerón así, quién no se pondría celoso!
Paré un taxi y le pedi a María que le indique al taxista el destino. Ella lo hizo y subimos al taxi. Ya dentro me dije que si o si tenia que hacer algo, no podía ser tan tonto de que no pase nada. Como a los 5 minutos de estar en el taxi, estiré mi mano a la altura de sus hombros y conversando acerca de los saunas me acercaba más hacia su rostro, en eso el taxi frena casi en seco y yo como que la abracé protegiéndola y allí aproveché en robarle un beso. Ella como que se sorprendió y alejo su rostro, me pregunto que por qué lo hice ya que ella era mayor y yo muy joven. Le respondí que desde que la vi me impactó y que las edades no me interesaban. Todo ello conversábamos al oído ya que no queríamos que el taxista se este ganando con nuestra conversación. Ella me miraba entre sorprendida y emocionada, yo a cada ratito me acercaba a su oido y le indicaba lo linda que era y aprovechaba en darle pequeños mordiscos a sus orejas o susurrarle en el cuello, ella se estremecía y reía. El ambiente se había puesto bastante caliente y menos mal que ella vivía lejos por lo que el taxi aún no iba ni la mitad de su trayecto.

De un momento a otro empezamos a besarnos apasionadamente, mis manos empezaron a cogerle las piernas y muslos bajo su falda, sentí muy caliente entre sus piernas y ella apretaba la palma de su mano sobre mi bragueta. Estábamos muy excitados y casi hicimos el amor en el mismo taxi. Llegamos a su apartamento y me dijo para entrar, ya que vivía sola.

Ya dentro de su apartamento, ni bien se cerró la puerta me empezó a besar delicioso y me llevó a su cuarto. Allí me metí bajo su vestido y lamí toda la concha de María, la tenia razurada, olia a limpio, a eucalipto, y a excitación. Solo tenia el calzón abajo, no le quité el vestido, la tenia hechada sobre la cama con el vestido subido y yo entre sus piernas lamiendo y mordiendo sus ricos pechos. Estaba muy excitado y ella también ya que se dejaba hacer de todo gritando de placer. Poco a poco, me saqué mi ropa mientras no dejaba de atender a María, ella tambien se quitó de su vestido y quedo desnuda, nos abrazamos y ella colocó sus piernas alrededor mío y empecé a penetrarla bien rico, sentía un calor muy intenso en su conchita mojada y ella solo decia "hmmm...qué pinga" Después de unos minutos, me eché y deje que ella me cabalgara, después la coloque en perrito y alli pude disfrutar de lo mejor, María dejaba que mis manos toquen sus ricas tetas que se movían mientras mi pene entraba y salia de su vagina. Casi susurrando, le pedi permiso para entrar por su ano y acabar alli, ella aceptó. Con un poco de esfuerzo entro mi pene en su ano, qué gritos daba María!! el apreton que se sentia era muy intenso y no logre aguantar mucho tiempo, termine casi a los 5 minutos de haber entrado por esa via y le bañé el ano de semen. Luego, quedé rendido sobre ella y sobre sus tetas deliciosas.

Esa noche nos quedamos viendo televisión hasta el dia siguiente, hicimos el amor 3 veces más, en esas veces le llené la vagina de leche por su concha apretada. El de la mañana fue el mas intenso ya que era como una despedida, ya que ella me conto que tenia su novio y que nosotros no teniamos futuro, logicamente no le replique nada y me hice el triste y acepte ello, claro que antes de despedirnos se lo hice bien duro para que siempre me recuerde.

Aquí les dejo unas fotitos de ella que son de su facebook y que las he editado ocultándole el rostro.