Mujer madura viviendo

GHETO · 24-04-2013 , 18:50:34

Chela, una mujer de unos 50 años, bien conservados, nos conocimos en un viaje al sur del país. Tenia en ese entonces un trabajo, viajando por ciudades del sur. Ella muy alegre desinhibida y con unas ganas de vivir, como si el tiempo se fuera a acabar.
Coincidimos en varios lugares, congeniamos, nos hicimos amigos, nos hicimos amantes, nos quisimos, nos necesitamos.
Se había separado de su esposo después de años de matrimonio, dos hijos ya independientes. Chela empezaba a vivir, a conocer a disfrutar. El relato que a continuación detallaré ocurrió de tal manera que es difícil de creer.
Ya conocía ese cuerpo que en años mozos fuera delicia y deseo de muchos, cuerpo bien bronceado, pecas para contarlas en el cuello y pechos. Nos encontramos un domingo por la mañana, no era usual, disfrutábamos de nuestros encuentros.
Volvimos de ducharnos, echados en su cama, me empezó a contar que su esposo quería volver a estar con ella, retomar la relación, a la larga ella también lo quería.
Que piensas hacer, le pregunto.
No lo sé, le dije que tengo un amante, me contesta.
Antes que le vuelva a preguntar, me dice:
Si soporta verme en la intimidad con otro hombre, yo vuelvo con él. Vendrá hoy a vernos como disfrutamos como animales, jajajajaja se rio.
No supe que contestar solo me deje llevar, al fin no teníamos planes a futuro, asi que ella buscaba también un futuro con el que fue su esposo.
Hacía un calor, fui por un refresco cuando Juan llegó, se saludaron, me presento
Juan, DAngelS, el amigo que te comente. Nos saludamos. Le serví la limonada que había preparado, fui por mas para Chela y para mi. También tomamos una cerveza cada uno.
Chela me toma de la mano, le hace la seña a su esposo, entramos a la recamara. Juan se sienta en un sillón con cerveza en mano, Chela me deja solo en interiores, mientras besa todo mi cuerpo. La tomo del cabello, la jalo para darle un beso prolongado, giro sobre su cuerpo tembloroso de ser vista pero decidida a lo que pueda pasar, beso su cuello recogiendo su rizado cabello, le digo cositas que la encienden, ella solo se sonroja apretando sus manos contra las mias sobre sus pechos y vientre.
Bajo por su espalda hasta donde aparece la línea que divide su anatomía en dos nalgas pronunciadas que luchan contra el tiempo y la gravedad, gira sobre sus pies y quedo en su bajo vientre, es la parte que mas le agrada, que navegue por su vientre sus senos y su cuello.
Aquí es donde empieza a jadear, gemir dar gemidos guturales, esta vez la siento con mas fuerza, sin miedos, sin tapujos. Subo la mirada, veo que mira fijamente a su esposo pero no lo ve, esta disfrutándolo no se si por la que la están viendo o por alguna otra cosa.
Sigo mi navegación hasta encontrar el camino a su entrepierna, divino tesoro que ha permitido la encuentre. Bajo por su pubis depilado, el tiempo que llevamos saliendo le pedi que se lo depilara, a veces yo mismo la dejaba peladita, empieza a gritar, arrodillado trato de meter mi lengua lo mas que puedo, Chela me ayuda, se apoya en mi hombro y sube una pierna sobre mis hombros y eja que le haga un oral desde su pubis pasando por su conchita hasta su anito, que resbala por lo húmedo que nos encontramos.
Se deja caer en la cama, la tomo de las piernas las levanto y bajo hasta susnalgas para alzar su conchita, saborearla y disfrutarla.
Grita jadea, gime, me toma de los cabellos, me presiona contra su entrepierna, me ahoga en su ser. Meto y saco mi lengua de su conchita y su culito, me aleja con sus manos, me incorporo baja mi truza, juega con mi miembro que ya decaía por no hacerle caso de tanto esperar, siento el calor de sus manos, el recorrer de sus fluidos, me guía a su herida para darle la estocada final, fuerte y rápido. Me dejo caer como a Chela le gusta, sintiéndonos unidos uno al otro suelta un grito ahogado acompañado de respiración entrecortada.
Dandole tiempo de tomar un respiro empiezo a moverme suavemente meneándolo y el mete saca pero despacio. A Chela no le gusta despacio, pero ahora no me dice nada, tomo mi tiempo, me tomo mi tiempo con sus pechos cuello y viente mientras la penetro.
Cambiamos de pose, me echo sobre la cama, Chela se sube sobre mi me da la espalda y se deja caer, luego mirándome de frente al igual que a su esposo que con botella en mano veía a su mujer con otro, no había probado sorbo.
Empieza a cabalgarme rápido y fuerte nos venimos los dos a la vez, caimos rendidos Chela sobre mi pecho, jadeando, sudando temblando.
Pasados unos minutos mi pene se desprendió del interior de Chela, ella se reincorporó gateo sobre mi dejando sus fluidos sobre mi pecho, quedando su rajita sobre mi boca, emepce a jugar con mi dedo cuando veo que Chela toma la botella de cerveza que su esposo tenia en una mano, bebe un sorbo, lo mantiene en su boca (ya alguna vez le pedi que hiciera eso), con la otra mano busca el pene de su esposo, no le tomo mucho tiempo porque la excitación de Juan era tal, que Chela se dio cuenta y decidió darle alivio de su prisión.
Con la boca llena de cerveza Chela empezó a chuparlo, Juan no salía de su asombro y de su excitación, se tomo la cerveza. Luego sorbio otro mas y volvió a chupar el pene de su esposo.
Chela lo invito al disfrute, Juan se desnudo como pudo, se echo en la cama y Chela lo cabalgo. Volvió a tomar un sorbo de cerveza para mamar mi pene, es una sensación increíble, mi pene que pensé que no volveria a levantarse tan rápido lo hizo.
Chela me hizo seña, me puse detrás de ella, estaba haciendo camino por su anito, cuando me guía a su conchita, hice un poco de esfuerzo y cumplí la fantasía de chela, dos penes por su conchita, gritaba como si la estuvieran matando, Juan no salía de su asombro y excitación se solto un chorro dentro de su esposa, chela también se vino en un orgasmo, no deje que reaccionará, saque mi pene de su rajita y se la mande por el ano, no le gusta mucho pero a veces lo hacemos, le di fuerte rápido hasta venirme en su anito. Fue una escena espectacular, atravesada por delante, por detrás con fluidos abriéndose camino.
Esa tarde de domingo lo repetimos en la ducha, la manoseamos por todos lados a cuatro manos, senos glúteos, vientre, piernas, cuello. A Chela le gusto ser penetrada mientras esta chupando a uno de nosotros, eso si le agrado, me parece que también a su esposo.
Termine de asearme, deje que me chupará el pene un rato, los deje solos para que hablaran. Pasadas dos semanas me llama Juan para tomarnos una copa, cual fue mi sorpresa que Chela estaba ahí. Nos reímos como cómplices de una fechoría. Cenamos y recordamos esa tarde de domingo.
De vez en cuando tenemos nuestros encuentros, tratamos de hacer cositas nuevas, para no aburrirnos y caer en monotonía.

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