DeNunCianDo

DeNunCianDo (https://www.denunciando.com/)
-   Relatos Eroticos (https://www.denunciando.com/relatos-eroticos-204/)
-   -   Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada) (https://www.denunciando.com/relatos-eroticos-204/581781-al-dia-siguiente-solas-con-sofia-mi-cunada.html)

andymima 29-12-2011 12:18:06

Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada)
 
NOTA: Este relato tiene dos que le anteceden “Reencuentro con mi hermano, mi cuñada y mi sobrina”, “Luego del reencuentro, a solas con mi cuñada y sobrina” y “La ayuda de mi sobrina Laurita”. Si bien puede leerse en forma independiente. Si tienes ganas, leer estos dos relatos previamente hará que la historia te resulte aún más interesante, o al menos esa es mi intención.

Al día siguiente me levanté bastante tarde, el reloj me anunciaba que ya había pasado el mediodía y faltaban solo unos minutos para la una de la tarde. Me quedé un rato más acostado, recordando lo sucedido la jornada anterior. Me parecía increíble como en un solo día mi realidad estaba transformándose a un ritmo vertiginoso. Con apenas unas horas de diferencia mi sobrina se había tragado toda mi leche en la ducha, luego me entregó su culo en “la guarida” y para colmo por la noche mi hizo una paja rusa (como le llaman en mi pueblo) y le llené la cara de leche, para que finalmente la recogiera y la chupara de sus dedos. Todo aquello me tenía muy excitado, tanto como me inquietaba la posibilidad de que aquello fuera descubierto por mi hermano y mi cuñada. Para colmo, como si faltara algo, mi mirada sobre Sofía (mi cuñada) se había transformado luego de verla desde abajo de la escalera. Si antes de volver alguien me decía que todo esto sucedería apenas concretara mi regreso al país con seguridad le habría dicho que estaba loco (... y quizás hubiese adelantado mi regreso!)
Pero lo que me llamaba más la atención era el cambio dentro de mi cabeza, tan solo un par de días antes ni mi cuñada ni mi sobrina no eran objeto de mis deseos. Tampoco el sexo tenía la dimensión en mi vida que estaba comenzando a descubrir ahora... estaba en plena transformación, de eso no había duda. Sabía que nunca volvería a ser el mismo, aunque no tenía claro si los cambios que se estaban sucediendo serían par bien o para mal.
Por lo menos algo era seguro: al abrir la puerta de aquel cuarto saldría a encontrarme con un día que, como el anterior, traería consigo nuevas situaciones inesperadas. Ya me lo había advertido Laurita al despedirse la noche anterior “... mañana puede ser otro día agitado”.
Escuche voces en la cocina pero fui primero al baño a lavarme la cara y cambiarme. Me puse un short y remeras deportivas ya que la temperatura era muy elevada. Más despejado, me miré unos segundos en el espejo. Inspiré profundamente y salí al encuentro de mi fortuna.
- ¡Buenos días dormilón! -dijo Laurita al verme-
- ¿Repusistes energías? -agregó mi cuñada
- Si, creo que ya me repuse del viaje...
- ... y del día de ayer -agregó mi sobrina al tiempo que intercambiaba una mirada de complicidad con su madre-.
Mi respiración se contuvo mientras sentía como el frío subía veloz por mi espalda hasta llegar a mi nuca. Mi cuñada estaba preparando café, por lo que me dio la espalda, momento en el cual con un gesto de severa preocupación llamé la atención de mi sobrina. La posibildiad de que le hubiese contado a su madre lo sucedido me parecía un suicidio. ¡No podía haber sido tan imprudente! Seguramente le había inventado alguna historia, pero si era así yo la desconocía, por lo que no sabría que responder si su madre me preguntaba algo. ¿Que pasaría si yo respondía algo que no coincidiera con el relato que seguramente ella había inventado? Aquello era una locura... nuevamente. La pendeja me había dicho que el día sería agitado, pero no esperaba que fuera desde tan temprano y de esta forma.
- Bueno mamá, yo me voy porque llego tarde -dijo Laurita sin hacerle caso a mis gestos de preocupación-.
- Bueno nena, cuidate.
- Si mamá... ¡Casi me olvido! Tío, toma este celular -dijo mientras sacaba el ******o de su bolso-. Es mío, pero ahora tengo uno más nuevo así que te lo presto para que te puedas comunicar. Después te llamo para que me acompañes a hacer unas compras -nuevamente miró a su madre con una sonrisa pícara que aumentó mi preocupación- Te llamo apenas termine de estudiar con mis amigas. Nos vemos...
Sin dar espacio o tiempo para que yo contestara algo se fue, no si antes dejar el celular en mis manos al tiempo que me daba un beso en... los labios!!!
Sobresaltado me separé, al tiempo que miraba hacia donde se encontraba Sofía, temiendo su reacción, pero ella continuaba dándome la espalda.
Laura se fue dejándonos a solas, ya que mi hermano se había ido a trabajar temprano por la mañana y no regresaría hasta entrada la tarde. Mi cuñada tenía puesto un camisón rojo, que apenas llegaba a cubrir su culo, el cual asomaba por la parte inferior.
- Aquí tienes tu desayuno cuñadito -dijo al tiempo que se daba vuelta para traerme una taza con café y unas tostadas servidas en una bandeja-.
- Gracias -respondí al tiempo que me levantaba para ayudarla- Cuando tomé la bandeja se sus manos me di cuenta que Sofía llevaba abierta la parte de adelante del camisón, dejando al descubierto parte de sus pechos. Sus pezones estaban justo en el límite, cubiertos por la tela. Pero cualquier movimiento los podía dejar al descubierto de un momento a otro. Mi mirada no pudo evitar continuar su recorrido hacia abajo, por su abdomen, hasta su pubis. Traía un short de lencería muy pequeño que hacía juego con el resto del camisón, como un hot pant pero de seda o algo similar.
Me senté nuevamente en la silla intentando ordenarle a mis ojos que no se despegaran de la taza de café, y pude lograrlo... al menos por unos segundos.


CONTINUA MÁS ABAJO...

andymima 29-12-2011 12:19:32

Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada) (continuacion)
 
Ella se dio vuelta para buscar una taza que se había preparado para ella y regreso a sentarse frente a mi en la mesa. En el trayecto, como temía (o deseaba), la tela del camisón tomó vuelo y dejó al descubierto totalmente uno de sus pechos, el cual permaneció expuesto cuando se sentó frente a mi. Ella no reaccionó, aunque no estaba seguro de si era porque no se había dado cuenta o porque sencillamente no le importaba.
- ¿Así que Sofía te llevó a “la guarida”? -disparó Sofía al tiempo que yo me atragantaba, comenzando a toser copiosamente-
- Si -respondí secamente luego de recuperarme, sin saber cuanto sabía ella de lo sucedido allí-.
- ¿Te gustó?
- ¿Que cosa?

- “
La guarida”, de eso estamos hablando ¿no?
- Bueno, si... no se, es una casa muy vieja y abandonada.
- Es verdad, ¿pero a quien no le gustaría tener una casa así para ir a divertirse con sus amigos?
- Si, claro -aún no sabía la versión de los hechos que ella manejaba-.
La taza de café comenzó a temblar en mi mano, volcando parte de su contenido. Sofía me miró y sonrió levemente.
- ¿Y como te ha tratado Laurita? Porque al final ella a sido la que más te pudo atender ayer.
- Bien, bien... es muy buena -cada vez me sentía más atrapado-.
- Si, es muy buena. Y además es preciosa ¿no crees?
- S... si, bueno... eeee... es linda si. Salió linda como su m... -frené a tiempo aquellas palabras, que en otro contexto podrían haber sido un halago adecuado, pero en mi situación podían traer consecuencias inesperadas-.
- ¿A quien dices salió linda? -preguntó Sofía sin dejarme escapar-
- No, digo que se parece a ti. Es muy simpática...
- Si. Cuando yo era más joven también tenía buenos atributos.
- Bueno, aún eres muy... -otra vez mis palabras me dejaban al borde del abismo-
- ¿Muy qué?
- ...
- Antes era preciosa, cuando tu hermano me conoció lo tenía como loco. Pero ahora... -dijo apenándose
- ¿Que pasa? ¿Hay algún problema?
- Nada, nada. Lo que pasa es que el tiempo no pasa en vano y se ve que a tu hermano... -bajo la mirada y cerro su camisón cubriendo sus pechos, como repentinamente avergonzada-
- ¿Que pasa con mi hermano? ¿Acaso te hizo algo?
- No, no, no es lo que me hizo, sino lo que ha dejado de hacerme...
Por un momento creí que el giro que había tenido la conversación me permitiría zafar del asunto de Laurita, pero rápidamente me di cuenta que la nueva dirección podía llevarme por senderos tanto o más peligrosos.
- ¿Te refieres a...?
- Me refiero a que hace mucho que ni siquiera me toca, ya no le gusto. Dice que soy fea, que ya no lo excito porque estoy gorda.
- ¿¿¿Que estás qué??? -no podía dar crédito a lo que oía-
- ¡Gorda, que estoy gorda! Y no me vengas a mentir tú, que yo se bien que ya no soy linda.
- ¿Que no eres linda? ¿¡Pero te has visto en el espejo!? Muchas mujeres quisieran tener tu cuerpo.
- ¡No me mientas! -respondió aún apenada-
- ¡Pero no te estoy mintiendo mujer! Eres muy linda, te lo aseguro.
- ¡Tu lo dices porque quieres hacerme sentir bien! ¡Pero mira estos pechos -dijo mientras se ponía en pié al tiempo que habría de par en par su camisón, dejando al descubierto aquel par de senos expectaculares-, están caídos! ¿no ves? Y mira mi cola, está fofa -protestó al tiempo que se daba vuelta para poner frente a mi aquel par de nalgas apetitosas cubiertas apenas por el pequeño short que traía puesto-. No provocaría una erección en un hombre aunque se tomara un frasco entero de Viagra -concluyo mientras se internaba nuevamente en la cocina, dándome la espalda, pese a lo cual pude notar que secaba algunas lágrimas de su rostro-.
No sabía que me tenía más sorprendido, si que mi cuñada se mostrara así frente a mi o que mi hermano fuera tan idiota de no darse cuenta de la diosa monumental que tenía a su lado. “Dios le da pan al que no tiene dientes”, pensé enojado y hasta indignado. Me puse de pié y caminé hasta la cocina. Sofía continuada de espaldas a mi, con la cabeza gacha y en silencio. Yo me puse justo detrás de ella, apenas apoyando mi cuerpo contra el suyo. La abracé por delante de la cintura y apoyé mi mentón en uno de sus hombros.
- Te voy a decir lo que creo...
- ¿Que crees? -respondió sin dar muestras de incomodidad por mi proximidad-
- Creo que mi hermano es un idiota...
- ¿Eso crees? -dijo aún apenada y sin mirarme-
- Si, es un idiota que no se da cuenta de la mujer preciosa que tiene junto a él.
- Tu dices eso para que me sienta mejor, pero yo se bien que no soy linda.
- Eso es una tontería.
- ¿Tu crees? ¿Te parezco bonita?
- Me pareces preciosa... tienes unos pechos perfectos -dije mientras mis manos comenzaron a acariciarlos por los costados, sin tocar aún sus pezones-
- ¿Te parecen bonitos?
- Siiiiii... y tienes un culo que ni te cuento.
- ¿Te gusta mi culo? -preguntó mientras lo levantaba apretándolo contra mí-
- ¡Me encanta!
- Me estás mintiendo... seguro que el de Laurita te excita más -dijo al tiempo que me miraba de costado, dándome aún la espalda, mientras yo me sentía al borde del abismo una vez más-
- Tu tienes una cola preciosa -respondí eludiendo la cuestión-, desde ayer que me quedé con ganas de morderlo cuando lo vi en la escalera...
- ...Pues desde ayer yo me quedé con gasas de que lo mordieras.
En ese momento comencé a manosearla toda, mis manos estrujaban sus pechos un momento, y al siguiente bajaban para meterse por debajo del short y acariciar su clítoris. Mientras tanto su cola seguí pegada a mi short, el cual ya me incomodaba por la erección que tenía.
Giró un poco su cabeza para que nuestros labios se encontraran, al tiempo comenzó a quitarse la poca ropa que traía puesta.
Yo me detuve un instante para hacer lo mismo, quedando ambos desnudos. Entonces Sofía se subió a la mesada de la cocina de frente a mi y abrió sus piernas, sin que mediara palabra o gesto alguno, yo me tiré de cabeza entre sus piernas, para comenzar a lamer su vagina. Al comienzo pasaba mi lengua de abajo hacia arriba lentamente, lo hice así algunas veces hasta que en uno de mis recorridos, cuando estaba llegando a la parte de arriba ella comenzó a gritarme:
- ¡Ahí! ¡Ahí! ¡Chupame el botoncito mágico! -rogó entre jadeos-
Yo quería complacerla, por lo que me concentré un rato en su clítoris. Luego comenzé a bajar nuevamente dandole pequeños besos con mis labios, a los cuales ella respondía con gemidos de placer. Al llegar a la entrada de su vagina, comencé a meter mi lengua dentro de ella lo más que pude, y una vez allí procuré hacer distintos movimientos con ella, mientras disfrutaba del sabor de los exquisitos jugos de mi cuñada.
Ella gemía y respiraba cada vez con más intensidad, dando muestras de que un orgasmo la acechaba. Justo entonces se me ocurrió una idea. No se correspondía con mi comportamiento habitual, ni tampoco sabía como resultaría, pero en ese momento caía en la cuenta que realmente mi sexualidad se estaba transformando radicalmente, por lo que me dejé llevar por mis impulsos...
Rápidamente dejé de besarla y me puse de pie frente a ella. Sofía me miró agitada y extrañada, esperando ver que sucedía. En ese momento me di vuelta y comencé a salir de la cocina sin decir nada.
- ¿¡A donde vas!? -pregunto ella sin obtener respuesta- ¡No me dejes así!
- ...
- ¡Vení para acá te digo!
- ...
- ¡No te me vas a escapar! -grito al tiempo que comenzó a correr tras de mí-
¡No pienso quedarme con las ganas! Yo, divertido, me apresuré a entrar en la habitación de Laurtia, aunque justo cuando iba a cerrar la puerta ella empujo desde el otro lado. Así nos quedamos trabados, ella intentando entrar y yo oponiéndome con la fuerza justa como para impedir su ingreso, pero sin cerrar la puerta totalmente.
- ¡Dejame entrar!
- ¿Para que querés entrar?
- No te hagas el tono, dejame pasar que no me pienso quedar con esta calentura.
- Pero yo tengo cosas que hacer...
- ¡Lo único que tenés que hacer ahora es cogerme toda! ¿¿¿ENTENDES???
- Hay, no se... quizás luego -afirmé divertido-.
- ¡¡¡Hijo de puta, si no me dejas pasar en este mismo momento te juro que te mato!!! -exageró Sofía-
- Bueno, bueno -dije finalmente, dejándola pasar- tampoco es como para matarme.
- Vení para acá -dijo ella con cara de desesperación, mientras me tiraba sobre la cama- te voy a sacar las ganas de hacerte el loco conmigo.
Yo quedé recostado sobre la cama con la cadera casi en el aire y los pies aún apoyados sobre el piso, ella se paró a mi costado, y pasando una de sus piernas sobre las mías quedó dándome la espalda. Entonces comenzó a descender mientras con una de sus manos dirigió mi pija hacia la entrada de su vagina.
Estaba tan húmeda que no tubo ninguna dificultad en entrar toda de primera, entonces comenzó a cabalgar sobre mi pene, con una intensidad cada vez mayor. Volvieron los jadeos y los gemidos de placer, mientras yo me deleitaba observando su precioso culo que había quedado frente a mi.


CONTINUA MAS ABAJO...

andymima 29-12-2011 12:24:16

Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada) (final)
 
- ¡Que cola tan perfecta que tienes! -le dije-
- Pues por haberte hecho el loco conmigo hoy no lo vas a tener, vas a tener que esperar -respondió satisfecha por su pequeña “venganza”-
- Acepto mi castigo -sonreí-.
Apoyé mis codos en la cama para poder levantarme parcialmente mientras ella seguía saltando frenética sobre mi pija. Yo estaba concentrado en su culo, la verdad es que me estaba obsesionando. Pero no quise violar aquel juego que se estaba iniciando, por lo que respeté el límite que temporalmente ella me había impuesto como represalia.
Yo continuaba absorto observando el orificio de su cola, pensando con satisfacción que seguramente pronto podría disfrutarlo, cuando ella explotó en un orgasmo muy ruidoso. Sus gritos deben haberse escuchado desde la calle, jamás había escuchado a una mujer gritar así, ni siquiera en las porno que había visto alguna vez.
Pensé que iba a detenerse, pero no fue así... si bien bajo un poco la intensidad de su cabalgata, siguió moviéndose y gimiendo sin parar, hasta que poco después un nuevo orgasmo desató renovados gritos, aunque esta ves un poco menos intenso.
Pasaron unos segundos y luego se detuvo, aunque permanecía con la respiración agitada. Se levantó, sacando mi pija de entre sus piernas, para recostarse sobre mi.
- No sabes cuantas ganas tenía esto -dijo mientras comenzaba a besarme el cuello-.
- ¿Gozastes? -pregunté simulando ingenuidad-
- ¡Como nunca! La verdad es que hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto.
- Bueno, espero que no tenga que pasar tanto tiempo la próxima ves.
- Si vos estás por aquí no creo que eso suceda -dijo mientras me agarraba la pija con una de sus manos-.
- Eso espero -atiné a responder-
Ella besó mis labios y comenzó a ponerse de pié, sin que su mano soltara mi pene erecto, sinchándome aunque sin mucha fuerza.
- ¿Me lo querés sacar? -pregunté protestando un poco-
- No. Esta bien donde está... además allí lo voy a poder utilizar cuando quiera ¿no?
- Cuando quieras...
- ¿Pero que vamos a hacer con él?
- ¿A que te referís?
- Mira como está: todo duro, con la leche adentro... no lo podemos dejar así.
- No, claro que no. ¿Y que tenés pensado?
- Decime vos, que querés que te haga...
Mi mente explotó en ese mismo instante en mil imágenes posibles de lo que podría pedirle, tanto así que no sabía lo que quería. Además la idea de que mi cuñada me estuviera diciendo aquello impedía un normal funcionamiento de mi cabeza, poblada en ese momento por una epidemia de ratones.
- No se -dije aún dudando-. ¿Que estás dispuesta a hacerme?
- Lo que quieras cuñadito, yo te hago lo que quieras. Vos me lo pedís y yo te lo hago ¿Entendés? Tragué saliva, al tiempo que mi respiración comenzaba a agitarse inquieta ante la infinidad de posibildiades. La verdad es que no quería perderme de nada, lo que me impedía elegir algo. Creo que ella adivinó lo que me sucedía, lo vi en su mirada y lo confirmé con sus palabras:
- No te preocupes -me dijo- ¿vos me vas a poder pedir lo que quieras hoy, mañana, pasado y cundo quieras? Así que relajate, decime lo que te viene a la cabeza y ya está.
- Quiero ver como entra mi leche en tu boca -respondió mi lengua sin que mi mente hubiera dado la orden-. Mirándome a los ojos ella sonrió, se puso de rodillas frente y comenzó a frotar mi pene con ambas manos. Sin dejar de mirarme a los ojos en ningún momento acercó su boca bien abierta y la puso a unos pocos centímetros de la cabeza de mi pija. Estiró su lengua y la apoyo justo por debajo de esta, formando así un puente que conducía directo a su garganta.
Parado, desde arriba, yo miraba aquella escena y deliraba. No tenía que regular mi excitación, ya que ella ya se había satisfecho antes, por lo que rápidamente fui acercándome al orgasmo. Mi respiración se agitó y comencé a tener las típicas contracciones abdominales, ella lo captó y puso su boca abierta bien enfrente de mi pija. Desde el primer hasta el último chorro de leche entró directo entre sus labios, sobre su lengua, mientras ella seguía con su mirada fija en mis ojos.
Con la punta de su lengüita tomo la ultima gotita que había quedado aún en la cabeza de mi pene, luego de lo cual se puso de pie sin cerrar la boca. Me mostró entonces toda la leche que aún conservaba allí, y luego lentamente cerro sus labios y se la tragó toda, tras lo cual me miró sonriente y satisfecha.
Como si aquello no hubiese sido suficiente, se arrodilló nuevamente y comenzó a chupar mi pija, que inevitablemente estaba perdiendo su erección.
- Esto es para que sepa lo que le espera -me dijo al tiempo que le daba un pequeño mordisco al final-.
Yo me dejé caer sobre la cama de Laurita, totalmente extasiado, al tiempo que ella se sentó junto a mi y comenzó a acariciar mi abdomen suavemente.
- Recordá que en un rato tenés que ir a buscar a Laurita -su mirada revelaba que sabía más de lo que mostraba-.
- Si... no te preocupes que me acuerdo -respondí aún tendido sobre el colchón-
- Decime una cosa -continuó ella-... ¿Con cual gozaste más?
- ¿Qué? -pregunté mientras mi cuerpo instantánemanete se saturaba de adrenalina-
- ¿Con cual gozaste más? ¿Con Laurita o conmigo?
Yo quedé petrificado por un instante, sin que pensamiento o movimiento alguno pudiera nacer de mi. Mi respiración también estaba suspendida y mis ojos no se atrevían a mirar a Sofía.
- ...
- Dale, decime... ¿Quien te hizo gozar más? ¿Te caliente más ella o yo?
- Las dos -nuevamente mi lengua respondía sin aguardar las directivas de mi mente-, me calientan las dos. ¡Me REcalientan! Me las quiero coger a las dos todo el tiempo -siguió diciendo verborrágicamente mi lengua- Les quiero partir el culo a las dos y llenar sus bocas con mi leche, y metérselas bien adentro por la concha. Y quiero chuparlas todas, desde el pelo hasta los pies. Quiero gozármelas a las dos juntas y por separado... me encanta cogerlas y quiero cogerlas mucho mas... Cuando aquella catarata de palabras por fin se detuvo, quedé en silencio, sorprendido de lo que acababa de confesar. Bajé la mirada avergonzado, y cerré los ojos. En ese momento sentí como mi cuñada apoyaba sus senos desnudos sobre mi pecho, mientras sus brazos rodeaban mi cuello.
- ¡Que suerte que sea así cuñadito, porque nosotras tenemos muchas ganas de que nos cojas a las dos!
Yo quedé con la boca abierta, mientras ella tomo su ropa y se comenzó a salir del cuarto sin dejar de mirarme con una sonrisa...

Una vez más agradezco a quienes han valorado positivamente los relatos anteriores, y les pido que me dejen comentarios sobre ellos. Díganme si quieren que siga desarrollando esta historia. Gracias!
IMPORTNATE: como ha varios usuarios les ha gustado la forma en que escribo se me han ocurrido algunas ideas...
  1. la primera es que quienes quieran me puedan contar fantasías o ideas que les gustaría ver desarrolladas en un relato. Esto lo puedes hacer enviandome una respuesta en este mismo relato; enviándome un mensaje privado a mi usario; o si lo prefieres también puendes enviarme una mail a [email protected] Esos relatos luego los iré publicando en la medida que me de el tiempo... también si alguien quiere un relato especial pero prefiere que no se haga público por algún motivo, me lo puede pedir. Si me gusta la propuesta para el relato a desarrollar se lo enviaré sin problema en la medida de mis posibilidades.
  2. Por otra parte quiero hacerte un pedido... Así como a algun@s de ustedes les está gustando leer mis relatos y puede que incluso se animen a expresarme ideas o fantasias para desarrollar en ellos, a mi me gustaría que me enviaran material para “inspirarme”, sean fotos, videos, o enlaces. Ya se que en el foro se pueden encontrar mucho y de hecho ya lo hago. Pero me gusta la idea de establecer un “intercambio” en donde yo intento desatar fantasías desde la palabra escrita y quien la recibe intenta alimentar a su ves la mías. Obviamente es un pedido y nada más, ojalá a algu@s de ustedes les guste enviarme material que les excite y ver que sale luego en mis relatos... si estás dispuest@ te pido me envíes lo que quieras por mensaje privado a mi usiario o sino al mail [email protected] GRACIAS!

andymima 29-12-2011 12:29:44

Respuesta: Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada)
 
Espero que les haya gustado!!!

RatonDark 29-12-2011 13:15:28

Respuesta: Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada)
 
excelentes los relatos

estan muy buenos

grillito1 29-12-2011 13:46:28

Respuesta: Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada)
 
estan buenos los relatos

Balo 29-12-2011 14:04:33

Respuesta: Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada)
 
Buen relato moacho, esperando el trio de laura sofía y el tio saludos y en la buena siga la saga que esta muy interesante.

carlosv17 30-12-2011 08:34:04

Respuesta: Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada)
 
Muy buena la historia y mas aun cuando se lee completa, esperemos la siguiente entrega.

saludos

juanoxx 30-12-2011 09:06:16

Respuesta: Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada)
 
Relataso.. jum no me puso a mil jejeje, voy pal baño... jejejejejejejeej, ah que bueno seria, algunas imagines de la cuñada y la sobri.. saludos y felicitaciones..

MauroCadavid MC 30-12-2011 19:51:58

Respuesta: Al día siguiente, a solas con Sofía (mi cuñada)
 
Que rica cuñada!


La franja horaria es GMT -5. Ahora son las 05:54:36.

Desarrollado por: vBulletin® Versión 3.8.9
Derechos de Autor ©2000 - 2024, Jelsoft Enterprises Ltd.

DeNunCianDo.CoM ©

Page generated in 0,02700 seconds with 8 queries

SEO by vBSEO