En video: Taxistas acorralan a conductor de uber y su pasajera

Hay algo que ni gobierno ni taxistas entienden: las aplicaciones en el transporte público llegaron para quedarse,. Uber, a pesar de la resistencia de la mafia de las empresas de taxis, es el futuro en un mundo interconectado, en el que no cabe la escena de salir a coger el taxi después de encomendarse a Dios y rezar porque alguno aparezca desocupado, porque vaya adonde yo voy, porque no me tumbe con el taxímetro y que, además, sea decente.

Y yo le pregunto a Pedro. ¿Es justo que un puñado de empresarios del transporte con Uldarico a la cabeza, le cobren al dueño de un taxi CIEN MILLONES DE PESOS por afiliarlo, lo que llaman "cupo", sin prestarle ningún otro servicio salvo el de sacarle plata por la administración y darle algunas carreras por radioteléfono? Las cuotas del carro, que le costó 25 millones de pesos, debe pagarlas, aparte del cupo, y cuando se deshace de la deuda, han pasado cinco años, apenas le ha dado para comer, y el carrito ya no vale un carajo. En otras palabras, le dio cinco años de su vida y de su trabajo a los mafiosos del transporte. Hagan cuentas de los taxis que ruedan por Bogotá y multipliquen por 100 millones de pesos y sabrán cuándo dinero tienen estos mafiosos del transporte.

Como les llegó una competencia que no les cobra a los dueños de los carros el famoso cupo, sino apenas un pequeño porcentaje por carrera y que se convierte en un estupendo negocio para el propietario que el único capital que invierte es en su carro y no tiene que pagarle CIEN MILLONES DE PESOS a un sirvergüenza protegido por los politiqueros de siempre, ponen el grito en el cielo porque su mafia tiembla y envenenan a los taxistas diciéndoles que van a perder su trabajo, y ahí están los resultados.

Uber no le está quitando clientes a los taxis por una sencilla razón: es un servicio de lujo, más costoso que un taxi normal por lo que quienes lo utilizan quieren servicio personalizado y eficiente y por ello están dispuesto a pagar entre 30 y 40% más que un taxi normal. Es una minoría que no interfiere en el mercado.

En mi caso personal lo he utilizado en dos ocasiones. Una, por curiosidad y quedé satisfecho. Llegó antes de los cinco minutos, un vehículo muy confortable, un conductor amable, me llevó con rapidez y se me cobró lo que era, pagando con mi tarjeta de crédito. La otra fue por necesidad. Altas horas de la noche, inseguridad en las calles y con este servicio no se tiene pierde.

Por lo regular utilizo los taxis normales pero a través de Tappsi, una aplicación estupenda y confiable, que la mafia de Uldarico y Cia. también quiere sacar del mercado porque no la pueden controlar y aunque han surgido otras, para mí ésta es la mejor y brinda seguridad.

A pesar de Uldarico, Uber llegó para quedarse y dentro de unos años nos libraremos de esta mafia de unos pocos enriqueciéndose a costa de todos.