'Atentados' en Bogotá son muestra de 'debilidad' y 'cobardía': Santos

Para comenzar, los atentados con explosivos pequeños y aviso previo para evitar víctimas, sólo buscaban hacer ruido para celebrar los 51 años del ELN, igual que los dos petardos panfletarios. Bombas de poca monta, pero que causan un gran impacto en la población, creando una realidad que no existe, un pretendido fortalecimiento de la subversión cuando, por el contrario, demuestra su notoria debilidad al no tener como alternativa militar sino la bomba casera para notificar que aún tienen presencia en la lucha armada.

Ahora, que el proceso de paz está pasando graves dificultades, es cierto. La estupidez de las Farc provocó la crisis y su arremetida completó el panorama oscuro que se vive. Igual vendrá la solución: cesar el pulso de fuerza que no provocó nada distinto que el crecimiento del escepticismo y de los vientos de guerra. La última declaración de las Farc da a entender que están dispuestos a hacerlo si hay un cese bilateral del fuego. El gobierno lanzó la suya: lo acepta pero con carácter definitivo y verificación internacional, acompañado de aceptación de la responsabilidad que les cabe a las Farc por sus acciones en el conflicto armado y el acatamiento a la justicia transicional. Mientras tanto, la guerra seguirá recrudeciéndose, llevando la peor parte la propia guerrilla.

Al margen: El ELN al parecer no va a seguir con las conversaciones exploratorias en momentos de extrema debilidad de sus estructuras, apelando a bombas caseras y atentados contra la industria petrolera como único argumento militar. Su fundamentalismo sigue jugando en su contra.