DeNunCianDo - La crisis económica y la corrupción ponen al PT contra las cuerdas

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el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil está contra las cuerdas. Su tesorero fue arrestado esta semana, acusado de desviar sobornos de la red de corrupción de Petrobras disfrazados de donaciones para campañas electorales.

Varios de sus senadores y diputados están bajo investigación sospechados de haberse beneficiado de esos recursos y enfrentan procesos ante el Supremo Tribunal Federal. Y en las calles, millones de personas reclaman al Congreso que inicie un juicio político a Dilma Rousseff por su responsabilidad en el escándalo y la mala gestión económica del país. "¡Fuera PT!" es la consigna que más se lee en los carteles de las masivas manifestaciones.

Después de 12 años y cuatro meses en el poder, primero con los dos gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva, y ahora con los dos mandatos de Rousseff, el desgaste del PT es evidente. Se abrieron grietas con su principal aliado político, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB); muchos sindicatos se alejaron de la histórica agrupación de izquierda fundada en 1980 en plena lucha contra la dictadura militar; y, más preocupante aún, según las encuestas, la mayoría de los votantes petistas -tanto los de los estratos más pobres como la "nueva clase media brasileña"- están frustrados y desconfían de la capacidad del gobierno para enfrentar los desafíos y mejorar su calidad de vida, como lo hizo en la última década.

"Es la mayor crisis del PT en su historia. Cometimos errores, como acomodarnos demasiado en el poder, nos distanciamos de los movimientos sociales, nos institucionalizamos mucho y no empujamos con más fuerza una reforma política. Pero ahora también la elite brasileña, la empresaria, la mediática y la de ciertos sectores judiciales, se ha radicalizado y está en plena campaña para criminalizar al partido. No podemos bajar los brazos, tenemos que encarar cambios profundos para salir de esta crisis más fuertes", señaló a LA NACION el diputado José Guimarães, vicepresidente del PT.

La urgencia es compartida por todos sus compañeros. El viernes, 48 horas después de que su tesorero, João Vaccari Neto, fue detenido, el directorio nacional del PT se reunió de emergencia para nombrar a un reemplazante (finalmente el ex diputado Marcio Macedo aceptó el cargo después de que otros tres favoritos lo rechazaron) y anunció que el partido dejará de recibir donaciones empresariales para su financiamiento.

"Eso no significa que las contribuciones que recibimos hasta ahora hayan sido ilegales -aclaró Guimarães-. Es parte de la reforma política que queremos emprender; vamos a ver si el resto de los partidos tiene el coraje para asumir el mismo compromiso".

En realidad, la resolución de la cúpula petista será refrendada recién en junio, cuando el partido celebre su congreso en Salvador, Bahía. Para entonces se aguardan nuevas medidas que pongan freno al sangrado del PT. Para los analistas, la herida que se abrió de lleno con el petrolão comenzó en 2005, cuando se destapó otro escándalo, el del mensalão.

Entonces se descubrió un esquema de pago de sobornos mensuales a legisladores de la oposición para apoyar las políticas del primer gobierno de Lula (2003-2006). Por el caso, que se terminó de juzgar en 2013, fueron condenados a prisión el ex presidente del partido José Genoino, el ex tesorero de la fuerza Delubio Soares y hasta el jefe de gabinete de Lula, José Dirceu, entre otros parlamentarios y operadores políticos.

El mensalão tuvo un impacto enorme en el interior del partido, pero el gobierno de Lula, apoyado en un panorama económico positivo y en su propia habilidad política, logró superar el escándalo y ser reelegido.
"Ahora, el petrolão llega en un momento de dificultades económicas para el país, con una crisis política en el Congreso y un descontento generalizado que llevó a mucha gente a las calles a declarar su hartazgo con la corrupción y con el partido, incluso personas que pertenecen al electorado petista, que se beneficiaron de sus políticas sociales y hoy se sienten desengañadas o traicionadas.

Para llegar al poder, el PT abandonó su discurso socialista, lo volvió más conciliador; ya en el gobierno, se fue alejando de los movimientos sociales de base y de los sindicatos, y con los escándalos de corrupción fue perdiendo su discurso de la ética. Hoy está sin banderas creíbles, necesita una refundación", apuntó el historiador Lincoln Secco, profesor de la Universidad de San Pablo y autor del libro La historia del PT.

No bien la presidenta Rousseff empezó su segundo mandato, después de haber ganado las elecciones de octubre con el menor margen en la historia de Brasil, la designación del banquero neoliberal Joaquim Levy como ministro de Economía produjo más cimbronazos en las filas del partido, que resistieron su programa de ajuste fiscal y recortes para poner en orden las cuentas públicas y regresar el país al camino de la recuperación económica.
Cuestiones de cuotas de poder también alejaron al PT de su principal socio en la coalición gobernante, el PMDB.

Por lo pronto, nadie se arriesga a predecir si habrá o no juicio político a Rousseff por el escándalo de Petrobras. Lo que sí está claro es que el PT que saldrá de este calvario no será el mismo partido hegemónico al que se habían acostumbrado las últimas generaciones de brasileños.
De los días felices al actual desajuste

Pujanza
La agrupación de izquierda fue fundada por Lula da Silva en 1980, durante la dictadura militar. Luego de varios intentos, Lula llegó a la presidencia en 2003.

En la cima
Dilma Rousseff asumió en 2010 luego de dos mandatos de Lula, su mentor, que dejó un Brasil en crecimiento y globalizado.

Escándalos
Un doblete de escándalos, los llamados mensalão y petrolão, junto con una caída de la economía, abrieron una brecha hasta con su base electoral.

Desbande
La popularidad de Dilma está en sus niveles más bajos mientras se diluye la alianza con el PMDB en el seno del gobierno.

GDA / LA NACIÓN