DeNunCianDo - Así sobrevivió Jheison Plazas al ataque de las Farc en el Cauca

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Bajo una pequeña carpa despedazada y a pocos metros de ese piso de cemento agujereado y manchado de sangre que dejaron los sucesivos estallidos de granadas y disparos contra la cancha del polideportivo de la vereda La Esperanza, el soldado Jheison Alexánder Plazas vio el cuerpo sin vida de su amigo, con quien compartió un

Treinta minutos antes de que los militares en este campamento atacado por las Farc confundieron los relámpagos y los rayos de una tormenta con las explosiones y las ráfagas de fusil, y se levantaran de sus colchonetas sobresaltados, casi a la medianoche del pasado martes, Jheison, un joven de Calima-El Darién, había estado riendo con el soldado risaraldense Juan Sebastián Puentes. Este último fue uno de los 10 uniformados muertos en el ataque. Era el hijo de doña Blanca Cecilia Hernández, la dueña de una modesta tienda.

Desde el hospital Dispensario de la Tercera Brigada, en el Cantón Nápoles del sur de Cali, el soldado Jheison Alexánder Plazas, uno de los cerca de 20 heridos de la emboscada, narró lo que vivió esa trágica noche.

“Ni Juan Sebastián ni yo estábamos adentro del polideportivo. El cambuche lo habíamos armado afuera”, relata.

“Esa noche, como las 9:00, decidimos ver una película por Internet. Con Juan Sebastián me hice amigo porque era como de mi edad. Tengo 22 años. Él tenía 21. El día del ataque habíamos tenido una jornada normal como en los últimos meses desde que la guerrilla declaró la tregua.

“Después de ver la película nos acostamos. Juan Sebastián ya estaba dormido y todo parecía tranquilo, pero estaba lloviendo mucho. Hasta que escuché una explosión. Creo que eran las 11:40 de la noche y luego vinieron 10 o 12 explosiones más. Yo veía los fogonazos y creí que eran los relámpagos. Salí del cambuche. Pensaba que Juan Sebastián también había salido, pero no lo veía. Después de las explosiones vinieron los disparos. No vimos a los guerrilleros”.

“El ataque duró como una hora. Yo quedé herido por las esquirlas en la pierna izquierda, el abdomen y la cadera, pero me movía. Cuando todo terminó fui a buscar a Juan Sebastián a la carpa y allí lo encontré muerto”.

Jheison Alexánder decidió volverse soldado profesional luego de que prestó su servicio militar en el batallón José Hilario López, de Popayán, en el Cauca. Desde hace un año hacía patrullaje en La Esperanza, en la zona rural del municipio caucano de Buenos Aires al igual que Juan Sebastián y la mayoría de los soldados caídos.

Para Jheison, el Ejército fue la mejor opción, pues al cumplir la mayoría de edad dejó los estudios de bachillerato del colegio de Calima-El Darién donde cursó hasta octavo grado. Este soldado profesional, el tercero de una familia humilde de seis hijos, aún no sabe cuándo podrá volver a su batallón.