"sonambulismo social"

Explica el triunfo de Samuel Moreno en Bogotá

El “sonambulismo social” fue una frase que acuñó el profesor Rubén Jaramillo para describir un estado mental proclive a la ceguera y a la desesperación frente a los enormes conflictos que los colombianos debemos asimilar cada día de nuestras vidas.

Gracias a este “sonambulismo social”, es imposible que los ciudadanos entiendan la democracia como la lucha desarmada y no violenta entre intereses opuestos. El “sonambulismo social” nos lleva al desespero de creer que solamente existen en el país la ultraderecha y el totalitarismo socialista que combina la lucha armada guerrillera con el ejercicio de la política.

Este “sonambulismo social” es abonado muy tempranamente desde las escuelas y continúa a lo largo de la educación secundaria y –aún- universitaria. Quien piense diferente a nosotros –se enseña allí- debe irse o desaparecer.

Este “sonambulismo social” hizo posible que el llamado de las FARC a votar por Samuel Moreno tuviera el mismo éxito que cuando esta guerrilla llamó a votar por Andrés Pastrana. Este “sonambulismo social” también hizo posible que la compra de votos fuera un triunfo del trueque en el que los hambrientos recibían un mercado a cambio de su voto. Este “sonambulismo social” hizo posible que miles de bogotanos le creyeran el cuento al Polo Democrático, acerca de que si el Polo no ganaba la alcaldía se terminarían los programas sociales que –cosa curiosa- fuera Peñalosa quien iniciara siendo alcalde.

Bogotá votó y decidió obedecer a las FARC para que la ciudad quedará en las mismas manos tenebrosas. A cambio de unos almuercitos gratis, permitieron que la corrupción siga siendo posible con los contratos amarrados, los asesores fantasmas, el pago de favores privados con dineros públicos. A cambio de promesas que nunca cumplirán, los bogotanos avalaron al Polo Democrático para que lo público siga siendo, no de todos, sino de quien se lo robe.

Ganaron los hermanos Samper, las FARC, El Tiempo, Semana, los narcos, los paracos, los riquillos, los corruptos, los secuestradores, los clientelistas, los empresarios, los contratistas de siempre, las balas, las matanzas y la miseria.

El resto, perdimos.

Durante la alcaldía de Samuel Moreno, lograda con el apoyo de las FARC, los pobres seguirán pariendo pobres que serán más pobres que sus padres para hacer posible que los hijos de los ricos sean cada vez más ricos que sus padres para que puedan estudiar donde ha estudiado toda la cúpula del Polo.

Los niños pobres seguirán aumentando las estadísticas infames de muerte y desnutrición en esta administración distrital.

Los cobardes de la guerrilla y el paramilitarismo, los seguirán violando y reclutando; los mafiosos de FECODE los seguirán utlizando para sus infamias mientras que los padres, al no tener opciones, tendrán que seguir dejando sus hijos al cuidado y entrenamiento de los empleados del régimen, rogando a Dios que no les toque como tutor un guerrillero disfrazado de maestro o un pederasta premiado con presupuesto distrital. Seguirán aumentando los colegios con nombres de guerrilleros. Seguirán pululando las chiquitecas o los bares de prostitución infantil de la Primero de Mayo, ayudados por la complicidad indolente de esta y la siguiente administración.

Seguirán las niñas siendo violadas por sacerdotes que les dicen que son enviados del cielo, y estos seguirán siendo absueltos por la justicia humana mientras les llega la divina. Seguiremos viendo niñas de doce años embarazadas, niños quemados o torturados, con cráneos y fémures fracturados por los golpes de sus desesperados y hambrientos padres.

Ganan los gángsteres, la mafia, ganan los ricos, ganan Piedad Córdoba, Chávez, Castro, Jojoy y alias “Reyes”, pierden los pobres. Gana El Chicó, pierden Jerusalén y Perdomo, gana el club El Country, pierden los parques públicos. Gana la ultraderecha internacional de Sarkozy y la ultraizquierda internacional de Chávez y Castro, ambas hijas de la misma madre; pierde la democracia.

Gana la guerrilla gracias a a indiferencia de los bogotanos ante los cadáveres mutilados de los soldados en la provincia. Ganan las trampas quiebrapatas de la guerrilla; gana el miedo ante las amenazas de las FARC y seguiremos con las barriadas deprimidas, con los peladeros de muerte, con los jóvenes asesinados, con los padres desesperados que se suicidan por falta de tener algo que llevarle a su familia mientras que Lucho Garzón y sus secuaces del Polo Democrático se siguen gastando el dinero público en lujos privados, tla y como lo hará hará Samuel Moreno. Seguiremos con los barrios enteros hechos de lata y cartón, habitados por desplazados de la violencia que crecerán como crece la ignorancia, caudal del Polo Democrático. Gana la guerra sucia.

Ganan los movimientos político-militares, dirigidos por los curas.

Pierde Ciudad Bolívar, visitada por guerrilleros encubiertos y descubiertos, porque seguirá pobre, olvidada, saqueada, aislada, violada, sin agua ni alcantarillado, con las bandas de droga fortalecidas por los alcaldes de un partido que ven con buenos ojos que se expenda droga a diestra y siniestra, en colegios y parques. Seguirá con transporte pirata, seguirá sin luz, sin calles y sin empleo. Seguirá el atraco, las bandas de paracos y guerrillos, la limpieza social, las desapariciones, los estupros y las masacres de muchachos en esta Ciudad Bolívar mientras los hijos de Sammy, Lucho y demás se pasean en carros escoltados por cientos de policías hasta la zona Rosa de Bogotá; las niñas y niños seguirán siendo violados impunemente por párrocos sinvergüenzas mientras que los hijos de los mandatarios pasean por Europa o Miami; los niños de Ciudad Bolívar seguirán con las tripas pegadas al espinazo mientras los hijos de Sammy, Lucho y demás deciden si cenan en Wendy’s o piden a domicilio almuerzos de 80mil cada uno.

Con el triunfo de Samuel, el clero y la guerrilla, los niños de Ciudad Bolívar seguirán vendiendo sus desgracias en las esquinas de Bogotá, aguantando ahí en la calle los insultos, el frío y la indolencia mientras los cabecillas del Polo esperan a que cumplan 18 años para reclutarlos a su partido, eso si la guerrilla no los ha reclutado antes de que cumplan 9 años.

El resultado de la votación, nos muestra que Bogotá está turbada y que aún no ha aprendido que no hay que premiar la impunidad.

La desesperación, el hambre y el trastorno mental de los bogotanos se vieron reflejadas en estas elecciones. Somos subnormales, estamos desquiciados. El hambre y la desesperanza dieron sus frutos... y mostraron que esto beneficia a quienes se lucran con ello.

La democracia y la igualdad social siguen estando muy lejos en Colombia. El Polo Democrático fue, es y seguirá apoyado por guerrilla que apesta a narcotráfico, desapariciones, asesinatos, masacres y secuestro. Lucho Garzón es bien ido, y tendrá algunos años para pasear por Europa con su botín mientras prepara su nuevo golpe si logra coronarse como presidente. Las FARC lograron el milagro con Pastrana y con Samuel Moreno... ¿por qué no podrían hacerlo con Lucho Garzón..?

El Polo Democrático tiene una oportunidad de oro desde la alcaldía para allanar el camino hacia la presidencia, pero no gracias a sus buenos resultados en cuanto a empleo y eliminación de la pobreza, sino debido al uso de los dineros públicos para las próximas elecciones presidenciales.

Habrá que esperar hasta entonces para ver si después del saqueo a manos de Sammy, queda algo para los que vengan.

Muchos dicen que el gobierno de Lucho Garzón no fue un gobierno malo. Y yo les creo.. fue un gobierno pésimo.

Nos esperan cuatro años más, especialmente difíciles para quienes teníamos la esperanza de librarnos del poder de la guerrilla.

Un cuatrienio en el que seguiremos perseguidos, amenazados y, Dios no lo permita, eliminados.